Miguel de la Vega
Reforma Ciudad de México (14 octubre 2013).- Se necesita mucho más que un desaire para hacerle perder la sonrisa al Dalai Lama.
"Mi mayor preocupación es encontrarme con la gente, no con los líderes del Gobierno", dice el Premio Nobel de la Paz restándole importancia al hecho de que ninguna autoridad lo va a recibir -de manera oficial- en ésta, su cuarta visita a México.
Su visita, asegura, es eminentemente espiritual: "Si tuviera algo que pedirle al Gobierno mexicano, solicitaría una audiencia con su dirigente, pero no es así".
A lo que viene, insiste, es a promover los valores fundamentales como la vía para cambiar el mundo, para mejorarlo.
- En México existe un grave problema de corrupción. ¿Cómo se puede enfrentar?
- Debido a la falta de principios morales, a la falta de respeto a los derechos de los otros y a la falta de preocupación por el bienestar del prójimo es que suceden estas cosas.
A sus 78 años, Tenzin Gyatso hace gala del vigor que lo caracteriza. Enmarca sus palabras con firmes trazos en el aire. Se ríe. Alza la voz. Mira a los ojos. Y, si puede, hace una broma.
"Ciertas personas, el Gobierno, incluso algunos líderes religiosos, tratan de hacer algo para combatirla (la corrupción), aunque luego algunos de ellos también se corrompen. ¡Jajajajaja!".
Sobre el Papa Francisco, comenta que no ha tenido un encuentro con él, pero espera hacerlo el próximo año.
'Es mi deber venir'
Sí, en efecto, el Dalai Lama irradia una fuerza especial.
Se siente en la mirada que mantiene fija en su interlocutor a través de las gafas. Se percibe en su cuerpo firme, macizo, que en nada corresponde al de un hombre de 78 años.
Pero sobre todo se percibe en esa sonrisa que se le dibuja en el rostro a la menor provocación. Una sonrisa que hace que la figura mundial se transforme en un sencillo monje budista.
- Mi jefe quisiera que habláramos de política, pero... ¿por qué no hablamos sobre la felicidad? ¿Por qué es tan difícil hoy en día creer en la felicidad?
- Depende de una su actitud mental, que se da a través del entrenamiento. Una vez que se tiene la habilidad de mantener cierto nivel de estado mental, entonces cualquier situación complicada ya no importará tanto. Incluso en circunstancias difíciles se mantener la paz mental.
- ¿Y a qué viene a México?
- Vine porque me invitaron -Jajajajaja-. Desde mi primera visita he visto el interés de la gente, varios miles de personas. Esta gente de verdad demuestra interés y atención. Es mi deber venir.
- ¿Qué quieren aprender de usted los mexicanos?
- Eso no es importante. Como he mencionado, hay 7 mil millones de seres humanos que somos básicamente iguales. Hay diferentes culturas, diferentes tradiciones. Por supuesto hay quien ve en mí una manera de aprender algo sobre una cultura distinta. Pero eso no es lo importante.
Mi propósito de venir aquí o al visitar distintos lugares no es promover los asuntos del Tibet. Es algo más simple. Es compartir cómo nuestras experiencias comunes nos pueden dar un estado de paz mental. Y cómo manejar episodios de ira, apego y miedo.
Valores que no valen
En esta su cuarta visita a México, Tenzin Gyatso -nombre oficial del Dalai Lama- tiene una agenda apretada.
Ayer
impartió una conferencia -"Más allá de la religión: cultivando un sentido
de responsabilidad universal"- a la que asistieron 20 mil personas.
Hoy dará
una plática gratuita para estudiantes, mañana estará en León, Guanajuato; y el
miércoles en Zacatecas.
- ¿Qué clase de valores se deben promover en la
educación?
- Es muy claro que el sistema educativo actual
está orientado hacia valores materiales. Por eso toda una generación que fue
educada con esta visión, naturalmente, no le pone atención a los valores
internos (espirituales). Consideran que mientras más cosas materiales tienes,
más exitoso y feliz eres. Eso está completamente equivocado.
- En México, ahora mismo se habla de violencia,
crisis económica, impuestos... ¿Cómo hablar de la felicidad, del sentido de la
vida?
- De nuevo. La violencia también llega al pobre y
al rico, debido a la falta de principios morales, a la falta de un sentido del
bienestar de los otros. Necesitamos luchar durante largo tiempo para acabar con
estas cosas. Mientras, ciertas personas, el gobierno, incluso los líderes
religiosos, creo, tratan de hacer algo para combatirla... aunque luego algunos
de ellos también se corrompan. Jajajajaja.
- ¿Qué piensa del Papa Francisco?
- Aunque no lo he conocido, he escuchado de él.
Creo que una vez en Argentina lo conocí, no lo sé. Espero verlo en el futuro.
Tal vez el próximo año.
- ¿Qué le dice a quienes sufren de la violencia, a
las víctimas de la crisis económica?
- Que tengan confianza en sí mismos. Un evento
triste te desmoraliza y te desmotiva, lo cual es el verdadero peligro. No deben
sentirse así, porque esto te acarrea más problemas y situaciones tristes. Por
más grande que sea el problema, por más triste que sea, deben mantener la
confianza en sí mismos. Enfrentar las cosas con valor y mirarlas con una visión
a largo plazo. Eso es lo importante.
- ¿Cómo nos podemos entrenar para tener esa
autoconfianza como Nación?
- Si se comprometen con principios y lleva una
vida transparente, entonces, podrán mantener su lucha. En mi caso, por ejemplo,
cargué con la responsabilidad del problema del Tibet desde los 16 a los 76
años. Cargué con eso y luego me retiré (en 2011) de las responsabilidades
políticas. En esos 60 años hubo muchas dificultades, muchos problemas, pero
nunca perdí la esperanza ni la fe. Siempre las mantuve. Cuando más grande es el
reto, mayor debe ser el entusiasmo.
- ¿De verdad nunca pensó en renunciar? En decir
"ya no quiero esto".
- Dejé las responsabilidades políticas. No sólo
soy el que se retiró, sino también una tradición de cuatro siglos. Es decir,
una institución de cuatro siglos en la que el Dalai Lama automáticamente se
convertía en la cabeza del Tibet y que ahora ha terminado formalmente, para
abrirle paso a la democracia.
Entonces la
preservación de la cultura tibetana y de los valores humanos es la base de mi
vida. Esto lo siento como un servicio a la humanidad. Creo que todo ser humano
tiene la responsabilidad moral de promover los valores humanos y la búsqueda de
armonía.
- ¿Pero quién acepta esa responsabilidad?
- Cada individuo puede hacer su contribución,
promover los valores humanos y la armonía. Así que hay la posibilidad de hacer
algo y tú debes de sentir esa responsabilidad.
- Actualmente hay un problema: cada quien tiene
sus valores. No parece haber acuerdo sobre cuáles son los valores a seguir. Los
integristas islámicos tienen los suyos, el Tea Party...
- Es útil distinguir dos niveles de valores: el
primero es el nivel fundamental, el cual es el mismo para todos los seres
humanos. En el segundo nivel: diferente fe, diferente nación, diferente
cultura, diferentes razas.
Incluso en
la misma fe y en la misma nación hay diferencias: están los pobres y los ricos;
hay gente educada y gente sin educación. ¡Hasta hay diferentes partidos! Así
que los valores en ese nivel son muy distintos. Lo importante es que debemos
enfocarnos en el primer nivel, el de los valores fundamentales, en vez de darle
más importancia al segundo nivel, en el que hay tanta variedad de valores.
Sin agenda política
De acuerdo
con la cultura tibetana, el Dalai Lama es la encarnación de Avalokitesvara, el
Buda de la Compasión. En los hechos es también el mayor dolor de cabeza de
China.
Desde que
en 1959 encabezó el exilio de 80 mil tibetanos, el Dalai Lama ha luchado por
recuperar el territorio que les arrebató entonces Mao Tse-tung.
Cada vez
que el líder espiritual del Tibet visita algún país, desde Pekín surgen todo
tipo de presiones para que no se le dé el trato con honores que le corresponde.
De ahí que
en su primera visita a México, sí fue recibido por el entonces Presidente
Carlos Salinas de Gortari. En la segunda, tuvo un encuentro público con
Santiago Creel, en esos días secretario de Gobernación, y con la primera dama
Marta Sahagún.
Para la
tercera visita, fue recibido en Los Pinos por Felipe Calderón Hinojosa.
- ¿No echa de menos tener contacto con el Gobierno
mexicano en esta su cuarta visita?
- ¡No! Así son mis viajes, quizá con excepción de
cuando estuve en Washington o en Brasil. Y, claro, cuando tenía las responsabilidades
políticas, había una agenda política.
Ahora, a
cualquier lado que voy, mi agenda es no política y mi mayor preocupación es
encontrarme con la gente, no con los líderes del gobierno. Si tuviera algo que
pedirle al Gobierno mexicano, entonces pediría una audiencia con su dirigente.
Pero no es así.
- Hace dos años me dijo que tenía cierta esperanza
de que la situación del Tibet cambiara, en función de la postura china.
¿Realmente ha habido una mejoría? ¿O están peor que entonces?
- Ninguna mejoría. Pero hay señales de que puede
haberla. Hemos vistos distintas señales de que su nueva dirigencia piensa de
manera más realista.
Antes
creían únicamente en el uso de la fuerza para alcanzar sus objetivos. Hoy, el
nuevo liderazgo chino tiene las mismas metas, pero recurre a métodos menos
violentos.
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Pide Dalai Lama armonía interreligiosa
Adriana Alatorre
Ciudad de México
(12 octubre 2013).- El mundo debe luchar por promover la armonía
interreligiosa y evitar que una filosofía cree antagonismos, propuso el Dalai
Lama.
Para el
Premio Nobel de la Paz, es triste que en la historia se desarrollen conflictos interreligiosos,
derivados de problemas entre diferentes tradiciones espirituales, pero, dijo,
grandes personas como el Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta
impulsaron la armonía entre las distintas visiones y tradiciones.
"Tenemos que luchar y promover esa
armonía interreligiosa. Si bien hay diferencias filosóficas, no deben crear
antagonismos entre las personas que profesan esas religiones", dijo el
religioso Tenzin Gyatso.
Durante un
diálogo interreligioso en la Universidad Pontificia de México, el Premio Nobel
de la Paz detalló que las distintas fuerzas espirituales tienen sus puntos de
vista, pero el sentido de esto es crean una convicción que le da a los
practicantes la posibilidad de desarrollar cualidades humanas.
Destacó que
en una comunidad pueden convivir cristianos, musulmanes e hinduistas, como en
la India, sociedad que funciona en forma armoniosa.
"La
armonía entre las religiones proveerán su objetivo que es la paz interior y se
logrará la paz de la sociedad", aseguró.
En el
mundo, añadió, hay 6 mil millones de personas, de las cuáles mil millones no
son creyentes, y sólo con un buen ejemplo se podrán atraer a cualquier
religión.
"De
qué manera podremos servirlos o convencerlos, cuando entre nosotros nos estamos
peleando, por eso es indispensable lograr esa armonía religiosa", explicó.
En el
evento durante el cual se develó una placa en la Universidad, expuso que el
hecho de tener fe es decisión del individuo y debe practicar la religión de la
forma correcta, pues ocurre que durante un servicio las personas se comportan
espiritualmente, pero fuera se olvidan de su fe.
"La
tradición espiritual significa comprometerse con los principios de esa
filosofía", planteó.
Hora de publicación: 13:12 hrs.
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