25 feb 2024

Las columnas políticas hoy, domingo 25 de febrero de 2024

¿Cómo cree que juzgue la historia a Obrador?-, le pregunta el reportero de Reforma a Joel Ortega...

Deja un país quebrado, con instituciones rotas, con un sistema de salud roto. Quiere acabar con las que crearon los movimientos democráticos. Darle otra vez todo al gobierno, al PRI, con otro nombre, pero casi hasta los mismos de entonces siguen gobernando. El Grupo Atlacomulco ya se alió con ellos, totalmente.

¿No cree usted que lo juzgarán como se juzga a la izquierda, más por sus deseos que por sus resultados?-, 

Esta es una de las razones del libro (Las dos izquierdas, Ed DEBATE). Si López Obrador fracasa, como ya fracasó, el desprestigio lo va a cargar la izquierda, aunque no sea de izquierda.

¿Usted es de izquierda? 

-No he dejado de ser de izquierda, porque creo que el capitalismo es el sistema que está a punto de chingarse el planeta..

Mala estrategia de López Obrador: pasar de acusado a acusador del NYT/ José Buendía Hegewisch;

Excelsior, #

Los indicios que intentó plantar el New York Times sobre nexos de López Obrador con el narco son un termómetro de la temperatura política de grupos de presión estadunidenses por incidir en la elección en México. Las miradas oficiales apuntan a una revancha de la DEA, pero el abanico de interesados por horadar la política interna podría ser más amplio, dado que ya forma parte de la disputa electoral en Washington.

Las revelaciones del diario con poder global podrían leerse como una acción valiente del que hace un corte para extraer el tumor de los cárteles incrustados en las altas esferas del gobierno mexicano. Sin embargo, la “bomba” noticiosa no fue tal como para abrir de tajo una hendidura en el Presidente y sus hijos. Es un trabajo periodísticamente malo y especulativo sobre supuestas indagatorias del gobierno de EU; jurídicamente insostenible para abrir una comisión investigadora por falta de pruebas; pero políticamente útil para sembrar sospechas y manchar su legado.

La publicación dio lugar a un segundo desmentido de la Casa Blanca sobre investigaciones en curso de aportes del narco a sus campañas de 2006 y, luego, de 2018. En menos de un mes han circulado esa historia en nado sincronizado en portales estadunidenses InSight Crime, ProPublica y la alemana Deutsche Welle, que, al unísono, desentierran una vieja investigación de la DEA cerrada hace 13 años; una cadena de filtraciones que jalan medios locales con entrevistas a narcos encapuchados para corroborar la acusación, y tras ellos, ejércitos de bots que replican con el hashtag “narcopresidente” como si fuera una verdad probada.

Para algunos, obedece a una campaña de la DEA por haberle quitado de las manos al general Cienfuegos y luego las restricciones para operar en México tras su detención en 2020; otros advierten del interés de la ultraderecha republicana por intervenir en la elección, por su cruzada contra el fentanilo y su decepción con la política antidrogas de López Obrador contra los cárteles. Podrían bracear en la misma dirección y enlazar su ruta con la oposición interna que ve lejano evitar una segunda parte del obradorismo con un triunfo de Sheinbaum.

El segundo ataque, sin embargo, derivó en nueva confrontación con un medio internacional. El Presidente cayó en el error de adelantarse a cachar la pelota con la revelación del contenido del artículo para desacreditar y blindarse de la información, cuando habría sido suficiente refutarlo en sus términos. En vez de batear, trató de entrar al juego de la percepción contra el estigma del “presidente narco”, que se formó a lo largo del sexenio con las críticas y creencias desfavorables a la política de seguridad de “abrazos, no balazos” como un pacto con los cárteles. El strike, para seguir con el lenguaje beisbolero, alejó la atención de las “calumnias” del artículo para centrarlo en una defensa errática y respuestas autoritarias.

La mayor equivocación vendría de la decisión de difundir el teléfono de la periodista que firma el artículo, Natalie Kitroeff, en una forma de acoso que viola el derecho a la privacidad y pone en riesgo su seguridad, conductas inadmisibles con 43 periodistas asesinados en otro sexenio mortífero para su trabajo. La jugada fue negativa para la imagen de su gobierno y la marca candente del “presidente narco”, que sus opositores quieren sellar a su legado, dado que el choque constante con los medios erosiona su credibilidad y la de su gobierno; además de abrir tensiones con Estados Unidos y dar municiones a sus críticos allá y acá para denostarlo como un mandatario repelente a la crítica de la prensa.

Podría haber centrado su defensa en la publicación, pero ganó la desesperación de pasar de acusado a acusador. Si piensa –como ha dicho– que esos ataques de la DEA son expresión de “descomposición política” en EU y calumnias “electoreras”, cuál era la razón de entrar a combatir en un terreno minado. ¿Una represalia por involucrarlo a él y su familia sin pruebas? ¿Detener una campaña de lodo contra su imagen en medio de la sucesión y conjurar la afrenta de un Presidente que quiere pasar a la historia como el mejor del país? Cualquiera que sea la explicación, el camino de su derecho a defenderse de calumnias y acusaciones sin pruebas no es poner la autoridad moral o política del Presidente por encima de la ley, sino responder con ella.

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¿Líder mundial? Sí, ¡en violencia!/ Enrique Aranda

¿Autoridad moral? ¿Cuál, desde cuándo?...

¡Siete de las diez ciudades más violentas del mundo son mexicanas! y ello, perdón, no parece preocupar ni “quitar el sueño” a nadie; no al menos al más alto nivel del gobierno de la 4T en el que, ante el inminente final de su fallida gestión, se insiste en defender la ridícula política de abrazos, no balazos, que no ha hecho más que empoderar al crimen organizado…

Colima, la capital del estado del mismo nombre, con 140.32 homicidios por cada 100 mil habitantes, encabeza por segundo año consecutivo el ranking de las 50 ciudades más violentas que anualmente realiza el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, A.C., que preside José Antonio Ortega Sánchez y lidera el grupo de localidades nacionales incluidas en el reporte de 2023: Ciudad Obregón, Sonora, con 117.83 muertes; Zamora, Michoacán, con 105.13; Manzanillo, Colima, con 102.58; Tijuana, Baja California, 91.76; Zacatecas, Zacatecas, 88.99 y Ciudad Juárez con 77.43.

Antes, conforme a la misma fuente que cumplió ya 16 años realizando el ejercicio, Los Cabos, Baja California Sur, lideró a nivel internacional en 2017; así como Tijuana, Baja California, lo hizo en 2018 y 2019; Celaya, Guanajuato, en 2020 y la michoacana Zamora en 2021. ¡Vaya singular y vergonzoso posicionamiento! el de estas localidades que, a fuerza de ser sinceros, no hace más que confirmar el fracaso de la omisa gestión del tema de la seguridad pública que por años se ha dado en nuestro país y, más recientemente, de la ridícula, estúpida política de abrazos, no balazos del fracasado gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Ahora mismo, en efecto, y al margen las optimistas cifras que sobre el particular presume de manera cotidiana –en sus montajes mañaneros– el tabasqueño, lo cierto es que un día sí y otro igualmente vastas zonas del territorio son escenarios de “baños de sangre” producto de masacres y enfrentamientos, cotidianos también éstos, entre las diferentes bandas y cárteles del narcotráfico y peor aún, la población es víctima de toda suerte de agresiones, extorsión, plagios, robos y más, mucho más, ante la práctica inoperatividad de las autoridades responsables de garantizar paz social y respeto a los derechos de la ciudadanía.

Ahí están los datos y la estadística que, dígase lo que se diga, no hacen más que confirmar que México es ahora, lamentablemente, el país más violento del mundo.

DESCANSO

* Comprensible reacción social ante el desprecio de López Obrador hacia la normatividad más elemental en materia de respeto a la privacidad de otros al filtrar el teléfono de Natalie Kritoeff de The New York Times, el cúmulo de números de sus cercanos, su hijo José Ramón y la impresentable exregenta eco Claudia Sheinbaum, entre otros, “filtrados” ayer. Eso sí le molestó…

* No cumple dos años aún de su fastuosa inauguración en marzo de 2022 y una de las obras “insignia” de la administración saliente, el Aeropuerto ¿Internacional? Felipe Ángeles comenzó ya a evidenciar fallas. Ayer, decenas de pasajeros fueron testigos de cómo un plafón del techo del pasillo central de la terminal se desplomó y a punto estuvo de causar una desgracia…

Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.

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Desmilitarizar/Gabriel Zaid 

Reforma, 

La fuerza pública en México (militares más policías) llega quizá a 650 mil (la mitad del 1% de la población). Desglose de la estimación en números gruesos: 300 mil en Sedena, 90 mil en Marina, 40 mil en la Guardia Nacional (excluyendo asignados de Sedena y Marina), 90 mil en seguridad capitalina y 130 mil en la seguridad de los otros 31 estados.

No es mucho. Tal vez por eso la seguridad privada la rebasa: 900 mil.

La delincuencia organizada emplea 175 mil (según la estimación publicada en Science, "Reducing cartel recruitment is the only way to lower violence in Mexico", 21-IX-2023).
La militarización absurda de este sexenio es cualitativa más que cuantitativa. Consiste en disponer de los militares para encargos que nada tienen que ver con su misión. Acatan, les guste o no, porque la obediencia es un valor supremo en la vida militar. Y el presidente es el comandante superior de las fuerzas armadas.

Pero ¿les gusta? Muchos de estos encargos parecen poco gloriosos. Requieren habilidades ajenas a su vocación, preparación y experiencia. Los exponen al fracaso y hasta el ridículo; a ser vistos como incompetentes, a las acusaciones de abuso ante Derechos Humanos, a las sospechas de corrupción, a la baja deshonrosa y a que se lastime el honor de la institución, bien vista en las encuestas.

Después de las elecciones, la presidenta electa definirá su gabinete. Es el momento de sacar a los militares de los cargos ajenos a su misión, nombrando civiles.

No cabe suponer que es imposible o peligroso: que los militares están engolosinados y se resistirían a dejar las posiciones adquiridas en este sexenio. En cada cambio sexenal, los militares (como los civiles) se retiran tranquilamente y dejan su lugar a otras personas. La rotación es normal.

Para definir los nombramientos del nuevo gabinete, se barajan currículos, recomendaciones, compromisos y presiones. En el proceso de selección, se puede pedir a los posibles secretarios de Sedena, Marina y Seguridad un plan para desmilitarizar.

¿Cuáles puestos deberían pasar a civiles desde el principio del nuevo sexenio? ¿Cuál debería ser el papel de las fuerzas federales y cuál el de los gobiernos de los estados? ¿Qué hacer frente a los narcos? ¿Cómo impedir la entrada ilegal de armas al país? ¿Cómo reducir el reclutamiento o secuestro de jóvenes para servir a la delincuencia organizada? ¿Qué piensa de militarizar las prisiones federales para acabar con el negocio de la extorsión telefónica? Nada de esto supone abandonar el combate a los grupos armados al margen de la ley.

Las respuestas servirían, no sólo para calificar a los posibles secretarios, sino para obtener ideas de personas experimentadas sobre cómo enfrentarse a la inseguridad que padece el país.

Nota 1. Hay datos sobre las fuerzas de seguridad locales para Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Guanajuato, San Luis Potosí, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas. En conjunto tienen 28 mil policías para 27 millones de habitantes. Si el resto del país (fuera de la Ciudad de México) tiene la misma proporción (poco más de mil policías por millón de habitantes), hay unos 130 mil policías en los 31 estados.

Nota 2. Según el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal 2023 del Inegi (que está en la web y se refiere exclusivamente a la Guardia Nacional):
 
"Al cierre de 2022, la cantidad de personal adscrito o asignado a la Guardia Nacional fue de 104,207".

Según el presupuesto de egresos 2023 de la Secretaría de Hacienda, son 38,692. La diferencia se explica porque excluye 65,515 asignados de Sedena y Marina que cobran en su secretaría.

Nota 3. El número de ciudadanos con licencia para tener armas en su casa no llega a 20 mil. No hay números sobre la delincuencia que no está organizada ni sobre los grupos de autodefensa.
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¿Usted es de izquierda? -No he dejado de ser de izquierda, porque creo que el capitalismo es el sistema que está a punto de chingarse el planeta...JO.

'López Obrador deja un País quebrado': Joel Ortega Juárez, ex líder estudiantil y militante comunista por décadas, hace un balance de las izquierdas en el País, la 4T y AMLO.

Jorge Ricardo, reportero..

Revista R de Reforma, 25 de febrero de 2024

A sus 78 años, 61 militando en organizaciones comunistas, el ex dirigente estudiantil Joel Ortega Juárez se siente desubicado. Ya no sabe si sigue siendo comunista. "Es una buena pregunta", dice. Pero no la responde. Asegura, en cambio, que nunca ha dejado de ser de izquierda. De esa izquierda que tuvo su punto climático en el 68 pero que ha sido absorbida, tragada, acusa, por la otra. La izquierda demagógica y nacionalista, que nació con la Revolución Mexicana, que se prolongó con el PRI, perdió ante el neoliberalismo salinista y volvió al poder, asegura, con Andrés Manuel López Obrador y su nostalgia de la revolución, y su intención de perpetuarse en el poder sin importar los medios.

"En el Movimiento Democrático del 68 intentamos irle quitando poder al PRI y todo eso es lo que López Obrador quiere reconstruir con otro nombre. El 85 por ciento de los dirigentes de Morena vienen del PRI", asegura.

Ex estudiante en la URSS, ex militante Partido Comunista, creador del Movimiento Comunista Libertario, participante del mitin en Ciudad Universitaria donde descalabraron a Luis Echeverría, Ortega publica junto con el ex Canciller Jorge G. Castañeda Las dos izquierdas: Lo que nunca se contó sobre la izquierda mexicana (Debate).

El libro traza la historia y las contradicciones de esa doctrina política a la que tratan con benevolencia. "Por izquierda entendemos aquellas posiciones políticas e ideológicas que se han empeñado a lo largo del último siglo y medio en México por cambiar el estado de cosas vigente hacia otro, menos desigual, más próspero, más nacionalista, más solidario, más democrático, sin necesariamente tomar en cuenta las consecuencias imprevistas o no deseadas de sus acciones", anotan en el libro.

"La idea del libro es que en México hay la izquierda de la Revolución Mexicana, que también se podría decir la izquierda oficial que surgió con la corriente de Obregón y Calles que derrotaron a la parte popular que fueron Zapata y Villa. Esa izquierda ha gobernado el País y retomó el poder ahora con el triunfo de Morena. Es una izquierda que tiene un conjunto de ideas agrupadas en el nacionalismo estatista. Para ellos el estatismo es central. Y la izquierda independiente que existe desde 1861 cuando llega el griego Plotino Rhodakanaty y funda el Club Socialista. Eran esta mezcla de anarquismo y comunismo".

¿Además del estatismo, qué caracteriza a la izquierda de la Revolución Mexicana?

La más importante es la ideología que ha dominado la mente, la cultura, del País durante 100 años. Esta idea de que 'como México no hay dos'. Este nacionalismo chauvinista que va hasta cosas grotescas que le han hecho un gran daño al País. El PRI se encargó de convertir una cantidad de mentiras y mitos en el cemento que une a la cultura nacional. A esta izquierda le encantan los ritos, es una izquierda ritual. Celebrar el aniversario del asalto al cuartel Madera es muy barato y no hay un solo procesado por Ayotzinapa, por la Guerra Sucia. Este gobierno dice que el Ejército mexicano es pueblo uniformado porque cree que descubrió el hilo negro. ¡Todos los ejércitos del mundo incluido el de Hitler están formados por el pueblo! Está, además, la política de subsidios, que tanto presume este Gobierno. Bueno, en los Estados Unidos hay un subsidio nacional a la gente tan sólo por vivir ahí. En México, el primer político que promovió la política de subsidiariedad fue Carlos Salinas y algunos de sus funcionarios fueron recuperados por este Gobierno.

¿Qué características tiene la Izquierda Independiente?

La más importante es la lucha por la igualdad, la libertad, la democracia. Este es uno de los más desiguales del mundo desde hace 300, 400 años.

Aunque ese relato de la desigualdad es una de las banderas de Obrador.

Sí, pero no la combate. Cuando le cuestionaron por qué Carlos Slim había incrementado su capital como ningún otro, dijo literalmente, 'dinero llama dinero'. ¿Dónde está el combate a la desigualdad? Este gobierno se negó a hacer una reforma fiscal progresiva.

¿Por qué les interesó marcar esta distinción?

Porque a la izquierda independiente se la tragó la izquierda de la Revolución Mexicana, se la fagocitó. Empezó con la alianza con Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, allí comenzó en la etapa reciente, y finalmente el triunfo de López Obrador en el 2018. ¿Cuál fue el precio que pagó la izquierda? Pues que no tiene su propia independencia, no tiene sindicatos, no tiene propuesta, no tiene política. Como diría José Revueltas, es un proletariado sin cabeza, descabezado. El líder sindical de los mineros es "Napito" (Napoleón Gómez Urrutia, senador de Morena), estudió en Economía igual que yo. Su papá era el líder del sindicato minero metalúrgico durante 40 años. Ese cabrón cuando fuimos a ver a los trabajadores al local del sindicato minero nos recibieron a balazos. Pero ¿por qué nos interesó? Porque creemos que es importantísimo recuperar a la izquierda independiente.

Lento al hablar aunque chispeante ("no creas que soy un viejo chocho amargado"), Ortega, anarquista a pesar de todo, acaba sus explicaciones invariablemente en el gobierno actual. Incluso sus quejas: "Ve los libros de ese, ponen pirámides enteras y el de nosotros fue difícil editarlo".

En un séptimo piso de la Villa Olímpica, en su estudio con secciones de libros como "Comunismo" y "Mov 68", el autor de "Adiós al 68" y "Movimientos Sociales del Siglo XX", asegura que no pensaban abordar a López Obrador, sino a la izquierda. Busca centrar la entrevista en el libro, pero todas las explicaciones terminan en López Obrador. Ortega reconoce una "cultura hegemónica" que conecta a la Izquierda de la Revolución Mexicana a Cuauhtémoc Cárdenas y a López Obrador.

"Ve la foto de Cuauhtémoc Cárdenas y sus hijos con Claudia Sheinbaum. (AMLO) lo ha humillado, lo corrió del PRD, le quitó el PRD, se adueñó, se salió del PRD, creó Morena, en una marcha ordenó a la gente que le silbara a Cuauhtémoc y, sin embargo, están unidos porque hay una comunión, comparten una manera de ver el País y el mundo".

¿Qué características ve usted de la izquierda de la Revolución en el Gobierno de Obrador?

El discurso nacionalista, que en este caso es una cosa muy contradictoria. El gobierno más entreguista a los gringos ha sido este. Más que ninguno. Se dobló con el asunto de los migrantes. Bueno, Trump lo dijo públicamente: 'lo quebré'. La izquierda de la Revolución Mexicana tiene la máscara de izquierda, pero aplica una política de derecha. ¿Qué país construyó Lázaro Cárdenas? ¿Un país socialista? No. Un país completamente capitalista. ¿Por qué nombró a Ávila Camacho y no a Mújica, que era el candidato aparentemente de la izquierda de la Revolución mexicana?

Obrador dice que por zigzaguear ante la beligerancia de la derecha.

Él quiere vender la idea de que esta muchacha (Claudia Sheinbaum) no es Ávila Camacho, sino es Mújica. Pero es todavía peor, le llamaban Maximato, acuérdate. Es el colmo, ya le heredó todo el plan de gobierno, y esta dijo, 'las 20 reformas del Presidente son lo sustantivo de mi campaña'. Eso decía Francisco Franco: voy a dejar todo atado y bien atado.

En el libro anotan que a la Izquierda de la Revolución no les importan los medios para conservar el poder.

Sí, fíjate qué habilidad de Obrador. Dice 'hay que elegir a los jueces porque están entregados al gran capital, a los ladrones de cuello blanco', y propone que los candidatos salgan de 20 del Presidente, 20 del Congreso donde tienen mayoría ellos, y 20 del Poder Judicial. Eso es una elección al estilo cubano, al estilo soviético. El paquete de reformas de AMLO implica anular a los organismos autónomos, al INE, al INAI, a todos, y convertirlos como era en la época del PRI donde no había INE. Era la Comisión Federal Electoral de Gobernación la que organizaba las elecciones. ¿Quién presidía esa comisión? Manuel Bartlett. Ahí en el libro decimos algo que Porfirio Muñoz Leo me dijo a mí: si el candidato en 1988 hubiera sido Bartlett, no hay Corriente Democrática. Su candidato era Bartlett. Yo no entendía, me tardé años en entender. El que daba los registros a los partidos era el Secretario de Gobernación. Bartlett le dio el registro a Cuauhtémoc por el PARM. Eso, desde luego, que nadie, ni Cuauhtémoc, se atreve a decirlo.

¿Usted es de izquierda?

No he dejado de ser de izquierda, porque creo que el capitalismo es el sistema que está a punto de chingarse el planeta.

Bueno, el capitalismo también ha sacado a 800 millones de chinos de la pobreza.

Sí, pero nada más que ve que estamos engulléndonos el planeta. Y este actuó igual, ¡cómo se chingó la selva para llevar un Tren que no tiene ningún sentido!

Obrador ha marcado su distancia de la izquierda, porque para la izquierda el origen de la desigualdad es la plusvalía, la explotación.

Sí, según él refutó a Marx, pero también ha dicho lo contrario.

¿Entonces por qué hay esta obsesión de ubicarlo en la izquierda cuando él ha marcado su distancia?

Pues porque la cultura hegemónica sí lo considera de izquierda. Tú pregúntale a Elvira Conchero, a Encinas a Paco Ignacio Taibo a Armando Bartra, se dicen que es el más radical, que es víctima de la derecha. ¿Pero cómo va a ser víctima? Que hay un 'golpismo suave' dicen, El Fisgón y ellos. Los golpes los dan los factores de poder, la burguesía, los militares, los gringos, la iglesia. Esos cuatro elementos y ahora los narcos que están con él.

¿Cómo cree que juzgue la historia a Obrador?

Deja un país quebrado, con instituciones rotas, con un sistema de salud roto. Quiere acabar con las que crearon los movimientos democráticos. Darle otra vez todo al gobierno, al PRI, con otro nombre, pero casi hasta los mismos de entonces siguen gobernando. El Grupo Atlacomulco ya se alió con ellos, totalmente.

¿No cree usted que lo juzgarán como se juzga a la izquierda, más por sus deseos que por sus resultados?

Esta es una de las razones del libro. Si López Obrador fracasa, como ya fracasó, el desprestigio lo va a cargar la izquierda, aunque no sea de izquierda.



 

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