Patricia
Mercado: una feminista en el infierno/Roberto Rock
El Universal, 31/07/2015
Hace
apenas algunas semanas, Patricia Mercado confiaba sus cuitas políticas a una
compañera de batallas en organismos de la sociedad civil: su jefe Miguel Ángel
Mancera, cabeza del gobierno capitalino, que la había nombrado secretaria del
Trabajo en enero de 2014, no la recibía; parecía ignorarla. Se sentía en el
limbo.
Mercado
Castro (Ciudad Obregón, 1957) incursionaba por vez primera en la función
pública, con un singular perfil: en su ciudad natal estudió en colegios
femeninos católicos (mercedarios), inició estudios de Economía en Hermosillo,
pero los continuó en la UNAM, donde se radicalizó: en 1980, a los 23 años, ya
había fundado el Grupo Autónomo de Mujeres Universitarias (GAMU), e incluso
deambuló por esa época en el trotskista Partido Revolucionario de los
Trabajadores, para luego apostar por el impulso a organismos femeninos, con
énfasis sindical. Su agenda de equidad de género y defensa de derechos
ciudadanos le ha conquistado prestigio dentro y fuera del país.
En
la época del 2000 vinieron para Mercado etapas partidistas, no pocas de ellas
amargas, que la describen como una mujer que no sólo carece sino que desprecia
la malicia política, la misma que domina el corazón y los alrededores del mundo
que ahora le han confiado orquestar. Una extranjera en el infierno.
Desde
que tomó posesión y hasta el pasado día 17 en que sacudió a su gabinete,
Mancera tuvo como aduana hacia su despacho al secretario de Gobierno, Héctor
Serrano, un personaje truculento y sibilino que apostó a ser factótum de la
política en la ciudad. Lo que no pudo frenar el sentido común lo hicieron las
urnas el 7 de junio, con el desastre de las candidaturas del PRD, la mayor
parte de las cuales habían sido impuestas por Serrano en funciones de
“comendador” del poder en el DF.
La
ciudad fue un maná de votos para Morena, el partido de Andrés Manuel López
Obrador; el PRI y el PAN aumentaron sus espacios de control, y se asoma ya una
decena de aspirantes a relevar en 2018 a Mancera, cuyo potencial personal como
aspirante a la Presidencia sufrió una merma importante.
En
este escenario Patricia Mercado arribó al puesto de mayor relevancia en el
gabinete. Con ella y con figuras de la izquierda como Alejandra Barrales,
Amalia García, o de su círculo cercano, como José Ramón Amieva, Manuel Granados
y el propio Serrano —degradado, pero vivo en la Secretaría de Movilidad—,
Mancera formó una caballada para el 2018. En la acera de enfrente cabalgan ya
Martí Batres y Ricardo Monreal, de Morena; Xóchitl Álvarez y Jorge Romero, del
PAN, y en el PRI apuestan incluso por Aurelio Nuño, el número uno en la
estructura de Los Pinos.