25 dic 2011

El caso Clouthier

Decisiones antidemocráticas/Jesús Cantú
Proceso # 1834, 25 de diciembre de 2011
La decisión del Comité Ejecutivo Nacional del PAN de negarle el registro a Manuel Clouthier a fin de competir como precandidato externo para integrar la fórmula al Senado en Sinaloa, y la respuesta de éste a los argumentos que esgrime la dirigencia partidista, ponen sobre la mesa dos asuntos que Acción Nacional no puede resolver desde su arribo a la Presidencia de la República, en diciembre de 2000: los procesos de selección de los candidatos a puestos de elección popular y su rol como partido en el gobierno.
Particularmente en este proceso electoral el PAN vive un desaseado y atropellado proceso de selección interna de sus candidatos, lo cual se refleja en que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ya corrigió varias de sus decisiones y, a juzgar por sus intentos de estrechar las vías democráticas, todo indica que todavía faltan algunas más.
Su primer tropiezo lo sufrió en noviembre pasado, cuando el Tribunal le ordenó motivar adecuadamente su decisión de recurrir a la designación directa para la selección de los candidatos a diputados federales en 141 de los 300 distritos federales uninominales y a 24 de las 32 fórmulas para senadores de mayoría relativa. El 18 de noviembre, dos días después de la decisión del Tribunal, el PAN reiteró su decisión pero únicamente en 42 distritos y en tres fórmulas de senadores, entre los que se encontraban todos los puestos de elección popular federal en Nuevo León y Tamaulipas.

El pasado sábado 17 el Tribunal volvió a enmendarle la plana a los blanquiazules al dejar el procedimiento de designación directa únicamente en el caso de las candidaturas de Nuevo León y revocarlo en los casos de Tamaulipas, Oaxaca, Chihuahua, Distrito Federal y Guanajuato.

En el proceso de selección del candidato presidencial, desde que se empezaron a manifestar abiertamente las aspiraciones de los distintos interesados, se definió que la selección se realizaría mediante la elección entre miembros activos y
adherentes; sin embargo los esfuerzos de Gustavo Madero, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de dicho partido, se enfocaron a disminuir el número de precandidatos a dos o máximo tres, lo cual implicó presionar a diversos aspirantes para que declinaran.

Además de las declinaciones voluntarias, la instancia interna le negó el registro a Javier Livas y Luis Paredes con el argumento de que incumplieron el requisito de acompañar su inscripción con 30 mil 804 firmas de miembros activos.

Los reveses en las instancias jurisdiccionales y la canalización de los esfuerzos de la dirigencia en disminuir el número de precandidatos reducen las posibilidades de aprovechar el hecho de que el blanquiazul es el único partido que realiza un proceso de selección interna, porque la imagen que se transmite es la de procesos limitados, controlados y no democráticos.

Esta percepción en la opinión pública se acrecienta por la negativa del CEN panista al registro de Clouthier Carrillo; la razón que esgrimen, en una extensa carta que le envió la secretaria general del PAN, Cecilia Romero, es por sus críticas al partido y al gobierno.

En febrero de 2010 Clouthier Carrillo, quien en 2009 llegó a la Cámara de Diputados dentro de las listas plurinominales del PAN, expresó severas críticas a la lucha contra el narco del actual gobierno federal, particularmente porque en su estado natal no se manifiesta el combate contra el cártel de Sinaloa (Proceso 1737). Tras conocer la decisión de la dirigencia blanquiazul, Clouthier manifestó que él no ha criticado al PAN, que cree en los principios que enarbola y anunció que interpondrá los recursos jurídicos a su alcance para ser admitido en la contienda interna.

En entrevista telefónica con el Grupo Reforma señaló: “Es muy diferente criticar al gobierno que criticar al partido. Al gobierno yo creo que todos los ciudadanos lo debemos criticar y exigirle, porque eso es lo que nos va a hacer que tengamos mejores gobernantes”. Lo cual complementó en una declaración al periódico Noroeste, de Sinaloa: “Ellos plantean que al criticar al gobierno estoy criticando al partido, con una gran confusión, como lo había en el vejo régimen priista, cuando se confundía al PRI-gobierno, el concepto de partido de Estado”.

El PAN funcionaba bien como partido de oposición, pero como partido en el gobierno no encuentra su posición, pues en los dos aspectos señalados al inicio parece retomar las prácticas del régimen autoritario: designación de candidatos por la vía del dedazo presidencial, así sea por interpósita persona; y su actuación como partido del gobierno.

La intromisión presidencial en la designación de candidatos se agudizó en el actual sexenio y es una de las razones del fracaso del PAN en algunas de las elecciones de gobernador. A pesar de ello persisten en su decisión, como es evidente con lo expresado en los párrafos previos.

Respecto a su rol como partido en el gobierno, el PAN no logra comprender que como instituto político debe vigilar que la actuación de los gobernantes emanados de sus filas se apegue a los principios y postulados del partido y sean acordes con su plataforma electoral y sus propuestas de campaña. En los casos en los que así suceda, deben respaldar firme y comprometidamente sus acciones y decisiones; pero en los que esto no sea realidad, deben exigirle la rectificación o deslindarse de las mismas. Como partido del gobierno, simplemente siguen las instrucciones de sus gobernantes y respaldan, sin ningún análisis, todas sus iniciativas y acciones gubernamentales; hasta hoy el PAN actúa como partido del gobierno.

Esta confusión los lleva a rechazar acríticamente cualquier cuestionamiento al gobierno y optar por recurrir a las formas autoritarias para cerrarle el paso a las voces incómodas, antes que correr el riesgo de que los militantes blanquiazules de Sinaloa decidan respaldar la candidatura de Manuel Clouthier al Senado.

La incapacidad del PAN para resolver estos dos asuntos y su apego a las tradiciones autoritarias son de los mayores obstáculos a la construcción de la democracia en México.

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