Himno
a la juventud
Heu! quantum per se candida forma valet!
Propercio, II, 29, 30
A
qué vienes ahora,
juventud,
encanto
descarado de la vida?
¿Qué
te trae a la playa?
Estábamos
tranquilos los mayores
y
tú vienes a herirnos, reviviendo
los
más temibles sueños imposibles,
tú
vienes para hurgarnos las imaginaciones.
toda
brillos, fulgor, sensación pura
y
ondulaciones de animal latente,
con
sonrosados pechos diminutos,
con
nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh
diosa esbelta de tobillos gruesos,
y
con la insinuación
(tan
propiamente tuya)
del
vientre dando paso al nacimiento
de
los muslos: belleza delicada,
precisa
e indecisa,
donde
posar la frente derramando lágrimas.
Y
te vemos llegar: figuración
de
un fabuloso espacio ribereño
con
toros, caracolas y delfines,
sobre
la arena blanda, entre la mar y el cielo,
aún
trémula de gotas,
deslumbrada
de sol y sonriendo.
el
sueño de otra vida, más intensa y más libre,
sin
deseo enconado como un remordimiento
-sin
deseo de ti, sofisticada
bestezuela
infantil, en quien coinciden
la
directa belleza de la starlet
y
la graciosa timidez del príncipe.
la
frente que atormenta un pensamiento
conmovedor
y obtuso,
y
volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
entre
mojadas mechas rubias
la
expresión melancólica de Antínoos,
oh
bella indiferente,
por
la playa camines como si no supieses
que
te siguen los hombres y los perros,
los
dioses y los ángeles
y
los arcángeles,
los
tronos, las abominaciones...
Aunque
su obra no es muy extensa, es una de las que más influencia ha ejercido en las
generaciones recientes.
Su
primer libro, «Según sentencia del tiempo», se publicó en 1953, seguida de
«Compañeros de viaje» en1959,
«En
favor de Venus» en 1965, «Moralidades» en1966, «Poemas póstumos» en1968, «Las
personas del verbo» en 1975 y
1982, donde recoge su poesía hasta esas fechas. Escribió agudos ensayos
literarios, y después de su muerte se editó un
diario suyo, «Retrato del artista».
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