Revista Proceso No. 2083, 2 de octubre de 2016….
Fractura
en la Liga Mexicana de Beisbol/RAÚL
OCHOA Y BEATRIZ PEREYRA
El
martes 27, en una asamblea, los presidentes de Diablos Rojos del México, Tigres
de Quintana Roo, Sultanes de Monterrey y Guerreros de Oaxaca abandonaron un
encuentro de la Liga Mexicana de Beisbol, en desacuerdo por el caso de los
peloteros nacidos en el extranjero. Sin embargo, los dueños de los otros
equipos consideran que el telón de fondo es otro; algunos mencionan que Carlos
Peralta Quintero, de Tigres, perdió el subsidio que recibía del gobierno de
Quintana Roo y no quiere invertir más en sus jugadores.
Una
disputa por el número permitido de peloteros mexicanos no nacidos en territorio
nacional dividió, por primera vez en 91 años, a los presidentes de la Liga
Mexicana de Beisbol (LMB): Diablos Rojos del México, Tigres de Quintana Roo,
Sultanes de Monterrey y Guerreros de Oaxaca renunciaron al circuito veraniego
en protesta porque Leones de Yucatán, Toros de Tijuana, Pericos de Puebla,
Rojos del Águila de Veracruz y Vaqueros Laguna se rehusaron a discutir el tema.
El
origen del problema es la modificación al artículo 13.1 del Reglamento de la
LMB en 2015, según el cual, “para que un jugador sea considerado como mexicano
deberá haber nacido en México. Si es nacido en el extranjero, de padre mexicano
o bien de madre mexicana, el acta de nacimiento mexicana no deberá tener una
extemporaneidad mayor de seis años a la fecha de nacimiento”.
La
nueva disposición viola el apartado II del artículo 30 de la Constitución, que
define como mexicanos por nacimiento a quienes “nazcan en el extranjero, (sean)
hijos de padres mexicanos nacidos en territorio nacional, de padre o madre mexicano
nacido en territorio nacional”.