14 abr 2015

Genocidio armenio, Turquía replica con dureza a histórica posición papal

 
 
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, le respondió duramente al papa Francisco por el reciente sermón en el que hizo mención al "genocidio" armenio, un término que Ankara rechaza.
"Condeno al Papa y quiero advertirle. Espero que no vuelva a cometer un error de este tipo", dijo Erdogan en un discurso ante representantes de la Asociación de Exportadores de Turquía, transmitido en directo por la cadena NTV.
"Cuando los políticos y los religiosos asumen el trabajo de historiadores, no dicen verdades, sino estupideces", añadió el presidente turco.
 
 
 
04/13/2015
Genocidio armenio, Turquía replica con dureza a histórica posición papal
Ya Juan Pablo II había reconocido la masacre del pueblo armenio como un “genocidio” y no casualmente Francisco optó por citar una declaración conjunta firmada en 2001 por el Papa polaco y el catholicos Karekin II
 Andrés Beltramo Álvarez
 Ciudad del Vaticano
Turquía replicó con irritación y dureza. La embajada de ese país ante la Santa Sede calificó de “inaceptables” y “una calumnia” las palabras del Papa, que este domingo definió la matanza de los armenios de 1915 como “el primer genocidio del siglo XX”. Una reacción previsible, considerando la consolidada postura de Ankara que propone un revisionismo histórico, mientras Armenia empuja hacia un nuevo escenario que le permita alcanzar soluciones políticas. Con una apuesta concreta: el desbloqueo de las fronteras.
 “El genocidio es un concepto jurídico, las reivindicaciones no satisfacen los requisitos de ley, aunque se busque explicar sobre la base de una difundida convicción, siguen siendo calumnias”, indicó, la mañana de este lunes, una nota de la embajada turca la cual sostuvo que, durante la misa por el centenario de los mártires armenios celebrada por Francisco en la Basílica de San Pedro, “la historia fue instrumentalizada para fines políticos”.
 “El Papa, en su declaración, se refiere a los trágicos eventos que han tenido lugar en Bosnia y en Ruanda como ‘homicidios de masa’, que son reconocidos como genocidios por los tribunales internacionales competentes. Él, empero, llama los eventos de 1915 un ‘genocidio’ no obstante la ausencia de tal sentencia del tribunal competente. Esto es significativo. No es posible explicar esta contradicción con los conceptos de justicia y de conciencia”, añadió.
En Roma ya se esperaba la réplica de Ankara. Desde hace varios días la diplomacia turca estaba preparada para reaccionar. La embajada ante la Santa Sede había convocado una conferencia de prensa para el domingo, poco después de la misa del Papa. Pero el viernes fue suspendida y su titular, Mehmet Pacaçi, llamado a su país para consultas.
La “irritación” del gobierno turco la expresó el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, al nuncio apostólico Antonio Lucibello, convocado de urgencia el mismo domingo. Mientras el mismo ministerio definió las palabras de Bergoglio “lejanas de la realidad legal e histórica”.  
Pero Francisco sólo dio seguimiento a una histórica posición papal, ya puesta por escrito el 9 de noviembre de 2000 por Juan Pablo II y el Catholicos Karekin II, jefe de la Iglesia apostólica armenia. Un año después, ambos firmaron una declaración conjunta que incluyó la expresión: “El exterminio de un millón y medio de cristianos armenios, que generalmente es definido como el primer genocidio del siglo XX”. 
Aquella misma frase adquirió un valor de definitivo reconocimiento al ser citada por el Papa en la basílica vaticana. No sólo por el lugar, sino también por el contexto litúrgico puntual. Una misa solemne llena de gestos simbólicos: La declaratoria del santo armenio Gregorio de Narek como “doctor de la Iglesia”, para presencia de los patriarcas y del presidente, los cantos de la tradición armenia. Incluso el librito para seguir la celebración incluyó el título “Misa por el centenario de los mártires armenios”, por voluntad directa del pontífice. 
La convicción de Jorge Mario Bergoglio sobre la gravedad del genocidio armenio viene de su tiempo como arzobispo de Buenos Aires, explicó al Vatican Insider Alberto Djeredjian, presidente del Centro Armenio argentino y organizador de una delegación de 200 integrantes de esa comunidad que viajaron al Vaticano para la misa.
“Cuando él Papa era el primado de la Iglesia católica en la Argentina estaba muy cerca de nosotros y siempre adhirió al reclamo del genocidio armenio. Para nosotros no es una novedad. La misa en homenaje a los mártires es un elocuente mensaje que el Papa nos da. No creo que haga falta decir nada más”, señaló. 
“Los acontecimientos que se produjeron son ampliamente conocidos, los nombres que les queramos poner es una cuestión menor frente a los hechos. Hubo delitos de lesa humanidad. Murió un millón y medio de personas, fue una decisión del Estado aplicar una política de exterminio”, agregó.
Sostuvo que el centenario impone la reflexión sobre cómo se puede resolver un asunto pendiente, de la manera más justa. Consideró que Turquía aplica una “estrategia de dilación” al proponer un “revisionismo histórico” porque, quizás, le resulta difícil cambiar de posición después de tanto tiempo. 
Y avanzó: “Desbloquear las fronteras sin condicionamientos podría ser un paso importante, que permitiría dar sucesivos pasos a partir de ahí. El Papa podría llegar a ser un mensajero que establezca puentes y lazos. Su compromiso con la solución de conflictos nos invita a pensar que él podría ser una persona que facilite esta solución. A Turquía eso le abriría muchas puertas y para Armenia representaría el reconocimiento de los abusos que padeció”. 
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Andrés Beltrano entrevista a primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina
 habla al Vatican Insider sobre la polémica en torno al genocidio armenio y la reacción turca ante el reconocimiento del Papa Francisco
Vatican Insider, 14 de abril de 2015
 “El Papa no es Obama para achicarse”. Kissag Mouradian, arzobispo primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina, estaba seguro desde el principio que Francisco usaría el término “genocidio armenio”. Y sabía que el gobierno turco iba a responder con dureza. En entrevista con el Vatican Insider explicó porqué Ankara insiste en negar el exterminio sistemático y planeado contra ese pueblo, perpetrado por el Imperio Otomano en 1915.  
-¿Qué tan importante es la comunidad armenia de Argentina en la diáspora?
La importancia de la comunidad armenia en Argentina está en las escuelas, todavía a través de las escuelas podemos preservar las tradiciones, el idioma, la religión y la historia. En otras partes, como Francia y Estados Unidos, quizás tienen mayor poder económico pero no tienen las estructuras que tenemos nosotros. Ellos tienen las iglesias y no las escuelas, en cambio nosotros tenemos planteles educativos desde 1927.
¿Cómo era la relación de ustedes con el cardenal Bergoglio?
Nos conocimos cuando él era obispo auxiliar de Buenos Aires y después fue elegido como cardenal primado de Argentina. Ahí empezamos con encuentros ecuménicos, oraciones y celebraciones que continuaron cuando fue arzobispo.
¿El siempre tuvo la convicción del genocidio armenio?
Claro. Nosotros todos los 24 de abril tenemos una ceremonia en la catedral metropolitana de Buenos Aires donde está una cruz de piedra y hacemos el responso. La primera vez que él presidió esta ceremonia habló del genocidio y pidió a Turquía que reconozca este crimen, para mejorar la situación en los dos pueblos, tanto el armenio como el turco. Pero la negación es una política turca porque ellos saben muy bien que después del reconocimiento viene la segunda parte, que es discutir los temas territoriales.
Entonces ¿es un problema geopolítico?
Así es. Porque no perdimos solamente vidas. No es tema de un millón y medio o dos millones de masacrados. Ellos no van a volver, el tema es que devuelvan el territorio donde esas personas vivían. Esos espacios no eran turcos, sino que formaban parte de nuestra patria. Mi opinión personal es que ellos no quieren reconocer la existencia del genocidio para no llegar a ese momento del reclamo territorial. Por eso nuestro lema para en este centenario es “memoria y reclamo”, porque no basta solamente el recuerdo.
¿La misa solemne en San Pedro la percibieron como un definitivo reconocimiento al genocidio?

Si, por eso los turcos están enojados con el Papa. Pero buscar justicia no es irritar, y desgraciadamente nosotros sabemos que la justicia nunca se regala, la justicia siempre se consigue. Cuando hablamos de problemas territoriales, de reclamo, de historia, muchas veces las cosas vienen con sangre, desgraciadamente. Por el momento no nos mueve el espíritu revanchista sino buscar la justicia.

¿Ese fue el sentido de la misa?

Así es, buscando siempre la justicia, si no el otro camino es la guerra pero no queremos ni la guerra, ni la violencia. Si hay formas para solucionar pacíficamente un diferendo, el primer reclamo es que se reconozcan los crímenes. Si yo te saco de tu casa y tomo lo que es tuyo, no hay forma de hablar si estoy negando todo.

¿No ven posibilidad de cambio en la postura turca?

Turquía ha intentado tapar el centenario del genocidio, pero la realidad del genocidio armenio es más fuerte que cualquier otra cosa. Por eso no funcionó la estrategia de (Recep Tayyip) Erdogan, (presidente turco) y desgraciadamente no se puede tapar el crimen, porque hubo una injusticia que no ha tenido su reparación. Entonces empecemos por ahí. A final de cuentas negar también es aceptar, yo niego algo de lo cual dudo su existencia. Si no hubiese habido nada, ¿qué puedo negar?

¿El Papa no sabía que sus palabras podían irritar a los turcos?

El Papa nunca se preocupa si molesta o no molesta a alguien, lo importante para él es la justicia y la verdad, siempre estuvo con estos dos valores. Francisco no es (Barack) Obama para achicarse, el presidente de Estados Unidos tiene sus problemas políticos, sus intereses y puede achicarse, él prefiere usar la palabra armenia “metz yeghèrn”, que significa “la gran matanza”, pero gran matanza no significa genocidio, conceptualmente hay una diferencia entre ambas.

¿Qué esperan después de este paso?

Ante todo nosotros debemos preservar nuestra identidad, si no me reconozco a mi mismo no voy a reconocer mis problemas. Debemos seguir manteniendo nuestra conciencia de ser armenios y cristianos, de defender una causa. Esa causa no termina con el recordar y reparar a quienes fueron martirizados, se termina sentándose a hablar sobre la cuestión geopolítica, sobre el reclamo real. Nosotros vamos a seguir en esa brecha, mantendremos la realidad y la verdad, mientras ellos no reconozcan esa verdad van a seguir con la misma culpa que sienten, una culpa que están tratando de negar permanentemente. 

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04/14/2015
Aram I: los armenios no fueron exterminados porque fueran cristianos
Gianni Valente
Los filósofos griegos decían que ni siquiera Dios podía cambiar el pasado. Y la reacción de Turquía ante las palabras de Papa Francisco sobre el genocidio de los armenios deja ver un intento para ocultar y cancelar un exterminio planificado del que existen pruebas documentales inconfutables. Lo explicó a Vatican Insider el Catholicos armenio apostólico Aram I, Catholicos armenio de la Gran Casa de Cilicia, mientras continúan las reacciones turcas contra las frases que pronunció el obispo de Roma durante la liturgia del domingo pasado. Según el líder del Catholicosato de la Gran Casa de Cilicia, que participó en la ceremonia en la Basílica de San Pedro, los cristianos occidentales deben manifestar en esta época, «de forma tangible y concreta», su cercanía con los cristianos del Medio Oriente. Pero, añade Aram I, «no estoy diciendo que es necesario promulgar nuevas Cruzadas. Nosotros estamos en contra de esto».
Santidad, Turquía reaccionó con virulencia a las palabras del Papa sobre el genocidio armenio. ¿Tiene legitimidad esta reacción?
La dinámica de la reacción nunca es buena, y no lleva nunca a las personas por la vía de una solución positiva de los problemas. Si Turquía quiere afrontar seriamente la cuestión del genocidio armenio, debe dejar a un lado sus reacciones y tomar la iniciativa. Tarde o temprano, tendrá que reconciliarse con la propia historia. Y si esto sucede, también habrá una reconciliación con el pueblo armenio. Porque pueden existir interpretaciones y profundizaciones sobre muchos eventos individuales. Pero el genocidio armenio no es ninguna ficción. Es historia, y nadie puede negar o cambiar la historia.
Turquía dice que no se puede usar la palabra genocidio, que surgió en el lenguaje jurídico internacional en 1948...
Del genocidio armenio hay prueba inconfutables. Están los documentos, las verificaciones, los testimonios de testigos oculares, los informes de los diplomáticos de la época. Y las investigaciones de legiones de historiadores, en su mayoría no armenios. Todos dicen lo mismo: fue un verdadero genocidio. Y la intención fue genocidiaria. Querían exterminar al pueblo armenio, cancelar de la historia y de los mapas todo lo que fuera armenio. La diásposa armenia es enorme. En la nación que se llama Armenia actualmente hay 3 millones de habitantes, mientras otros 8 millones viven en diferentes países. ¿Quién creó esta diáspora? No decidimos nosotros convertirnos en una diáspora. Incluso la diáspora armenia es en sí una constatación de lo que fue un genocidio en el sentido real y también jurídico de la palabra.
También las reacciones turcas recurren al arsenal del enfrentamiento religioso entre el islam y el cristianismo. Dicen que el Papa hizo una discriminación al hablar solo de los sufrimientos de los armenios cristianos, ignorando a los turcos musulmanes...

Yo creo que tratan, deliberadamente, de plantear la cuestión en un marco erróneo, discutible y peligroso. Lo que les sucedió a los armenios, en el genocidio, no fue planificado porque los armenios fueran cristianos. Lo que lo provocó fue la ideología panturca, el panturanismo que inspiraba las estrategias políticas y los planes de los Jóvenes Turcos. Y los armeniso eran el mayor obstáculo para llevar a cabo ese proyecto turco concentrado en la afirmación de la etnicidad turca. La simple presencia de los armenios era un obstáculo para este proyecto. Por ello planearon el genocidio. EL factor religioso, como máximo, sirvió de instrumento ideológico. Y ahora lo hacen también: están usando la religión, tratando de irritar la actual hipersensibilidad en las relaciones entre el islam y el cristianismo. Y esto es inaceptable.

El Medio Oriente sufre por conflictos sectarios. Usted que vive allí, ¿ha comprendido qué es lo que está pasando verdaderamente?

Hay muchos factores que han llevado a la situación en la que nos encontramos. Está el conflicto entre chiitas y sunitas. Y luego hay muchas naciones guiadas por regímenes dictatoriales, y la gente está cansada de vivir bajo estos regímenes opresivos. En muchos países hay problemas económicos tremendos, con pequeñas minorías muy ricas rodeadas de masas de miserables, y esto crea tensiones entre los que tienen demasiado y los que no tienen nada.

Y luego están los flujos de armas y dinero, como dice el Papa.

¡Claro! Esta gente se mata con armas. ¿Quién se las dio? Ellos responden que las compraron... y entonces, ¿quién les dio el dinero? En este contexto, a menudo los que pagan un mayor precio son los cristianos, pocos e inermes. Pero seguimos siendo una parte integral e inseparable de las sociedades del Medio Oriente. Algunos cristianos se han ido, pero otros se han quedado. Y las Iglesias comparten la decisión de pedir a los cristianos que se queden. El cristianismo no puede ser presentado por nadie como un elemento extranjero en un país en el que vivimos desde siempre.

¿Qué puede ayudar a los cristianos a superar este tiempo de prueba?

Conociendo todos los problemas y las necesidades de nuestros pueblos, nos damos cuenta de que muchas urgencias van simplemente mucho más allá de lo que puede hacer la Iglesia. Debemos ser realistas. No podemos resolver nosotros todos nuestros problemas. Por ello, el enfoque posible y necesario es un enfoque pastoral. Acompañar a nuestro pueblo, tratar de estar con él, ayudarlo a permanecer unido en medio de los problemas en los que está sumergido. Por otra parte, en este momento la solidaridad de nuestros hermanos y hermanas que viven en el Occidente y en todo el mundo es muy importante. Es tiempo de que la Iglesia en Occidente exprese de manera más concreta y tangible su cercanía con los cristianos del Medio Oriente.

Hay quienes, en nombre de la defensa de los cristianos, proponen y justifican incluso posibles intervenciones militares...

No estoy diciendo que sea necesario promulgar nuevas Cruzadas. Nosotros estamos en contra de esto. Es necesario encontrar vías cristianas para expresar la cercanía a los cristianos del Medio Oriente. Debemos evitar los dos extremos. El extremo de los que se agitan y dicen que hay que hacer algo e ir al Medio oriente para proteger a los cristianos. Y el extremo opuesto, del inmobilismo que se convierte en indiferencia. Todos deben ver que los cristianos en el Medio Oriente no han sido abandonados. Que son parte de una sola Iglesia de Cristo, que forman parte del único Cuerpo de Cristo. Y este mensaje debe ser enviado a los líderes políticos y religiosos del Medio Oriente. Y este mensaje debe ser enviado por líderes religiosos y políticos de Occidente. No se trata de hacer presiones ni de usar lenguajes amenazadores, sino decir: nosotros somos hermanos, vivimos en diferentes partes del mundo, pero pertenecemos los unos a los otros, y nos queremos los unos a los otros. Porque todos pertenecemos a Cristo. Este sentido de comunión puede ser expresado de formas diferentes. Es lo que está haciendo el Papa.

Y a nivel político, qué deben hacer las potencias regionales y globales?

 

Si las potencias occidentales quieren ser serias en relación con el Medio Oriente, deben ayudar a los pueblos y a los líderes políticos y religiosos a comprometerse en procesos de construcción nacional. Y para ello deben repetirles que cada ciudadano, cristiano o musulmán, es igual ante la ley, y que tiene los mismos derechos y responsabilidades.

 

Papa Francisco ha hablado muchas veces sobre el ecumenismo de la sangre. Mientras tanto los cristianos del Medio Oriente siguen divididos. ¿Cuáles son los obstáculos que impiden la plena comunión, incluso sacramental, entre quienes comparten la misma fe?

La unidad de los cristianos para nosotros es una meta hacia la que debemos ir irrenunciablemente. Estamos involucrados en un diálogo teológico alrededor de temas controvertidos que en el pasado provocaron la división, para verificar si mediante un proceso se puede llegar a una convergencia. Y luego está el nivel de la vida cotidiana. Hay muchos campos y muchas cuestiones en los que las Iglesias pueden actuar juntas y expresar, ahora, su unidad.

Por ejemplo...

Le propuse al Papa que podía ser una buena idea fijar una fecha común para celebrar a los mártires cristianos. El día de todos los mártires, como celebramos el día de todos los santos. Y luego, encontrar cada año una fecha comúnpara celebrar la Pascua, y acabar de una vez con la celebración separada entre las Iglesias que siguen el calendario juliano y el gregoriano. La Iglesia armenia es una Iglesia flexible, abierta, ecuménica. Una Iglesia que desea verdaderamente la unidad visible de las Iglesias.

¿Cómo puede ayudar el Papa en esto?

Me gusta mucho el estilo que Papa Francisco ha dado a su ministerio pontificio. Cuando me reuní con él por primera vez, el año pasado, le dije que en muchos aspectos nuestras Iglesias, las Iglesias más antiguas, y particularmente las Iglesias católicas y ortodoxas, se han institucionalizado demasiado. Y la institución acaba por mantener a la Iglesia en límites congelados. Pero la Iglesia es esencialmente la comunidad que reza y confesa la fe en Cristo. Por esto me ha dado mucho consuelo lo que el Papa ha comenzado a hacer. Y creo firmemente que esta es nuestra responsabilidad común. El título de uno de mis libros es “For a Church beyond its Walls”, “Para una Iglesia más allá de sus Muros”. Y esto puede favorecer un tipo de ecumenismo concentrado en el pueblo de Dios, y orientado hacia el pueblo de Dios. El ecumenismo al que estamos acostumbrados está hecho de instituciones, comités, programas de los que se ocupan personas seleccionadas. Yo creo que nosotros debemos desarrollar nuevos modelos y estilos de ecumenismo, con metodologías que ayuden a que el ecumenismo sea confiable e incisivo. Creo que tenemos que trabajar todos juntos en esto, incluidos los cristianos protestantes.

Usted vive en Líbano. Un país que, hasta ahora, no se ha visto afectado por las convulsiones de la región.

Líbano es un país de comunidades. Hay 18 comunidades religiosas y étnicas. Hay divisiones entre partidos, orientaciones políticas... Cuando en una familia hay muchos hijos, puede implicar ciertos problemas. Nosotros somos como una familia con 18 hijos. Pero todos los hijos sabemos que pertenecemos a una sola familia. Y esta familia se llama Líbano.

 

 

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