16 ene 2012

Periodismo militante/Pablo Hiriart

Periodismo militante/Pablo Hiriart
La Razón, 16 de enero de 2012
La calidad del periodismo militante y dogmático, como el que practica Carmen Aristegui, es elocuente en el caso Acteal: si el ex presidente Zedillo fue denunciado por mis compañeros de causa, debe ser enjuiciado. Pero si lo denunciaron otros, entonces la acción carece de validez. Para ese periodismo el hecho no importa. Lo relevante es quién pide que se haga justicia. Es algo así como alegar que el Holocausto no existió, si lo denuncian los judíos. Y fue una realidad, si lo dicen los rusos.
Desconozco si el expresidente Zedillo tenía conocimiento o no sobre la inminencia de esa masacre. Tampoco sé si debe ser juzgado o condenado por ello.
Pero Aristegui sí sabe, y lo explica: “Independientemente de que el papel del gobierno de Zedillo en el fenómeno paramilitar y fratricida que se construyó en Chiapas en aquellos años de la rebelión debe ser procesado como se lo han pedido —ahí sí- Las Abejas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos…” (la sintaxis es de CA).
Y agrega de inmediato:
“La demanda civil presentada desde la penumbra, tiene el tufillo de quien quiere utilizar a la Corte (de Connecticut) y al caso emblemático de la matanza como el camino para saciar viejos rencores y buscar venganzas políticas contra el ex presidente Zedillo”.
Es decir, si a Zedillo lo denuncian Las Abejas, “ahí sí” procede el juicio en su contra.
Y si lo promueve un grupo disidente de la comunidad Las Abejas, entonces se trata de una venganza contra el ex mandatario.
¿Y los 45 indígenas que fueron masacrados en Acteal, que no estaban en armas, más el encarcelamiento de gente inocente por ese crimen?
Ellos no tienen relevancia para el periodismo de Aristegui.
Lo dice con todas sus letras en su reciente artículo publicado en Reforma el viernes 13 de este mes:
“La sospecha sobre las verdaderas motivaciones de la acción legal demeritan la propia demanda”, escribe la conductora estrella de MVS.
¿Ah sí? ¿De veras? Entonces “la sospecha” de las intenciones de los judíos en Palestina ¿demeritaba la acción legal contra los promotores del Holocausto?
La pregunta en el caso Acteal es si el gobierno de Zedillo entrenó y armó a indígenas en Chiapas para enfrentar a otros indígenas, como se desprende del Informe de la Fiscalía chiapaneca.
La otra pregunta es por qué, en el gobierno de Zedillo, el titular de la PGR acusó, fabricó pruebas y encarceló a inocentes por la matanza de Acteal, que once años después fueron liberados por la Suprema Corte y por el gobierno de Juan Sabines.
Nada de eso importa al periodismo dogmático y militante.

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