FERNANDO SAVATER
El País, 14 SEP 2018
Noam Chomsky, educador, lingüista y activista político. © GETTYIMAGES
Es una lástima que nadie pueda relajarse y disfrutar en el carro que le lleva al patíbulo, como ya señaló John Donne. Seguro que entre la gente que uno se encuentra en ese trayecto hay tipos realmente curiosos. En los peores años del terrorismo, venían por Euskadi a dar consejos o tomar partido personajes pintorescos que ayudaban poco pero entretenían bastante, si hubiéramos estado de humor. Lo mismo, aumentado, ocurre ahora en Cataluña. Surgen influencers cuyo talento está a la altura de la causa que abrazan (incluso por debajo, a veces). Por ejemplo, la señora Jamila Raquib, directora del instituto Albert Einstein de Boston (patrocinado por Soros), que ha propuesto a la alcaldesa de Berga, Montse Venturós, de la CUP, para el premio a la desobediencia concedido por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y dotado con 250.000 dólares.