Mansas,
blancas ovejas, luminosos mensajes.
La
fugitiva sombra despierta a las palomas
y
crea un aire de asombro a la mitad del Hudson.
Claras
y decisivas, solemnes esculturas,
en
mil palomas mueren las nubes avanzando.
Las
nubes, las hermanas mayores de los sueños.
Mármol
que ya no es mármol, sino frágil espuma.
La
espuma es la paloma que no supo ser ángel.
La
nube es el demonio de los ojos del cielo.
Nubes
de Nueva York, vertiginosa llama.
La
llamarada blanca del deseo inalcanzado.
En
Nueva York las nubes frutales de Manhattan
padecen
un hermoso delirio de grandeza.”
Efraín
Huerta Romo (Silao, Guanajuato, 18 de junio de 1914 -, 3 de febrero de 1982).
Su
legado principal es el libro Los hombres
del alba (1944) que marca una ruptura con las formas poéticas utilizadas
hasta ese momento. Es uno de los libros cumbres de la poesía hispanoamericana
del siglo veinte.
Fue
uno de los poetas más reconocidos de México, cuyos versos se caracterizaban por
ir en contra de lo establecido en términos estilísticos. A partir de 1950
inició el movimiento neovanguardista de "El cocodrilismo" por lo que
fue conocido como "El gran Cocodrilo".
Fue
además un activista político de la izquierda latinoamericana.
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