Crimea
siempre será de Ucrania/Yulia Timoshenko fue primera ministra de Ucrania y en la actualidad dirige el partido de la Unión de Todos los Ucranianos Patria.
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Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Publicado en español en El
País | 22 de marzo de 2014
Lo
primero y más importante: el 16 de marzo no se celebró ningún “referéndum” en
Crimea. Lo que se organizó fue una tapadera para encubrir una clara agresión
militar contra Ucrania y un intento de anexionarse parte del territorio
ucranio.
Ningún
Estado civilizado ha reconocido el resultado de ese supuesto referéndum. Fue
totalmente ilegal, y sus consecuencias legales no tienen ningún valor. Es una
gran mentira que no durará mucho tiempo.
Segundo:
Crimea siempre será ucrania, a pesar de los esfuerzos de de los ocupantes
rusos. ¡Esta es nuestra tierra y no la vamos a entregar a nadie!
En
tercer lugar, quiero dar gracias de todo corazón a quienes están defendiendo
los intereses nacionales de Ucrania en Crimea en estos días tan borrascosos.
Estoy agradecida al ejército ucranio por su espíritu inquebrantable, su
contención, su increíble heroísmo y su patriotismo. Estoy agradecida a los
tártaros de Crimea, los voluntarios y los periodistas.
Gracias
a ustedes, está naciendo una nueva Ucrania, bella y orgullosa, un país de héroes,
por más que los agresores rusos traten de impedirlo. La justicia se
restablecerá pronto.
Ruego
al parlamento ucranio que ratifique de inmediato el Estatuto de Roma para que
Ucrania pueda recurrir al Tribunal Penal Internacional de La Haya y pida al Tribunal
Constitucional ucranio una decisión sobre la compatibilidad del Estatuto con la
constitución. Ucrania debe solicitar con urgencia al Tribunal Penal
Internacional que detenga la invasión militar del país. Todos los que están
involucrados en la agresión militar deberán asumir su responsabilidad
individual ante la comunidad internacional.
Me
da pena el pueblo de Crimea, que ha sido víctima de su propia irresponsabilidad
e ingenuidad y se ha creído esta gran mentira que puede acabar sumiendo su
soleada isla en la oscuridad. El régimen ruso les demostrará que incluso en las
regiones subtropicales puede haber una noche polar, cuyo resultado será una
catástrofe humanitaria, además de consecuencias imprevisibles para los crimeos.
No habrá ningún paraíso económico. Rusia no tiene los recursos necesarios, su
economía está al borde de la bancarrota. Ahora que los principales países del
mundo han empezado a imponerle duras sanciones, el interés por Crimea y su
gente se desvanecerá.
En
cuarto lugar, me dan pena los ciudadanos rusos. Les están empujando a un abismo
totalitario de quiebra económica y espiritual que va de la mano de la pobreza y
la devastación.
Utilizando
medios degradantes e inmorales, el gobierno ruso ha destruido la idea de verdad
con su insensata propaganda en favor de la ocupación de Ucrania. Ha matado el
mito de la ortodoxia, la espiritualidad y la santidad de Rusia, el particular
papel positivo que siempre han presumido tener en la historia de la humanidad.
En lugar de ello, el mundo entero ha presenciado la agresión inmoral e
injustificada que ha cometido y que ha puesto en tela de juicio la coexistencia
pacífica de las naciones de todo el planeta.
Incluso
ha trastocado el papel histórico de Rusia en la Segunda Guerra Mundial y ha
hecho que deje de ser un país libertador para ser un país invasor. Esta derrota
moral de Rusia es mucho más trágica que cualquier posible pérdida material que
pueda sufrir debido a las sanciones internacionales.
No
obstante, debemos conservar la esperanza de que hoy esté naciendo también una
nueva Rusia. No la Rusia de Putin, sino el país que el fin de semana pasado
salió a las calles a manifestarse por la libertad. La Rusia de Andrei
Makarevich, con su lazo amarillo y azul. La Rusia de Lia Ajedzhakova, Eldar
Riazanov y Boris Grebenschchikov. Con una Rusia así, Ucrania puede tener
futuro.
Mi
quinta observación es que, en el Maidán, Ucrania optó por Europa y logró su
primera victoria en la batalla por los valores europeos al derrocar al
dictador. Hoy, a pesar de las dificultades, nuestra unidad es más sólida que
nunca. Ayer se firmó el acuerdo de asociación con la UE. Es un triunfo para
Ucrania que nadie podrá borrar. Nadie puede dudar de nuestra capacidad de resistencia
y nuestra firmeza.
¡Hemos
hecho nuestra elección, y hemos escogido la libertad!
Y
otra cosa más…
El
Maidán acabó con el despotismo criminal. El pueblo venció. Pero no podemos
bajar la guardia, porque nuestro tiránico vecino quiere conquistar Ucrania.
Somos
un pueblo pacífico que no desea la guerra. Ahora bien, si es necesario, no solo
somos capaces de defendernos. Ucrania tiene ahora, tal vez incluso en contra de
nuestros propios deseos, una misión nueva y más amplia: ayudar a poner fin a la
tiranía de nuestro vecino con nuestro poder moral y espiritual.
Ucrania
ha aprendido a ganar y cuenta con el arma más fuerte del mundo: el poder de la
voluntad, el honor, la verdad y el espíritu.
Hoy,
Ucrania es no solo el centro geográfico de Europa, sino también el centro
espiritual de la victoria de la democracia. El mundo lo ha comprendido y se ha
puesto de su lado.
El
sábado pasado, Valeria Novodvorskaya dijo que la Rusia democrática está
esperando a que el ejército ucranio la libere. Era una metáfora, por supuesto,
pero con un fondo de realidad.
Nosotros
no vamos a visitar a nadie armados de carros de combate y ametralladoras,
porque tenemos un ejército diferente. Se trata de un ejército al que no pueden
detener fronteras, trincheras, fortificaciones ni campos de minas. El ejército
de Ucrania está compuesto de libertad, democracia, espíritu y dignidad humana.
Y está ya en marcha. Ucrania ha emprendido su misión, que incluye la liberación
de Rusia.
Creo
que todo va a salir bien.
(PD):
Según la leyenda, el maestro Kano iba caminando por el bosque en invierno
cuando vio dos ramas cubiertas de nieve. Una rama, muy gruesa, se rompió bajo
el peso, mientras que otra, más tierna, se dobló para luego rebotar y arrojar
la nieve que la cubría. Así se creó el judo, un arte marcial cuyo principio
esencial consiste en fingir la sumisión para ganar. Solo fingir. Ucrania es esa
segunda rama más tierna. Seguro que en Rusia hay al menos un famoso judoca que
conoce esta parábola.)
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