Operación Pipeline Express
Nota de Excélsior, 1 de noviembre de 2011
Estados Unidos desarma una red del cártel de Sinaloa
En una serie de redadas se decomisaron grandes cantidades de armas, drogas y dinero en el estado de Arizona
Redacción Excélsior, CIUDAD DE MÉXICO, 1 de noviembre.- Estados Unidos anunció ayer la detención de 76 personas en el marco de una operación masiva contra una red de narcotraficantes que durante años logró ingresar mariguana, heroína y cocaína por valor de unos 2 mil millones de dólares por la frontera entre México y Arizona.
Información de inteligencia recolectada como parte de la Operación Pipeline Express reveló que la red de narcotráfico estaba vinculada con el cártel de Sinaloa y funcionaba desde hacía al menos cinco años.
De acuerdo con la información oficial, más de 20 agencias participaron en la investigación.
El anuncio en Phoenix concluyó con 17 meses de investigaciones que derivaron en tres “acciones judiciales de gran escala” ligadas al caso, según la autoridad de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, la oficina del fiscal general de Arizona y el Departamento del Sheriff del Condado de Pinal.
“Hoy hemos dado un fuerte golpe a los cárteles que envenenan a nuestras comunidades con la distribución de millones de dólares en mariguana, cocaína y heroína”, dijo el fiscal general de Arizona, Tom Horne, al dar a conocer la operación.
El golpe es considerado como uno de los más grandes en la historia en Arizona.
Un total de 76 sospechosos, entre ciudadanos mexicanos y estadunidenses, fueron aprehendidos en redadas desde mediados de septiembre en el sur y el centro de Arizona, dijeron las autoridades.
Los arrestados van desde cabecillas de la organización a guardias de casas de seguridad, exploradores y conductores, señalaron.
Las autoridades estiman que durante los últimos cinco años, la red introdujo ilegalmente en Estados Unidos cada mes drogas por valor de unos 33 millones de dólares, incluidos 1.5 millones de kilos de mariguana, 9 mil de cocaína y 4 mil 500 de heroína.
Monopolio en las rutas
Las autoridades dijeron que la red se benefició al obtener un monopolio virtual sobre las rutas de contrabando en un tramo de unos 130 kilómetros del desierto en el suroeste de Arizona.
Los traficantes, que operaban desde células con sede en las ciudades de Chandler, Stanfield y Maricopa, transportaban narcóticos a pie y en vehículos desde la frontera a una red de casas de seguridad en el área de Phoenix, donde la droga era vendida a distribuidores de otros estados.
El cártel de Sinaloa, según expertos en narcotráfico, maneja alrededor de 65 por ciento de las drogas transportadas ilegalmente a Estados Unidos.
El 27 de octubre pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos colocó a Martín Gaudencio Avendaño Ojeda y a sus hermanos Héctor Manuel y Sergio, presuntos miembros del cártel de Sinaloa, en la lista de cabecillas del narcotráfico.
Ismael El Mayo Zambada y el citado cártel fueron integrados a la lista de personas y agrupaciones que encabezan el narcotráfico en 2002 y 2009, respectivamente.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el 16 de septiembre que incluyó en la lista de narcotraficantes internacionales sujetos a embargo por la llamada Ley Kingpin al mexicano Alfredo Vásquez Hernández, alias Alfredo Compadre, por presuntamente apoyar y trabajar para el cártel de Sinaloa y para su líder, Joaquín El Chapo Guzmán.
Las inclusiones en la lista de cabecillas del narcotráfico incluyen un embargo de sus bienes en Estados Unidos y la prohibición de cualquier transacción con entidades o personas estadunidenses. Las sanciones buscan desmantelar la red de distribución de drogas y lavado de dinero de ese grupo delincuencial.
El Departamento de Justicia estadunidense, en el informe Evaluación de la Amenaza Nacional de la Droga 2011, señaló que el cártel de Sinaloa domina el suministro y venta de la droga en ese país a través de la frontera suroeste con México.
Los cárteles mexicanos, según ese documento, operaban entre 2009 y 2010 en más de mil ciudades de Estados Unidos.
Funcionario estadunidense lamenta fallas de operativo
En el desarrollo más reciente en la controversia por una investigación del gobierno del presidente Barack Obama sobre tráfico de armas, el director de la División Anticrimen del Departamento de Justicia dijo ayer que lamenta no haber alertado a la jefatura del departamento sobre los problemas que se presentaron en una indagatoria similar durante el gobierno de George W. Bush.
El fiscal general asistente Lanny Breuer señaló que en abril del 2010 supo que agentes participantes en la investigación del 2006 (en el gobierno de Bush) permitieron que cientos de armas fueran transferidas a sospechosos de contrabando, la misma táctica por la que los republicanos critican al gobierno de Obama tras utilizarla en el operativo Rápido y Furioso.
Breuer dijo que cometió un error al no mencionar al secretario de Justicia Eric Holder y al subsecretario James Cole la indagatoria anterior denominada Operación Receptor Abierto, en la cual se utilizó la táctica conocida como “dejar que las armas caminen”.
La admisión de Breuer ocurre en momentos en que el Departamento de Justicia envió documentos al Capitolio que detallan su conocimiento de la investigación previa.
El Comité de Vigilancia y Reforma de Gobierno de la Cámara de Representantes, encabezado por el legislador republicano Darrell Issa, y el inspector general del Departamento de Justicia están revisando las tácticas utilizadas.
“Sabiendo lo que ahora sé... deseo haber subido las escaleras” y habérselo dicho a Holder y Cole”, indicó.
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