PREGUNTA: Muchas gracias, presidente. Nayeli Roldán, de Animal Político.
De acuerdo con el informe trimestral de gasto de la Secretaría de Hacienda se tenían previstos mil 400 millones de pesos para programas de atención en salud y medicinas a las regiones más pobres del país, a los más desfavorecidos, sin embargo, no se ha entregado un solo peso de ese presupuesto.
Esto finalmente detonó, como todos sabemos, en la renuncia ayer del director del IMSSS, Germán Martínez, pero la pregunta es: ¿cómo explicar?, ¿cuál es la razón?, ¿a qué obedece que durante cinco meses se haya decidido retener recursos públicos para un programa de esta naturaleza, presidente?
PRESIDENTE: No hay retención.
INTERLOCUTORA: En la cuenta pública, está en los informes de Hacienda, están en ceros la entrega.
PRESIDENTE: Hay que aclararlo, se están transfiriendo todos los fondos.
Miren, el presupuesto de salud lo ejercen casi en su totalidad los gobiernos estatales, porque son transferencias que hace la Federación a los estados, a través del Seguro Popular, que es un fondo que manejan los gobiernos estatales.
En el caso del Seguro Social su financiamiento tiene que ver básicamente con las cuotas, es decir con los ingresos propios del Seguro y tiene dos vertientes, la principal que es la atención a los derechohabientes del seguro y la atención a las unidades médicas rurales que se crearon desde hace 40 años. Entonces, son fondos que maneja el Seguro Social.
Entonces, es cosa de revisar lo de las cuentas, estamos nosotros procurando que no falten las medicinas, aún con este plan de combatir la corrupción en la compra de los medicamentos.
Yo voy a pedir la información a la que haces referencia y vamos a aclararlo.
INTERLOCUTORA: Claro, porque no es el único aspecto en donde no se han entregado recursos, el que lo menciono es IMSS-Bienestar que es del ramo 12 del sector salud en específico.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Es Seguro Social.
INTERLOCUTORA: Exacto.
Y ese depende directamente de la entrega de Hacienda a las unidades del IMSS.
PRESIDENTE: Lo vamos a revisar, lo vamos a ver.
Mire, cuando uno está de servidor público y está de por medio la atención a la gente, la justicia, uno lucha y hace valer la justicia, lucha con convicción, o sea, está permitido hasta a hacerle un plantón, un motín emocional al funcionario que sea cuando se trata del bienestar del pueblo, nada más que hay que ser perseverante, no rendirse, hay que ser tercos en las causas que uno defiende.
Cuando se tienen una profunda convicción en favor de los demás, cuando se le tiene amor al pueblo qué me voy a dejar vencer por una disposición legal o por lo que dice una Secretaría, aunque se trate de Hacienda.
INTERLOCUTORA: (Inaudible)
PRESIDENTE : No, no, no, no voy, dije, a polemizar porque si no eso es lo que van a encabezar, es lo que va a decir Joaquín López-Dóriga mañana u hoy mismo: Ya le contestó.
No, yo no voy a cucar a nadie, nada más estamos hablando aquí de que un buen servidor público pone por encima la justicia y no se rinde, prohibido rendirse cuando se trata de la justicia.
Imagínense, nos destituyeron, nos desaforaron los conservadores, nos robaron la elección en 2006, si nos rendimos, si nos hubiésemos rendido.
Pero no sólo fue el que nos robaron la elección, la campaña de desprestigio, la guerra sucia, la campaña de linchamiento.
Iba yo al aeropuerto, después del 2006, y habían envenenado tanto a la gente en contra de nosotros, que me tenía yo que sentar en la silla de más atrás, porque podían, como lo hicieron en algunas ocasiones, reclamarme, porque fue una campaña infame, luego de que nos robaron, desataron toda una campaña de desprestigio y aguantamos todo.
Pero si no se hubiese mantenido el movimiento, si no hubiese habido esta perseverancia, aquí seguiría el robo generalizado, seguirían los conservadores corruptos saqueando, destruyendo al país, empobreciendo al pueblo. Ya se acabó eso, pero exigió de perseverancia, eso nos lo dice también la historia.
Imagínense, lo de nosotros es como un día de campo en comparación con lo que padecieron los liberales, lo que padeció Juárez, irse al norte en un peregrinar, arriesgando la vida, se enteraba, porque tuvo que sacar a su familia, de que se morían sus hijos en el extranjero. Y él aguantando, resistiendo, y hasta los más cercanos recomendándole la negociación.
Y Maximiliano, conservador elegante, no corriente como otros, diplomático, le escribía diciéndole: ‘Vamos a negociar, le ofrezco que nos entendamos’.
Los que conocen la historia saben que los conservadores corrientes, ramplones, hasta se sintieron traicionados por Maximiliano, porque pensaban que de inmediato iba a modificar las Leyes de Reforma y buscaba el acuerdo, y decía: ‘Vamos a negociar y ustedes tendrán cargos en el gobierno’.
Y la respuesta de Juárez siempre fue: ‘No, yo no acepto a un extranjero gobernando mi patria’.
Pero esa perseverancia fue la que llevó a la restauración de la República.
Entonces, que sirva eso, que a la primera vamos a decir: está muy difícil, qué barbaridad, así no podemos. Ya me voy.
A mí me gustaría dedicarme a la investigación histórica, me fascina la historia, y por qué no, la academia y la investigación, la docencia, el periodismo, que es un noble oficio, pero me tocó esto, y vamos hacia adelante.
Adiós, adiós.
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