6 jul 2007

La cátedra de Olegario González

Balance de un debate/Olegario González de Cardedal, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
Publicado EL PAÍS, 05/07/07):
Esta cuestión afecta a la misma raíz espiritual de nuestra sociedad. La cultura, la política y la religión están implicadas inexorablemente en ella. Hay que comenzar enumerando tres preguntas fundamentales previas: ¿Cuáles son el sujeto, los contenidos y el contexto histórico de la educación? ¿Quién y dónde se educa al hombre como persona, como ciudadano, como posible creyente? Hasta ahora los educadores eran personas e instituciones con nombre y rostro (madre, familia, escuela, grupo, iglesia…). Hoy educan los poderes anónimos que constituyen la sociedad. ¿Qué responsabilidad tiene el Estado ante la actual situación de anomia y desinterés social en los alumnos?
La segunda pregunta son los contenidos de la educación escolar. ¿Qué se debe y se puede enseñar en las instituciones escolares? La respuesta parece clara: aquellos que decantados a lo largo de la historia han alcanzado un consenso universal entre los humanos respecto de su eficacia trasformadora (ciencia y técnica), respecto de la relación social (derecho), respecto de nuestra trayectoria en lugar y tiempo (ciencias sociales e historia), respecto de los problemas fundamentales como seres con sentido y esperanza (filosofía, ética, religión). Esta es la condición esencial: tales saberes tienen que ser universales, no particulares, no propios de un grupo social, de un partido político o de una comunidad religiosa. No todo lo que se puede enseñar, se puede enseñar en la escuela.
Tercera cuestión: la educación no acontece en un vacío de ideas, esperanzas, temores o sospechas sino en un contexto muy concreto donde vigen unas aspiraciones y se rechazan unos proyectos a la vez que se anhelan otros. La educación se encuentra hoy en Europa afectada por desafíos culturales, sociales y religiosos: la confrontación con la diversidad, la debilitación del sentido jurídico, la pertenencia nacional entre la indiferencia y el nacionalismo… El Islam es sólo el botón de muestra. Lo que está ocurriendo en Francia, Inglaterra y Alemania nos obliga a repensar las relaciones entre política, cultura y religión. Todo esto hace especialmente significativa la “Educación para la Ciudadanía”.
¿Cuáles han sido las reacciones ante esta asignatura impuesta por el Gobierno? Son tres: la que defiende la asignatura y el programa con que el Ministerio la propone; la que rechaza asignatura y programa; la que acepta la asignatura pero propone modificación o cambio de programa. ¿Cuáles son las razones aportadas por cada uno de estos grupos? Quienes la defienden afirman que la educación debe ser integral y no sólo aprendizaje de conocimientos y destrezas; por ello es esencial una educación en valores. La escuela tiene que ser beligerante ante la violencia, la desigualdad social, la discriminación. El Estado tiene la responsabilidad y por ello el derecho y el deber de crear los medios para conseguir tal fin. Reclaman una asignatura especial porque la trasversalidad se habría demostrado insuficiente. Algunos añaden que hasta ahora en España ha educado la Iglesia y que ahora tiene que educar el Estado.
Quienes rechazan asignatura y programa ofrecen razones diversas. Unos rechazan por principio cualquier asignatura que confiera al Estado la capacidad de trasmitir convicciones últimas de sentido, verdad e identidad. Todos los Estados que han querido imponer una ideología nacional o revolucionaria lo han hecho con sangre y muerte. La memoria de Alemania, Rusia e incluso España está aún muy viva y un sentido de libertad absoluta se vuelve contra todo aquello que sea o se parezca a un adoctrinamiento político. La educación, como el conjunto de palabras, ideas e ideales que confieren último sentido a la vida humana compete a quienes han engendrado a una persona, a la que tienen que habilitar para la existencia no sólo con la capacidad física sino con los recursos intelectuales y morales necesarios para que sea un sujeto en la historia.
Aquí se sitúa también el rechazo de profesionales de la enseñanza, para quienes la materia está heterogéneamente construida con materiales que ya estaban presentes en las asignaturas de Ética, Filosofía, Ciencias Sociales y en la trasversalidad de otras asignaturas. No había demanda social para ella sino que su propuesta surge de un partido que quiere trasvasar su propio proyecto. Se la hace pasar por universal, cuando es particular; el Estado sustituye a las familias y pone a los profesores ante el dilema de rechazarla o de impartir contenidos que violentan su conciencia. Se quita horas a otras materias más importantes. Pero el problema más grave es que, dada la heterogeneidad de materias indicadas en el programa del Ministerio, se mezclan realidades totalmente distintas: las que podrían pertenecer legítimamente a una ética cívica y otras como son “la condición humana”, la “identidad personal”, “la educación afectivo-sexual”, “la construcción de la conciencia moral”, que son de otra naturaleza, y sólo pueden ser ofrecidas por quienes tienen la responsabilidad primera, es decir los padres. El Estado podría ofrecerla pero nunca imponerla como obligatoria.
La tercera posición reconoce al Estado la legitimidad para ofrecer esa materia que prepare a los alumnos para existir en sociedad, para que conozcan el entramado de realidades en medio de las que viven y con las que tienen que convivir De mi vieja escuela yo recuerdo todavía un libro: El Ciudadano. Lo que allí se decía nos despertaba el gozo de sabernos protagonistas de un destino y responsables de una situación histórica. Pero, aceptada la legitimidad fundamental, éstos se oponen al programa como totalidad ya que en él se mezclan reales tareas de una educación cívica con cuestiones de mayor calado y que exceden la autoridad del Estado. La primera educación es la de la persona, después la del ciudadano, y luego la de otras actitudes. Lo primero y esencial es la persona; de cómo se comprenda ella a sí misma se deriva incluso la forma de comprender y realizar su ciudadanía. Ésta no monocorde; hay muchas formas de realizarla auténticamente a la luz de la actitud última de cada uno ante la existencia. La ciudadanía no puede ser dictada a nadie por ningún Estado, partido o iglesia.
Los partidarios de esta tercera postura se diferencian a su vez: unos creen posible una refundición del programa, quitando aquellas cuestiones antes aludidas que exceden la competencia del Estado. Porque no vale decir que los textos que ya tenemos no entran a ellas. Aquí, como decía Aristóteles de la filosofía, hay que repetir que ante tales problemas todos tomamos postura: con el silencio o con la palabra, con la afirmación o la negación. Otros, yo entre ellos, consideran que eso no es tan fácil y proponen una solución más radical y objetiva: centrar la materia en el estudio de la Constitución Española, que ofrece todos los presupuestos de ideales, valores, derechos, deberes y responsabilidades del ciudadano, completándola con las Declaraciones internacionales de derechos humanos. Con uno y otro elemento se abarca la doble intención de la materia tal como la ha recomendado la UE y la realizan otras naciones de Europa. Sus contenidos no son particulares ni partidistas, sino universales y normativos.
Ahora surge la cuestión vidriosa: ¿se puede imponer una materia que lleva consigo tales problemas objetivos, que encuentra una nación dividida mitad por mitad, que remeje viejas cuestiones viscerales? Yo veo tres razones para no imponerla y repensar toda la cuestión desde el consenso. En primer lugar la memoria histórica de España: cada vez que se ha impuesto algo semejante, sea en la II República sea en la España de Franco, los resultados han sido nefastos. No valen ni el rechazo irresponsable ni el trágala violento. En segundo lugar la experiencia de un institución tan vieja como la Iglesia en sus concilios desde Nicea (325) al Vaticano II (1962-1965). Para las cuestiones de procedimiento o método se siguió siempre regla de meras mayorías, pero cuanto se trataba de contenidos doctrinales nunca se decidía como obligatorio en la fe algo que no fuera compartido por la inmensa mayoría o casi unanimidad moral. La tercera razón es el ejemplo de las grandes naciones como Alemania, en las que las materias que afectan al fondo del país, como la educación y la política exterior, se consideran cuestiones de Estado y se resuelven por consenso entre los grandes partidos.
Estamos ante un gravísimo desafío moral. Sólo la magnanimidad, el respeto y la generosidad pueden librarnos de este abismo que no se supera con mera matemática democrática. Y las palabras son importantes; las de algún cardenal por un lado, y las de la vicepresidenta y ministra por otro amenazando, no han echado aceite sobre las heridas. Hay que saltar sobre los propios límites, pensar en los destinatarios, en la sociedad entera, en una serena paz del país. Y sobre todo no quedarnos en esta única cuestión dejando en olvido otros grandes puntos negros de nuestro sistema educativo.

Darfur

Darfur: una visión diferente/Ignacio García-Valdecasas, diplomático español
Tomado de EL PAÍS, 05/07/2007;
Bombardeado por las opiniones de líderes sociales y políticos, el ciudadano occidental ha llegado a la conclusión de que el conflicto de Darfur es, en parte, responsabilidad europea: si la Unión Europea hubiera adoptado una postura firme, intervención militar incluida, no se habría producido el genocidio.
Por el contrario, la mayoría de los musulmanes cree que Darfur ha sido provocado por los occidentales. No habría conflicto sin la intervención de los “nuevos cruzados”. ¿Las causas?: militares (imperialismo occidental), religiosas (ataque al Islam) o económicas (petróleo…).
¿Es Europa responsable por intervenir? ¿Por no intervenir? ¿O, simplemente, no es responsable?
El arzobispo D. Tutu en su artículo La UE y Darfur (EL PAÍS, 5 de junio de 2007) afirma que dos millones de refugiados están en peligro y que la UE, en lugar de salvarlos, espera a que la ONU arroje un salvavidas. La UE debería establecer las sanciones que aplicó contra la Suráfrica del apartheid.
Tutu deja clara la responsabilidad de la UE y, por el resto, muchas dudas. Porque habla de bombardeos, de violaciones masivas, de asesinatos, de genocidio, pero no identifica claramente a los responsables ni a las víctimas. ¿Sufre Monseñor Tutu un olvido o está convencido de que sus lectores del ancho mundo conocen los entresijos del conflicto de Darfur?
Sin embargo, los gobiernos y pueblos europeos sí son identificados: “En 2005, todos los gobiernos del mundo adoptaron el… compromiso de proteger a las poblaciones… del genocidio… Ahora, los gobiernos de Europa deben cumplir esa promesa… Los europeos deben recordar que, ante el asesinato de masas, no es posible nadar entre dos aguas”.
¿Sólo los europeos? ¿Por qué? ¿No adoptaron el compromiso todos los gobiernos del mundo? Al no identificar a los culpables se termina por responsabilizar a los que no lo son.
Sí. Se está perpetrando un genocidio espantoso en Darfur, la región occidental de Sudán, pero la UE no es responsable. Hay que decirlo bien claro porque demasiada gente en Occidente y en el mundo islámico cree lo contrario: los responsables del genocidio son la milicia janjaweed, el Ejército y el Gobierno de Sudán. No hay un factor externo, como ocurrió en Ruanda, que promueva el genocidio. China suministra las armas, pero el Gobierno sudanés no habría tenido dificultad para adquirirlas en el “dinámico” mercado del armamento.
Se trata de un conflicto interno que enfrenta a los janjaweed y a los pueblos darfuríes. Algunas cuestiones les separan, los darfuríes no hablan árabe, pero también tienen lazos comunes. Todos son africanos y musulmanes. No hay ningún grupo cristiano implicado en el conflicto de Darfur. El Gobierno de Sudán apoya a los janjaweed, que están exterminando a los darfuríes. Poco importa ahora que ambos pudieran tener parte de razón cuando, en el origen del conflicto, se enfrentaron por recursos escasos.
Genocidio arropado por las parálisis de los organismos regionales y de la ONU provocadas por la postura del Gobierno de Sudán, la pasividad de africanos y árabes y el veto de China, con cierta complicidad rusa, en el Consejo de Seguridad.
La comunidad internacional debería señalar cada día con el dedo acusador al Gobierno de Sudán, pero no a la UE ni a los “nuevos cruzados”. Encabezando la protesta deberían estar la Unión Africana (UA), la Liga Árabe (LA) y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).
Monseñor Tutu olvida (?) que en el caso de Suráfrica todo el continente plantó cara al régimen racista. ¿Dónde están la UA, la LA y la OCI ante el genocidio de Darfur? Porque se trata de un conflicto entre africanos que, según la UA, necesita una solución africana. Un conflicto en un país árabe y entre musulmanes lo que va contra el Corán y resulta incomprensible en un pueblo devoto musulmán como el sudanés.
Más grave aún porque la opinión islámica mundial ha sido engañada y se le ha hecho creer que el conflicto de Darfur es un ataque occidental a Sudán y un ataque cristiano al Islam, ocultando que se trata de una lucha entre hermanos musulmanes y que la intervención occidental se ha limitado a la labor humanitaria de algunas ONG cuyos miembros son atacados y, a veces, asesinados.
Son los tres organismos internacionales citados los que deben detener el genocidio, facilitar la solución o imponerla. Si estas organizaciones (UA, LA y OCI) no tuvieran medios para realizar esta labor, podrían solicitar ayuda a la UE, EE UU y la ONU, aunque las ricas monarquías del Golfo tienen medios para financiar una obra tan piadosa y acabar con la lucha que enfrenta en Darfur a dos pueblos musulmanes.
Si finalmente hubiera intervención europea, el personal sobre el terreno debería ser africano y/o musulmán para evitar la manipulación de las opiniones públicas. Sólo en estas condiciones debe intervenir Europa. Hay que frenar la escalada de reclamaciones a la UE para que adopte sanciones o intervenga militarmente sobre bases humanitarias cuando los organismos regionales no asumen sus responsabilidades.
Las denuncias y las presiones deben ejercerse en Jartum, Addis Abeba, El Cairo y Yeddah. No en Bruselas. Y deben mantenerse hasta que los responsables detengan el genocidio. La UE debe participar en esta campaña dejando de lado los cálculos de realpolitik.
Europa no es responsable de todas las tragedias que ocurren en la Tierra. Los causantes deben asumir su responsabilidad. Y no debe haber más intervenciones militares, incluidas las humanitarias, sin el acuerdo del Consejo de Seguridad. Su parálisis puede provocar tragedias, pero la alternativa suele crearlas mayores. La inactividad del Consejo de Seguridad no desplaza la carga de la culpa ni de la responsabilidad ni hace que pasen a ser compartidas salvo por aquellos que entorpecen su labor como ha ocurrido en este caso con China.

En defesa de José Ramón

¡Bien! y además lo defiende el hermano de Margarita, esposa del Presidente Calderón
En defensa del hijo de AMLO/Juan Ignacio Zavala
Publicado en Reforma 6/07/2007;
José Ramón López Beltrán así se llama y es hijo de Andrés Manuel López Obrador. A José Ramón se le ha criticado -más bien ha sido usado para criticar a su padre- porque trabaja en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Tiene 26 años y la vida por delante.Quiero decir que me parece injusto y cruel lo que se hace con el joven José Ramón. Como todos los ciudadanos tiene el derecho al trabajo, a llevar una vida propia y a la felicidad. Tiene un trabajo razonable y hasta donde se sabe, cumple con la encomienda. Malo que fuera un aviador o un inútil en el cargo. Su trabajo tiene que ver directamente con su carrera y con una experiencia laboral anterior. Me parece bien que tenga ese puesto. Flaco favor le hacen a José Ramón quienes dicen que no está mal porque "nada más" gana 25 mil pesos. Hay que defenderlo aunque gane 80. No es un problema de cantidades.
La vida política es una vida intensa, apasionada. Quienes hemos estado en familias que la viven lo sabemos. Es normal que en las familias en las que alguien ejerce la vocación -supongamos el padre o la madre- "contagie" a alguno de sus hijos el gusano de la política; también sería normal que alguno de los hijos detestara esa actividad que se robaba el tiempo común y que le secuestraba años a alguno de los padres.Esto no es exclusivo de la política. Sucede en todo género de oficios y profesiones. Hay quien hereda el taller de carpintería, el despacho contable o el de abogados; hay familias de periodistas, de toreros, de plomeros, de artistas, de músicos. Las cosas que se platican y se ven en la casa marcan para siempre.
El caso de José Ramón -a quien no conozco- es relevante porque en el fondo nos incumbe a todos. Primero porque debemos saber quiénes trabajan en el servicio público y si cumplen con las funciones del puesto. Parece ser que es así. Y segundo, porque una sociedad sana y democrática no debe impedir el desarrollo de los individuos nada más por las actividades -sobre todo si éstas son legítimas- de los parientes cercanos. Que se sepa, el joven López Beltrán no hace negocios al amparo del poder político de su padre. Trabaja y punto.
¿Cuál es el delito de José Ramón? ¿Ser hijo de Andrés Manuel? Esto es totalmente injusto. Suficiente problema es para un hijo, un hermano o familiar cercano ir caminando por la vida bajo el susurro de "es hijo de tal; hermana de tal; suegro de tal, madre de tal", como para tener que dar respuestas sobre la naturaleza de las relaciones familiares (siempre y cuando no se haya cometido ningún ilícito). ¿Que apoyó a su padre en la campaña electoral? Lo extraño hubiera sido que no lo hiciera. En la política se comparten valores y principios, por eso no es raro que algunas parejas se conozcan en esta actividad y que sus historias concluyan en matrimonio. Son los casos de AMLO y Calderón.
Los hijos, los hermanos y los amigos, la gente cercana se vuelca en apoyo cuando se trata de una elección. Y es natural que quienes continúan la saga familiar cuenten con una vocación similar. Encuentro normal que José Ramón sienta determinada atracción por el servicio público. Como se dice por ahí: "no lo roba, lo hereda". Encuentro natural también que haya quienes levanten la ceja. Es cierto que por décadas en este país -y en muchos otros- los familiares de los poderosos han abusado de sus posiciones y han hecho negocios que da rabia nada más recordarlos. Pero no todos son iguales. Hay quienes se desempeñan con tranquilidad, honestidad y eficiencia y no tienen que pasar por ese rasero. Encuentro natural también que su padre lo haya recomendado al puesto y si no lo hizo, encuentro natural que se lo hubiesen ofrecido. Creo que José Ramón algo extra podrá aportar a su trabajo. Al ser hijo de un candidato a la Presidencia, tuvo experiencias verdaderamente únicas, son muy pocos los que las han tenido. Habrá conocido el país y su situación mucho mejor que cualquier joven de su edad y, más aún, que millones de mexicanos. Estas experiencias aplicadas a determinados trabajos deben rendir buenos frutos.A los familiares de los poderosos se nos debe de juzgar (sí, me incluyo) por nuestros actos y no por nuestro parentesco. Somos ciudadanos con obligaciones, pero también con derechos. Tampoco tenemos por qué ser blanco de revanchas políticas.Por lo anterior, José Ramón López Beltrán tiene mi solidaridad.
El autor fue miembro de la campaña de Felipe Calderón y es hermano de la actual Primera Dama.

El Presidente Calderón; Limpiemos México

El Presidente Calderón en el evento Zona en Recuperación, Parque San Jacinto,
Guadalajara, Jalisco; 5/07/200;
Permítanme empezar, primero, enviando un mensaje de consternación y solidaridad; primero, a las familias de las personas que el día de ayer quedaron atrapadas en un deslave carretero en Eloxochitlán, en el Estado de Puebla.
Ante este lamentable hecho, instruí al Ejército y a las diversas corporaciones federales a no escatimar esfuerzos ni recursos en la tarea de rescate.
Desde aquí, de Guadalajara, quiero decirles a los familiares de las víctimas que estoy dando seguimiento puntual al desarrollo de los acontecimientos y que les brindaremos el apoyo que sea necesario ante esta tragedia.
También, por otro lado, yo quiero expresar mi más sentido pésame a los deudos de víctimas civiles y militares que perdieron hoy la vida como consecuencia de un accidente aéreo ocurrido en el Aeropuerto Internacional de Culiacán, en Sinaloa.
Como una señal elemental de duelo tomé la decisión de suspender mi gira a esa cuidad y de inmediato giré instrucciones para que el personal del Poder Ejecutivo y de las Fuerzas Armadas en la zona, se unieran a las labores concernientes a este accidente.
Externo mis condolencias a los deudos y mi ofrecimiento de apoyo a los mismos.
Dicho esto, amigas y amigos, les reitero que a pesar de esta tragedia de todos modos es para mí, muy, muy grato, el estar nuevamente en Jalisco.
Y particularmente para echar aquí a andar este programa que queremos echar a andar en toda la República, en todas las ciudades que se han visto afectadas por la delincuencia, en todas las ciudades que han sufrido la inseguridad.
El Programa se llama: Limpiemos México, Zona en Recuperación, y quiero decirles por qué se llama así.
Nosotros estamos trabajando muy, muy fuerte, como ya lo dijo el Gobernador Emilio González, contra la delincuencia organizada, contra los delincuentes.
No daremos tregua ni cuartel y no daremos ni un paso atrás en la lucha por la delincuencia hasta recuperar la seguridad de las mexicanas y de los mexicanos y sus familias.
Pero déjenme decirles, que la persecución de los delitos no lo es todo, y quizá ni siquiera es lo más importante, tanto o más importante es prevenir los delitos, tanto o más importante es que los ciudadanos hagamos lo que esté de nuestra parte para evitar que esto suceda, para evitar que prolifere la delincuencia, o para evitar que proliferen, particularmente entre los niños y los jóvenes, las adicciones a la droga y al alcohol, que a final de cuentas están atrás el provocar estas adicciones, está atrás del negocio de los grandes delincuentes.
Porque esos grandes delincuentes lo que buscan es tener, en los jóvenes y en los niños, esclavos, esclavos que dependan de la droga que les venden para que de por vida les estén dando el dinero para su negocio.
Esclavos que un día van a tener que robar a sus propios padres, a sus amigos, a sus vecinos, para pagar la droga que les han inoculado.
De manera tal, que esta lucha por rescatar la seguridad de los mexicanos tiene que ver sí, con la operación de persecución de los delitos, pero también y sobre todo con la acción preventiva de los mismos.
Por eso estamos poniendo en marcha el Plan Limpiemos México, Zona en Recuperación.
Con el proyecto de construcción del Parque San Jacinto hoy damos un gran paso en ese sentido, por qué, porque un pilar de la estrategia Limpiemos México, Zona en Recuperación consiste en recuperar espacios públicos, en crear espacios públicos y dárselos a quienes son sus legítimos propietarios: a los ciudadanos y así contribuir a prevenir la criminalidad.
Este lugar donde nos encontramos, como ustedes saben, albergó durante mucho tiempo un taller mecánico del Ayuntamiento, después cayó en desuso, dejó de ser de provecho para la ciudad, y lo más preocupante, sus alrededores amenazaban con convertirse en un lugar inseguro y propicio para la delincuencia.
A través del Programa de Rescate de Espacios Públicos, los gobiernos Federal, estatal y municipal nos hemos puesto de acuerdo y eso es algo muy importante, nos hemos puesto de acuerdo para trabajar en favor de ustedes y transformar estas instalaciones prácticamente abandonadas, transformarlas en un parque recreativo, arbolado, iluminado en una buena zona, incluso techado con canchas aptas, propicias para el deporte y sobre todo un lugar seguro para los vecinos de Guadalajara que viven alrededor de esta zona.
Ya no será y esa es la idea en el Rescate de Espacios Públicos, ya no queremos que en ciertas esquinas, en ciertos parques abandonados, en lugares deshabitados, se acumule la basura y la delincuencia y le dé temor a la gente pasar al lado de ellos.
Aquí queremos que hayan canchas, árboles para ustedes, fuentes para que los disfruten en plenas condiciones de seguridad; aquí habrá también talleres de capacitación para prevenir la delincuencia, la violencia, para fortalecer las redes sociales y sobre todo para ayudar a los muchachos a evitar las adicciones.
Éste será un espacio para que los ciudadanos vivan mejor, un parque limpio, iluminado y ocupado por la comunidad, es una batalla ganada a la inseguridad.
Yo quiero agradecer públicamente el compromiso de las autoridades de Jalisco, del Presidente Municipal de Guadalajara, desde luego, del doctor Alfonso Petersen y del Gobernador Emilio González para trabajar unidos en este lugar y en muchos otros de Guadalajara y de todo Jalisco en la Estrategia Limpiemos México, Zona en Recuperación.
Esta es una estrategia integral y de largo plazo para recuperar espacios públicos, para ponerle un alto a la delincuencia y a las drogas en las comunidades y sobre todo, amigas y amigos, para organizarnos y combatir mejor a aquellos que quieren destruir el tejido social.
Mi Gobierno ha sostenido una guerra frontal contra el crimen organizado y contra el delito, hoy queremos avanzar más, junto con los gobiernos locales, para depurar los cuerpos policíacos, para limpiar también las policías, para mejorar la tecnología para combatir al crimen y para aumentar la eficiencia operativa y la confiabilidad; sin embargo y como les he dicho, eso no basta, no es suficiente para derrotar la inseguridad.
Por eso nos hemos planteado ganarle terreno a la delincuencia, Limpiemos México, Zona en Recuperación se sustenta en varios ejes.
Primero. El Rescate de Espacios Públicos, se los queremos quitar a la delincuencia y a las pandillas y queremos devolvérselos a los ciudadanos.
Segundo. El Programa Escuela Segura que es donde más protegidos, después del hogar, deben estar nuestros hijos.
Tercero. Un Programa Nacional para Tratar y Prevenir las Adicciones a las drogas y al alcohol.
Y cuarto. La participación ciudadana que para mí es lo más importante para tener éxito.
Qué es lo que vamos a hacer.
En primer lugar, en el Programa de Rescate de Espacios Públicos queremos trabajar con ustedes, con la sociedad y con los gobiernos locales para construir plazas, jardines, parques o espacios deportivos, como lo será aquí San Jacinto, que se conviertan en espacios de recreación y de deporte y cultura para la gente.
Los espacios públicos deben ser de los ciudadanos, deben ser una prolongación del hogar, por eso vamos a recuperar en Jalisco y en todo México 750 espacios de los cuales casi 40 corresponden a este estado.
Queremos que sean ocupados por los vecinos, por gente honesta que trabaja y se esfuerza por México; no se trata, amigas y amigos, lo más importante el espacio físico, aquí habrá, por supuesto ya se dijo, habrá arbolado, fuente, canchas deportivas, de voli, de usos múltiples.
Yo diría también que aquí cabría una canchita de fútbol rápido o de fútbol siete, porque si no de dónde vamos a proveer de refuerzos tanto al Atlas como a las Chivas, en el futuro.
Que tenga su cancha de pasto sintético, en fin, y que ustedes se organicen padres de familia, se organicen para ocupar este lugar, organicen torneos entre los muchachos, yo no sé si sea colonia contra colonia, o por calles, o por edades, o por escuelas, pero que aquí siempre, siempre se utilicen las canchas, por qué, porque la clave de ganar el espacio a la delincuencia es ocuparlo por parte de los ciudadanos.
Así, estoy seguro, vamos a empezar a limpiar de inseguridad nuestras comunidades. Me da gusto que en Jalisco la Federación, el gobierno estatal y los gobiernos municipales vamos a invertir juntos 80 millones de pesos para rescatar espacios públicos tan sólo en lo que queda del año 2007.
En segundo lugar, el Programa Escuela Segura incluye acciones para impulsar, desde el salón de clase, una cultura de prevención del delito y que nos ayude a evitar las adicciones.
Promover un clima de seguridad escolar, a este Programa queremos que los padres de familia apoyen y apoyen en serio, que sea problema del Gobierno sí, sí lo es, pero que sea también tarea de la escuela, de los maestros y, sobre todo, de los padres de familia.
Hay cosas muy graves que ustedes deben saber, por ejemplo, más del 40 por ciento de los niños, es decir, casi la mitad de los niños que hemos entrevistado, han visto la droga dentro de la escuela, casi la mitad.
Uno de cada cinco niños ha visto a algún compañero portar un arma dentro de la escuela.
El 80 por ciento de los maestros saben de la operación de pandillas cerca o dentro de las propias escuelas, eso no puede continuar así.
Por eso vamos a fortalecer las comunidades educativas mediante mayor vigilancia, campañas que nos ayuden a terminar con la inseguridad, programas educativos para padres, para maestros y para alumnos y también un seguimiento de la salud y atención médica de los alumnos, sobre todo para prevenir y quien haya caído en adicciones rescatarlo y darle el tratamiento adecuado, antes que castigarlo y antes que pensar en castigarlo hay que darle ayuda sicológica y médica a todos los niños y jóvenes que en nuestras escuelas tienen ese problema.
En tercer lugar, el Programa Nacional contra las Adicciones, queremos prevenir, pero si no se puede prevenir a todos, sí remediar y darle tratamiento a quienes caen en las garras de la droga. Vamos a construir 300 unidades médicas especializadas para que más mexicanos tengan un lugar confiable y humano con personal capacitado para ayudar.
Y en cuarto lugar, estamos impulsando la participación de los ciudadanos; por un lado con lo que ya dije, que la ciudadanía ocupe los espacios que estamos recuperando, que los haga suyos para que la delincuencia no vuelva a ellos jamás.
Y una vez recuperado el espacio que la sociedad ocupe lo que la delincuencia pierde, pero también queremos la participación ciudadana como el principal factor para inhibir la acción delictiva.
Es importante que la ciudadanía denuncie los delitos, que nos diga a las autoridades dónde se reúnen las pandillas para vender la droga, en qué parque o en qué esquina, en qué calle están asaltando a la gente, en qué calle es donde están robando las partes automotrices.
Los policías podrán identificar más fácil estos espacios donde opera la delincuencia, yo por eso le he girado instrucciones al Secretario de Seguridad Pública, aquí presente, para que a través del Programa Plataforma México, un gran programa de informática y sistematización que va a conectar toda la inteligencia y la información disponible en el país: Federal, estatal y municipal, también establezca mecanismos que faciliten a los ciudadanos colaborar en el combate al delito.
Denuncias que faciliten a los ciudadanos denunciar por teléfono e incluso de manera anónima, dónde se vende la droga, quiénes son los delincuentes, cuáles son los lugares inseguros.
Que usen su teléfono, su teléfono celular, que hagan denuncias por Internet, que usen todas las tecnologías a su alcance, que usen por ejemplo, los mensajes de teléfono celular que tanto usan los jóvenes que incluso envían a través del teléfono fotografías, imágenes, para informar sobre la comisión de los delitos o bien proporcionar a la autoridad información valiosa para evitarlo.
Este es una tarea vital y le he dicho al Secretario que espero los primeros resultados de este Proyecto en los próximos 90 días de la Administración.
Ustedes los ciudadanos son los que sufren la delincuencia, por eso también sé que al mismo tiempo serán los mejores vigilantes de su barrio, de su ciudad, porque son elemento fundamental para detectar tempranamente un delito o para evitar que se cometa.
Queremos que la delincuencia no nos vuelva a ganar los espacios que hemos recuperado y mantener a raya a los criminales en Guadalajara y en todo el país.
Por eso yo pido la participación de los ciudadanos y sé que en México hay una ciudadanía cansada de la delincuencia y decidida a participar con el Gobierno para combatirla.
Amigas y amigos:
Quiero decirle al gobernador que por supuesto sé que los alcaldes de la zona metropolitana están haciendo su parte, que el Gobierno estatal va a hacer su parte y a poner lo suyo para resolver estos problemas de la zona metropolitana de Guadalajara, particularmente de agua y saneamiento, tengan la seguridad que el Gobierno Federal sabrá también poner su parte y por aquí espero que nos veamos pronto en Guadalajara nuevamente para abordar este problema.
Amigas y amigos:
Un gran jalisciense como fue Vallarta, Ignacio Vallarta, decía con claridad en 1871, él llega a la gubernatura del estado, como Emilio González, y le dice a los jaliscienses que bajo su administración sólo serían perseguidos los delincuentes, aquellos que con la sociedad no pueden ni quieren vivir en paz y en la vía que ellos serán siempre juzgados conforme a las leyes y a las autoridades competentes.
Yo refrendo hoy ante ustedes las palabras de este gran jurista jalisciense, la impunidad no tiene cabida en una sociedad democrática, honesta y segura como la que queremos construir.
Por eso yo les digo que sólo serán perseguidos los delincuentes bajo mi Gobierno, aquellos que no quieren vivir en paz con la sociedad, no daremos ni un paso atrás en la lucha contra la delincuencia; contra el Estado mexicano no permitiremos ningún chantaje o ninguna amenaza, la fortaleza del Estado es el imperio de la ley y la exigencia de los ciudadanos a vivir en paz.
Queremos a Guadalajara segura y limpia de delincuencia.
Yo invito a todos los ciudadanos a dar la batalla para recuperar espacios como éste, para recuperar espacios de convivencia colectiva, parques, plazas, jardines, canchas deportivas, las calles, porque la batalla por los espacios públicos es la batalla por el derecho a vivir seguros y en paz, y juntos, ustedes y nosotros por supuesto, juntos vamos a ganar esta batalla contra la delincuencia.
Muchas gracias, enhorabuena, amigas y amigos.
Un segundo por favor.
También, antes que me vaya, ustedes saben que otra meta que tengo yo es que detengamos el deterioro del medio ambiente, la deforestación terrible que hemos causado a México y creo que cada quien puede poner su granito de arena o su arbolito, más bien dicho.
Entonces, aquí va a haber unos arbolitos, uno por familia y si hay más uno para cada quien, sólo para aquellos que quieran comprometerse a plantarlo, a cercarlo, a regarlo y a velar, que cuiden. Véanlo como un recuerdo de este encuentro y también como un símbolo del México que queremos ver crecer y florecer para nuestros hijos.
Muchas gracias Jalisco, nos vemos pronto.