Presidentes/Luis Rubio Reforma, 18 Jul. 10; Todos los presidentes se creen destinados a cambiar el futuro y dejar un legado de dimensiones históricas. Sin embargo, muy pocos, en el mundo entero, lo logran. La contradicción entre los grandes planes y ambiciones con que comienza un periodo gubernamental y la pobreza con que suelen terminar es patente. Pero la causa de la contradicción es menos clara. Inevitablemente, los planes iniciales rápido chocan con la terca realidad y el periodo gubernamental, que parece largo al inicio, pronto se convierte en una vorágine de problemas cotidianos que absorben a los gobernantes de una manera casi fatal, al punto el tiempo se evapora y la perspectiva se torna confusa. De pronto, el presidente comienza a preocuparse por el legado que dejará y, cada vez más, por la forma en que concluirá su periodo. Ese momento se torna crucial: atrás quedaron los grandes objetivos y lo único importante es cerrar bien. Lamentablemente, para entonces es difícil comprende…
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.