Si para recobrar lo recobrado
tuve que haber perdido lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo comprobado
que lo que tiene el árbol de florido
vive de lo que tiene sepultado...”
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“...Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo
con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de las flores
y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con las otras
criaturas.
Es no saber si son ajenas o son propias las lejanas
amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente
de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir
su noche oscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía
sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre
es menos dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante no volver
a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las
manos puras.”
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“...Aunque las lenguas se interpongan entre nosotros, ya no pueden separarnos.
Porque el amor que vence al tiempo no puede estar sino a cubierto del
espacio.
Entre la dicha y mi existencia la diferencia que hubo ayer se va borrando.
El ser que nombro es el que, siendo, me da una vida sin dolor ni sobresalto."
Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1900, difunto en 1978.
Inició su carrera literaria en España y Portugal, países donde estuvo radicado por mucho tiempo.
Tiene su obra una entonación lírica y romántica influida por los poetas místicos, pero conservando su propio estilo que siempre reflejó su criterio y su forma de enfocar la belleza de la vida.
Fue miembro de la Academia Argentina de Letras.
Entre sus obras más destacadas se cuentan: «El buque», «La ciudad sin Laura, «Poemas elementales» y «Poemas de carne» y hueso».
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