22 feb 2016

Murió en Nicaragua Fernando Cardenal, activista de la Teología de la Liberación,

Murió en Nicaragua Fernando Cardenal, activista de la Teología de la Liberación, y hermano de Ernesto
 Fernando Cardenal, sacerdote jesuita que fue suspendido en 1984 por San Juan Pablo II, falleció el pasado 20 de febrero a los 82 años de edad tras una serie de complicaciones cardiacas luego de someterse a una operación por una hernia umbilical.
 La Misa de cuerpo presente fue presidida por el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, en el Aula Magna de la Universidad Centroamericana.
Conocido por su activismo dentro de la Teología de la Liberación, en 1984 Fernando Cardenal fue expulsado de la Compañía de Jesús por participar en el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional como ministro de educación.

se mismo año San Juan Pablo II lo suspendió “a divinis” junto a otros sacerdotes nicaragüenses por hacer política partidaria, algo incompatible con el ministerio sacerdotal tal como establece el Código de Derecho Canónico. Entre los suspendidos también estuvieron Ernesto Cardenal, Miguel d’Escoto y Edgard Parrales.
 Dejó su cargo político en 1990 y se alejó del Frente Sandinista de Daniel Ortega. En 1997 fue reinstalado en la Compañía de Jesús.
 Finalmente, el Papa Francisco levantó la sanción que pesaba sobre Fernando Cardenal en agosto de 2014.
 Hasta su fallecimiento, el sacerdote jesuita estaba dedicado a la organización educativa católica Fe y Alegría.
Nicaragua recuerda el legado de Fernando Cardenal, el sacerdote que desafió al Vaticano

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Redacción
BBC Mundo, 21 febrero 2016
Fernando Cardenal continuó trabajando por la educación tras su salida del gobierno.
El gobierno de Nicaragua lamentó en las últimas horas la muerte del padre Fernando Cardenal, sacerdote jesuita que durante la primera presidencia de Daniel Ortega encabezó una exitosa campaña de alfabetización en el país centroamericano.
El periodista de BBC Mundo Arturo Wallace recordó que Fernando Cardenal, menos conocido internacionalmente que su hermano Ernesto, también se enfrentó a la ira de la Santa Sede de la Iglesia católica por su rol como ministro de Educación durante la revolución sandinista, puesto que ocupó entre 1984 y 1990.
La orden jesuita lo suspendió por su involucramiento político, hecho que Cadenal recordaba años después en el texto "Carta a mis amigos".
Cardenal apuntó directamente al Papa por su expulsión de los jesuitas.
"Quien se negó rotundamente a conceder la excepción a los sacerdotes de Nicaragua para seguir trabajando en el Gobierno Revolucionario fue el papa Juan Pablo II. Me duele esta afirmación pero cristianamente no puedo callarla", escribió el exministro.
Su hermano Ernesto, sacerdote y poeta, ministro de Cultura del gobierno sandinista, fue públicamente reprendido por el Papa Juan Pablo II en una visita del Sumo Pontífice católico al país centroamericano en la década del 80.
Tanto Fernando como Ernesto fueron adeptos de la Teoría de la Liberación, corriente dentro del catolicismo que fue acusada de sesgos marxistas por sus críticos y que enfocó su enseñanza del credo en relación con los más necesitados.
Lucha contra el analfabetismo
Arturo Wallace añade que el nombre de Fernando Cardenal "estará para siempre vinculado con la Campaña Nacional de Alfabetización" lanzada por los sandinistas poco tiempo después de llegar al poder en 1979.
En la década de los 80, el sacerdote trabajó con más de 95.000 estudiantes, maestros, profesionales y amas de casa para sacar del analfabetismo a miles de personas en el país.
Según informa la agencia EFE, la iniciativa redujo el nivel de analfabetismo del 50,35% al 12,96%, lo que le mereció a Nicaragua un reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Ernesto Cardenal, hermano de Fernando, también fue reprendido por la Iglesia católica.
Tras su salida del gobierno, Fernando Cardenal siguió vinculado al mundo de la educación con su trabajo al frente de la Fundación Fe y Alegría
En un texto publicado en la página web de dicha fundación, titulado ¿Por qué espero ir al Paraíso después de mi muerte?, Cardenal anticipaba una despedida:
"Cuando me llegue la hora de irme de esta vida, me iré muy feliz y muy agradecido con Dios por la vida que me ha tocado vivir", escribía, pero también advertía que moriría con grandes tristezas.
"Tristeza de que todavía cerca de la mitad de la población de Nicaragua vive en pobreza. Seguimos siendo el país más pobre del Continente Latinoamericano. Pero además, mientras se invierta tan poco dinero en la educación nacional, no saldremos nunca de esa pobreza. No nos engañemos tontamente, ni engañemos a nuestro pueblo. Muchos países han comenzado a invertir en serio en la educación desde finales del siglo XIX, entre ellos Costa Rica, y nosotros en Nicaragua en el siglo XXI no hemos comenzado todavía a invertir en serio en la educación".
El gobierno de Ortega designó al exministro de Educación Miguel de Castilla como su "representante en las honras fúnebres".

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