La vida se detiene en Sinaloa en plena guerra entre El Mayo y Los Chapitos
Habitantes de Culiacán narran a EL PAÍS los días de zozobra e incertidumbre detonados por la fractura dentro del Cartel de Sinaloa, que ha dejado una estela de asesinatos, desapariciones y narcobloqueos
Elías Camhaji
El País, México - 13 SEPT 2024 -
Cada mañana, Yazmín siente algo en el pecho que le cuesta describir. Se sube a su coche para empezar el día, mientras su hija se queda en casa. No ha querido llevarla a la escuela esta semana. “Te sientes más tranquila de dejarla encerrada con la vecina en vez de tener que llevártela a cruzar todo Culiacán, pero vas al trabajo con ganas de llorar, no por lo que te pueda pasar a ti, sino porque no sabes si la vas a volver a ver”, cuenta la funcionaria, bajo la condición de que su nombre real no sea publicado. “Pero no lloras. Trabajamos para el Gobierno y no nos han dado permiso de faltar. El seguro de vida que me dan es de menos de 100.000 pesos [5.000 dólares]. Te quedas pensando qué le vas a dejar, qué le voy a dejar a mi niña. No te sientes protegida ni apoyada. Te sientes nada literalmente”, narra del otro lado del teléfono.