Siglos antes de las redes sociales, los bulos y las mentiras alimentaban pasquines y gacetas en Europa. Las informaciones infundadas corrían por los parques hasta llegar a primera página
El País, 30 ABR 2017 La prensa amarilla, de M. Slack
ens, en el que se muestra a W. Randolph Hearst como un bufón que reparte periódicos. Publicado por Keppler & Schwarzmann en 1910. BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE EE UU
En la larga historia de la desinformación, el estallido actual de noticias falsasocupa ya un lugar especial, con una asesora presidencial, Kellyanne Conway, que llegó a sacarse de la manga una matanza en Kentucky para defender que se prohibiera la entrada en el país a viajeros de siete países musulmanes. Pero la invención de verdades alternativas no es tan infrecuente, y se pueden encontrar equivalentes a los mensajes de texto y los tuits llenos de veneno de hoy en casi todos los periodos de la historia, incluso en la Antigüedad.