20 feb 2008

Madre de Satán


¡Por fin!, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal descubrió que el explosivo utilizado en la bomba que estalló el pasado viernes 15 de febrero en la colonia Roma, es triperóxido de triacetona (TATP) húmedo, más conocido como la Madre de Satán.
Y en efecto, el explosivo es casero, y es un invento palestino.No se trata del G-4, como mucho se especuló.
El nombre la Madre de Satán, se lo pusieron los servicios antiterroristas de Israel por ser usada habitualmente por los terroristas palestinos.
Es un material muy volátil que, además, ha aparecido en los últimos años en numerosas investigaciones de acciones terroristas adjudicadas a al Qaeda y a Hamas.
No se requiere gran ciencia para elaborarlo, se necesita sí, conocimiento -que se puede adquirir a través de la internet- e ingredientes tan comunes como el decolorante de cabello, iniciador de fuego, concentrado de ácido cítrico, ácido sulfúrico, agua oxigenada y acetona; conseguibles en cualquier farmacia.
Es sí, eL TATP, un material potencialmente destructivo. Fue usado por primera vez con fines teroristas por la organización palestina Hamas en 1997; después en Casablanca, Marruecos (2003), mezcaldo enonces con un 20% de nitrato de amonio y estabilizado cn aceite de recino .
Los terroristas del 7-J en Londres utilizaron también esta sustancia, así como Richard Reid, conocido como el terrorista del zapato porque en esa prenda escondía una bomba con 100 gramos de TATP.
Ahora no necesariamente significa que el hecho de que haya sido usado TATP se concluya que fueron al-Qaeda o Hamas quién esten detrás de los hechos del pasado 15 de febrero en la Zona Rosa.
¡Cuídado!
Como lo he dicho antes, necesitamos mucho más información.

México y Cuba

“Dejaron de existir las relaciones de México con la Revolución cubana y han comenzado con la República de Cuba...” ; Jorge Castañeda.
Reportaje;
La tormentosa relación entre México y Cuba
Después de estar alejados durante largo tiempo, han vuelto a acercarse
María Luisa Arredondo, reportera
La Opinión, 20 de febrero de 2008
Del amor al repudio y finalmente a la reconciliación. En los 106 años que tienen de haber formalizado sus vínculos diplomáticos, los gobiernos de México y Cuba pasaron de ser aliados incondicionales a rivales declarados. Hoy, después de un largo período de distanciamiento, han dado pasos firmes para acercarse
La relación, sin embargo, nunca volverá a ser igual.
El retiro de Fidel Castro —quien estuvo exiliado en México antes de iniciar la revolución cubana— abre una ruta totalmente distinta a la que ambos países transitaron durante los últimos 49 años, en los que la figura del líder isleño fue clave para marcar el tono de los encuentros y también de los desencuentros.
Durante todos esos años, la relación bilateral fue fundamental. Para la isla, México representó un interlocutor estratégico por su peso político y económico en la región, así como por su vecindad geográfica con Estados Unidos. Para los mexicanos, el engarce con Cuba no sólo fue un factor de estabilización sino el puente para mantener lazos firmes con Latinoamérica y gran parte del orbe.
Como apuntaba hace unos meses el periodista mexicano, ahora director de El Universal, Raymundo Riva Palacio: "Cuba tiene influencia sobre más de 80 países del mundo en desarrollo que en el concierto internacional valen igual que las naciones industrializadas. Cuando México necesitaba su respaldo para iniciativas multilaterales, Cuba era su llave para lograrlo".
Esta alianza, que se hizo legendaria, quedó gravemente quebrantada durante el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) debido al acercamiento que el mandatario mexicano buscó con Washington y que derivó en el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
La enemistad de esos años ha quedado en el pasado. Desde el inicio de su gobierno Felipe Calderón expresó su intención de reencauzar la relación que, poco a poco, ha empezado a restablecerse al punto que la canciller mexicana Patricia Espinosa ha señalado que los lazos entre las dos naciones son "indestructibles".
Prueba de que la situación ha mejorado significativamente es que, al conocerse la noticia de la dimisión de Castro, el gobierno mexicano emitió un comunicado en el que destaca al dirigente cubano como "un destacado actor del acontecer internacional en el último siglo" y reafirma su intención de "avanzar en el proceso de acercamiento bilateral, encaminado al restablecimiento pleno de relaciones respetuosas y mutuamente benéficas para ambos países".
El punto más alto del alejamiento entre México y Cuba sobrevino en marzo de 2002, cuando Castro acusó públicamente a Fox de pedirle que saliera apresuradamente de una reunión internacional en la ciudad mexicana de Monterrey, para no incomodar al jefe de la Casa Blanca, George W. Bush, invitado también a esa cumbre.
Durante semanas, Fox negó las acusaciones. La tensión creció cuando en abril de ese mismo año, el gobierno mexicano decidió apoyar una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para exigirle a Cuba respeto a los derechos humanos.
Fue entonces cuando estalló la crisis. Castro decidió hacer pública una conversación privada con Fox, en la que el mandatario mexicano le pide al líder cubano irse lo más rápido posible de Monterrey. "Comes y te vas" fueron las palabras que utilizó Fox y que quedaron ya para la posteridad.
A partir de ese momento, ambos gobiernos se embarcaron en un intercambio de dimes y diretes.
Tanto en México como en Cuba muchos piensan que Fox rompió una amistad legendaria que tenía su base en la Doctrina Estrada, cuyo principio fundamental es abstenerse de intervenir en los asuntos de otras naciones y que por años guió la política exterior mexicana.
La leyenda sobre la amistad entre ambos gobiernos se remonta a principios de la década de los 60 cuando, a instancias de Washington, todos los gobiernos latinoamericanos rompieron relaciones con Cuba, excepto el de México.
En las décadas que siguieron Castro afianzó sus lazos con los presidentes mexicanos de ese entonces, sobre todo con Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), quien llegó a declarar que lo que le hicieran a Cuba era como si se lo hicieran a México.
Desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, los mandatarios mexicanos alardearon de su alianza con Cuba y mostraron sin reservas su admiración por el discurso de Castro contra EU.
Durante estos años, como señala el historiador mexicano Lorenzo Meyer, los gobiernos de México —revolucionarios sólo en el discurso— llegaron a un acuerdo informal con Castro, muy conveniente para ambos. México apoyaría internacionalmente a la isla y, a cambio, Cuba se abstendría de fomentar la guerrilla en México.
Hace unos años se reveló también que México se vio forzado a jugar otro doble juego en esta relación. Un artículo publicado por la revista Proceso en marzo de 2003 y escrito por Kate Doyle, con base en archivos recientemente desclasificados de EU, indica que la relación entre México y Cuba ha sido más compleja de lo que se conoce.
Doyle apunta que durante la década de los 60 México se vio sometido a intensas presiones por parte de la Casa Blanca por su decisión de mantener lazos diplomáticos con la isla. Para evitar un enfrentamiento directo con el coloso del norte, sin renunciar a romper con Cuba, los presidentes Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) se vieron obligados a asegurarle a Washington que, en situaciones de alto riesgo estarían definitivamente de su lado. Para probar esta lealtad, los gobiernos mexicanos tuvieron que permitir que, a través de sus embajadas en la isla, se recabara información secreta sobre Castro para EU.
Al concluir la Guerra Fría, los lazos de amistad entre México y Cuba empezaron a distenderse, especialmente durante el sexenio de Ernesto Zedillo, quien en varias ocasiones manifestó la necesidad de que la isla se democratizara.
Meyer apunta que el distanciamiento se marcó más con la llegada al poder de Fox y el PAN y con el hecho de que Cuba dejó de ser una amenaza para la estabilidad de México al perder el apoyo de la desaparecida URSS. Al mismo tiempo, el nuevo gobierno mexicano dejó de ver a EU como el enemigo eterno y se declaró partidario de una colaboración abierta con este país.
Nuevo rumbo
Hoy las voces están divididas sobre el rumbo que debe tomar la compleja relación y lo que pasará después de Castro. La mayoría de los analistas considera que, si bien, la renuncia del dirigente cubano representa un giro en la relación, ésta no sufrirá un cambio radical.
En opinión de Alejandro Anaya, director de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, el retiro de Castro no será total y lo más probable es que siga vigilante del sistema hasta que fallezca. A su juicio, tampoco es previsible que las nuevas generaciones de políticos cubanos transformen radicalmente el sistema porque creen en él. Lo que sí podría ocurrir es que se logren cambios graduales, por ejemplo, en el sentido de permitir la visita de observadores de derechos humanos.
César Cansino, director del Centro de Estudios de Política Comparada en México, considera que ha llegado la hora que México privilegie la democracia en todas partes, incluyendo Cuba y adopte una política más honesta que en el pasado. "Si en el viejo régimen priista la política de no intervención fue para impedir que otros países cuestionaran los excesos de la clase gobernante, el nuevo régimen requiere ser más incisivo en la defensa de los derechos humanos en cualquier lugar donde éstos se violen", dice.

Más sobre la Ndrangheta

Un informe de la comisión legislativa italiana antimafia compara a la Ndrangheta, calabresa con la red terrorista al Qaeda: "A la manera de al Qaeda, tiene una estructura tentacular análoga, sin una dirección estratégica pero con una especie de inteligencia orgánica, y vitalidad como la de la neoplasia, armada de una razón social enorme".
La Ndrangheta, a la manera de las grandes cadenas de comida rápida, ofrece en todo el mundo en puestos diversos la misma reconocible y fiable marca y el mismo producto criminal".
Se trata -dice el informe- de una mafia capaz de emerger en puestos lejanos y con todo tipo de actividades criminales. "El secreto de la Ndrangheta es este: una tensión entre un aquí remoto, rural y arcaico y un allí globalizado, posmoderno y tecnológico"-
Según el documento, "la capacidad de hacer coexistir con gran eficacia una dimensión tribal con una actitud moderna y globalizada ha sido hasta ahora la razón del alza de las acciones de la Ndrangheta en la bolsa mundial de las organizaciones criminales".
Además, la Comisión parlamentaria sostiene que esa organización criminal tiene la exclusiva de la importación de cocaína en Europa."Los mafiosos calabreses están considerados por los carteles colombianos los más fiables por su capacidad de gestión de los asuntos criminales, por su disponibilidad de base de operaciones en toda Italia, en todo Europa y en todo el mundo", señala el informe.
Los carteles colombianos también estiman fiable a la Ndrangheta debido a su reducida permeabilidad al fenómeno peligroso de los arrepentidos", señala el informe; sólo 12,6% de los miembros de la organización criminal etenidos desde 1994 ha colaborado con la Justicia tras su captura.
Además, su infiltración toca además todos los puntos de la sociedad, desde la política hasta el sector empresarial, llegando incluso a casos, como los descubiertos en las últimas semanas, de controlar la sanidad pública en la región de Calabria.
La Ndrangheta, opera en la región de Calabria, en el sur de Italia, es una de los grupos delictivos más importantes de Italia (las otras son La Cosa Nostra siciliana y La Camorra napolitana). Cuenta con unos 155 clanes y unos 6,000 miembros y controla la importación de cocaína de Colombia a Europa y, según estimaciones policiales, factura anualmente un mínimo de 400 millones de euros
Fuente: agencia EFE

¡De acuerdo contigo, Jorge!

La tercera vía: la sensata/Jorge G. Castañeda
Publicado en Reforma, 20/02/2008;
No sabremos hasta dentro de algún tiempo si la salida de Fidel Castro de las múltiples presidencias que ha ocupado durante casi medio siglo reviste una importancia sustantiva o sólo simbólica. Puede ser el presagio de su desaparición física o puede ser más de lo mismo que ha vivido Cuba desde julio de 2006, es decir, una ausencia/presencia del comandante que ya no gobierna pero sigue mandando; o puede ser un retiro verdadero y duradero, según el estado de su salud y de la medicina moderna. Esta última opción parece la menos probable; y la primera la más probable: seguirá mandando aunque no gobierne.
Pero en cualquier caso es evidente que empieza a encaminarse la transición cubana que tendrá lugar con Raúl Castro, con los otros dirigentes actualmente en puestos clave o con los que vendrán. Se perfilan dos vías posibles para la transición, y una tercera, más improbable pero más deseable.
La primera, que evidentemente es la que prefiere el PCC junto con sus aliados regionales (Chávez, Morales, Ortega, Correa), con los antiintervencionistas latinoamericanos (Lula, Calderón, Kirchner) y con los pragmáticos norteamericanos y europeos, es la famosa salida china o vietnamita. Se trataría de una clara separación entre el ámbito económico y el político, lo que en el caso de México, hace ya casi 20 años, algunos llamaron la perestroika sin glasnost, y que consiste básicamente en la realización de importantes reformas económicas orientadas al mercado, la propiedad privada, la inversión extranjera, la liberalización laboral, la circulación del dinero y el restablecimiento pleno de relaciones comerciales, financieras y diplomáticas con Estados Unidos.
La clave de esta vía reside en la permanencia de las estructuras políticas autoritarias, es decir, el imperio del PCC con ausencia de elecciones, sindicatos, sociedad civil, libertades fundamentales, Estado de derecho y de todo lo que de alguna manera se subsume bajo el término de democracia representativa. Esta opción tendería a satisfacer a muchos: a los que en Washington temen un éxodo -en ambas direcciones- por los estrechos de la Florida, así como a los liderazgos latinoamericanos temerosos de las travesuras de sus respectivas quintas columnas.
La segunda opción es la de los duros de Miami, de los ideólogos de Washington, y de sectores más ideologizados en Europa y en América Latina. Su esencia yace en el carácter no negociable del advenimiento de esa democracia representativa, como condición sine qua non para el retorno de Cuba al concierto latinoamericano y a la normalización de relaciones con Estados Unidos, con independencia de la aplicación de reformas económicas y de su posible éxito o fracaso. Para estos sectores rige la consigna del presidente Mao: la política al puesto de mando.
Por muchas razones esta segunda opción es inviable sin violencia o un colapso del régimen postfidelista que, hoy, nada permite entrever. Demasiados poderes fácticos en Cuba siguen en pie y la dirección cubana difícilmente se resignará a una defenestración que probablemente la conduciría al destino de Milosevic, Honecker y otros. Sin la anuencia de la dirección cubana, parece inconcebible un fin de régimen pacífico.
Pero, si la salida ideológica -democracia representativa- es inverosímil, la pragmática -la vietnamita- además de enfrentar serios obstáculos legales, por lo menos en Estados Unidos, es indeseable para América Latina, aunque los eternos aduladores de la mal llamada libre determinación la anhelen de todo corazón.
Es indeseable por una razón muy sencilla: porque justamente lo que suceda en Cuba en materia de democracia y de derechos humanos no es un asunto sólo de los cubanos, o en todo caso eso es lo que la comunidad latinoamericana ha ido pensando y diciendo a propósito de la región entera desde hace algunos años. Quizás el avance regional más preñado de potencialidades para el porvenir latinoamericano reside justamente en el régimen jurídico regional (y en menor medida internacional) que los países latinoamericanos han ido construyendo en estos últimos tiempos. El número creciente de naciones signatarias -y sujetas al carácter vinculante- de instrumentos regionales de respeto de derechos humanos, laborales, ambientales, de género, de derechos indígenas y de democracia representativa es impresionante.
El respeto o la violación a los derechos humanos, la vigencia de la democracia representativa, la protección de distintas minorías no son ya para muchos latinoamericanos asuntos internos. Sería una verdadera tragedia que en aras del pragmatismo, América Latina decidiera que lo que vale para México, para Chile, para Venezuela, para Brasil o Guatemala, no vale para Cuba porque habría demasiados balseros o porque los Castro se cuecen aparte.
¿Existe una tercera vía?
Es posible y su perfil no es difícil de discernir. No puede limitarse la mutación del régimen cubano sólo al ámbito económico, ni tampoco puede anteponerse la democratización plena de dicho régimen a cualquier otro factor. Tiene que tener cuatro movimientos concomitantes y enlazados entre sí: a) las reformas económicas para mejorar el lamentable nivel de vida del pueblo cubano; b) la normalización con Estados Unidos (requisito indispensable para el anterior); c) la democratización al final del camino, pero de un camino pactado con un final acordado y bien definido; d) el reingreso al concierto latinoamericano.
Los cuatro procesos convergentes lograrían una solución a la vez realista, pero que no pone en entredicho los grandes adelantos latinoamericanos de los últimos años en materia de democracia y derechos humanos, ¿podrán -querrán- los actores de esta historia entrarle al quite?
Totalmente de acuerdo contigo, Jorge/Ciro Gómez Leyva
Milenio 20/02/2008;
Espléndida oportunidad.
En la línea (teléfonica), Jorge Castañeda, el ex secretario de Relaciones Exteriores que diseñó y aplicó la diplomacia dura contra el gobierno de Cuba, y el crítico más exigente y recurrente de la nueva diplomacia suave mexicana con el régimen de La Habana. Jorge Castañeda en el día que Fidel Castro anunció su retiro de la política activa.
—A la luz de lo que ocurrió hoy, ¿no hizo bien el gobierno de Felipe Calderón en no tensar más la relación con Fidel y los suyos?
—Sí y no —responde—. Sí, en cuanto a que el presidente Calderón no quiere pleitos con nadie y, en parte, le resulta productiva esa actitud. Pero si lo que se quiere es realmente construir una defensa duradera, interna y externa, de los derechos humanos en América Latina; si lo que se quiere es construir una defensa de la democracia, no se puede seguir aceptando que Cuba sea la excepción.
—Pero para como se están dando las cosas, ¿no es mejor estar tranquilos con los cubanos en espera de lo que pueda venir?
—¡Bueno! El seguir aceptando la excepción cubana, que México había dejado de aceptar con Zedillo y con Fox, y que ahora ha vuelto a aceptar con Calderón, me parece un pésimo mensaje. Deja tú que sea un pésimo mensaje para los cubanos: lo es para los guatemaltecos, los chilenos, los peruanos, los argentinos, los mexicanos. Esa es mi duda. La diplomacia no sólo es un asunto de pragmatismos, de si vamos a salvar inversiones mexicanas en Cuba, cosa que desde luego hay que hacer, sino es ir mucho más allá. Y con Cuba, ese más allá pasa por el tema de los derechos humanos.
Dejo el papel de entrevistador. Retomo el de articulista: estoy totalmente de acuerdo contigo, Jorge. Un cubano tiranizado bien valía y vale una crisis diplomática.
El ilustre Estado vs. el ciudadano idiota…
Juan Pablo Becerra-Acosta
Milenio Diario, Lunes 18 de Febrero 2008;
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos. Artículo 35. “Son prerrogativas del ciudadano: (…). II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular (…)”.Los ciudadanos de este país supuestamente tienen el derecho de participar en las elecciones y, en caso de ganar el proceso electoral en el que compitan, pueden ser electos como alcaldes, legisladores, gobernadores, y hasta presidentes de la República.Bueno, pues resulta que no: ningún ciudadano puede participar en un proceso electoral… a menos que sea postulado por un partido. Es decir, que si usted quiere servir al país en un puesto de elección popular pero sus convicciones e ideales son distintos a los que enarbolan PRI, PAN, PRD y los demás partidos, usted —como le decía la semana pasada— ya se jodió.¿Por qué? Porque, cimentada en las leyes secundarias, nuestra aristocracia política nacional ha construido una partidocracia que discrimina a los ciudadanos independientes. No es una apreciación, es un hecho. Vea usted: “Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales. Artículo 218. 1. Corresponde exclusivamente a los partidos políticos nacionales el derecho de solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular”. A pesar de esta bárbara restricción, algunos estados ya estaban permitiendo las candidaturas sin partido, pero ¿qué cree? Que los partidócratas temieron un contagio nacional y… ¡reformaron la Constitución! Publicada el pasado 13 de noviembre, la reforma establece: “Artículo 116. Las Constituciones y leyes de los Estados en materia electoral garantizarán que: (…); e) Los partidos políticos (…) tengan reconocido el derecho exclusivo para solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular (…)”. Contrapusieron el espíritu libertario del artículo 35 con el restrictivo del 116. Por eso insisto: ojalá que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que atiende el caso de Jorge Castañeda vs. el “Ilustre Estado” mexicano (el ex canciller demandó porque se le impidió registrase como candidato presidencial sin partido en 2006), dé un fallo (el cual tendría que acatar el Estado, ya que México es signatario de la Convención Americana de Derechos Humanos) a fin de que se permitan las candidaturas ciudadanas. ¿Qué se piensa la partidocracia? ¿Que tiene que tutelar a los ciudadanos porque son unos idiotas que carecen de capacidad política? Pues a lo mejor se van a joder…
A Mexican view of U.S. immigration debate
Former Mexican Foreign Minister Jorge Castañeda shares his perspectives on U.S. immigration policy -- what works, what doesn't and what people ignore.
Miami Herald, Posted on Sun, Feb. 17, 2008

BY CASEY WOODS
cwoods@MiamiHerald.com
Q. Why did you write `Ex-Mex'?
A. I thought it was important that there be a Mexican viewpoint in the U.S. immigration debate. Right now, the Mexican viewpoint is not present. There is a liberal viewpoint, a conservative viewpoint, a Latino or Hispanic viewpoint -- but strictly speaking, there is not a Mexican viewpoint. I don't pretend to be the Mexican viewpoint, but a Mexican viewpoint.
Q.In your book, you talk about the flow of labor exchange between the United States and Mexico going back to the 1890s. What are some of the surprising elements of that history that most Americans don't know?
A. First of all, that it exists and that this has been going on for a long time. In other words, many Americans seem to think that wide-scale Mexican immigration to the United States is something new. It's not.
The second point is that there are not more people coming from Mexico than before; rather, it is that more people are staying in the United States, which gives the impression there are more, which is, I think, rather new.
The third point is that Mexicans used to be concentrated in a few areas of the United States, but they are going more places. They have been boxed in, not walled out, because that's what walls do -- they keep people in. People from Mexico have had to move all over the United States, rather than just staying in the traditional gateway states such as California and Texas. Why? Because they are not allowed to come and go anymore, because if you build fences to keep them out, it just keeps them in.
Q.Are you frustrated with the U.S. government's immigration crackdown?
A. I wouldn't limit the frustration to the crackdown, because that is just the most recent part of the frustration in Mexico, Central America and the Caribbean. President Bush committed himself to reaching an immigration agreement with Mexico, then he committed to comprehensive immigration reform, then he committed to a temporary worker program, and then he didn't deliver on any of them. And once he wasn't able to deliver on anything, he pursued the hard-line crackdown part. It's really the worst of both worlds. The crackdown is almost the least of it within the entire eight years of the administration. It's the nastiest part, but it's not necessarily the most negative over the long term.
Q. You are critical about the way the U.S. government enforces immigration, yet Mexico detains and deports thousands of undocumented immigrants each year. What do you think of Mexico's enforcement?
A. I think we are somewhat hypocritical in that we mistreat many Central American immigrants here. The difference is that most of the people who come to Mexico from Central and South America are on their way to the United States. They aren't here to find jobs. To a large extent, we are doing a little bit of the United States' dirty work for it. I don't agree with it, because I don't believe we should violate human rights in order to stop what the United States calls ''OTM,'' or ''other than Mexican,'' immigration. But unless it's part of an overall deal, as in comprehensive immigration reform, there's really no incentive to change. If there is an immigration agreement with Mexico, then there is incentive for Mexico to seal off its southern border in an honest, secure, humane way.
Q. Isn't there a Mexican interest in closing its southern border in a humane way?
A. What do we have to gain? They're not coming to Mexico, they're going to the United States.
Q. But doesn't Mexico have to deal with the consequences of the immigration, in terms of the criminal activity such as smuggling, and then the cost of deporting those they catch?
A. They're largely just passing through. It's not really a major problem for Mexico. We do it, but we do it because the United States pressures us to. By the way, the United States doesn't pressure us to do it with the Cubans, it pressures us to do it with Central Americans.
Q. What role do you think Mexico should play in patrolling the U.S. border and preventing illegal immigration?
A. If there is an immigration agreement, if there is comprehensive immigration reform, then Mexico should step up and share responsibility with the United States in regulating that flow.
Before that happens, there is no incentive for Mexico to stop people from leaving. Why should we? This has been going on for well over 100 years, and if the United States doesn't want to change its attitude, why should we change our attitude?
Q. What role do you believe immigration will play, or is playing, in the U.S. presidential race?
A. It's playing a paradoxical role. Thankfully, the two crazies, [U.S. Rep. Tom] Tancredo and [U.S. Rep. Duncan] Hunter, went nowhere. On the Republican side, Sen. [John] McCain, who has had a progressive attitude on immigration, seems to be doing quite well. On the Democratic side, all of the candidates seem to agree that comprehensive immigration reform is indispensable.
Obviously, there are extreme groups who want to make immigration a litmus test like abortion or stem-cell research, but it doesn't seem to be working, which is wonderful.
Q. What do you think might break the current stalemate on immigration-policy reform in the United States?
A. There are two sorts of issues on this. One is that people who are in favor of immigration reform like Sens. John McCain and [Edward] Kennedy have to realize -- they have already begun to realize -- that if you stand up for it, the American people will go along. You have to face up to the strident extremists.
Everyone has to understand on both sides that no one will get all of what they want and only what they want. The liberals have to understand that they will not get legalization without a temporary worker program, and the conservatives have to understand that they will not get a temporary worker program without legalization. Everyone has to understand that if you want to build a fence, you have to build doors and gates in the fence so people can come in and out. I think it might take some time for people to realize this, but little by little we are getting there.
Castañeda splits his time between Mexico City and New York, where he is a professor of politics and Latin American studies at New York University.

¡Sabía que tú me la ibas hacer de a pedo...!


Quizás por eso no grabó el programa.
Castañeda llega tarde... y escandaliza en foro de tv
Arriba a televisora con aliento alcohólico y enfrenta a (la) periodista (Katia D´ Artigues); ofreció pagar a programa por demora
Nota de Francisco Reséndiz,
El Universal, Miércoles 20 de febrero de 2008;
El ex canciller Jorge Castañeda bajó de un Volvo y caminó unos pasos… llevaba el saco al hombro y la camisa rosa, de esas caras que usa, desfajada, con un par de tragos encima, con el rostro enrojecido, de repente apretó la quijada: “Sabía que tú me la ibas a hacer de a pedo”.
El lunes por la tarde, el hombre que exige que sus citas sean ni un minuto antes y menos un minuto después de la hora fijada llegó casi una hora retrasado a una entrevista para televisión… ahí frente a periodistas, escritores, productores, técnicos, maquillistas simplemente explotó.
Cuando le hicieron notar que había más de 100 personas que lo esperaban y estaban a punto de pedirle que regresara otro día, el que fue uno de los hombres fuertes de Vicente Fox se adelantó: “Yo no puedo grabar así… díganme cuánto es y yo les pago a todos”.
Así pues, El Güero había sido invitado –en respuesta a una solicitud que él mismo hizo hace varios meses— al programa de Televisión Azteca llamado Shalalá, que conducen la periodista Katia D’Artigues y la escritora Sabina Berman.
Todo comenzó con el arranque de este programa, donde la primera invitada fue la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo. Ahí la maestra afirmó que le rentaba a Castañeda un departamento en Polanco. En los siguientes días Castañeda contactó a la producción para exigir su derecho a réplica pues argumentaba que la cifra dada por Gordillo no era la real y que eso lo podía meter en problemas fiscales. De manera reiterada se hacían invitaciones y comentarios de tenerlo en el programa. Amigo de Sabina Berman y de otras personas que participan en el programa se postergó la entrevista.
En medio de las investigaciones hechas por esta casa editorial los invitaron para el lunes 18 de febrero a las 18 horas en el Foro A de los Estudios Churubusco Azteca.
Por la mañana, la oficina de Castañeda se comunicó con la producción de Shalalá para pedir que se retrasará la grabación una hora, pero nuevamente “por órdenes del doctor les pedimos de la manera más atenta puntualidad”. El equipo aceptó.
Dieron las siete y Castañeda no llegaba; 15 minutos después le marcaron a su celular y dijo que iba en camino; tardaría 15 minutos. Para ese momento el equipo comenzó a sentir presión por que se empalmaría con la entrevista que sí se haría a Andrés Manuel López Obrador.
A las 7:50 de la noche Castañeda llegó al estudio. Iba en un Volvo con chofer. Bajó y echó a andar, con el saco al hombro. Lo recibió Alejandra Quero a quien le dijo que no iba a grabar. Su amiga, Sabina Berman, fue a verlo, tres pasos atrás Katia D’Artigues.
Entraron a una sala de espera donde se recibe a los invitados. Ahí estaban los productores y las conductoras. Muy breve Castañeda le dijo a Berman que había estado tres horas en el tráfico, que ya no estaba para esos ritmos, “quizá por la edad” les habría dicho. Luego, D’Artigues le dijo que eso no era excusa, que había más de 100 personas. Frente a ocho personas Castañeda levantó la voz: “Sabía que tú me la ibas a hacer de a pedo”. Dio la vuelta y amenazó: “Y escribe lo que quieras”; la reportera le respondió: “Siempre escribo lo que quiero”. Después una secretaria habló de su oficina para disculparse e insistir en que pagaría los costos de la producción.
Columna Campos Elíseos/Katia D´ Artigues
El Universal, 20 de febrero de 2008
El temperamento de Jorge
Siempre hay muchas cosas de qué hablar con Jorge G. Castañeda. Pero más por estos días a raíz de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos aceptó su caso en defensa de las candidaturas ciudadanas ante el Estado mexicano, tema que es importante.
También, claro, están: la nota que publicó EL UNIVERSAL (nota, de Juan Arvizu) de donde según papeles de la Dirección Federal de Seguridad lo acusaron de espía —que daba hasta para una parte divertida dado que él se autoproclamó, burlándose, el agente 00-Mojito—, los migrantes mexicanos y la salida de su libro Ex Mex: From Migrants to Immigrants.
Y eso que no estaba, hasta el lunes por la noche, el tema de Fidel Castro, porque hubiera sido indispensable platicarlo con él.
Por eso y porque siempre he creído —y lo sigo creyendo— que es un gran personaje digno de análisis (en una de esas hasta psicológico aunque yo no esté capacitada para hacerlo) lo invitamos a Shalalá.
Castañeda había buscado estar en el programa. Desde que salimos al aire, con una entrevista con Elba Esther Gordillo, me habló para pedir derecho de réplica: negó que le pagase 5 mil dólares de renta por el departamento en el que habita. Que sólo eran 25 mil pesos. Hasta mandó recibos por fax: cheques a nombre de René Fujiwara, la arrendataria es Inmobiliaria Galilei. ¿Por qué balconear a su amiga? Argumentó que le preocupaban problemas fiscales.
Lo publiqué en la columna y ya.
En otras ocasiones también manifestó su interés en ir al programa. Total, porque siempre hay de qué hablar con él, y por la coyuntura de la CIDH en particular, lo invitamos. La cita quedó para el lunes a las 6 de la tarde. Nos pidieron ser puntuales.
Pero el lunes por la mañana hablaron de su oficina para pedir que se recorriera una hora, a las 7. Aceptamos aunque el tiempo para la próxima entrevista con Andrés Manuel López Obrador —¡que por fin hicimos!— nos dejaba los tiempos un poco justos.
Y como canción de Sabina. Nos dieron las 7… y le llamamos. Que llegaba en 15 minutos. Y nos dieron las 7:30… él siempre respondía que ya estaba por llegar. Hasta que llegó al 10 para las 8 anunciando que no grabaría nada.
Que había pasado 3 horas en el tráfico, que no saldría bien. Que nos pagaba cualquier gasto en el que hubiéramos incurrido (no sé si él, por cierto, sepa lo que implica: cerca de 100 personas trabajamos por emisión).
No dijo que lo lamentaba. Entonces yo le dije que también era una falta de respeto para muchas personas.
—Yo sabía que tú me la ibas a hacer de pedo —dijo, enojado, manoteando.
Se despidió de Sabina Berman, de Isabelle Tardan, nuestra directora, se encaminó hacia la puerta pero antes se volteó hacia a mi y señalándome dijo:
—¡Y escribe lo que quieras! —remató con movimiento de mano como cuando uno avienta unos dados.
—Yo siempre escribo lo que quiero —le dije, enunciativamente, mientras él se iba, saco al hombro, camisa rosa, un poco desfajada.
Ayer me dijo Sabina que le mandó un mail disculpándose. Por mi parte, disculpa aceptada. Qué más da.
Mientras se iba, y aún ahora, me pregunto qué mecanismo perverso hace que Castañeda —ese hombre tan brillante en otras cosas— siempre se pelee con todo el mundo, que, usando sus palabras, ande de pedo con medio mundo. Que dinamite así sus amistades. Que vuele puentes de comunicación. Me pregunto cómo sería si un hombre así —como quiso y quiere— fuera Presidente de México....,


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