27 dic 2008

El nuevo antisemitismo

El nuevo antisemitismo/Bernard Lewis,
Grupo de EStudios Estratégicos (GEES); www.gees.org/, colaboraciones nº 838 9 de Marzo de 2006;
Existe un tópico bastante manido que todos
hemos escuchado antes muchas veces: criticar las acciones y políticas del estado de Israel o las doctrinas del Sionismo es perfectamente
legítimo sin estar motivado necesariamente por el antisemitismo. El hecho de que esto haya sido repetido ad nauseam no minimiza su verdad. No sólo lo acepto, sino que incluso lo llevaría un paso más allá con otra formulación que tal vez provoque sorpresa, por no decir asombro: es perfectamente posible odiar y hasta perseguir a los judíos sin ser antisemita necesariamente.
Desafortunadamente, el odio y la persecución son una parte normal de la experiencia humana. Sentir una aversión, ligera o intensa, hacia la gente que es diferente de un modo u otro, por pertenencia étnica, raza, color, credo, hábitos alimentarios - no importa el qué - es parte de la condición humana normal. Lo encontramos a lo largo de la historia conocida, y lo encontramos por todo el mundo. En ocasiones puede ser extraordinariamente virulento, y en ocasiones hasta entretenido.
No mucho después de la Segunda Guerra Mundial, los daneses estaban llenos de resentimiento contra dos de sus vecinos: los alemanes, porque les ocuparon, y los suecos, porque no hicieron nada con neutralidad inútil. Un dicho danés de la época era: ¿Qué es un sueco? Un alemán con forma humana. Otro insulto de doble uso, éste del ejército británico de finales de los años 30, cuando estaba preocupado por dos grupos distintos de terroristas: ¿Qué es un árabe? Un irlandés moreno. No cito estos en ningún sentido de aprobación o elogio, sino como ejemplos del tipo de prejuicio realmente repugnante que está extendido en nuestro mundo.
El antisemitismo es algo completamente distinto. Está marcado por dos características especiales. Una de ellas es que los judíos son juzgados según un estándar diferente al aplicado a otros. Actualmente vemos multitud de ejemplos de esto. Pero ahí también uno debe ser cuidadoso. Puede haber distintos estándares de juicio en otros temas también, en ocasiones implicando incluso a los judíos, sin antisemitismo o sin estar motivados necesariamente por el antisemitismo.
Por ejemplo, a mediados de septiembre de 1975 en España, cinco terroristas procesados por asesinar policías fueron condenados a muerte. La opinión liberal europea estaba ultrajada porque en esta edad moderna, un país de Europa Occidental condenase a muerte a la gente. ¡Inusitado! Hubo una protesta de indignación, y se aplicaron fuertes presiones sobre el gobierno español. Pero en la Unión Soviética y sus estados satélite durante el mismo período, cifras sumamente mayores eran condenadas a muerte y ejecutadas; y, en África, Idi Amín mataba a centenares de miles, una gran parte de la población de Uganda. Apenas un murmullo de protesta en el mundo occidental.
La lección está muy clara. No se permite a los gobiernos de derechas (el General Francisco Franco estaba aún a cargo) condenar a delincuentes a muerte; a los gobiernos izquierdistas sí. Otra implicación: la masacre por o a causa de blancos es mala; la masacre por o a causa de gente de color es normal. Pueden encontrarse discrepancias similares en respuestas a un buen número de otros casos, como por ejemplo el tratamiento de las mujeres y las minorías étnicas u otras minorías.
Estos ejemplos muestran que incluso una amplia disparidad de estándares de juicio no es necesariamente en sí misma prueba de antisemitismo. Puede haber otros elementos implicados. Por ejemplo, la comparación hecha en ocasiones entre la reacción mundial a la masacre de palestinos por milicianos cristianos libaneses en Sabra y Shatila en septiembre de 1982, donde asesinaron a unas 800 personas, y la masacre a comienzos del mismo año en Hama, Siria, en donde fueron asesinados decenas de miles. En la segunda, no ladró ni el perro. La diferencia, por supuesto, estaba en las circunstancias. En ambos casos los autores materiales fueron árabes, pero en el caso de Sabra y Shatila, debido a la predominante presencia militar israelí en la región, estaba la posibilidad de culpar a los judíos. En Hama, esta posibilidad no existía; por tanto la matanza total de árabes por árabes pasó sin ser destacada, inadvertida, y sin objeciones. Este contraste es claramente anti-judío. En cierto modo, también es antiárabe.
Vemos otros casos de estándares y métodos de juicio distintos más cerca de casa y de una forma quizá menos alarmante. Escuchamos mucho, por ejemplo, acerca del lobby judío y las diversas acusaciones que se hacen de vez en cuando contra él, que los involucrados en él son de alguna manera desleales a los Estados Unidos y están al servicio de una potencia extranjera.
El lobby judío no es, por supuesto, el único lobby de su clase. Considere otros tres: el lobby irlandés, el griego y el armenio. El lobby irlandés, que hizo campaña contra el Reino Unido, el aliado más cercano de América, y los lobbies griego y armenio, que hicieron campaña contra Turquía cuando Turquía era un aliado crucial de la OTAN, fueron vistos como en busca de preocupaciones legítimas. No recuerdo acusaciones de deslealtad o lealtad dividida contra ninguno de ellos.
La otra característica especial del antisemitismo, que es mucho más importante que los estándares de juicio distintos, es la acusación contra los judíos del mal cósmico. Las quejas contra gente de otros grupos raramente la incluyen. Esta acusación del mal cósmico y satánico atribuido a los judíos, en diversas partes del mundo y en diversas formas, es lo que se ha conocido como antisemitismo en la época moderna.
En el mundo occidental, el antisemitismo ha atravesado tres fases claramente diferenciadas. Algunas personas han escrito y hablado acerca del antisemitismo en la antigüedad, pero el término en ese contexto es engañoso. Sí encontramos de hecho textos en el mundo antiguo atacando y denunciando a los judíos, de manera bastante virulenta en ocasiones, pero también encontramos observaciones repugnantes sobre sirios, egipcios, griegos, persas, y demás. No hay gran diferencia entre las observaciones anti-judías y los prejuicios étnicos y religiosos expresados contra otros pueblos, y en conjunto, los que van contra los judíos no son los más virulentos. El historiador romano sirio de nacimiento Ammianus Marcellinus, por ejemplo, hablando de los sarracenos, comenta que no son deseados ni como amigos ni como enemigos. No recuerdo, en el mundo antiguo, nada dicho acerca de los judíos tan repugnante como eso.
El politeísmo era esencialmente tolerante, adorando cada grupo a su propio dios o dioses, sin ofrecer objeción alguna al culto de otros. De hecho, uno debía haber estado dispuesto a ofrecer al menos una varilla de incienso a algún dios ajeno, como cortesía en calidad de visitante o, incluso dentro del país, como respeto a un estado protector. Solamente los judíos en el mundo antiguo insistían - absurdamente, según la opinión imperante en la época - que el suyo era el único dios y que los demás no existían. Esto dio lugar a problemas con sus vecinos y con sus diversos amos imperiales, notablemente los Romanos. En ocasiones provocó comentarios hostiles e incluso persecuciones, pero no la clase de demonización que ha llegado a ser conocida como antisemitismo. La tendencia era más a ridiculizar a los judíos por su dios sin forma ni cara en las nubes y por costumbres tan antiguas y bárbaras como la circuncisión, el rechazo de la carne de cerdo, y, lo más absurdo de todo, el Sabbath. Varios autores griegos y romanos observaban que debido a esta práctica cómica, los judíos perdían un séptimo de sus vidas.
La demonización, a diferencia del prejuicio común y corriente o la hostilidad, comenzó con el advenimiento del cristianismo y el papel especial asignado a los judíos en la crucifixión de Cristo según lo relatado en los Evangelios. El cristianismo comenzó como movimiento dentro del judaísmo, y el conflicto entre cristianos y judíos tuvo esa amargura especial que a menudo hace más mortales los conflictos dentro de religiones que los entre religiones. El mensaje cristiano era presentado como el cumplimiento de las promesas de dios a los judíos, escritas en lo que los cristianos llamaron el Viejo Testamento. El rechazo de ese mensaje por parte de los guardianes judíos del Viejo Testamento fue especialmente hiriente.
Una preocupación importante de los primeros cristianos no fue tanto culpar a los judíos como, por razones comprensibles, exculpar a los Romanos. La culpabilidad judía y la inocencia romana, las dos interdependientes, se convirtieron en partes importantes del mensaje cristiano, primero hasta Roma y después más allá, con devastadores efectos sobre las actitudes populares hacia los judíos, especialmente en tiempo de Pascua.
Durante muchos siglos, el odio y la persecución de los judíos, y la ideología y la terminología utilizadas para expresarlos, se basaban en la religión. Entonces llegó la fase en la que el prejuicio religioso era desacreditado, considerado como no deacuerdo con las ideas de la Ilustración. Era visto como de mente estrecha; peor, como pasado de moda, anticuado. Eso significaba que se necesitaban nuevas razones para odiar a los judíos. Las encontraron.
El proceso de cambio comenzó en España cuando una gran cantidad de judíos - y también musulmanes - fueron convertidos al cristianismo por la fuerza. Con una conversión por la fuerza fue inevitable cierta duda, especialmente entre los ejecutores, en cuanto a la sinceridad de los conversos. Y esta duda estaba bien fundada, como sabemos del fenómeno de los Marranos y los Moriscos, los conversos dudosos en ocasiones del judaísmo y el islam. Así surgió la práctica de examinar los orígenes raciales de los presuntos nuevos cristianos. Encontramos estatutos incluso en la España del siglo XVI sobre la pureza de la sangre, la limpieza de sangre. Solamente la gente que pudiera demostrar la ascendencia cristiana en un número específico de generaciones podría ser aceptada como cristianos genuinos. "La pureza de la sangre” se exigía para ciertas posiciones y determinados cargos.
Aquí es donde comenzó la forma racial de antisemitismo. Fue sistematizada en Alemania en el siglo XIX, cuando se inventó y adoptó el término “antisemitismo” por primera vez.
“Semita” fue utilizado primero como término lingüístico, no como étnico o racial. Al igual que “ario”, fue acuñado por filólogos para señalar un grupo de idiomas relacionados. Los arios incluían idiomas tan diversos como el sánscrito, el persa, y, por extensión, el griego, el latín, y la mayor parte de los idiomas de Europa. Los semitas, de manera similar, agrupaban el arameo sirio, el árabe, el hebreo, y el etíope. Ya en 1872 el gran filólogo alemán Max Müller precisaba que “ario” y “semita” eran términos filológicos, no etnológicos, y que hablar de una raza aria o semita era tan absurdo como hablar de una lengua dolicocéfala (de cabeza alargada). “Qué malentendidos, qué controversias se plantearían”, dijo, de confundir los dos - una precisión correcta, si bien minimizada.
A pesar de estas advertencias, “semita” se transfirió de su significado lingüístico original a un nuevo significado racial, y pasó a ser la base de un fanatismo nuevo y diferente. La gente que defendía este fanatismo despreciaba el prejuicio religioso porque se veía a sí misma moderna y científica. Su hostilidad hacia los judíos, afirmaban, se basaba en la diferencia e inferioridad observadas y documentadas.
Y entonces, igual que la hostilidad religiosa era despreciada por la Ilustración y sustituida por la hostilidad racial moderna y “científica”, la hostilidad racial era desacreditada por el Tercer Reich y sus crímenes, por las revelaciones tras su caída de las cosas espantosas que había cometido. Este descrédito del racismo dejó un vacío, un vacío de dolor.
Aquí es donde se presenta la tercera fase del antisemitismo, para la cual precisamos un término mejor que llamaremos judeofobia política-cum-ideológica. ¿Raza? Oh no, no tendríamos nada que ver con eso. ¿Prejuicio religioso? Oh no, estamos muy lejos de eso. Esto es político e ideológico, y proporciona el disfraz moderno social e intelectualmente aceptable para sentimientos que se remontan unos 2.000 años atrás.
Pasando del mundo cristiano al mundo islámico, encontramos una historia muy distinta. Si miramos la considerable literatura disponible sobre la posición de los judíos en el mundo islámico, encontramos dos mitos establecidos. Uno es la fantasía de una edad de oro de igualdad, respeto y cooperación mutuos, especial, pero no exclusivamente en la España mora; el otro es de “dhimmi”-tud, de subsistencia y persecución y maltrato. Ambos son mitos. Como muchos mitos, ambos contienen elementos significativos de verdad, y la verdad histórica se encuentra en su lugar usual, en alguna parte por el centro entre los extremos.
Existen ciertas diferencias importantes entre el tratamiento, la posición, la opinión de los judíos en el mundo islámico pre-moderno y en el mundo cristiano y también pre-moderno.
La historia de una edad de oro de igualdad completa es, por supuesto, absurda. Tal cosa no fue posible ni concebible siquiera. De hecho, entre cristianos y musulmanes por igual, dar los mismos derechos o, más exactamente, iguales oportunidades a los infieles no habría sido visto como mérito sino como dejadez del deber. Pero hasta épocas bastante modernas hubo un grado mucho más elevado de tolerancia en la mayor parte de las tierras islámicas del que prevalecía en el mundo cristiano. Durante siglos, en la mayor parte de Europa, los cristianos estuvieron muy ocupados persiguiéndose; en su tiempo libre perseguían a los judíos y expulsaban a los musulmanes - todo en un momento en el que, en el Imperio Otomano y en ciertos estados islámicos, los judíos y distintas variedades de cristianos vivían juntos bastante libre y confortablemente.
A menudo se hace la comparación entre la Guerra Fría del siglo XX y la confrontación entre la cristiandad y el islam en los siglos XV, XVI y XVII. En muchos sentidos, la comparación es buena. Pero uno debe recordar que en la confrontación entre cristiandad e islam, el movimiento de refugiados, de aquellos que, en la famosa frase de Lenin, “emigraron”, fue de oeste a este de manera aplastante, no de este a oeste.
Esto fue tolerancia y nada más que eso. La tolerancia según los estándares modernos es una idea esencialmente intolerante. Tolerancia significa que yo estoy al mando. Te permitiré algunos derechos y privilegios que yo disfruto, aunque no todos, siempre que te comportes según normas que yo fijo e implemento. Eso parece una definición justa de tolerancia tal como se entiende y aplica usualmente. Es, por supuesto, una idea intolerante, pero es mucho mejor que la intolerancia como tal, y la tolerancia limitada pero sustancial asignada a judíos y a otras comunidades no musulmanas en los estados musulmanes hasta la época moderna temprana fue ciertamente mucho mejor que cualquier cosa disponible en la cristiandad.
Existieron prejuicios en el mundo islámico, al igual que hostilidad ocasional, pero no lo que podría llamarse antisemitismo, puesto que no hubo atribución de mal cósmico. Y en conjunto, los judíos salieron mejor parados bajo mandato musulmán que los cristianos. Esto es lo contrario de lo que uno habría esperado. En la historia canónica, en el Corán y la biografía del profeta, los judíos salen perdiendo. El profeta tuvo más encuentros con los judíos que con los cristianos, de modo que encontramos más declaraciones negativas sobre los judíos que sobre los cristianos. La biografía del profeta registra enfrentamientos armados con los judíos, y en esos encuentros eran los judíos los que eran asesinados. Los musulmanes podían permitirse por tanto una actitud más relajada hacia los judíos en las generaciones posteriores.
La otra ventaja para los judíos era que no los veían como peligrosos. El cristianismo era reconocido como una religión rival mundial y un competidor en la lucha cósmica por llevar la iluminación (y con ella, inevitablemente, la dominación) a toda la humanidad. Esta competición cósmica tuvo consecuencias importantes. Los cristianos locales eran peligrosos al ser una quinta columna potencial para las potencias cristianas de Europa, el principal adversario del mundo islámico. Los judíos no eran sospechosos de ser pro-cristianos. Por el contrario, los vieron como fiables, e incluso útiles. No era simplemente tolerancia o buena voluntad - aunque éstas ciertamente eran precondiciones - lo que llevó a los sultanes otomanos a admitir a tantos refugiados judíos de España, Portugal, Italia, y demás. Los judíos, especialmente los de origen europeo, eran activos en comercio e industria, y de muchos documentos de los archivos otomanos queda claro que los valoraron como activo productor de beneficios. No sólo se les toleraba; se les animaba e incluso en algunas ocasiones se les obligaba a asentarse en tierras otomanas, especialmente en provincias recién conquistadas.
Obviamente, esto no es igualdad, pero tampoco antisemitismo en ningún sentido de la palabra. El tratamiento de los otomanos a los judíos hasta incluyó cierto respeto. Por supuesto encontramos expresiones de prejuicio contra los judíos, como contra cualquier grupo de gente que es diferente, pero su actitud general era de superioridad sorprendida y tolerante.
Una diferencia interesante en los estereotipos hostiles puede encontrarse en las anécdotas, bromas y similares. La principal característica negativa atribuida a los judíos en el folklore árabe y turco es que eran cobardes y nada militaristas — cualidades muy despreciables en una sociedad marcial. Una broma de finales del Imperio Otomano puede servir para ilustrar esto. La historia es que en 1912, en tiempo de la guerra de los Balcanes, cuando existía una amenaza real al Imperio Otomano en sus últimas etapas, los judíos, llenos de ardor patriótico, decidieron que también ellos querían servir en la defensa de su país, así que pidieron permiso para formar una brigada especial de voluntarios. Se concedió el permiso, y se enviaron oficiales y suboficiales para entrenarlos y equiparlos. Una vez que la brigada de voluntarios judíos estaba armada, equipada y entrenada, dispuesta a salir hacia el frente, enviaron mensajes preguntando si podían contar con escolta policial, porque había informaciones de bandoleros por el camino.
Esto es un documento humano muy interesante. ¿Es hostil? Realmente no. Muestra el tipo de tolerancia sorprendida, despreciativa y bien humorada a la vez, que puede ayudar a comprender el horror y la desorientación de las victorias israelíes en 1948 y después. Disponemos de algunas descripciones gráficas de la época acerca de las expectativas y reacciones a 1948. Azzam Pasha, que era entonces el secretario general de la Liga Árabe, es citado diciendo: "esto será como las invasiones mongolas. Les destruiremos por completo. Les echaremos al mar". Las expectativas eran que sería rápida y fácil y que no habría problema en absoluto en tratar con medio millón de judíos. Fue entonces una sorpresa deprimente que cinco ejércitos árabes fueran derrotados por medio millón de judíos con armamento muy limitado. Continúa siendo vergonzoso y humillante. Esto fue mencionado en la época y ha sido mencionado desde entonces. Un escritor decía: "ya fue bastante malo ser conquistados y ocupados por las poderosas potencias de Occidente, el Imperio Británico, el Imperio Francés, pero sufrir este destino a manos de unos cuantos centenares de miles de judíos fue intolerable".
La forma occidental de antisemitismo — la versión cósmica y satánica del odio al judío — proporcionó alivio a los sentimientos heridos. A Oriente Medio llegó en varias etapas. La primera etapa fue cristiana casi por completo, llevada por misioneros y diplomáticos europeos. Su impacto principalmente tuvo lugar sobre las minorías cristianas, donde encontramos repeticiones ocasionales de libelos de sangre previamente poco conocidos. En los siglos XV y XVI esto había sido explícitamente rechazado en órdenes dictadas por los sultanes otomanos. Ahora era redimido a escala masiva. El primer caso relevante fue el libelo de sangre de Damasco en 1840. Este tipo de antisemitismo continuó creciendo, al principio a pequeña escala, durante el siglo XIX y principios del siglo XX con una respuesta limitada. En la época del Caso Dreyfus en Francia, la opinión musulmana estaba dividida, algunos contra Dreyfus y algunos a su favor. Un destacado pensador musulmán de la época, el egipcio Rashid Rida, escribía defendiendo a Dreyfus y atacando a sus perseguidores, no acusándoles de fanatismo, puesto que carecían de cualquier credo religioso real, sino de prejuicios y envidia. A pesar de esta respuesta, una consecuencia del caso fue la primera traducción al árabe de un abanico de escritos antisemitas europeos.
Después llegó el Tercer Reich, con conexiones con el mundo árabe y, más tarde, con otros países musulmanes. Ahora que los archivos alemanes están abiertos, sabemos que en cuestión de semanas de la llegada al poder de Hitler en 1933, el Gran Muftí de Jerusalén se puso en contacto con el cónsul general alemán en Jerusalén, el doctor Heinrich Wolff, y ofreció sus servicios. Es interesante que la imagen de los alemanes persiguiendo a los árabes sea lo contrario a lo que sucedió. Los árabes perseguían a los alemanes, y los alemanes eran muy reticentes a implicarse. El Dr. Wolff recomendó, y su gobierno estuvo de acuerdo, que mientras hubiera alguna esperanza de lograr un acuerdo con el Imperio Británico y establecer una especie de Eje Nórdico-Ario en Occidente, antagonizar a los británicos apoyando a los árabes no tenía sentido.
Pero después las cosas cambiaron gradualmente, particularmente después de la Conferencia de Munich de 1938. Ése fue el punto de inflexión, cuando el gobierno alemán decidió finalmente que no había acuerdo a hacer con Gran Bretaña, ningún eje ario. Entonces los alemanes volvieron su atención a los árabes con mayor seriedad, respondiendo al menos a sus acercamientos, y en adelante la relación se desarrolló muy suavemente.
En 1940 la rendición francesa brindó a los Nazis nuevas oportunidades de acción en el mundo árabe. En la Siria controlada por Vichy fueron capaces de establecer durante un tiempo una base de inteligencia y propaganda en el corazón del Este árabe. De Siria extendieron sus actividades a Irak, donde ayudaron a establecer un régimen pro-Nazi encabezado por Rashid Alí al-Gailani. Éste fue derrocado por los británicos, y Rashid Alí acudió a unirse al Gran Muftí de Jerusalén en Berlín, donde se quedó como invitado de Hitler hasta el final de la guerra. En los últimos días del régimen de Rashid Alí, los días 1 y 2 de junio de 1941, soldados y civiles lanzaban ataques criminales contra la antigua comunidad judía de Bagdad. A esto le siguió una serie de ataques similares en otras ciudades árabes, tanto en Oriente Medio como en el norte de África.
Mientras se encontraba en Berlín, Rashid Alí estaba aparentemente inquieto por el lenguaje y, más específicamente, la terminología del antisemitismo. Sus preocupaciones fueron borradas sumariamente en un intercambio de cartas con un portavoz oficial del Partido Nazi alemán. En respuesta a una cuestión de Rashid Alí de si el antisemitismo también se dirigía contra los árabes, al formar parte de la familia semita, el profesor Walter Gross, director de la Oficina de Política Racial del Partido Nazi, explica con gran énfasis en una carta fechada el 17 de octubre de 1942 que éste no en el caso y que el antisemitismo aludía completa y exclusivamente a los judíos. Por el contrario, observaba, los Nazis siempre habían mostrado gran simpatía y apoyo a la causa árabe contra los judíos. En el curso de su carta, hasta destacaba que la expresión "antisemitismo, que ha sido utilizado durante décadas en Europa por el movimiento anti judío, era incorrecta, puesto que este movimiento se dirigía exclusivamente contra la comunidad judía, y no contra los restantes pueblos que hablan lenguajes semitas”.
Esto provocó aparentemente cierta preocupación en los círculos Nazis, y poco después se constituyó un comité que sugería que los discursos del Führer y su libro Mein Kampf debían revisarse con el fin de adoptar el término "anti judío" en lugar de "antisemitas" con el fin de no ofender "a nuestros amigos árabes". El Führer no estuvo de acuerdo, y esta propuesta no fue aceptada. Aún así no hubo grandes problemas en las relaciones germano-árabes antes, durante, y ni siquiera durante un tiempo después de la guerra.
El impacto de la propaganda Nazi fue inmenso. Lo vemos en las memorias árabes del período, y por supuesto en la fundación del Partido Ba’az. Se utiliza la palabra "partido" al hablar del Ba’az en el mismo sentido en el que uno habla de los partidos fascistas, Nazi, o Comunista — no un partido en el sentido occidental, organización que busca votos y ganar elecciones, sino un partido como parte del aparato gubernamental, particularmente preocupado con el adoctrinamiento y la represión. Y el antisemitismo, al estilo europeo, pasó a ser una parte muy importante de ese adoctrinamiento. Los cimientos estaban allí. Una cierta cantidad de literatura traducida estaba allí. Se convirtió en mucho más importante después de los sucesos de 1948, cuando los humillados árabes obtuvieron confort de la doctrina de los judíos como fuente del mal cósmico. Esto continuó y creció con las derrotas árabes posteriores, particularmente después de la humillación final de la guerra de 1967, que Israel ganó en menos de unas semanas.
El crecimiento del antisemitismo de corte europeo en el mundo árabe derivó sobre todo de estos sentimientos de humillación y de la necesidad por tanto de adscribir a los judíos un papel muy distinto de su papel tradicional en el folklore árabe, y mucho más cercano al de los prototipos antisemitas. Por ahora, los temas familiares de antisemitismo europeo -- el libelo de sangre, los protocolos de Sión, la conspiración judía internacional, y lo demás -- se han convertido en moneda de cambio en gran parte del mundo árabe, en las aulas, en los púlpitos, los medios, e incluso en internet. Es amargamente irónico que estos temas hayan sido adoptados por musulmanes antes inmunes, precisamente en un momento en el que en Europa se han convertido en una vergüenza incluso para los antisemitas.
Lo que incitó este desarrollo fue lo que sólo se puede describir como el visto bueno de Naciones Unidas y, aparentemente, de la opinión Ilustrada del mundo occidental. Déjeme citar algunos ejemplos. El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobaba la conocida resolución pidiendo la partición de Palestina en un estado judío, un estado árabe, y una zona internacional de Jerusalén. Naciones Unidas aprobó esta resolución sin tomar ninguna disposición para su implementación. Apenas dos semanas después, en una reunión pública el 17 diciembre, la Liga Árabe aprobó una resolución rechazando tajantemente esta resolución de la ONU, declarando que utilizaría todos los medios a su disposición, incluyendo la intervención armada, para anularla -- un desafío abierto a Naciones Unidas que continúa sin responderse. No se hizo ningún intento de evitar la intervención armada que la Liga Árabe lanzó puntualmente.
La gestión por parte de Naciones Unidas de la guerra de 1948 y los problemas resultantes muestran algunas disparidades curiosas -- con ejemplo, acerca de la cuestión de los refugiados. Al final de la confrontación inicial en el mandato de Palestina, parte de la zona se encontraba bajo el gobierno del recién creado estado judío y parte bajo el gobierno de los gobiernos árabes circundantes. Una cifra significativa de árabes se quedó en los territorios bajo control judío. Entonces se tomó como axiomático, y continúa sin desafiarse desde entonces, que ningún judío podía permanecer en las zonas de Palestina bajo mandato árabe, de modo que igual que hubo refugiados árabes de las zonas de control judío, hubo refugiados judíos de las zonas controladas por los árabes del mandato de Palestina, no solamente colonos, sino grupos antiguos y establecidos, entre los que destaca la antigua comunidad judía de Jerusalén Este, que fue expulsada completamente y sus monumentos profanados y derruidos. Naciones Unidas no pareció tener problemas con esto; tampoco la opinión pública internacional. Cuando los judíos son expulsados, no se hace ninguna provisión para ellos, no se ofrece ninguna ayuda y no se hace ninguna protesta. Seguramente esto envió un mensaje muy claro al mundo árabe, un mensaje menos claro para los judíos.
Los refugiados judíos no solamente llegaron de esas partes de Palestina bajo mandato árabe, sino también de los países árabes, donde las comunidades judías o huyeron o fueron expulsadas, en cifras idénticas a grandes rasgos a las de los refugiados árabes de Israel. De nuevo, la respuesta de Naciones Unidas a los dos grupos de refugiados fue muy distinta. Para los refugiados árabes de Palestina se hicieron acuerdos muy elaborados y se proporcionó una financiación muy extensa. Esto contrasta no solamente con el tratamiento a los judíos procedentes de países árabes, sino con el tratamiento a todos los demás refugiados de la época. La partición de Palestina en 1948 fue un tema trivial en comparación con la partición de la India el año anterior, que redundó en millones de refugiados -- hindúes que huían o eran expulsados de Pakistán a la India, y musulmanes que huyeron o fueron expulsados de la India a Pakistán. Y esto tuvo lugar por completo sin ningún tipo de ayuda de Naciones Unidas, y quizá por ese motivo todos los refugiados fueron reasentados. Uno puede remontarse un poco antes y hablar acerca de los millones de refugiados del este y centro de Europa -- polacos huyendo de las zonas del oeste de Polonia anexionadas a la Unión soviética y alemanes huyendo de las áreas del este de Alemania anexionadas a Polonia. Millones de ellos, de ambas nacionalidades, fueron abandonados por completo a sus propios pueblos y a sus propios recursos.
Puede que valga la pena anotar otras medidas adoptadas en la época. Todos los gobiernos árabes implicados anunciaron dos cosas. En primer lugar, no reconocerían a Israel. Se les concedió derecho a hacer eso. En segundo lugar, no admitirían a los israelíes de cualquier religión en sus territorios, lo que significó que no solamente los judíos israelíes, sino que tampoco los musulmanes israelíes o los cristianos iban a estar permitidos en Jerusalén En este punto, a las iglesias cristianas católica y protestante se les permitió entrar una vez al año el día de Navidad durante unas cuantas horas, pero de otra forma no había acceso a los lugares santos de Jerusalén para judíos o cristianos. Lo que es peor, los musulmanes en Israel eran incapaces de acudir a la peregrinación a La Meca y Medina. Para los cristianos, la peregrinación es opcional. Para los musulmanes, es una obligación básica de la fe. Un musulmán está obligado a acudir en peregrinación a La Meca y Medina al menos una vez en la vida. El gobierno saudí de la época dictaminó que los musulmanes que fueran ciudadanos israelíes no podrían ir. Algunos años después modificaron esta norma.
Al mismo tiempo, todos los gobiernos árabes anunciaron que no concederían visados a los judíos de ninguna nacionalidad. Esto no fue furtivo -- fue público, proclamado en los formularios de visado y en la literatura turística. Dejaron muy claro que no se concedían visados a la gente de religión judía, sin que importase su nacionalidad, ni se permitiría su acceso a cualquier país árabe independiente. De nuevo, ni una palabra de protesta de ninguna parte. Uno puede imaginarse el estallido de ira si Israel hubiera anunciado que no concedía visados a los musulmanes, aún más si Estados Unidos fuera a hacerlo. Pero dirigida contra los judíos, esta prohibición era vista como perfectamente natural y normal. En algunos países continúa en vigor a fecha de hoy, aunque en la práctica la mayor parte de los países árabes han arrojado la toalla.
Ni Naciones Unidas ni el público protestó por nada de esto en ningún sentido, así que a duras penas sorprende que los gobiernos árabes concluyeran que tenían licencia para este tipo de acciones o peores. Otro ejemplo: al contrario que los restantes países árabes, los jordanos se mostraron dispuestos en aquella época a aceptar refugiados palestinos como ciudadanos, y la ley de nacionalidad jordana del 4 de febrero de 1954 ofrece ciudadanía jordana los palestinos, definidos como nativos y residentes del territorio del mandato de Palestina -- "excepto los judíos". Esto es afirmado claramente. Ni un murmullo de protesta de nadie, en ninguna parte.
Estos ejemplos pueden servir para ilustrar la atmósfera dentro de la cual el nuevo antisemitismo árabe creció y florecía. Tras la guerra de 1967, los israelíes entraron en posesión de los anteriores territorios palestinos de ocupación árabe, incluyendo un buen número de colegios gestionados por la UNRWA, la United Nations Relief and Works Agency. Estas escuelas estaban financiadas por Naciones Unidas. Cuando los israelíes tuvieron oportunidad de examinar los libros de texto sirios, jordanos o egipcios que utilizaban estas escuelas financiadas por la ONU, descubrieron muchos ejemplos de antisemitismo inequívoco. Aunque los israelíes no podían hacer nada con respecto al antisemitismo de los libros de texto de países árabes, pensaron poder hacer algo al respecto del antisemitismo de los libros de texto utilizados en las escuelas financiadas y mantenidas por Naciones Unidas. El tema fue remitido a la ONU, que lo remitió a la UNESCO, que nombró una comisión de tres profesores de árabe -- uno turco, uno francés y uno americano. Estos profesores examinaron los libros y textos y redactaron un extenso informe diciendo que algunos de los libros de texto eran aceptables, que algunos estaban más allá de revisión y debían ser abandonados, y algunos debían ser corregidos. El informe fue presentado a la UNESCO el 4 de abril de 1969. No fue publicado.
Para aquellos que lo necesiten, todo esto proporciona una motivación actualizada, intelectual y socialmente aceptable para lo que se llamaría antisemitismo, pero, puesto que esa palabra no es aceptable, debe ser llamado odio al judío, ataque al judío, o generalmente ser desagradable con los judíos.
La motivación ha servido así a dos propósitos -- uno para los judíos y el otro para sus enemigos. En la primera etapa de antisemitismo, cuando la hostilidad se basaba en la religión y se expresaba en términos religiosos, el judío siempre tenía la opción de cambiar de bando. Durante los periodos medieval y moderno temprano, los judíos perseguidos por los cristianos podían convertirse. No sólo podían escapar de la persecución; podían unirse a los perseguidores si lo deseaban, y en la práctica algunos ascendieron en la escala de la iglesia y de la Inquisición. El antisemitismo racial elimina esa opción. El antisemitismo ideológico actual la ha restaurado, y hoy, como en la Edad Media, parece haber quién está dispuesto a alistarse en esta opción.
Para los no judíos, la motivación trajo un tipo distinto de liberación. Durante más de medio siglo, cualquier debate de los judíos y sus problemas ha estado marcado por las desagradables memorias de los crímenes de los Nazis y la complicidad, la tolerancia o la indiferencia de tantos otros. Pero inevitablemente, el recuerdo de aquellos días se marchita, y ahora Israel y sus problemas suponen una oportunidad de desafiar la postura desagradable y nada familiar de culpa y redención, y reanudar la postura más familiar y más confortable de examen insalvable desde una posición de superioridad moral. No es sorprendente que esta oportunidad sea utilizada y celebrada extensamente.
El nuevo antisemitismo tiene poca o ninguna repercusión en los aciertos y errores del conflicto palestino, pero con certeza tiene cierto efecto en las percepciones del problema, y por tanto en el comportamiento y quizá hasta las políticas de ambos participantes y los espectadores. La ofensa tampoco se encuentra en una parte. Uno puede argumentar que cuando los árabes son juzgados según un rasero inferior al de los judíos, como por ejemplo la mínima atención prestada a los atroces crímenes cometidos en Darfur, esto es más ofensivo para los árabes que para los judíos. En la práctica, el desprecio es más degradante que el odio. Pero es menos peligroso.
Bernard Lewis es historiador británico y Profesor Cleveland E. Dodge de Estudios de Oriente Medio de la Universidad de Princeton. Está especializado en historia del islam y la interacción entre el islam y Occidente, siendo el académico más reputado en su campo y probablemente el más conocido. Ha escrito 20 libros e innumerables artículos, entre los que destacan “¿Qué salió mal?” (escrito antes del 11 de Septiembre) y “La Crisis del islam”.

Nuevo antisemitismo

Un nuevo antisemitismo/Ralf Dahrendorf
Publicado en LA VANGUARDIA, 19/03/06;
Estos son tiempos violentos. Algunos creen que estamos experimentando un nuevo tipo de conflicto: guerra de culturas, como las que enfrentan a los musulmanes suníes y chiíes o a los grupos tribales de África y Asia o, de hecho, a los islamistas y los occidentales. Sin embargo, las razones más profundas para algunos de esos conflictos pueden muy bien ser más tradicionales.
La pertenencia a un grupo cultural particular es un simple pretexto para batallas entre los vencedores y los perdedores de la mundialización. Dirigentes implacables movilizan a seguidores desorientados. En particular los perdedores, con frecuencia representados por jóvenes sin futuro, pueden verse inducidos a adoptar medidas, suicidas incluso, contra el supuesto enemigo.
Tal vez no debería extrañarnos que en una época así esté reapareciendo de entre las sombras el más antiguo de nuestros horribles - mortíferos, en realidad- resentimientos: el antisemitismo. Su regreso adopta la forma clásica de los ataques a personas, como el reciente asesinato de un joven judío en Francia, o de la desfiguración de lugares simbólicos, como cementerios y sinagogas, pero existe también una sensación más general de hostilidad a todo lo judío.
Era como para pensar que el antisemitismo habría desaparecido para siempre con el holocausto, pero no fue así. Hay quienes niegan que el holocausto ocurriera o que así fuese en una forma demasiado bien documentada.
Los negacionistas van desde historiadores de segunda fila como David Irving hasta políticos aparentemente populares como el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. La documentación sobre lo que la Alemania nazi hizo es tan abrumadora, que probablemente se pueda lidiar con quienes la niegan aun sin meterlos en la cárcel, cosa que les brindaría mayor atención de la que merecen.
El caso es que ahora la causa del antisemitismo es diferente, lo que justifica que hablemos de un nuevo antisemitismo. Esta causa tiene que ver con Israel. Desde luego, Estados Unidos es el primer nombre en el resentimiento antioccidental, pero su segundo nombre es Israel. El único país moderno construido en Oriente Medio, que también está muy militarizado, es una potencia ocupante y defiende implacablemente sus intereses.
Resulta difícil exagerar el extraño sentimiento existente en Occidente y que podríamos llamar romanticismo palestino. Intelectuales como el difunto Edward Said le dieron voz, pero tiene muchos seguidores en Estados Unidos y en Europa. El romanticismo palestino glorifica a los palestinos como víctimas de la dominación israelí, señala el trato que reciben los palestinos israelíes como ciudadanos, en el mejor de los casos, de segunda clase, y cita muchos incidentes de opresión en los territorios ocupados, incluidos los efectos de la barrera de seguridad.Implícita o explícitamente, la gente se pone de parte de las víctimas, les envía contribuciones en dinero, declara legítimos incluso a los terroristas suicidas y se aparta aún más de la defensa y el apoyo a Israel.
Naturalmente, es cierto que en teoría se puede uno oponer a las políticas de Israel sin ser antisemita. Al fin y al cabo, entre los israelíes hay bastantes críticos de las políticas de Israel. Sin embargo, la distinción ha resultado cada vez más difícil de mantener. Los judíos que viven fuera de Israel tienen la sensación de que deben defender - con razón o sin ella- el país que, al fin y al cabo, es su esperanza suprema de seguridad. Así, sus amigos vacilan a la hora de hablar con claridad por miedo a ser considerados no sólo antiisraelíes, sino también antisemitas. La actitud defensiva de los judíos y el incómodo silencio de sus amigos significan que el escenario del debate público está abierto para quienes son de verdad antisemitas, aunque se limiten a usar un lenguaje antiisraelí. El antisemitismo es repugnante, sea cual fuere la forma como aparezca. Lo mismo se puede decir de otros tipos de odio grupal, pero el holocausto hace que el antisemitismo sea único, porque es una emoción cómplice de la aniquilación casi total de todo un pueblo.
Sin embargo, no se puede luchar con éxito contra el nuevo antisemitismo mediante la instrucción y la argumentación sólo en el resto del mundo. Está vinculado a Israel. Si uno pertenece a una generación que consideró a Israel uno de los grandes logros del siglo XX y admiró la forma como ese país brindó una patria digna a los perseguidos y oprimidos, le preocupa en particular que ahora pueda estar en riesgo.

Antisemitismo

Sí, antisemitismo/Vicenç Villatoro, periodista. Autor del prólogo de L’antisemitisme després d’Auschwitz
Publicado en EL PERIÓDICO, 23/07/06,
En los últimos días, la palabra antisemitismo ha reaparecido de forma espectacular en el debate político. Las acusaciones de antisemitismo se han cruzado a propósito de discursos, actitudes y manifestaciones sobre la crisis actual en el Líbano. En este marco se nos ha advertido que criticar las actuaciones del gobierno de Israel no significa necesariamente ser antisemita. Es verdad. Pero también es cierto que algunas de las críticas que se dirigen a Israel no son contra las actuaciones de su gobierno, sino contra su existencia misma como Estado. Para algunos, Israel es culpable haga lo que haga, porque su culpa no es hacer, sino existir.
A veces el argumento exculpatorio ha ido más allá. Se ha dicho que criticar a Israel no es necesariamente ser antisemita, y lo acepto. Pero se ha dicho también que entre nosotros, en Catalunya, en España, el antisemitismo no existe. Y ahí no estoy de acuerdo. Y se ha dicho que, incluso en caso de existir, este antisemitismo no tendría nada que ver, no tendría intersección alguna, con las críticas a Israel. Tampoco puedo estar de acuerdo. No todo el que critica a Israel es antisemita. Pero todos los antisemitas critican a Israel. Cuando la extrema derecha italiana lanza tomates a la embajada israelí o cuando los neonazis alemanes apoyan a la selección de Irán, porque su presidente niega el Holocausto y quiere destruir Israel, alguna conexión habrá.
Empecemos por el principio. Se dice que entre nosotros no hay antisemitismo, y que si lo hubo fue en tiempos de los Reyes Católicos. No es cierto. A finales del XIX y principio del XX existe en España y en Catalunya un antisemitismo –¡sin judíos!– que bebe del antisemitismo europeo moderno. Se construye un arquetipo del judío que encarna los valores de la modernidad: la ciencia, la ciudad, la razón, el dinero, la economía- Todos los que rechazan esta modernidad, la derecha integrista, pero también alguna izquierda místicas, rechazan con ella al judío. No solo al judío. El pensamiento conservador español de esta época genera dos variantes del antisemitismo con los mismos argumentos: el antiamericanismo que aparece sobre todo en torno a la guerra de 1898 y el anticatalanismo, que compara a catalanes y judíos y los rechaza como expresiones de una modernidad mercantil. Este antisemitismo atribuye al judío un plan para el dominio universal. Existiría un complot judío, una conjura sionista, a partir del control del dinero, la cultura y los medios de comunicación. La idea se recoge en un panfleto, los Protocolos de los Sabios de Sión, de gran influencia en Hitler, muy divulgado en la España de los años 30 y best seller hoy en muchos países islámicos.
ESTE VIEJO antisemitismo queda modificado por el impacto emocional del Holocausto. Proclamarse antisemita después de Auschwitz es cargar sobre las propias espaldas seis millones de asesinatos. Una parte del viejo antisemitismo perdura, y oímos hablar de la conspiración judeo-masónica (en una España franquista que, lógicamente, no reconocía a Israel). Pero la mayor parte de los viejos arquetipos se reciclan. El virus antisemita muta. Los tópicos contra la modernidad, contra el occidentalismo, los mitos sobre la conspiración y la conjura, se trasladan a Israel. El rechazo a lo judío se transforma en rechazo a lo israelí. El antisemitismo se trueca en antisionismo, pero con los mismos arquetipos: el complot, el control del dinero y la propaganda, el rechazo de los valores occidentales. La vergüenza por Auschwitz necesita dos cosas. Disfrazar el viejo antisemitismo con un nombre nuevo y relativizar tanto como pueda el impacto emocional del Holocausto, negándolo, empequeñeciéndolo o banalizándolo. Los viejos arquetipos sobre lo judío persisten. Los rechazos también. Antes se aplicaban sobre el mundo judío. Ahora, sobre el estado judío.
No todos los que critican a Israel lo hacen desde el antisemitismo. Pero en el rechazo frontal a Israel participa la mutación del viejo virus antisemita, la persistencia del arquetipo negativo del judío, del viejo mito del complot. Busquen en algunas de las críticas recientes a Israel y verán como el lenguaje y los argumentos transparentan los antiguos prejuicios. Pero, sobre todo, observen el plus de rechazo que obtiene Israel. Si se midiese por las manifestaciones convocadas en contra y las condenas indignadas, resultaría que Israel es el país del mundo que comete mayor número de barbaridades, que más derechos humanos pisotea, que amenaza más la paz-
¿CREE ALGUIEN de verdad que Israel ocupa este primer lugar en el ránking universal de la maldad? ¿Cree alguien incluso que ocupa el primer lugar limitando el juicio a la zona del Oriente Próximo? Si alguien lo cree, por favor, que revise las actuaciones de unas cuantas dictaduras sangrientas, en la zona y en el mundo. Y si no, ¿a qué puede atribuirse este plus de hostilidad?Estoy convencido de la pervivencia de los arquetipos antisemitas, que creíamos superados, pero que en buena parte han cambiado de nombre. Unos prejuicios que a veces resultan invisibles para sus propios portadores. Como el personaje de Molière, que hablaba en prosa sin saberlo, hay entre nosotros antisemitas -como hay entre nosotros portadores de otras formas de racismo- que no saben que lo son. No todos lo que critican a Israel lo son. Todos los que lo son critican a Israel

Reacciones sobre el desplegado

Cartas en El Correo Ilustrado de La Jornada, 26 de diciembre de 2008;
Abrahm Nuncio, comenta desplegado
El desplegado que publicó un grupo de la comunidad judía contra Alfredo Jalife-Rahme es no sólo un enorme despropósito, sino un acto inhibitorio de la libertad de expresión. La gran
importancia concedida a sus análisis quizá pueda no haber sorprendido a Jalife-Rahme; en esencia es una amenaza que no debe pasar sin registro. Los primeros en aplaudir el ataque debieron ser numerosos personajes ligados a notables centros de poder: desde el gobierno de Bush hasta Wall Street y Tel Aviv, pasando por la London Stock Exchange. Porque, ¿quién se ocupa de la inanidad? Nadie. Y menos un grupo con el poder que parece tener el responsable de la publicación. Un poder que logra convertir en signatarios de su fobia a varios de los intelectuales destacados del país. Hemos llegado al pobre extremo de que los intelectuales atraviesen su firma en un pronunciamiento bizarro pudiendo cada uno de ellos escribir su opinión sobre las de Jalife-Rahme, vaya, como lo hizo en su prolija carta Adolfo Gilly. Porque ese pronunciamiento nada tiene que ver con una causa. Se trata más bien de una anticausa: la del chantaje de un antisemitismo a modo inventado por los tiburones de la ideología glamorizada, las finanzas y la guerra. Antisemitismo manipulado que sirve, por lo demás, para encubrir acciones perversas y crímenes de lesa humanidad cometidos por individuos de origen o identidad judíos. Lamento este tipo de expresiones, sobre todo porque implican a intelectuales a quienes quiero y admiro.
Abraham Nuncio
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Carta a Alfredo Jalife-Rahme
El desplegado (La Jornada, 19/12/08) escrito por Alejandro Frank y por mí está suscrito por alrededor de 500 firmas, 82 de las cuales pertenecen a personalidades con prestigio público. ¿Acaso son todos ellos aliados –por ejemplo Rosa Albina Garavito, Marta Lamas, Carlos Martínez Assad o Carlos Monsiváis– de lo que usted llama el “eje estadunidense-israelí”? ¿Es Adolfo Gilly (La Jornada, 28/06/2002, 21/12/08) agente del Mossad? Escribe usted el 20/12/08: “¿Se trata de equiparar a la víctima histórica [judía] con el verdugo [judío] contemporáneo?” No, justamente: de suscribir eso tendríamos que suscribir el racismo que convierte a todo árabe (perteneciente en el siglo XII a una cultura muy avanzada) en terrorista. Millones de judíos no son aliados de Bush y de Sharon. Mis padres, por ejemplo, no eran religiosos; eran ateos, socialistas e internacionalistas. Muchos como ellos luchan, incluso desde dentro de Israel (Edward Said lo sabía bien), por la paz en Medio Oriente y por la creación de dos naciones modernas, laicas, democráticas e incluyentes; porque el mundo resarza la fuerte deuda que tiene con ambos pueblos. Hay que castigar a los criminales Madoff y Succar Kuri con todo el peso de la ley, pero no por ser el primero judío y el segundo de origen libanés. Finalmente, usted es libre de no coincidir políticamente hablando con Enrique Krauze o con Jorge Castañeda (La Jornada, 9, 10, 14 y 18/04/08), quienes por cierto muchas ocasiones no coinciden entre sí. Sin embargo, “adereza” usted siempre esta opinión haciendo alusión a los dos apellidos de ambos. ¿Acaso insinúa que Krauze y Castañeda pertenecen a lo que usted llama “la internacional neofascista liberal” (¿?, La Jornada, 9/04/08) porque son judíos? Eso, señor Jalife, es antisemitismo, y no nos confundamos, todo mundo sabe lo que significa.
Olivia Gall
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Humberto Musacchio, comenta carta de Nuncio
Abraham Nuncio hace referencia al “desplegado que publicó un grupo de la comunidad judía contra Alfredo Jalife-Rahme” (La Jornada, 19/12/08) y lo tilda de “acto inhibitorio de la libertad de expresión” y aun de “amenaza que no debe pasar sin registro”. Ese desplegado lo firman numerosos judíos, pero también decenas de personas que no pertenecemos a dicha comunidad ni a una misma filiación política o ideológica, quienes no pedimos que Jalife abandone su “periodismo” ni que La Jornada deje de publicarlo, si bien expresamos nuestra desazón por el hecho de que un periódico que nació con amplio apoyo social le regale tan generoso espacio al antijudaísmo, la difamación y la mentira.
Pero Nuncio ofende a los firmantes al suponer que hay un grupo (¿tal vez representante de la gran conspiración judeo-masónica?) con un poder tal “que logra convertir en signatarios de su fobia a varios intelectuales destacados del país”, cuando éstos podían expresar por escrito su opinión sobre Jalife-Rahme. Se equivoca Nuncio. Cada uno de los firmantes es muy capaz de decidir por sí mismo lo que suscribe y al hacerlo no renuncia en forma alguna a combatir el antisemitismo en otros espacios.
El desplegado, agrega, implica el “chantaje de un antisemitismo a modo”, un “antisemitismo manipulado que sirve –dice Nuncio– para encubrir acciones perversas y crímenes de lesa humanidad cometidos por individuos de origen o identidad judíos”. ¿Como cuáles, como quiénes? Lamento que el “estilo” de Jalife haya ganado un émulo.
Humberto Musacchio
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¿Antisemitismo?
Soy Alberto Sladogna, judío, hijo de madre judía (Freme Ceimann), y por consiguiente si Alfredo Jalife-Rahme se dignara designarme con mi doble apellido: Sladogna Ceimann, no vería en eso muestra de antisemitismo. ¿Cómo podría tomar como antisemita que se me recordara –se mentara, en todos los sentidos– el apellido judío de mi madre? Por el contrario, es algo de orgullo. Si no empleo el doble apellido se debe a que provengo de una tradición –la argentina– en que no suelen emplearse, salvo en los sectores aristocráticos. Mi documento mexicano los ostenta sin ninguna carga de ofensa, pues es un honor. En México, como lo demostró el doctor Néstor de Buen, soy un ciudadano de segunda, soy un “naturalizado”. Por ejemplo, en varios concursos no puedo participar, por esa condición. Entonces, si Jalife-Rahme mentara mi segundo apellido no lo tomaré como insulto, sino como la clara indicación de haber nacido –como cualquier otro de la cintura hacia abajo– del cuerpo de una mujer judía, proletaria y milonguera.
Aclaro que –Jalife-Rahme lo sabe– no concuerdo con sus apreciaciones, sus formas de leer o de citar autores tales como Leo Strauss, pero reconozco que quizás él comparte una confusión con otros, la de tomar “todo” lo judío como perteneciente al Estado de Israel. Esa tradición es el resultado de viejas tradiciones racistas y xenófobas de México, al igual que otros países. En México el antisemitismo descansa en el racismo contra los indios, y últimamente, contra los nacos, en particular contra uno de ellos, Andrés Manuel López Obrador, el mismo a quien Enrique Krauze, con o sin doble apellido, agrede bajo un nuevo racismo siquiátrico al calificarlo de “mesías tropical”. A los firmantes denunciantes del posible antisemitismo de Jalife-Rahme no los he visto denunciado los decretos racistas aún vigentes de Plutarco Elías Calles y otros. Tampoco dijeron nada al “Comité Central” que en el Club Israelita del DF otorgó su apoyo al licenciado Calderón, en nombre de “toda la comunidad”, reduciendo la diversidad de la comunidad judía sólo a ser “empresarios textiles” afectados por los productos chinos. Adolfo Gilly criticó a Jalife por tomar en serio un chiste de una publicación. Adolfo, ¿olvidaste que los judíos presentamos como chiste lo serio? El estafador gringo se llevó los dineros del Mossad. Es una broma que muestra la altura de esa pirámide capitalista más la complicidad de quienes le dieron su dinero. Tres instituciones judías perdieron 200 millones de dólares. Una pregunta: ¿nunca sospecharon acerca de cómo eran factibles sus altos rendimientos?
Alberto Sladogna

Contra el antisemitismo

Publicado en La Jornada, jueves 18 de diciembre de 2008;
CONTRA EL ANTISEMITISMO
“¿Propició la banca israelí-anglosajona (sic) la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar?”, se pregunta Alfredo Jalife-Rahme en su columna “Bajo La Lupa” del 7 de diciembre en La Jornada. Jalife llega así a extremos comparables a los del libelo “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, panfleto antisemita creado en Rusia a fines del siglo XIX y utilizado en forma destacada por el régimen Nazi, donde se acusa al pueblo judío de planear el control del mundo a través de todo tipo de acciones criminales.
El reciente ataque a hoteles y otros sitios públicos en Bombay afectó a miles de víctimas inocentes, provocó cerca de 200 muertes y ha sido reivindicado por un grupo radical islámico, los Deccan Mujahideen. Más tarde, Mohammad Ajmal Amir, el único terrorista capturado, reveló que los atacantes eran miembros de la organización militante Lashkar-e-Toiba, basada en Pakistán. ¿Acaso sugiere Jalife que esas organizaciones son el producto de los intereses judíos, intereses a los que él siempre homogeneiza y empalma con aquellos a los que él llama la banca israelí-anglosajona?
Entre los muertos hay 40 musulmanes, al menos 6 judíos y gente de 10 países, incluyendo una ciudadana mexicana. El secuestro, tortura y asesinato de las víctimas tuvo al mundo en vilo por largas horas.
En el contexto de esta carta, es importante señalar que uno de los blancos de los ataques fue la Casa Nariman, sede de la organización judía ortodoxa Chabad-Lubavitch, que incluye un centro educacional, una sinagoga, un centro médico para la prevención de la drogadicción y un hostal. El edificio fue secuestrado por un grupo de atacantes y fueron asesinados seis de sus ocupantes, quienes, con nombre, edad y nacionalidad, eran: Rabino Gavriel Holtzberg, 29, Israel; Rivka Holtzberg, 28, Israel ( esposa de Gavriel, embarazada de 5 meses y cuyo hijo de dos años fue salvado heroicamente por su nana hindú Sandra Samuel); Bentzion Kruman, 26, EUA; Rabino Leibish Teitelbaum, 37, EUA; Yoheved Orpaz,62, Israel; Norma Shvarzblat Rabinovich, 50, Mexico (http://en.wikipedia.org/wiki/Nariman_House).
Un examen posterior reveló que la mayoría de las víctimas habían sido torturadas. Es pues relevante preguntarse: ¿Propiciaría en verdad la banca israelí-anglosajona (sic) la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar?
Como lectores de La Jornada, un diario que se precia de defender la justicia y la verdad, creemos que es grave (y un amplio grupo de personas lo consideran así) que el Sr. Jalife-Rahme lleve años publicando su columna, utilizando información sesgada y mal intencionada, haciendo generalizaciones discriminatorias y procediendo a una sistemática campaña de desinformación en contra de un grupo muy variado de personas de diversas nacionalidades, con muy diversas tendencias políticas, pero cuyo “pecado” es su origen o su identidad judía, una adscripción que no es necesariamente religiosa ni es ideológicamente uniforme.
Al igual que todos los actos terroristas, la tragedia de Bombay merece nuestra repulsa y condena. Al torcer la información acerca de este doloroso hecho de la manera en la que lo hace, el Sr. Jalife falta gravemente al respeto a las numerosas víctimas --musulmanas, judías y otras-- con sus absurdas especulaciones. Falta también al respeto a los propósitos que animan a La Jornada, a la inteligencia de sus lectores y a sus editorialistas serios e imparciales.
Debe ofrecer disculpas a los familiares de los muertos, incluyendo a los de nuestra conciudadana, la Sra. Norma Schvarzblat.
Firmas
Aceves Navarro Gilberto; Aguilar Camín Hector; Aridjis Homero; Bauer Tapuach Michel; Berman Sabina; Berlioz Sergio; Bitrán Arón; Blancarte Roberto; Calderón Paco; Carbonell Miguel; Carrington Leonora; Castañeda Jorge; Castañón Adolfo; Chapa Martha; Cherbowski Arturo; Cherem S. Silvia; De la Colina José; Domínguez Christopher; Drucker Colín René; Ehrenberg Felipe; Escalante Fernando; Estrada Gerardo; Felguérez Manuel; Frank Alejandro; Frenk Margit; Garavito Rosalbina; García Agraz José Luis; García Sainz Adolfo; Garciadiego Javier; Glantz Margo; Gonzalbo Aizpuru Pilar; Gordon José; Granados Roldán Otto; Hiriart Hugo; Huerta David; Jiménez Cacho Jimena; Kaminer Saúl; Kraus Arnoldo; Krauze Enrique; Lajous Alejandra; Lamas Marta; Lazcano Antonio; Leff Enrique; Lisker Rubén; Loaeza Soledad; López Portillo Carmen; Lorenzano Sandra; Martin Moreno Francisco; Martínez Assad Carlos; Mastretta Angeles; Menassé Eliana; Meyer Jean; Meyer Pedro; Mochán Luis; Monsiváis Carlos; Monsiváis Galindo Guillermo; Moscona Myriam; Moshinsky Marcos; Muñiz Angelina; Murguía Verónica; Musacchio Humberto; Pacheco José Emilio; Pellicer López Carlos; Peralta Braulio; Pérez Tamayo Ruy; Pettersson Aline; Rivera Arturo; Rojo Vicente; Rubio Luis; Rudomín Pablo; Sefchovich Sarah; Seligson Esther; Schjetnan Garduño Mario; Servitje S. 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Responsables de la publicación: Alejandro Frank y Olivia Gall

Vientos de guerra en Gaza

Vientos de guerra en Gaza/ Samuel Hadas, analista diplomático, primer embajador de Israel en España y la Santa Sede
Publicado en LA VANGUARDIA, 27/12/08;
La tregua entre Israel y Hamas en Gaza que expiró el viernes 19 fue despedida con salvas de cohetes y morteros sobre poblaciones israelíes y la rutinaria incursión de represalia israelí contra objetivos de la organización islamista. De hecho, la tregua estaba muerta, sólo faltaba el certificado de defunción. Para Hamas, “la tregua ha concluido y responderá duramente a toda agresión israelí”, mientras que Israel advierte que “no tolerará más ataques”. ¿Nos espera ahora una tregua, una guerra o una tregua a medias? Vientos de guerra soplan en Gaza.
¿Tregua o no tregua? Todos la necesitan, pero una nueva escalada de impredecible violencia parece inevitable. Los cohetes siguen cayendo y las represalias y el hermético cierre de los pasos fronterizos por los que acceden los alimentos a Gaza continúan. “No se trata de un castigo colectivo - explica un oficial israelí-, sino de medidas defensivas para prevenir nuevos ataques”. El hecho es que desde principios de año, más de tres mil cohetes y proyectiles de mortero fueron disparados desde Gaza (80 en un solo día en la víspera de Navidad) y que la situación en Gaza está al borde de una crisis de subsistencia. A ambos lados de la frontera, una situación insostenible e intolerable.
Poco antes, el Consejo de Seguridad de la ONU, a instancias del Cuarteto para Oriente Medio, había llamado a israelíes y palestinos “a impulsar sus tentativas de paz y poner fin a su conflicto”. ¿Es esto alcanzable en una situación en que ambas partes están cada vez más afectadas por divisiones internas aparentemente insolubles que han paralizado su capacidad de acción? En Oriente Medio, se ha reiterado una y otra vez, los políticos actúan racionalmente sólo después de agotar el inventario de errores. Y este, desafortunadamente, aún no se ha consumido. Palestinos e israelíes van a elecciones que podrían ser cruciales para el futuro de ambos pueblos por su evidente interconexión, y tiempos preelectorales no alientan actitudes racionales. Los israelíes irán a las urnas el 10 de febrero. Los palestinos esperan que el presidente Mahmud Abas, cuyo mandato expira en enero, anuncie fecha para las elecciones.
¿Cuál es el dilema de Israel? La situación en la frontera con Gaza es insostenible, pero la proximidad de las elecciones condiciona a los medios políticos, divididos tanto sobre el tema de Gaza como en otros temas relacionados con las negociaciones de paz. Mientras los sectores moderados exigen actuar racionalmente (aunque también aquí ya se oyen voces que llaman a “actuar” contra Hamas), otros, tanto en la oposición como en el propio gobierno, que consideran que la capacidad de disuasión israelí se ha debilitado, exigen una operación militar terrestre masiva e incluso la reocupación de Gaza. Incluso un símbolo de los sectores pacifistas de Israel como Amos Oz exige al gobierno “proteger a sus ciudadanos”. Pesa también la sensibilidad de la opinión pública israelí por el destino del soldado israelí Gilad Shalit, en manos de Hamas, a más de 900 días de su secuestro. Hamas exige en pago la liberación de más de mil palestinos, cuatrocientos de ellos involucrados en actos terroristas. Para los israelíes la liberación de Shalit es una cuestión de interés nacional, como lo es la calma en sus fronteras, pero nadie ignora que el precio que se ha de pagar por una gran operación militar en Gaza sería intolerable, en víctimas inocentes en Gaza y en Israel, así como en el ejército israelí, además de aislar internacionalmente al país.
¿Cuál es el dilema palestino? Los israelíes no tienen la exclusividad sobre fracturas internas: los palestinos están divididos en bandos irreconciliables: los que propugnan un acuerdo con Israel, encabezados por Al Fatah (recordemos que el 70% de los palestinos apoya el principio de dos estados nacionales) y quienes, como los fundamentalistas, consideran que las negociaciones son inservibles y que los palestinos deben luchar para recuperar su territorio. Hamas, que rechaza la existencia de Israel, está empeñada en desalojar del poder a Al Fatah, a quien acusa de colaboracionista por sus relaciones con Estados Unidos y sus tratos con Israel. La Autoridad Nacional Palestina, por su parte, intenta desmantelar el gobierno de Hamas mientras no repara en medios para evitar que esta organización (que, no olvidemos, controla el Parlamento palestino, hoy paralizado) se haga con el poder también en Cisjordania. Para Hamas el retorno de sus prisioneros es cuestión de prestigio. Si logra doblegar al “enemigo sionista”, ganará popularidad en la calle palestina a cuenta de Al Fatah, que, según los islamistas, “nada hace por la liberación de su pueblo”. La tregua ha posibilitado al gobierno de Hamas en Gaza, “una región en estado de rebeldía”, según Abas, perfeccionar su capacidad militar y mejorar cualitativamente su arsenal de cohetes, morteros y misiles, que cubren hoy territorio israelí con una población que se acerca a las 600.000 almas. Todo ello, gentileza del régimen de Teherán y del Hizbulah libanés. Las acciones militares y el bloqueo de Gaza han acrecentado la popularidad de Hamas, lo que ha envalentonado a su liderazgo, que exige un cese de fuego condicionado: nueva tregua, sí, pero a su manera, con cohetes Qasam. Nada más ni nada menos.
Establecer un Estado palestino que conviva pacíficamente con Israel es objetivo de la comunidad internacional, pero esta tiene hoy otras prioridades. En esta situación un proceso de paz genuino es ilusorio. Mientras todos esperan a Barack Obama, los nubarrones que presagian tormenta asoman en el horizonte de Gaza.

Pío XII

La leyenda negra del Pío XII y el KGB/Ignacio García de Leániz Caprile
Publicado en EL MUNDO, 27/12/08;
Hace 50 años (un 9 de octubre de 1958) moría en su residencia de Castel Gandolfo tras cruel agonía Pío XII, en el siglo Eugenio Pacelli. Cuando accedió al Pontificado en 1939, seis meses antes de la invasión de Polonia, a nadie sorprendió la rapidez de su elección tras un conclave de apenas dos días. En verdad, pocos cardenales podían aunar un tal prestigio espiritual e intelectual con una experiencia diplomática como la suya, al haber sido nuncio y secretario de Estado con Pío XI. Y sin embargo, medo siglo después, su figura ha sufrido una grave transformación: de ser reputado tras la guerra como amigo y benefactor del pueblo judío en la Gran Noche europea -como atestiguaba la propia Golda Meir- se ha pasado desde principios de los años 60 a considerársele si no culpable, cuanto menos indiferente a la suerte de los seis millones de víctimas judías atrapadas en el abismo de la Solución Final.
Y a este giro copernicano en la percepción de la mente contemporánea, contribuyó sin duda el profundo escándalo que supuso el estreno en Berlín y Londres en 1963 de la obra teatral El Vicario, una tragedia cristiana escrita por un desconocido Rolf Hochhuth. Pocas veces una pieza dramática lograba alterar tan rápidamente la imagen pública de un personaje coetáneo, en este caso Pontífice de la Iglesia. La obra, de ocho horas de duración, se presentaba además con el prurito añadido de un apéndice de 50 páginas de «acotaciones históricas», con las que Hochhuth pretendía dar mayor verosimilitud al drama. En él, un Pío XII de «helada sonrisa», «frialdad aristocrática» y en sus ojos un «gélido brillo», desestimaba los desesperados intentos del Padre Fontana de condenar la persecución judía y comprometerse con la suerte de las víctimas del Holocausto, además de cuestionar la entera política vaticana hacia el III Reich.
La conmoción provocada fue enorme y afectó de lleno a lo mejor de la intelectualidad occidental. Así, en el mismo otoño de 1963, una luminaria como Karl Jaspers enviaba escandalizado a Nueva York un ejemplar de El Vicario para su discípula Hannah Arendt. Y la respuesta de la gran pensadora no se hizo esperar: en 1964 publicó en el New York Herald Tribune un ensayo demoledor contra Pío XII, (The Deputy: Guilt by Silence) basado en las tesis vertidas en la obra de Hochhuth y destacando la historicidad de las fuentes aducidas por el autor.
La figura de Pío XII quedaba así herida de muerte para toda una generación a manos de un dramaturgo alemán y una pensadora de la talla intelectual y moral de Hannah Arendt. Para cerrar el círculo faltaba únicamente el cine: en 2002, Costa-Gavras adaptaba para la pantalla El Vicario, dando lugar a su película Amén. Y así fue como una tríada formada por el teatro historiográfico, el ensayo y el cine lograba desmontar y dar la vuelta a la imagen prosemita de Pío XII que imperaba tras la guerra, especialmente en el mundo judío, como atestiguaba el entonces Gran Rabino de Roma, Israel Zoller, íntimo amigo de Eugenio Pacelli.
Así estaban las cosas hasta que hace apenas un año veía la luz un extenso artículo en la prestigiosa National Review firmado por el antiguo general de los Servicios Secretos Rumanos (DIE), Ion M. Pacepa: Moscow’s Assault on the Vatican (25-01-07). En él, cuenta Pacepa con todo lujo de detalles cómo fue protagonista de una operación cuidadosamente diseñada por el Kremlin para caracterizar a Pío XII como un simpatizante nazi calculador y metódico. Los hechos, según la confesión de parte del general Pacepa, son, expuestos en su radical crudeza, los siguientes. En febrero de 1960 Khrushchev aprueba un plan secreto para demoler la autoridad moral de la Santa Sede en Europa Occidental, diseñado por el entonces director del KGB Aleksandr Shelepin y Aleksey Kirichenko, responsable del Politburó de política internacional. A diferencia de la estrategia previa utilizada en la Europa del Este para combatir a la Iglesia, Moscú adoptará ahora la táctica de desacreditar al Vaticano en su propio territorio y jerarquía asociándolo al nazismo. Y no por azar se elige al recientemente fallecido Pío XII como objetivo principal de la operación, ya que los muertos no podían defenderse. Y es que el KGB había sufrido un sonoro fiasco en 1948 en su operación de derribo del legendario Cardenal Mindszenty, primado de Hungría, quien devolvió el golpe relatando en 1956 a la prensa libre occidental los pormenores de su proceso judicial y manipulación de pruebas: algunos vivos sabían defenderse con la convicción de la verdad y los hechos pertinentes.
Para poder desacreditar la imagen de Pío XII se decide, en cambio, que el trabajo sucio lo ejecutaran en este caso manos occidentales y que usaran documentos y evidencias provenientes del Vaticano mismo, evitando otros errores cometidos igualmente en el affaire Mindszenty. Pero, ¿cómo lograr documentos vaticanos más o menos relacionados con Pío XII para que los expertos del KGB en dezinformatsiya pudieran manipularlos a conveniencia? Es aquí donde interviene la DIE rumana, que se encontraba en una privilegiada posición para contactar con el Vaticano y conseguir su permiso para acceder a los archivos, a raíz de una operación de canje del obispo de Timisoara, Augustin Pacha, por dos oficiales de la DIE. Además, Rumanía alegaría que le convenía trabajar en los archivos vaticanos para documentar el soporte histórico que necesitaban las autoridades para justificar una apertura hacia Roma.
Comenzaba así la denominada operación Asiento-12, con el general Pacepa de protagonista y la supervisión detallada del entonces responsable del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, general Sakharosky. Tras entablar conversaciones y llegar a un acuerdo con Roma por medio de Agostino Casaroli, cerebro de la Ostpolitik, la DIE logra introducir en el Vaticano a tres agentes que tienen acceso tanto a los Archivos Vaticanos como a la Biblioteca Apostólica. Así, de 1960 a 1962, la DIE hace llegar al KGB cientos de documentos microfilmados. Aunque Pacepa precisa que en esa cantidad jamás encontraron material alguno que incriminara a Pío XII -ya que en su gran mayoría eran copias de cartas personales, transcripciones de entrevistas y discursos propios del lenguaje diplomático-, sin embargo, extrañamente, el KGB no cesaba de pedir más y más. Ante tan exiguos resultados, los integrantes de la operación Asiento-12 volvieron a Bucarest con una sensación generalizada de fracaso.
Y sin embargo, la sorpresa les llegó un año después, en 1963, cuando el general Iván Agayants -legendario director del departamento de desinformación del KGB- aterriza en la capital rumana para agradecerles los servicios prestados: les informa de que Asiento-12 ha sido un éxito que se ha materializado en la producción de El Vicario, de nuestro ya conocido Hochhuth.
El voluminoso apéndice de «acotaciones históricas» que se componía de 50 páginas documentales había sido suministrado -según el general soviético- por su citado departamento de dezinformatsiya, con los ajustes oportunos. Es cierto, además, que el productor de la obra teatral era Edwin Piscator, un comunista histórico que mantenía una fluida relación con Moscú y que había vuelto a Berlín justo en 1962 tras un largo exilio en Nueva York.
Las interrogantes que surgen abruman a cualquier lector que busque la verdad con honradez intelectual: ¿Está basada la fuerza dramática de El Vicario -y por ende del Amén de Costa-Gavras- en un soporte historiográfico de dudoso origen y más que dudosa verosimilitud? Si así fuera, este mentir la verdad que Moscú pudo pergeñar con tanto éxito contra Pío XII, ¿no habría arrastrado la buena fe intelectual y moral de Hannah Arendt contaminando su célebre y beligerante ensayo?
Nuestra admirada pensadora terminaba su reflexión citada con estas palabras: «Sólo la verdad nos hará libres. Toda la verdad, que siempre es terrible». Ciertamente puede ser terrible esa verdad en el caso de Eugenio Pacelli, bien que en otro sentido. Busquémosla, pues, donde quiera que esté.

Los 10 libros de 2008


Los 10 libros de 2008
El placer de los paraísos perdidos
Publicado en Babelia, El País, 27/12/2008;
El triunfo de lo breve
WINSTON MANRIQUE SABOGAL
Si Babelia hiciera caso a Martin Amis, por aquello de que "un buen libro es aquel que después de leerlo dan ganas de invitar a su autor a una copa", se iría de cócteles este fin de año con Ian McEwan, Rafael Sánchez Ferlosio, Philip Roth, Cristina Fernández Cubas, Alice Munro, Patrick Modiano, Mario Vargas Llosa y José-Miguel Ullán, y brindaría en recuerdo de Giani Stuparich y Stieg Larsson.
Ellos son los responsables de los mejores momentos literarios para los 57 críticos, colaboradores y periodistas del suplemento que han elegido los 10 libros más destacados de 2008. Una encuesta en la que cada uno ha hecho una lista con sus 10 títulos preferidos, dando al primero 10 puntos, al segundo 9 y así sucesivamente. En total se han citado 322 libros.
Chesil Beach, del británico Ian McEwan, fue el ganador claro con 90 puntos tras ser mencionado por 11 personas. Aunque el ganador no siempre es el más nombrado. Ese honor le correspondió a God & Gun. Apuntes de polemología, de Rafael Sánchez Ferlosio, que estuvo en 12 listas y con 74 puntos quedó segundo.
La encuesta confirma que la narrativa sigue indestronable en las preferencias de los españoles. Entre los veinte primeros títulos citados, nueve son novelas y dos tomos de cuentos; un porcentaje que aumenta a medida que se desciende en la lista. Quizá porque, como sentenciara el filósofo húngaro Georg Lukács: "La novela es la epopeya de un mundo sin dioses".
Esa lista la completan cinco poemarios y cuatro títulos de ensayo. De ellos, la mitad corresponde a autores en español: Sánchez Ferlosio, Fernández Cubas, Vargas Llosa, Enrique Vila-Matas, Pere Gimferrer, Juan José Saer, Olvido García Valdés, Santos Juliá y Luis Mateo Díez.
Una variable dentro de este ya centenario reinado de la narrativa es la preferencia por las novelas cortas. Tres de ellas están entre los seis primeros libros: Chesil Beach, de McEwan; La isla, de Stuparich, y En el café de la juventud perdida, de Modiano, a las que se suman más abajo la recuperación de Campo de amapolas blancas, de Gonzalo Hidalgo Bayal, y Derrumbe, de Ricardo Menéndez Salmón. Y entre ellas, los relatos: Todos los cuentos, de Fernández Cubas; La vista desde Castle Rock, de Munro; Cuentos completos, de Haroldo Conti, y Desde ahora te acompañaré a casa, de Kjell Askildsen.
Y este triunfo de las historias breves es reforzado por la gran acogida que han mostrado los encuestados frente a los libros de poemas, cinco entre los 20 primeros: Ondulaciones, de Ullán; Poesía completa, de Sylvia Plath; La roca, de Wallace Stevens; Tornado, de Pere Gimferrer, y Esa polilla que delante de mí revolotea, de Olvido García Valdés.
Los libros más populares también tienen un buen sitio entre los 10 primeros, según los críticos de Babelia. Se trata, precisamente, del libro que ha destronado de las listas de los más vendidos, después de 18 meses, a El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. Es la trilogía policiaca Millennium, del sueco Stieg Larsson, que empezó su ascenso en verano con Los hombres que no amaban a las mujeres, y lo ha confirmado desde hace un mes con su segunda parte, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, aunque sus seguidores deberán esperar hasta junio, cuando se traduzca la tercera parte.
Si God & Gun fue el más citado pero quedó segundo, entre las votaciones más rentables están las que obtuvieron los cuentos reunidos del noruego Askildsen en Desde ahora te acompañaré a casa, que con sólo dos menciones logró 19 puntos, y la novela La grande, del argentino Saer, que logró cuatro menciones y 37 puntos, y fue para tres de los encuestados el mejor libro de 2008.
De los 322 títulos mencionados, la gran mayoría corresponde a escritores muy conocidos o más o menos consagrados. Las nuevas voces han tenido regular acogida, y entre los 40 primeros títulos sólo figuran Junot Díaz, con La maravillosa vida breve de Óscar Wao; Ricardo Menéndez Salmón, con Derrumbe; Màrius Serra, con Quieto, e Isaac Rosa, con El país del miedo.
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1. Chesil Beach, la novela en la que Ian McEwan compone un gran fresco de la generación de los inicios de los sesenta -"la época en que ser joven era un obstáculo social"-, ha sido elegida por los críticos y colaboradores de Babelia como el libro más destacado del año.
Traducción de Jaime Zulaika, Anagrama. Barcelona, 2008, 184 páginas.
2 God & Gun, Apuntes de polemología, Rafael Sánchez Ferlosio, Destino. Madrid, 2008, 325 páginas.
3 Sale el espectro, Philip Roth, Traducción de Jordi Fibla, Mondadori. Barcelona, 2008, 256 páginas.
4 Todos los cuentos, Cristina Fernández Cubas, Tusquets. Barcelona, 2008, 487 páginas.
5 La isla, Giani Stuparich, Traducción de J. Á. González Sainz, Minúscula. Barcelona, 2008, 123 páginas.
6 En el café de la juventud perdida, Patrick Modiano, Traducción de María Teresa Gallego Urrutia, Anagrama. Barcelona, 2008, 136 páginas.
7 La vista desde Castle Rock, Alice Munro, Traducción de Carlos Milla Soler, RBA. Barcelona, 2008, 304 páginas.
8 Millennium I y II. Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina Stieg Larsson, Traducción de Martín Lexell y Juan José Ortega Román, Destino. Madrid, 2008 668 y 742 páginas.
9 El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti, Mario Vargas Llosa, Alfaguara. Madrid, 2008
10 Ondulaciones. Poesía reunida (1968-2007), José-Miguel Ullán, Prólogo de Miguel Casado
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores , Barcelona, 2008, 1.364 páginas.
Los mejores libros publicados en 2008 BABELIA
GRANDES LIBROS DEL AÑO
57 críticos y colaboradores de Babelia han seleccionado y puntuado las diez obras más destacadas de 2008, publicadas en España
Jesús AGUADO
Poesía completa. Sylvia Plath (Bartleby) 10
Relatos, inéditos y dibujos. Bruno Schulz (Siruela) 9
Tres novelas en imágenes. Max Ernst (Atalanta) 8
Retrato de los meisosens. Henry Michaux (Pre-Textos) 7
Esa polilla que delante de mí revolotea Poesía reunida. Olvido García Valdés
(Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 6
Locos. Felipe Alfau (Backlist) 5
Pacífico. José Antonio Garriga Vela (Anagrama) 4
El canto del mundo. Agustí Bartra (Vaso roto/Ediciones sin nombre) 3
Un hombre afortunado. John Berger (Alfaguara) 2
Rendir el sentido. Filosofía y traducción. Juan Arnau (Pre Textos) 1
Javier APARICIO
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 10
La vista desde Castle Rock. Alice Munro, (RBA) 9
Ágape se paga. William Gaddis (Sexto Piso) 8
La ninfa inconstante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/C. de Lectores) 7
Todo fluye. Vasili Grossman (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 6
God & Gun. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 5
Todo eso que tanto nos gusta. Pedro Zarraluki (Destino) 4
Diario. Katherine Mansfield (Lumen) 3
El miedo a los bárbaros. Tzvetan Todorov (Galaxia-Círculo) 2
Un pueblo llamado orejas de perro. Iván Thays (Anagrama) 1
Ernesto AYALA-DIP
Lo qué se de los vampiros. Francisco Casavella (Destino) 10
El mar de todos los muertos. Javier Argüello (Lumen) 9
Los amantes de todos los santos. Juan Gabriel Vásquez (Alfaguara) 8
Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets) 7
El exiliado de aquí y allá. Juan Goytisolo (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 6
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 5
Proyectos de pasado. Ana Blandiana (Periférica) 4
El hospital de la transfiguración. Stanislaw Lem (Impedimenta) 3
Obra selecta. Edmund Wilson (Lumen) 2
Oír la luz. Eloy Sánchez Rosillo (Tusquets) 1
Nuria BARRIOS
Poesía completa.
Sylvia Plath (Bartleby) 10
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori) 9
Malos tiempos. Carlos Giménez (Glénat) 8
Millenium I: Los hombres que no amaban a las mujeres. Stieg Larsson (Destino) 7
Días del bosque. Vicente Valero (Visor) 6
Objetos frágiles. Neil Gaiman (Roca) 5
La hija del sepulturero. Joyce Carol Oates (Alfaguara) 4
El día de la lechuza. Leonardo Sciascia (Tusquets) 3
Llenos de vida. John Fante (Anagrama) 2
Harry Potter y las reliquias de la muerte. J. K. Rowling (Salamandra) 1
LLuís BASSETS
El asombroso viaje de Pomponio Flato. Eduardo Mendoza (Seix Barral) 10
Muchas veces me pediste que te contara esos años. Juan Cruz (Alfaguara) 9
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 8
Sobre el olvidado siglo XX. Tony Judt (Taurus) 7
Vida y tiempo de Manuel Azaña 1880-1940. Santos Juliá (Taurus) 6
Diarios 1984-1989. Sándor Márai (Salamandra) 5
La vida rescatada de Dionisio Ridruejo. Jordi Gracia (Anagrama) 4
El café de la juventud perdidad. Patrick Modiano (Anagrama) 3
Oda inacabada. Pasqual Maragall (RBA) 2
Obama: Sueños de mi padre. Barack Obama (Almed) 1
Francisco CALVO SERRALLER
Kyoto. Yasunari Kawabata (Emecé) 10
La Roca.Wallace Stevens (Lumen) 9
Nasturaleza muerta con brida. Ensayos apócrifos. Zbigniew Herbert (Acantilado) 8
Bajo sospecha. Una fenomenología de los medios. Boris Groys (Pre Textos) 7
Trilogía. Hilda Doolittle. HD (Lumen) 6
Hooper. Mark Strand (Lumen) 5
El detalle. Para una historia cercana de la pintura. Daniel Arrase (Abada) 4
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori) 3
Poesía reunida (1968-2007). José Miguel Ullán (Galaxia Gutenberg/C.de Lectores) 2
El cortador de cañas. Junichirô Tanizaki (Siruela) 1
Fernando CASTANEDO
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 10
Vida de Manolo. Josep Pla (Libros del Asteroide) 9
Días del bosque. Vicente Valero (Visor) 8
Cielo nocturno. Soledad Puértolas (Anagrama) 7
El vaso de plata. Antoni Marí (Libros del Asteroide) 6
Making of. Óscar Aibar (Mondadori) 5
Masculinidades en obras. José Cartagena Calderón (Juan de la Cuesta) 4
Los pozos de la nieve. Berta Vias Mahou (Acantilado) 3
Ladrón de mapas. Eduardo Lago (Destino) 2
La bendición. Nancy Mitford (Libros del Asteroide) 1
Nora CATELLI
La grande. Juan José Saer (Seix Barral) 10
Cosas. Edgardo Dobry (Lumen) 9
Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby) 8
Guerra y lenguaje. Adan Kovacsics (Acantilado) 7
Los culpables. Juan Villoro (Anagrama) 6
God & Gun. Apuntes de polemología.Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 5
La ninfa inconstante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/C. de Lectores) 4
Mis dos mundos. Sergio Chejfec (Candaya) 3
La vida rescatada de Dionisio Ridruejo. Jordi Gracia (Anagrama) 2
El dia revolt. Juliá Guillamon (Empuries) 1
Manuel CRUZ
La legitimación de la Edad Moderna. Hans Blumenberg (Pre-Textos) 10
Karl Marx y la tradición del pensamiento político occidental. Seguido de reflexiones
sobre la revolución húngara. Hannah Arendt (Encuentro ) 9
No ser Dios. Una autobiografía a cuatro manos. G. Vattimo & P. Paterlini (Paidós) 8
Escalas de justicia. Nancy Fraser (Herder) 7
Bajo sospecha. Una fenomenología de los medios. Boris Groys (Pre-Textos) 6
Kairós. Apología del tiempo oportuno. Giacomo 5
Tratado de la servidumbre liberal. Jean-Léon Beauvois (La Oveja Roja) 4
Paisajes del pensamiento. La inteligencia de las emociones. M. C. Nussbaum (Paidós) 3
Poesía completa. Idea Vilariño (Lumen) 2
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori) 1
Estrella DE DIEGO
Cuentos completos. Leopoldo María Panero (Páginas de Espuma) 10
Correspondencia. Volumen II 1869-1874 de Nietzsche (Trotta) 9
La fueza del existir. Michel Onfray (Anagrama) 8
Los objetos nos llaman. Juan José Millás (Seix Barral) 7
Las confesiones de un italiano. Ippólito Nievo (Acantilado) 6
Correspondencia. Lev Tolstoi (Acantilado) 5
Ondulaciones. Poesía reunida. José-Miguel Ullán (Galaxia G./Círculo de L) 4
Esa polilla que delante de mí revolotea. Olvido García Valdés (Galaxia
Gutenberg/Círculo de Lectores) 3
Hombre salmonella en el planeta porno. Yasutaka Tsursiu (Atalanta) 2
Lo infraordinario. Georges Perec (Impedimenta) 1
José Luis DE JUAN
Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) 10
El mar no baña Nápoles. Ana María Ortese. (Minúscula) 9
A lo largo del camino. Julien Gracq (Acantilado) 8
Diarios. Lord Byron (Alamut) 7
Adiós, hasta mañana. Wiliam Maxwell (Libros del Asteoride) 6
El miedo a los bárbaros. Tzvetan Todorov. (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 5
El amor de las mujeres obreras. Aleksandra Kollotài (Alba) 4
Sònia. Juan Antonio Masoliver (Acantilado) 3
Hombres salmonella en el planeta porno. Yasutaka Tsutsui (Atalanta) 2
Versos de vida y muerte. Amos Oz (Siruela) 1
Edgardo DOBRY
La Grande. Juan José Saer (RBA) 10
Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby.) 9
Mis dos mundos. Sergio Chejfec (Candaya) 8
Tirana memoria. Horacio Castellanos Moya (Tusquets) 7
Poesía completa. Rodolfo Hinostroza (Visor) 6
Esa polilla que delante de mí revolotea (poesía reunida 1982-2008). Olvido García
Valdés (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 5
Juan Ramón Jiménez, 1956. Crónica de un premio Nobel. Alfonso Alegre Heitzman
(Publicaciones de la Residencia de Estudiantes) 4
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) 3
Ondulaciones. Poesía reunida. José-Miguel Ullán (G. Gutenberg/Círculo de L) 2
God & Gun. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 1
Cecilia DREYMÜLLER
Tynset. Wolfgang Hildesheimer (El olivo azul) 10
Matices y detalles. Ludwig Hohl ( DVD) 9
Goetz y Meyer. David Albahari (Funambulista) 8
Café Titanic (y otras historias). Ivo Andrić (Acantilado) 7
Esa polilla que delante de mí revolotea. Olvido García Valdés
(Galaxia Gutenberg/Cículo de Lectores) 6
Un lugar llamado Oreja de perro. Iván Thays (Anagrama) 5
La isla. Giani Stuparich (Minúscula) 4
Tambores de ejecución. Francisco Solano (Bruguera), 3
El mundo en el oído. El nacimiento de la música en la cultura.
Ramón Andrés (Acantilado) 2
Cinco novelas cortas. Antón P. Chéjov (Alba) 1
Joaquín ESTEFANÍA
Sobre el olvidado siglo XX . Tony Judt (Taurus) 10
Millenium I y II. Stieg Larsson (Destino) 9
La isla. Giani Stuparich (Minúscula) 8
La Maravillosa vida breve de Oscar Wao. Junot Díaz (Mondadori) 7
Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo (Tusquets) 6
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 5
Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby) 4
Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus) 3
Después de Bush. Paul Krugman (Crítica) 2
Vientos amargos. Harry Wu (Libros del Asteroide) 1
Jesús FERRERO
Desde ahora te acompañaré a casa. Kjell Askildsen (Lengua de Trapo) 10
Cuentos esenciales. Guy de Maupassant (Mondadori) 9
Tres novelas en imágenes. Max Ernst (Atalanta) 8
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 7
Cuentos reunidos. Clarice Lispector (Siruela) 6
Los escritos de Nichiren Daishonin (Herder) 5
Las confesiones de un italiano. Ippolito Nievo (Acantilado) 4
Poesía popular de la China antigua (Alianza) 3
Seguridad, territorio, población: curso del Collège de France (1977-1978). Michel
Foucault (Akal) 2
Cuando las imágenes toman posición. Georges Didi-Huberman (Antonio Machado) 1
Salvador GINER
Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus) 10
La Federalización de España. Luis Moreno (Siglo XXI) 9
Obras Completas IV: Sociología y Ciencias Sociales. Francisco Ayala (Galaxia
Gutenberg/Círculo de Lectores) 8
Mil Cretinos. Quim Monzó (Anagrama) 7
Sobre el olvidado Siglo XX. Tony Judt (Taurus) 6
Marcos GIRAL TORRENTE
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 10
La vista desde Castle Rock. Alice Munro (RBA) 9
La isla. Giani Stuparich (Minúscula) 8
El café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 7
El regreso del soldado. Rebecca West (Herce) 6
Ya sólo habla de amor. Ray Loriga (Alfaguara) 5
Brindis. Ismael Grasa (Xordica) 4
Presuntuoso afán. Adam Sisman (Belacqua) 3
Árbol de humo. Dennis Johnson (Mondadori) 2
Nada grave. Ángel González (Visor) 1
Javier GOÑI
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori) 10
Pacífico. José Antonio Garriga (Anagrama) 9
Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara) 8
La vida rescatada de Dionisio Ridruejo. Jordi Gracia (Anagrama) 7
La manía. Andrés Trapiello (Pre-Textos) 6
Oír la luz. Eloy Sánchez Rosillo (Tusquets) 5
El país del miedo. Isaac Rosa (Seix-Barral) 4
Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix-Barral) 3
El viaje de ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. Mario Vargas Llosa (Alfaguara) 2
Vida de Manolo. Josep Pla (Libros del Asteroide) 1
Jordi GRACIA
God & Gun. Apuntes de polemología.
Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 10
Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama) 9
Poemas. Carlos Pujol (La Veleta) 8
El infierno imbécil. Martin Amis (El Aleph) 7
El viaje de la ficción. El mundo de Juan Carlos Oneti. M. Vargas Llosa (Alfaguara) 6
Vida y tiempo de Manuel Azaña 1880-1940. Santos Juliá (Taurus) 5
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) 4
Dientes de leche. Ignacio Martínez de Pisón (Seix Barral) 3
El mito de la transición. Ferran Gallego (Crítica) 2
El día de la mudanza. Pedro Badrán (Periférica) 1
José María GUELBENZU
Las confesiones de un italiano. Ippolito Nievo (Acantilado) 10
El anillo y el libro. Robert Browning (La otra orilla) 9
El regreso del soldado. Rebecca West (Hercé) 8
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori) 7
Adiós, hasta mañana. William Maxwell (Libros del Asteroide) 6
La vida resguardada. Ellen Glasgow (Espasa) 5
Ágape se paga. William Gaddis (Sexto Piso) 4
El camino a Babadag. Andrzej Stasiuk (Acantilado) 3
Ondulaciones. José-Miguel Ullán (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 2
La cena de los notables. Constantino Bértolo (Periférica) 1
Iuri LECH
Capri. Alberto Savinio (Minúscula) 10
Cortejo de sombras. Julián Ríos (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 9
Oraculos griegos. David Hernández de la Fuente (Alianza) 8
Cuadernos del hábito oscuro. Ernesto Pérez Zúñiga (Candaya) 7
La sociedad de la decepción. Gilles Lipovetsky (Anagrama) 6
Dalí y el cine. VV.AA. Edición a cargo de Matthew Gale (Mondadori) 5
Diarios: 1984-1989. Sándor Márai (Salamandra) 4
Las vacas de Stalin. Sofi Oksanen (451 Editores) 3
Cine Independiente: como producir y dirigir películas sin ir a la cárcel. Antonio Dyaz
(Ediciones Autor) 2
El gran viaje de Ambrose Zephyr. (Lumen) 1
Esperanza LÓPEZ PARADA
Poesía completa. José Watanabe (Pre-textos) 10
El andarín de la noche. José María Eguren (Huerga y Fierro.) 9
La roca. Wallace Stevens (Lumen.) 8
Obra poética. Elizabeth Bishop (Igitur) 7
Correspondencia. Paul Celan y Gisèle Celan-Lestrange (Siruela) 6
Por los tiempos de Clemente Colling. Felisberto Hernández (El Nadir) 5
Poesía y Prosa I, Ensayos, II. José Ángel Valente (Galaxia G. /Círculo de Lectores) 4
Bajo sospecha. Una fenomenología de los medios. Boris Groys (Pre-textos) 3
La potencia del pensamiento. Giorgio Agamben (Anagrama) 2
Del sentire. Mario Perinola (Pre-textos) 1
Enrique LYNCH
Spinoza. Alain (Marbot) 10
Relatos. Rudyard Kipling (Acantilado) 9
Ensayos. Michel de Montaigne (Acantilado) 8
La isla. Giani Stuparich (Minúscula) 7
Cosas. Edgardo Dobry (Lumen) 6
Aforismos completos. Wallace Stevens (Lumen) 5
Los bárbaros: Ensayo sobre la mutación. Alessandro Baricco (Anagrama) 4
La legitimación de la Edad Moderna. Hans Blumenberg (Pre-Textos) 3
Yo soy un extraño bucle. Douglas R. Hofstadter (Tusquets) 2
Los anillos de Saturno: Una peregrinación inglesa. W.G. Sebald (Anagrama) 1
Alberto MANGUEL
El exiliado de aquí y allá. Juan Goytisolo (Galaxia Gutenberg/Círculo de L.) 10
Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) 9
Tynset. Wolfgang Hildesheimer (El Olivo Azul) 8
Poesía completa. Rodolfo Hinostroza (Visor) 7
No matarían ni a una mosca. Slovenka Drukulic (Global Rythm) 6
Políticas de la memoria y memorias de la política. P. Aguilar Fernández (Alianza) 5
La roca. Wallace Stevens (Lumen ) 4
Las manos pequeñas. Andrés Barba (Anagrama) 3
Café Titanic. Ivo Andric (Acantilado) 2
Espejos: Una historia casi universal. Eduardo Galeano (Siglo XXI) 1
Reyes MATE
God & Gun. Apuntes de polemología.
R. Sánchez Ferlosio (Destino) 10
De la religión, considerada en sus fuentes, formas y desarrollo.
Benjamin Constant (Trotta) 9
En el corazón del infierno. Documento escrito por un Sonderkommando de Auschwitz-
1944. Zalmen Gradowski (Anthropos) 8
Asimetrías. Apuntes para sobrevivir en la era de la incertidumbre.
Salvador Pániker (Debate) 7
Los cementerios civiles y la heterodoxia española. Jiménez Lozano (Seix Barral) 6
La cultura de la libertad. Jesús Mosterín (Espasa) 5
Heidegger y el camino al holocausto. Julio Quesada (Biblioteca Nueva) 4
Suníes y chiníes. Javier Martín (La Catarata) 3
Sobre la historia de la religión y la filosofía en Alemania. Heinrich Heiner (Edición de
J.C. Velasco (Alianza) 2
Políticas de la memoria y memorias de la política. P. Aguilar Fernández (Alianza) 1
José Antonio MILLÁN
La grande. Juan José Saer (Seix Barral) 10
Ondulaciones. Poesía reunida. José-Miguel Ullán (Galaxia G./Círculo de Lectores) 9
God & Gun. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 8
Quieto. Marius Serra (Anagrama)7
Juan Ramón Jiménez, 1956. Crónica de un Premio Nobel. Alfonso Alegre Heitzmann
(Residencia de Estudiantes) 6
El hospital de la transfiguración. Stanislaw Lem (Impedimenta) 5
El mar no baña Nápoles. Anna Maria Ortese (Minúscula) 4
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 3
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 2
Dios no es bueno: alegato contra la religión. Christopher Hitchens (Debate) 1
Ana María MOIX
Paraíso inhabitado. Ana MariaMatute (Destino) 10
Juan Negrín, médico, socialista y jefe de Gobierno de la Segunda República Española.
Gabriel Jackson (Crítica) 9
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) 8
El viaje de la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. M. Vargas Llosa (Alfaguara) 7
La maravillosa vida breve de Oscar Wao. Junot Díaz (Mondadori) 6
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 5
Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby) 4
El asombroso viaje de Pomponio Flato. Eduardo Mendoza (Seix Barral) 3
Un árbol crece en Brooklyn. Betty Smith (Lumen) 2
Cuentos completos. Leopoldo María Panero (Libros de Espuma) 1
Vicente MOLINA FOIX
Chesil Beach. Ian McEwan. (Anagrama) 10
Poesía escogida (1966-2005). Mahmud Darwix. (Pre-Textos) 9
La ninfa inconstante. Guillermo Cabrera Infante. (Galaxia Gutenberg/C. de Lectores) 8
Verano tardío. Adalbert Stifter (Pre-Textos) 7
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) 6
La vida desde Castle Rock. Alice Munro. (RBA) 5
Los penúltimos. Javier Montes (Pre-Textos) 4
El cazador. Mario Míguez. (Pre-Textos) 3
Pétalos. Guadalupe Nettel. (Anagrama) 2
Los pequeños maestros. Luigi Meneghello. (Barataria) 1
Rosa MORA
Todo fluye. Vasili Grossman (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 10
After Dark. Haruki Marukami (Tusquets) 9
Millenium I y II: Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con
una cerilla y un bidón de gasolina. Stieg Larsson (Destino) 8
Balas de plata. Élmer Mendoza (Tusquets) 7
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) 6
Los relatos del padre Brown. G. K. Chesterton (Acantilado) 5
La vida rescatada de Dionisio Ridruejo. Jordi Gracia (Anagrama) 4
La soledad de las vocales. José María Pérez Álvarez (Bruguera) 3
El señor Pip. Lloyd Jones (Salamandra) 2
Relatos. Rudyard Kipling (Acantilado) 1
L. Fernando MORENO CLAROS
Correspondencia. Lev Tólstoi (Acantilado) 10
Moralistas franceses. Pascal, La Rochefoucauld, La Bruyère, Vauvenargues, Chamfort,
Joubert (Almuzara) 9
Lili Marleen, canción de amor y muerte. Rosa Sala Rose (GlobalRhythm) 8
Incisiones. Cecilia Dreymüller (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 7
Las primeras novelas. Carlos García Gual (Gredos) 6
Conversaciones con un verdugo. Kazimierz Moczarski (Alba) 5
Viaje a Rusia. Joseph Roth (Minúscula) 4
Verano Tardío. Adalbert Stifter (Pre-Textos) 3
Luz de vísperas. Mauricio Wiesenthal (Edhasa) 2
Vista cansada. Luis García Montero (Visor) 1
Justo NAVARRO
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral ) 10
La ninfa inconstante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/Círculo de L) 9
Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama) 8
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 7
God & Gun. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 6
Descenso literario a los infiernos demográficos. Andreu Domingo (Anagrama) 5
Vosotros no sabéis. Andrea Camilleri (Salamandra) 4
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 3
Incisiones. Cecilia Dreymuller (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores) 2
Epistolario. Ángel Ganivet. 1
Benjamín PRADO
Nada grave. Ángel González (Visor) 10
Vista cansada. Luis García Montero (
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 8
El país del miedo, Isaac Rosa (Seix Barral) 7
Tirana memoria. Horacio Castellanos Moya (Tusquets) 6
Elefanta Suite. Paul Theroux (Alfaguara) 5
El chino. Henning Mankell (Visor) 4
Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus) 3
El viaje de la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. M.Vargas Llosa (Alfaguara) 2
A cuerpo abierto. Manuel Rivas (Alfaguara) 1
María José OBIOL
Chesil Beach,. Ian McEwan (Anagrama) 10
Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets) 9
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 8
Sauce ciego, mujer dormida. Haruki Murakami (Tusquets) 7
El informe de Brodeck. Philippe Claudel (Salamandra) 6
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 5
Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) 4
La casa en París. Elizabeth Bowen (Pre-Textos) 3
Los pozos de la nieve. Berta Vias Mahou (Acantilado) 2
Ararat. Louise Glück (Pre-Textos) 1
Antonio ORTEGA
Ondulaciones. Poesía reunida 1968-2007. José-Miguel Ullán (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 10
Todo fluye. Vasili Grossman (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 9
Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida 1982-2008.
Olvido García Valdés (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 8
Poesía completa. Sylvia Plath (Bartleby) 7
Acontecimiento. Concha García (Tusquets.) 6
Ensayos (Vol. II de"Obras completas). José Ángel Valente (Galaxia G./Círculo de L) 5
Correspondencia (1951-1970) Paul Celan y Gisèle Celan-Lestrange (Siruela) 4
Razón de más. Antonio Méndez Rubio (Igitur) 3
Reses, 9.
Esther Ramón (Trea) 2
La casa roja. Juan Carlos Mestre (Calambur) 1
Julio ORTEGA
La voluntad y la fortuna. Carlos Fuentes (Alfaguara) 10
Ondulaciones. Poesía reunida (1968-2007),
José-Miguel Ullán (Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores) 9
Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral) 8
España. Manuel Vilas (DVD), 7
Chiquita. Antonio Orlando Rodríguez (Alfaguara) 6
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 5
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 4
El jardín devastado. Jorge Volpi (Alfaguara) 3
El cielo llora por mí. Sergio Ramírez (Alfagura) 3
El dorado. Robert Juan-Cantavella (Mondadori) 2
Cuentos reunidos. Clarice Lispector (Siruela) 1
Ángel PRIETO DE PAULA
La casa roja. Juan Carlos Mestre (Calambur) 10
Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara) 9
God & Gun. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 8
La fuerza de existir. Michael Onfray (Anagrama) 7
La vida de otro modo. Ángel Campos Pámpano (Calambur) 6
Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral) 5
Esa polilla que delante de mí revolotea. Olvido García Valdés (Galaxia G./Círculo L) 4
Todo en el aire (Poesía 1995-2005). Antonio Méndez Rubio (Editora Regional de
Extremadura) 3
Eume. César Antonio Molina (Pre-Textos) 2
Hilo de nadie. Lorenzo Oliván (DVD) 1
Joseph RAMONEDA
Todos los cuentos.
Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 10
El mar no baña Nápoles. Ana Maria Ortese (Minúscula) 9
El sobre negro. Norman Manea (Tusquets) 8
El miedo a los bárbaros. Tzvetan Todorov (Galaxia G./Círculo de Lectores) 7
Democracia S.A. Sheldon S. Wolin (Katz) 6
McMafia. Misha Glenny (Destino) 5
Réquiem por el Este. Andrei Makine (Tusquets) 4
Sobre el olvidado siglo XX. Tony Judt (Taurus) 3
Urbanalización. Francesc Muñoz (Gustau Gili) 2
La historia no ha terminado. Claudio Magris (Anagrama) 1
Manuel RICO
La maravillosa vida breve de Oscar Wao. Junot Díaz. (Mondadori) 10
Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama. ) 9
La caja negra. Amos Oz (Siruela) 8
Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara) 7
Shopenhauer y los años salvajes de la filosofía. Rüdiger Safranski. (Tusquets) 6
Poesía completa. Sylvia Plath (Bartleby) 5
Poemas a la noche y otra poesía póstuma y dispersa. Rainer María Rilke (DVD) 4
La polilla que delante de mí revolotea. Olvido García Valdés
(Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 3
Oír la luz. Eloy Sánchez Rosillo (Tusquets) 2
Cómo hablar de los libros que no se han leído. Pierre Bayard (Anagrama) 1
Manuel RODRÍGUEZ RIVERO
La vista desde Castle Rock. Alice Munro ( RBA) 10
Mis revoluciones. Hari Kunzru (Alfaguara) 9
Paisajes del pensamiento. La inteligencia de las emociones. M. C. Nussbaum (Paidos) 8
La grande. Juan José Saer (RBA) 7
Canudos. Diario de una expedición. Euclides Da Cunha (KRK) 6
Filosofía antigua, misterios y magia. Empédocles y la tradición pitagórica.
Peter Kinsley (Atalanta) 5
La roca. Wallace Stevens (Lumen) 4
Emerson entre los excéntricos, un retrato de grupo. Carlos Baker (Ariel) 3
De donde no se vuelve. Alberto García-Alix (La fábrica) 2
Fun home, una historia tragicómica. Alison Bechdel (Mondadori) 1
Ángel RUPÉREZ
La roca. W.Stevens (Lumen) 10
Tiempo y materiales. Robert Hass (Bartleby) 9
Correspondencia. Lev Tolstoi (Acantilado ) 8
Diario. Katherine Mansfield (Lumen) 7
Luis Cernuda. Los años españoles (1902-1938). Antonio Rivero (Tusquets) 6
God & Gun. Apuntes de Polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 5
Paisajes del pensamiento. Martha Naussbaum (Paidós) 4
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 3.
Antonio SÁEZ DELGADO
Carta a D. André Gorz (Paidós) 10
Puentes de sueño. Henrik Nordbrandt (Visor) 9
Proyectos de pasado. Ana Blandiana (Periférica) 8
La isla. Giani Stuparich (Minúscula) 7
Cultivos. Julián Rodríguez (Mondadori) 6
Poesía completa. José Watanabe (Pre-Textos) 5
Enciclopedia de los muertos. Danilo Kis (Acantilado) 4
Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) 3
Humus, Raúl Brandão. (ELR Ediciones) 2
Diarios. José A. Gabriel y galan (Editora Regional de Extremadura) 1
LLuís SATORRAS
Ladrón de mapas. Eduardo Lago (Destino) 10
En lugar seguro. Wallace Stegner (Libros del Asteroide) 9
Obra poética. Elizabeth Bishop (Igitur) 8
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 7
Proyectos de pasado. Ana Blandiana (Periférica) 6
El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. M. Vargas Llosa (Alfaguara) 5
La sombra del púgil. Eduardo Berti (La otra orilla) 4
Visita de tinieblas. José María Latorre (Valdemar) 3
Historia natural del alma. Laura Bossi (A. Machado libros) 2
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) 1
Fernando SAVATER
El síndrome de Ambras. Pilar Pedraza (Valdemar) 10
Hombres representativos. R. W. Emerson (Cátedra) 9
La tercera virgen. Fred Vargas (Siruela) 8
Historia de la revolución francesa. J. Michelet (Ikusager) 7
Cazadores de dinosaurios. J. L. Sanz (Ariel) 6
Espadas de Shahrazar. Robert E. Howard (La biblioteca del laberinto) 5
Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) 4
Difícil tolerancia. Yves-Charles Zarka (Escolar y Mayo) 3
Dante, poeta del mundo terrenal. E. Auerbach (Acantilado) 2
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) 1
Francisco SOLANO
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori) 10
La isla. Giani Stuparich (Minúscula) 9
Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral) 8
Un día perfecto. Melania Mazzucco (Anagrama) 7
El país del miedo. Isaac Rosa (Seix Barral) 6
En lugar seguro. Wallace Stegner (Libros del Asteroide) 5
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) 4
God & Gun. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) 3
El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. M. Vargas Llosa (Alfaguara) 2
El miedo a los bárbaros. Tzvetan Todorov (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 1
Clara SÁNCHEZ
Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara) 10
Las puertas de lo posible. José María Merino (Páginas de Espuma) 9
En la casa del padre. José Manuel Caballero Bonald (Seix Barral) 8
La vista desde Castle Rock. Alice Munro (RBA) 7
El exiliado de aquí y de allá. Juan Goytisolo (Galaxia Gutenberg/Círculo de L.) 6
La hija del sepulturero. Joyce Carol Oates (Alfaguara) 5
Nada grave. Ángel González (Visor) 4
Mal de escuela. Daniel Penac (Mondadori) 3
Los Universos Paralelos. Michio Kaku (Atalanta) 2
El discurso filosófico de la modernidad. Jurgen Haberlas (Katz editores, S.A.) 1
José Manuel SANCHEZ RON
Un hombre solo. Antonio Mingote (Planeta) 10
Historia de las matemáticas. Ian Stewart (Crítica) 9
Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) 8
La termodinámica de la vida. Schneider y Doris Sagan (Tusquets) 7
El viaje de la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. M. Vargas Llosa (Alfaguara) 6
El legado de Hipócrates. Pedro García Barreno (Espasa) 5
Galileo cortesano. Mario Biagioli (Katz) 4
Todo sobre nuestro mundo. Christopher Lloyd (Ariel) 3
El científico rebelde. Freeman Dyson (Debate) 2
Einstein. Su vida y su universo. Walter Isaacson (Debate) 1
Juan José TAMAYO
Los hombres que no amaban a las mujeres. Stieg Larsson (Destino) 10
La resurrección de María Magdalena. Jane Schaberg (Verbo Divino) 9
Contra el islam. La visión deformada del mundo árabe en Occidente.
Laura Navarro (Almuzara) 8
Galdós en su tiempo. Yolanda Arencibia y Ángel Bahamonde (editores), (Universidad Menéndez Pelayo-Parlamento de Canarias) 7
Jaque a la Logia. Antonio Monclús (Martínez Roca) 6
In nomine Patris y otros cuentos. Adrián Huici (Alfar) 5
En las fronteras de la ciencia. Diego Bermejo (Anthropos) 4
La casa roja. Juan Carlos Mestre (Calabar) 3
Asimetrías. Apuntes apara sobrevivir en la era de la incertidumbre.
Salvador Paniker (Debate) 2
Educar en la ciudadanía. Perspectivas feministas. Rosa Cobo (Libros de la Catarata) 1
Juan Gabriel VÁSQUEZ
¡Absalón, Absalón!. William Faulkner (La otra orilla) 10
Árbol de humo.Dennis Johnson (Mondadori) 9
Dios no es bueno: alegato contra la religión. Christopher Hitchens (Debate) 8
Herzog. Saul Bellow (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) 7
Los anillos de saturno. WG Sebald (Anagrama) 6
El viaje de la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. M. Vargas Llosa (Alfaguara) 5
Lecturas de mí mismo. Philip Roth (Mondadori) 4
Divisadero. Michael Ondaatje (Alfaguara) 3
De eso se trata. Juan Villoro (Anagrama) 2
After Dark. Haruki Murakami (Tusquets) 1
Vicente VERDÚ
Versos de vida y muerte. Amos Oz (Siruela) 10
Poesía completa. Sylvia Plath, edición de Ted Hudghes (Bartleby) 9
Obra selecta. Edmund Wilson (Lumen) 8
Acción de gracias, Richard Ford (anagrama) 7
No Ficción. Vicente Verdú (Anagrama) 6
La Roca. Wallace Stevens (Lumen) 5
Diarios. 1984-1989. Sándor Márai (Salamandra) 4
Los hechos. Philip Roth (Seix Barral) 3
Mao II. Don De Lillo (Seix Barral ) 2
Homo Sampler. Eloy Fernández Porta (Anagrama)
***
Treinta obras para recordar
57 críticos y colaboradores de Babelia han elegido los libros más destacados del año / 322 títulos citados en todos los géneros
1- Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama) Novela
2- God & Gu. Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino) Ensayo
3- Sale el espectro, Philip Roth (Mondadori) Novela
4- Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets) Relatos
5- La isla. Giani Stuparich (Minúscula) Novela
6- En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama) Novela
7- La vista desde Castle Rock. Alice Munro (RBA) Relatos
8- Millenium I y II: Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Stieg Larsson (Destino) Novela
9- El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti. Mario Vargas Llosa (Alfaguara) Ensayo
10-Ondulaciones. Poesía reunida (1968-2007) José-Miguel Ullán (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) Poesía
11- Poesía completa. Sylvia Plath. Edición de Ted Huhges (Bartleby) Poesía
12- La roca. Wallace Stevens (Lumen) Poesía
13-Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama) Ensayo
14- Los libros que nunca he escrito. George Steiner (Siruela) Ensayo
15- Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral) Poesía
16- La Grande. Juan José Saer (RBA) Novela
17- Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida: 1982-2008. Olvido García Valdés (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) Poesía
18- Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus) Ensayo
19- Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara) Novela
20- La maravillosa vida breve de Oscar Wao, Junot Díaz (Mondadori) Novela
21- Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets) Novela
22- Todo fluye. Vasili Grossman (Galaxia Gutenberg/Círculo de L) Novela
23- La ninfa incostante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.) Novela
24- Sobre el olvidado siglo XX. Tony Judt (Taurus) Ensayo
25- Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby) Relatos
26-Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral) Novela
27- Nada grave. Ángel González (Visor) Poesía
28- Correspondencia. Lev Tolstoi (Acantilado) Cartas
29- El asombroso viaje de Pomponio Flato. Eduardo Mendoza (Seix Barral) Novela
30- El exiliado de aquí y allá. Juan Goytisolo (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores) Novela
****
Cuarenta títulos por géneros
Novelas en español
La grande. Juan José Saer (RBA)
Los frutos de la niebla. Luis Mateo Díez (Alfaguara)
La ninfa inconstante. Guillermo Cabrera Infante (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores)
Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets)
Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral)
Novelas extranjeras
Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama)
Sale el espectro. Philip Roth (Mondadori)
La isla. Giani Stuparic (Minúscula)
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama)
Millenium I y II. Sieg Larsson (Destino)
Novelas cortas
Chesil Beach. Ian McEwan (Anagrama)
La isla. Giani Stuparich (Minúscula)
En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano (Anagrama)
Campo de amapolas blancas. Gonzalo Hidalgo Bayal (Tusquets)
Derrumbe. Ricardo Menéndez Salmón (Seix Barral)
Relatos
Todos los cuentos. Cristina Fernández Cubas (Tusquets)
La vista desde Castle Rock. Alice Munro (RBA)
Cuentos completos. Haroldo Conti (Bartleby)
Desde ahora te acompañaré a casa. Kjell Askildsen (Lengua de Trapo)
Cuentos esenciales. Guy de Maupassant (Mondadori)
Poesía
Ondulaciones. José-Miguel Ullán (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores)
Poesía completa. Sylvia Plath. Edición de Ted Huhges (Bartleby)
La roca. Wallace Stevens (Lumen)
Tornado. Pere Gimferrer (Seix Barral)
Esa polilla que delante de mí revolotea. Olvido García Valdés (Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores)
Ensayo
God & Gun: Apuntes de polemología. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino)
El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlso Onetti. Mario Vargas Llosa (Alfaguara)
Los libros que nunca he escrito. George Stenier (Siruela)
Vida y tiempo de Manuel Azaña. Santos Juliá (Taurus)
Sobre el olvidado siglo XX. Tony Judt (Taurus)
Diarios, correspondencia, memorias
Dietario voluble. Enrique Vila-Matas (Anagrama)
Correspondencia. Lev Tolstoi (Acantilado)
Las confesiones de un italiano. Ippolito Nievo (Acantilado)
Diarios 1984-1989. Sandor Marai (Salamandra)
Diarios. Katherine Mansfield (Lumen)
Novela policiaca
Millenium I y II. Sieg Larsson (Destino)
La tercera virgen. Fred Vargas (Siruela)
El chino. Henning mankell (Tusquets)
Crónicas de sucesos. Michael Connely (Ediciones B)
El día de la lechuza. Leonardo Sciascia (Tusquets)
Autores rescatados
La isla, Giani Stuparich (Minúscula)
Las confesiones de un italiano. Ippólito Nievo (Acantilado)
El regreso del soldado. Rebecca West (Hercé)
Tynset. Wolfgang Hildesheimer (Olivo Azul)
Ágape se paga. William Gaddis (Sexto Piso)
En lugar seguro. Wallace Stegner (Libros del Asteoride)
Verano tardío. Adalbert Sifter (Pre-Textos)
El anillo y el libro. Robert Browning (La otra orilla)
Un árbol crece en Brooklyn. Betty Smith (Lumen)
Operación masacre. Rodolfo Walsh (451 Editores)