38ª
Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública
Palabras de Luis Wertman, Presidente del Consejo Ciudadano del Distrito
Federal e invitado ciudadano al Consejo.
Gracias al pleno del Consejo.
Señor
Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto; Ministro Luis María
Aguilar, Presidente de la Suprema Corte de Justicia; a los Presidentes de las
Mesas Directivas del Legislativo; al Secretario de Gobernación, licenciado
Miguel Ángel Osorio Chong; al Secretario de la Defensa Nacional, General
Salvador Cienfuegos Zepeda; al Secretario de la Marina, Almirante Vidal
Francisco Soberón Sanz.
A
la Procuradora General de la República, maestra Arely Gómez González; al
Comisionado Nacional de Seguridad Pública, licenciado Monte Alejandro Rubido
García.
Señores
Gobernadores; señor Jefe de Gobierno de la Ciudad de México:
Ante
todo, reconozco la labor y el compromiso de las y los ciudadanos que nos
preceden en este Consejo Nacional de Seguridad, demostrando que somos una sola
sociedad.
Confianza
y tiempo, hoy son recursos escasos en nuestro país.
Hoy
entendemos que en México existen diferentes realidades y de que el tiempo de
los qués se nos ha terminado.
Éste
es el momento de enfocarnos en el cómo. De pasar de la protesta a la propuesta
y a la acción, y de mostrar voluntad y compromiso.
La
confianza es indispensable para que nos podamos reconciliar y avanzar en un
crecimiento que no depende sólo de indicadores económicos.
Es
darles seguridad y oportunidades a nuestros niños, a nuestros jóvenes, mujeres,
hombres y adultos mayores, para mejorar nuestra calidad de vida.
Esto
no se logra solamente con policías, patrullas y pistolas que, claro, son un
factor muy importante. Pero lo que los ciudadanos necesitamos y merecemos, son
mejores policías.
Sin
embargo, los buenos policías merecen mucho más de lo que les hemos dado. Como
sociedad debemos reconocer que tenemos una deuda con todos y cada uno de ellos.
La
corresponsabilidad es un elemento determinante para lograr el éxito en contra
del crimen, de la corrupción y de la impunidad.
Nadie
puede sólo. Hagamos gobiernos inteligentes con sociedades inteligentes.
No
hay reto que no se supere, ni problema sin solución cuando sociedad y autoridad
tienen confianza uno en el otro y trabajan hombro con hombro, siempre enfocados
con programas medibles, cuantificables, reproducibles y escalables.
Aquí
el llamado es a todos, al nivel federal, al estatal, al municipal, a los
legisladores y a los tribunales de justicia, siempre acompañados por la
sociedad, cumpliendo cada quien con sus deberes y responsabilidades.
La
denuncia es, con todas sus imperfecciones, la herramienta más poderosa con la
que contamos como sociedad, pero ésta debe de ser rápida, sencilla, efectiva y
confidencial cuando es necesario.
Y
en esto la sociedad civil organizada puede ser un gran puente para lograrlo.
Como
ha ocurrido en los últimos meses, podemos observar la disminución en el
promedio de homicidios dolosos, aunque también debemos aprender a distinguir
las causas y razones por las que se tienen avances y retrocesos en éste o en
cualquier otro delito.
Cada
delito tiene un origen y una explicación.
Son causas y consecuencias que si no
las compartimos con la gente, estaremos ciegos ante una realidad lacerante.
Tenemos
que escuchar más a los ciudadanos y tenemos que comunicarnos mejor y de manera
mucho más abierta. Siempre con la verdad, tan dura y difícil como ésta sea.
Tenemos
casos de éxito y de buenas prácticas, que han surgido de la sociedad civil,
junto con buenas autoridades y buenas instituciones.
Señoras
y señores:
Reitero.
Estos son los elementos indispensables: generar confianza, credibilidad,
comunicación, compromiso, voluntad, participación, corresponsabilidad y
propuestas. Siempre entendiendo que lo que no se mide no se mejora y
transmitiendo resultados con transparencia es como cambiaremos, para el bien de todos, esta
realidad.
Muchísimas
gracias.
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