Dith Pran, cuya vida en Camboya inspiró la película The Killing Fields (Campos de la muerte, murió este domingo 30 de marzo a causa de un cáncer de páncreas en un hospital de Nueva Jersey, según ha informado el periódico The New York Times.
Pran, trabajó como traductor y asistente para Sydney Schanberg, -en Phnom Penh, capital de Camboya., entonces corresponsal del Times que cubrió la guerra civil camboyana en el periodo de los Jmeres rojos.
Schanberg ayudó a la familia de Dith para que saliera de Camboya pero se vio forzado a dejar a su amigo porque Phnom Penh fue tomada. Pran, trabajó como traductor y asistente para Sydney Schanberg, -en Phnom Penh, capital de Camboya., entonces corresponsal del Times que cubrió la guerra civil camboyana en el periodo de los Jmeres rojos.
En 1976 el periodista americano obtuvo el premio Pulitzer por sus crónicas en Asia. Al recibir el galardón agradeció a su colega, que aún se encontraba desaparecido en las selvas de la región.
Ambos se reunieron en 1979, cuando Pran cruzó la frontera camboyana y llegó a Tailandia.
Esas experiencias, descritas por Schanberg en su libro "The Death and Life of Dith Pran", fueron la base de la película británica de Ronald Joffe, Campos de la muerte, que ganó tres Oscar en 1984.
Dith se estableció en EE UU y trabajó como fotógrafo del Times. Fue designado embajador de buena voluntad del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y fundó el Proyecto Dith Pran para la Conciencia sobre el Holocausto con el propósito de divulgar la historia del régimen del jemer Rojo.
10 años después, en 1989 Pran regresó a su país natal para hacer algunas crónicas sobre la Camboya que sobrevivió al régimen de Pol Pot. Lo que encontró allí no lo olvidaría nunca más: "Veo... una pila de huesos y cráneos. Es lo primero que veo desde mi llegada, es tan doloroso que me quiebro del todo. Son mis parientes, amigos y vecinos... pienso. Pasa mucho tiempo hasta que logro calmarme. Luego, soy capaz de arreglar, con mis manos desnudas, los cráneos y los huesos para que no estén esparcidos por allí".
El fotógrafo fue recluido en un campo de concentración en la provincia camboyana cuando los comunistas se hicieron con el control de su aldea en 1975. Pram sobrevivió a cuatro años de torturas y hambruna. Los jemeres rojos asesinaron a cerca de 50 de sus familiares, entre ellos su padre, cuatro hermanos y sus familias. Ellos, fueron víctimas de un régimen que exterminó a 1,7 millones de personas con un reinado del terror basado en una utopía comunista.
10 años después, en 1989 Pran regresó a su país natal para hacer algunas crónicas sobre la Camboya que sobrevivió al régimen de Pol Pot. Lo que encontró allí no lo olvidaría nunca más: "Veo... una pila de huesos y cráneos. Es lo primero que veo desde mi llegada, es tan doloroso que me quiebro del todo. Son mis parientes, amigos y vecinos... pienso. Pasa mucho tiempo hasta que logro calmarme. Luego, soy capaz de arreglar, con mis manos desnudas, los cráneos y los huesos para que no estén esparcidos por allí".
El fotógrafo fue recluido en un campo de concentración en la provincia camboyana cuando los comunistas se hicieron con el control de su aldea en 1975. Pram sobrevivió a cuatro años de torturas y hambruna. Los jemeres rojos asesinaron a cerca de 50 de sus familiares, entre ellos su padre, cuatro hermanos y sus familias. Ellos, fueron víctimas de un régimen que exterminó a 1,7 millones de personas con un reinado del terror basado en una utopía comunista.
Le sobreviven su pareja Bette Parslow y cuatro hijos, Titony, Titonath y Titonel, y hija Hemkarey Dith Tan y seis nietos. El jemer Rojo mató a tres de sus hermanos.
Agencias. Foto de Reuters
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