12 jul 2008

Entrevista a Luis Cebrián

Entrevista a Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa .
‘El periodista nunca va a desaparecer’
Juan Luis Cebrián, fundador de 'El País', presidente del Grupo Prisa y uno de los intelectuales más respetados de España, habló sobre las inversiones en Colombia y sobre el futuro de la prensa ante la globalización, Internet y los conglomerados.
Revista SEMANA,
No. 1367, 12/07/2008:
SEMANA: -Después de más de una década en 'Caracol', ¿Cuál es el balance del grupo Prisa en Colombia?
Juan Luis Cebrián: -Estamos encantados. La inversión en Caracol la hicimos como hemos hecho otra ahora en Chile, con un criterio panamericano. Nosotros lo que queremos es crear una red de radios en América Latina, incluida la América Latina de los Estados Unidos. La radio sigue jugando un papel en la generación de opinión pública, sobre todo en determinados estratos. Y tenemos un modelo que funciona basado en dos cosas: en la independencia de los periodistas y en la generación de una conciencia de equipo.
-La bandera de Prisa sigue siendo el diario 'El País', ¿Cómo ve el futuro de los impresos después de la crisis de los periódicos en Estados Unidos?
-En primer lugar, yo no creo que los periódicos vayan a desaparecer. Lo que sí creo es que su papel central en los medios de comunicación se va a ver un poco lateralizado. Yo en España declaré hace un año que si tuviera que fundar ahora El País, lo fundaría en la red, y haría una versión en papel del periódico que fundara en la red. Esto porque la red no son periódicos, es otra cosa. Es evidente que el papel impreso tiene dificultades de circulación y de rentabilidad, pero creo que sigue teniendo un futuro racional y rentable.
-El Grupo Prisa estuvo en la puja por el diario 'El Tiempo'. Luego tuvieron conversaciones con los Santo Domingo para discutir una integración con 'Caracol', radio y televisión, y 'El Espectador'. ¿Siguen con la idea de sacar un periódico en Colombia?
-Colombia es un mercado que nos interesa mucho. Primero, porque se dan las condiciones necesarias para invertir. Hay seguridad jurídica, lo cual no es tan evidente en otros países de América Latina. Además, existe un mercado real con capacidad de compra e interés por la cultura y la comunicación. Tiene una buena tradición de periodismo escrito y oral. Hay muy buenos profesionales en periodismo y en la gestión de las empresas. Y encima, es un mercado abierto con pocas barreras proteccionistas iniciales a la entrada de capital extranjero. Por lo tanto, se dan las condiciones óptimas para extenderse en Colombia en medios de comunicación.
- ¿Qué esquema de negocio utilizan a la hora de entrar a los diferentes países?
-Nuestra tesis es que en el negocio de la comunicación hay que ir, si es posible, con socios locales y con aliados que te añadan valor no sólo económicamente, sino en la interpretación del país y de la comunidad a la que se dirigen. Hemos buscado siempre alianzas estratégicas con socios locales.
-Pero ¿qué pasó finalmente con las conversaciones sobre 'El Espectador'?-
-La verdad es que estuvimos hablando con ellos y no llegamos a nada concreto. Creemos que El Espectador es una buena marca. Nos parece que el tamaño y la calidad del mercado bogotano no se corresponden con los medios de comunicación escritos que hay en Bogotá. Creemos que hay más mercado y más oportunidades. Los periódicos son el elemento más chauvinista y nacionalista que existe en los medios de comunicación. Cuando llegas a la televisión o a la radio, puedes tener resistencias variadas, pero al final se admite mejor. Nuestra experiencia de invertir en periódicos ha sido en Inglaterra, con The Independent; en Portugal, con Público; en México, con La Prensa; en Bolivia ahora, con La Razón, y en Francia, con Le Monde. La experiencia es que estas resistencias chauvinistas y nacionalistas se producen en todos los países. Entonces, a la hora de entrar con periódicos, es necesario hacerlo con socios locales y con un liderazgo local muy fuerte. Y eso fue lo que nos llevó a hablar con los Santo Domingo, al ver que El Espectador era una cabecera mítica e importantísima. Nosotros tuvimos mucha relación y amistad con la familia Cano, y si podíamos participar en relanzar El Espectador, nos parecía, primero, un acto interesante, pero también un deber cívico de la comunidad periodística con un diario que ha sido tan importante en este país.
-¿Descartarían la posibilidad de lanzar un periódico nacional en Colombia?
-No lo hemos evaluado. Teóricamente no lo descartamos porque realmente un periódico nacional en Colombia no es tan evidente que exista. Es decir, El Tiempo se considera un periódico nacional porque se publica en la capital. ¿Se dan las condiciones para la existencia de un periódico nacional en Colombia? Objetivamente, parece que sí. Yo siempre he dicho que los periódicos se venden por lo que dicen. Pueden estar muy bien diseñados, muy bien gestionados, muy bien distribuidos y muy bien impresos. Pero, o hay una comunidad lectora que les apoya y se ve reflejada en las posiciones editoriales del periódico, o es muy difícil pensar que eso va a funcionar. Para hacer un proyecto así se necesita un liderazgo empresarial colombiano. Nosotros podemos ayudar, aportar y cooperar, pero se necesita un liderazgo periodístico colombiano.
-¿Cómo ve el fenómeno de la prensa gratuita?
- La prensa gratuita no ha ganado dinero en ninguna parte del mundo. La sacaron los fabricantes nórdicos de papel, que no sacaron prensa gratuita en sus propios países. Se puede uno imaginar que hay un intento de generar marcas globales de cara a Internet. Pero al margen de las condiciones económicas, yo no creo en la información como un commodity. Si hay un vínculo fuerte en la historia de la comunicación, ahora que hablamos de interactividad e Internet, es entre el lector de un periódico y la redacción de ese periódico. Por lo tanto, es la adhesión de los lectores lo que genera la estabilidad y el crecimiento del periódico. Yo creo que los periódicos se venden por lo que dicen, no porque sean más baratos o porque los regalen en las calles. Y hacer periódicos sólo como soporte de la publicidad, pues te lleva a hacer periódicos con la información como commodity, que no es la base de un periódico. Yo me enteré de que habían liberado a Íngrid Betancourt no leyendo El Tiempo, ni oyendo radio Caracol, ni viendo la CNN, ni comprando SEMANA. Me enteré por un mensaje de texto que me envió un amigo al celular. Por lo tanto, yo creo que los periódicos cumplen una función en la socialización y en la creación de opinión pública, y eso nada tiene que ver con la prensa gratuita.
-En el mundo, la información está cada vez más concentrada y en manos de grandes corporaciones de medios donde muchas veces priman los intereses económicos sobre los periodísticos. ¿Cómo analiza este fenómeno?
-La tendencia a la concentración de los grupos responde a las tendencias de concentración de los demás sectores de la economía. Tiene que ver con los avances tecnológicos, con la globalización del mercado, con la generación de márgenes en la producción, y es una tendencia que va a seguir. Yo diría que va a convivir esa tendencia con el mantenimiento de empresas que serían equiparables a las empresas artesanales cuando aparece el proceso de industrialización, locales y potentes, que pueden vivir durante mucho tiempo sirviendo a su mercado.
-Pero ¿Cómo se resuelve el dilema del corporativismo, el pluralismo y la libertad?
-Creo que al final las grandes corporaciones van a seguir en el mercado global, que tiene sus peligros, sobre todo para la libertad de información y para el pluralismo. Y que tiene sus ventajas también. Lo que hay que hacer es convivir, saber responder a las necesidades de la autonomía de las redacciones y la libertad de información en las grandes corporaciones. Y al mismo tiempo, que esa autonomía se beneficie de las bondades de la corporación-.
-¿Qué hacer para que perdure el periodismo en medio de la globalización, y tantos cambios tecnológicos, intereses económicos y juegos de poder? ¿Sobrevivirán el alma del periodista y la naturaleza intelectual del oficio?
-Qué es la información, qué es el conocimiento y qué es la sabiduría, son los tres escalones de la percepción intelectual del hombre. Personalmente sigo creyendo que el periodista del futuro va a ser el mismo del pasado. Sigo creyendo que el periodista es un señor que cuenta a los demás lo que pasa.
La dificultad que tenemos ahora es que la sociedad digital tiende a anular los procesos de intermediación. Eso significa que hay mucha información veraz mezclada con muchas mentiras, muchos rumores y mucha basura. Es lo que pasa con algunos blogs, pues como no hay una intermediación, la verdad convive con la mentira. Hoy cualquiera que saca una foto o un video o tenga acceso a una noticia, la puede colgar en la red inmediatamente. Pero todavía tendrá que haber una gestión de la calidad de esa información. En Corea hay un periódico en Internet hecho sin redacción, donde los redactores son 200.000 ciudadanos; es un gran éxito económico y participativo. ¿Qué capacidad hay de mediación o de interpretación de la realidad? No lo sé. Y vamos a convivir con estas paradojas mucho tiempo. Pero al final asistiremos a un proceso de mediación entre la realidad y los ciudadanos, o de interpretación o análisis, y eso es lo que hacen los periodistas: mediar entre la realidad y los lectores, los oyentes, los televidentes o los usuarios de Internet. Pero hasta que eso se produzca, vamos a convivir con una etapa de confusión.

Sobre el comunicado de las FARC

'César’ y ‘Gafas’ traicionaron su compromiso revolucionario”: Farc
Nueve días después del rescate de 15 secuestrados por un golpe de mano de las Fuerzas Militares, se conoce el pronunciamiento de las Farc. Quieren acuerdo humanitario, pero no hablan de despeje militar
Publicado en SEMANA on line, Fecha: 07/11/2008 - En un comunicado firmado por el Secretariado Farc el pasado 5 de julio, y publicado por la Agencia Bolivariana de Prensa este viernes, el grupo guerrillero responsabiliza a Antonio Aguilar, alias 'Cesar' y a Alexánder Farfán, alias ‘Enrique Gafas', del operativo que permitió el rescate de Íngrid Betancourt, tres estadounidenses y once uniformados que estuvieron secuestrados hasta el pasado 2 de julio. “La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de César y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó”, dice el primer punto del comunicado que coincide con el rumor de que estos dos líderes guerrilleros recibieron dinero a cambio de liberar a los secuestrados y entregarse ellos a la justicia. Sin embargo, hasta el momento nadie ha comprobado que el operativo de inteligencia militar haya sido un montaje. Luis Eduardo Celis, miembro de la Fundación Arco Iris, cree que la denominada traición es una “versión que está dentro de las posibilidades, pues en el caso de alias ‘César’, quien llevaba cerca de 25 años en las Farc, pudo haber dejado de creer en el proyecto político de este grupo y verse motivado por intereses económicos”. Por otro lado el senador Gustavo Petro, del Polo Democráctico, dice que esto “es irrelevante para la opinión pública en Colombia”, la cual legitima día a día el protagonismo de Uribe.
En el segundo punto, las Farc hablan de concretar el canje de secuestrados por guerrilleros presos. “Independiente de un episodio como el sucedido, inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses, mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio y además protejan la población civil de los efectos del conflicto. De persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión”. Pero esta idea del intercambio suena desfasada de la realidad, ya que sólo el rescate de los 15 secuestrados la semana pasada es un golpe mortal al corazón de las Farc que ellos no reconocen, sino que le atribuyen a los reveses esporádicos de la guerra. “Su respuesta hay que entenderla dentro de un cálculo político y un marco de confrontación, pues ellos no van a admitir que fue una gran victoria del estado y así buscarán minimizar el efecto militar y simbólico del operativo”, señala Celis. Entretanto el senador Petro opina que sobre el acuerdo humanitario, “lo único que les queda a las Farc es la liberación unilateral de los secuestrados”. En seguida las Farc le envían un mensaje de solidaridad a los guerrilleros que se encuentran en las cárceles e insinúan que este rescate es parte de las “transformaciones revolucionarias” y que su compromiso crece “ante cada nuevo reto o dificultad”. Lo que indica que quieren bajarle el tono al que sin duda es uno de los golpes más graves que han recibido las Farc. “La paz que requiere Colombia debe ser resultado de acuerdos que beneficien a las mayorías, no va a ser la paz de los sepulcros sostenida sobre la corrupción, el terror del Estado, la felonía y la traición. Las causas por las que luchan las FARC-EP siguen vivas, el presente es de lucha y el futuro es nuestro”, reza el quinto y último punto de este comunicado firmado por el “Secretariado del Estado Mayor Central” de las Farc, en el que es evidente un tono más académico, propio de ‘Alfonso Cano’ jefe máximo del grupo guerrillero, en reemplazo de ‘Manuel Marulanda Vélez’, quien falleció el pasado mes de marzo y quien manejaba un discurso más guerrerista. Con esto las Farc pretenden desconocer su debilidad y el carácter obsoleto de su propuesta política, y por ello insisten en plantear el acuerdo humanitario como única salida para los secuestrados. “Es una respuesta dura y no se podía esperar otra cosa”, concluye Celis.

Emisarios a las FARC

Publicado en El Tiempo on line, Julio 12 de 2008
Por EDULFO PEÑAYANED RAMÍREZ
REDACCIÓN POLÍTICA
Cansado de mediaciones con las Farc, Gobierno cambia estrategia y enviará emisario a 'Cano'
Si el plan de diálogo directo fracasa, se reforzaría la acción militar para seguir combatiendo a ese grupo guerrillero. El enviado partirá pronto en busca de reunirse con el jefe de la organización.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) han utilizado las mediaciones y facilicitaciones "solo con el propósito político de lavar la sangre que han derramado, (y) de desviar la atención sobre su acción de terrorismo y narcotráfico", dijo el viernes el presidente Álvaro Uribe en Punto Fijo (Venezuela).
El Gobierno no ha visto resultado alguno tras cinco años de experiencias con la mediación.
De hecho, Uribe cree que ésta figura ha perjudicado la política exterior del país con sus vecinos.
"(Las guerrillas) no han hecho la paz, pero sí han deshecho la paz entre nuestros gobiernos... le tememos mucho a este tipo de acciones con estos grupos", señaló.
¿Qué sigue?
Lo que viene será un diálogo directo entre el Gobierno y las Farc en busca de un paquete completo ('un combo') que incluye búsqueda de la paz y liberación de los secuestrados.
"Todo o nada", dijo una alta fuente del Gobierno. Si no, acción militar.
Es una decisión tomada. Y reforzada después del éxito sin antecedentes de la operación 'Jaque', que terminó con la liberación de Íngrid Betancourt, los tres estadounidenses y 11 policías y militares colombianos.
Otra de las altas personalidades que podrían tener incidencia en el futuro de las relaciones del Gobierno y las Farc le dijo a EL TIEMPO que a esa organización "le queda la última oportunidad para negociar".
Sólo un actor internacional
El único componente internacional que Uribe contempla hoy es una comisión que verifique los acuerdos logrados. Nada más.
Esta tesis apenas fue esbozada por primera vez por el propio Uribe el pasado viernes en Punto Fijo. "Ojalá haya un diálogo directo y se hiciera la paz...y alcanzado eso conformaríamos una comisión internacional para verificar acuerdos".
Mensaje a 'Cano'
La estrategia, replanteada, está en marcha. EL TIEMPO conoció que un emisario del Gobierno está a punto de partir en busca de alias 'Cano' y que espera una respuesta pronto.
El Gobierno sabe que 'Cano' está en la zona del Cañón de las Hermosas, ubicado entre Tolima y Valle, y aunque no se habla de tregua o algo similar, sí parece que Uribe le apuesta a un compás de espera tácito en busca de una respuesta a su idea del diálogo directo.
A juzgar por el primer comunicado de las Farc después del rescate de los 15 secuestrados, conocido también el pasado viernes, es problable que se pueda estar dando una mínima sintonía entre esta y el Gobierno. 'Cano' no le dio un 'portazo' a Uribe, después de semejante engaño.
Aunque las Farc reiteraron el viernes su interés en "concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio" y ese mismo día Uribe habló de "diálogo directo para hacer la paz", es posible que ese 'desencuentro' sea un punto de partida para empezar a hablar.
Pero lo que también está claro es que no hay ningún interés del Gobierno en ceder en la presión militar ni en sus labores de inteligencia, sobre todo después del éxito sin antecedentes, reconocido por el mundo entero, que le significó la operación 'Jaque'.
Si no llegara a haber una respuesta clara de 'Cano', en un tiempo relativamente breve que el Gobierno ya tiene predeterminado, lo que vendrá será "la mayor ofensiva militar hasta ahora vista".
El Presidente no está dispuesto a seguir con las Farc en el juego de 'Raúl Reyes', tantos años, pidiendo negociación, con "el único propósito de dar positivos diplomáticos", sostiene una alta fuente del Gobierno.
Las Farc de hoy
En la cúpula del Gobierno aún hay discusiones sobre cómo llamar lo que se viene. Si bien Uribe habló de "diálogo directo", hay sectores influyentes renuentes a hablar de "negociación política". Algunos preferirían hablar de "armisticio".
Y no es gratuito. El punto de partida para ese análisis en instancias decisorias, es lo que para ellos es el estado actual de las Farc.
Hay quienes, como el asesor presidencial, José Obdulio Gaviria, creen que las Farc son hoy apenas unas bandas. Ellas "actúan ahora como cuatro grandes bandas, dispersas, itinerantes y no tienen un núcleo que las una", dijo Gaviria recientemente al diario Hoy, de la Casa Editorial EL TIEMPO.
Tal vez Gaviria, en su análisis, parta de lo que las Farc eran en 1998, cuando el general Fernando Tapias, entonces comandante de las Fuerzas Militares, le hizo al recién posesionado presidente Andrés Pastrana, la siguiente confesión: "De seguir en estas condiciones la Fuerza Pública, no hay ninguna posibilidad de sostener el sistema democrático vigente, por un largo tiempo".Pero esas ya no son las Farc de hoy. Las que no hace mucho ahuyentaban alcaldes, secuestraban militares y policías, políticos y empresarios, paralizaban carreteras, tomaban poblaciones y desplegaban una habilidosa diplomacia internacional que llegó a poner a varios gobiernos de su lado.
Y aunque algunos miembros de la cúpula del Gobierno consideran que las Farc están tan débiles que "ya no están combatiendo", que "han tenido que volver a sus cuevas", hay que tener en cuenta también lo dicho hace pocos días por el actual comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla De León, en el sentido de que si bien esta organización "pasa por su peor momento, no está derrotada".
No deja de llamar la atención que los tiempos para resolver si hay diálogo directo o reforzamiento de la acción militar contra la guerrilla, que se dará fundamentalmente en el segundo semestre de este año, coincidan precisamente con las grandes definiciones políticas de cara a las elecciones presidenciales del 2010.
EDULFO PEÑAYANED RAMÍREZ
REDACCIÓN POLÍTICA

Operación Alianza

Publicado el jueves 10 de julio del 2008 en El Nuevo Herald
Operación de EEUU y Colombia contribuyó al éxito del rescate de rehenes
FRANK BAJAK, reportero, agencia AP.
El rescate novelesco de Ingrid Betancourt y tres contratistas estadounidenses --además de otros 11 rehenes-- debe su éxito no sólo a un magistral engaño de los militares a los rebeldes, sino también a una larga operación de Estados Unidos y Colombia para cortar las líneas de abastecimiento y comunicaciones de los insurgentes.
El ingrediente básico de esa operación fue una empresa fantasma creada por el FBI en Florida y que vendió a guerrilleros teléfonos satelitales cuyas comunicaciones podían ser escuchadas por las autoridades porque estaban intervenidas o interceptadas.
La operación llamada "Alianza'' comenzó con una llamada a un teléfono satelital en el 2003, pocas semanas después de que el avión de vigilancia de los tres contratistas estadounidenses cayó en las selvas del sur colombiano en febrero de aquel año.
La llamada era de Nancy Conde, la jefa regional de finanzas y de abastecimientos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Su novio, también un guerrillero, iba a convertirse, si no era ya, en el carcelero de los tres contratistas. Conde llamaba a contactos en Miami a ver si le podían conseguir teléfonos satelitales.
Lo que Conde no sabía era que agentes de seguridad estaban escuchando.
Agentes federales estadounidenses arrestaron a los contactos de Conde en Miami, quienes a cambio de sentencias reducidas pusieron a la mujer en contacto con una empresa ficticia creada por el FBI, dijo un funcionario estadounidense vinculado a la operación y quien habló a condición de anonimato por razones de seguridad.
A lo largo de cuatro años, la empresa entregó a Conde teléfonos satelitales intervenidos o interceptados junto con otros equipos de comunicaciones, con lo cual pudo desequilibrar a la unidad rebelde y eventualmente ayudar a las autoridades en la tarea de estrangular sus líneas de abastecimiento.
La operación fue vital para allanar el camino al operativo del 2 de julio, cuando un comando militar rescató a 15 secuestrados en manos de la unidad que Conde abastecía, en el mayor golpe que hayan sufrido las FARC.
En total, los agentes estadounidenses y colombianos interceptaron más de 5.000 conversaciones telefónicas
-muchas de ellas internacionales con socios que buscaban provisiones- a lo largo de cuatro años como parte de la "Operación Alianza'', dijeron investigadores a The Associated Press.
De acuerdo con los investigadores, escucharon a Conde y a otros negociar cargamentos que iban desde rifles de asalto AK-47 hasta condones para ser distribuidos entre los cientos de guerrilleros en las vastas selvas de Colombia.
Las conversaciones eran no "sólo de finanzas, de equipos de comunicación, de víveres, de armamento, sino también de equipo médico, medicamentos, de gente que iba directamente a atender a los heridos'', dijo Luis Ernesto Tamayo, el agente del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) o policía de investigaciones, encargado de la operación en Colombia.
El 2 de febrero las autoridades detuvieron a Conde cuando ingresaba a Colombia desde Venezuela, donde había ido a dar a luz. En total, las autoridades capturaron a 39 supuestos miembros de la red de abastecimiento y comunicaciones de Conde, incluyendo tres médicos, uno de ellos un cubano de 61 años; así como dos de las tres mujeres que eran las asistentes de Conde.
Los arrestos de hecho comenzaron en el 2006, cuando un proveedor clave de armas llamado José María Corredor, alias "Boyaco'' -y quien según documentos judiciales contrabandeó cientos de rifles de asalto desde Venezuela a cambio de cocaína- fue capturado en un campamento en la selva.
"Con esta operación neutralizamos gran parte del apoyo logístico, financiero'' para las unidades o frentes rebeldes, incluyendo el Frente 1ro que tenía a los secuestrados y que representa un tercio de la fuerza de las FARC, dijo Tamayo.
La operación incluyó desmantelar un "centro de llamadas'' que los guerrilleros tenían en la ciudad de Villavicencio, a unos 45 kilómetros al sureste de Bogotá, desde donde se presume que Conde operaba varios frentes rebeldes. Ubicado donde la montañas andinas se abren hacia las planicies colombianas, el aeropuerto de Villavicencio era un puente clave para llegar a las pistas clandestinas en zonas controladas por los rebeldes.
La cobertura de la prensa local sobre la captura de Conde, con el comandante del ejército general Mario Montoya asegurando que la mujer era solicitada en extradición por Estados Unidos, casi con certeza provocó que su novio, el carcelero rebelde Gerardo Aguilar, limitara, incluso interrumpiera totalmente, sus comunicaciones, de acuerdo con funcionarios.
Entre tanto, se planeaba secretamente la operación militar colombo-estadounidense que llevaría a cabo el rescate de los rehenes. En enero, equipos de reconocimiento divisaron a los tres estadounidenses --Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves-- en una zona selvática del sur del país.
En una entrevista con la AP, el embajador de Estados Unidos, William Brownfield, afirmó que la intercepción exitosa de comunicaciones llevó a comandantes de las FARC a ‘‘comunicarse menos y comunicarse en otras formas, menos modernas, como los mensajes escritos a mano''.
Una acusación presentada en septiembre en Washington menciona a la mujer y otros cinco que son requeridos en extradición por Estados Unidos por cargos que incluyen apoyo a organizaciones terroristas.
El miércoles, Brownfield anunció que Estados Unidos buscaría también la extradición por cargos de secuestro y terrorismo de Aguilar, alias "César'' y de Alexander Farfán, alias ‘‘Enrique Gafas'', los dos guerrilleros detenidos el 2 de julio en el operativo de rescate.
La acusación estadounidense dice que los dos hombres retuvieron a los tres estadounidenses desde "por lo menos alrededor del 2006''.
Conde está entre las 12 personas cuya extradición es buscada por Estados Unidos en relación al caso, dijo Tamayo.
La mujer, de 35 años, tenía proveedores y compradores --las unidades o frentes de las FARC que operan en la zona de la mujer son grandes exportadores de cocaína-- en por lo menos ocho países, incluyendo Brasil, Surinam, las dos Guyanas y Venezuela, dijo un agente estadounidense involucrado en la operación y que habló a condición de no ser identificado por razones de seguridad.
"Una gran parte del negocio era el de drogas por armas'', dijo el agente.
El arresto de Conde cerró la tubería por la que llegaban los abastecimientos, dijo Tamayo.
El día de su rescate, Betancourt afirmó que la escasez imperaba desde hace al menos un año.
"Desde hace un año los víveres llegan de manera muy difícil, hemos comido escasamente, muy poca variación en la comida'', dijo Betancourt. "La logística puede estar en dificultades'', agregó.
El emporio de abastecimiento de Conde era como una tienda al estilo Wal-Mart y abarcaba desde armas hasta artículos de belleza, de acuerdo con documentos judiciales de Colombia y Estados Unidos:
-- 20 sofisticadas brújulas, radios de alta frecuencia y GPS.
-- 350 tarjetas SIM para llamadas de teléfonos satelitales desde Estados Unidos.
-- Rifles, pistolas, escopetas y municiones.
-- Instrumentos para cirugías "de reconstrucción''.
Y después estaban los elementos humanos.
Uno de los médicos arrestados y acusados de rebelión por supuestamente prestar atención a insurgentes, Luis Alfredo Moreno, solía trabajar con el equipo de fútbol de Bogotá, el Santa Fe.
Molano "sólo se limitó a hacer lo que debe hacer cualquier médico: atender a cualquier persona, sin distingo de filiación política o creencia religiosa'', dijo Iván Cancino, el abogado de Moreno.
De acuerdo con documentos judiciales obtenidos por la AP, los fiscales están prevenidos por el tema de la defensa. Un testigo afirma que Moreno hizo un viaje hasta el remoto escondite en la selva del comandante guerrillero Mono Jojoy y a cambio recibió 11.500 dólares.