“Cualquier persona que tenga un móvil y acceso a un ordenador tiene el poder de desestabilizar una empresa, una institución o incluso un gobierno”. Warren Bennis
The Sun sorprendió hace semanas afirmando que Vladímir Putin podría tener Parkinson y planearía renunciar al cargo en enero de 2021. La información, sin embargo, fue descartada de inmediata por el Kremlin., su vocero Dmitry Peskov dijo que la noticia era " un absoluto disparate”...
Claro que el rumor se viralizó, y tuvo que salir su vocero para decir..."En cuanto a la salud, es una tontería", dijo.
Añadió que los que difunden este tipo de rumores, "deberían al menos haberlo preguntado, y en el Kremlin les habrían respondido”.
Mmm.
Rumores, evitar el virus/FERRAN RAMON-CORTÉS
Publicado en El País Semanal, 12/07/2009;
Vivimos tiempos convulsos: crisis, cambios, inestabilidad laboral… El caldo de cultivo ideal para uno de los virus más peligrosos para la confianza en una organización: los rumores. ¿Podemos evitar el contagio?
Si....
Anatomía del rumor
"Un rumor es una información falsa o tendenciosa, aparentemente inocente, pero hábilmente manipulada, que intoxica y entorpece la comunicación entre la gente, destruyendo la confianza y enrareciendo el ambiente. Un potente virus que es capaz de provocar una verdadera epidemia que desestabilice una organización ( o a un país):
¿Como ocurre?
"Suele empezar con un simple comentario, que se transmite de persona a persona con pequeñas alteraciones que van cambiando su significado y magnificando su virulencia y su potencial destructor.
"Como en las epidemias médicas, los rumores se propagan por contagio. Le contamos un rumor a una persona, que a su vez lo cuenta a 10 personas más, creando una cadena de transmisiones que crece exponencialmente. Y a este proceso contribuyen de forma decisiva las nuevas tecnologías. Con Internet, el correo electrónico y los móviles ( y sobre todo el Faccebook y el Twitter) , la información llega de forma casi instantánea a todo mundo...
¿Los rumores son siempre intencionados?., pregunta RAMON-CORTÉS
"Para contestar conviene distinguir entre dos tipos de rumores: los personales y los profesionales. Los primeros sí suelen ser intencionados(los segundos no): alguien lanza un comentario malicioso sobre un tercero, con la intención de producirle algún daño, y este comentario se propaga incontroladamente en forma de rumor hasta conseguir en poco tiempo su malicioso objetivo. Los segundos, en cambio, la mayoría de las veces no lo son. Los podemos crear accidentalmente por el desnivel de información entre nosotros y nuestro interlocutor, o los podemos provocar por el miedo.
"En el caso del miedo, el mecanismo es distinto. Lo que ocurre es pura y simplemente que lo proyectamos en forma de rumor, anticipando el peor de los escenarios. Y lo hacemos porque en el fondo estamos buscando combatir nuestros temores con un desmentido....
¿Cómo combatir un rumor?
!La primera gran decisión es si respondemos o no. Actuar no siempre es recomendable, especialmente con los rumores personales, ya que a través de nuestra respuesta lo hacemos llegar a gente que no sabía nada del rumor y estamos ayudando a difundirlo. Además, por más firmes que seamos en la respuesta, siempre alguien pensará que “cuando el río suena, agua lleva”.
Agrega FERRAN RAMON-CORTÉS
"Al igual que en las epidemias médicas, si queremos detener una epidemia de rumores deberemos intentar cortar las cadenas de infección. Esto supone identificar a gente de confianza que podamos utilizar como diques de contención: gente que, tras nuestras explicaciones, cuando les llegue el rumor se avengan a cortarlo por lo sano, apelando a nuestra relación de confianza.”
Para eso hay que tener bien identificadas las cadenas de comunicación ...
Vacuna contra los chismes
Debemos estar vacunados...
FERRAN RAMON-CORTÉS, recomienda...
1. Conocer bien a la gente: Ir más allá del conocimiento superficial, que se limita a la etiqueta que todos llevamos puesta.
2. Saber cuáles son las relaciones entre la gente: identificar las cadenas de comunicación que ya funcionan de forma eficiente.
3. Reconocer los canales de comunicación existentes: identificar cuáles funcionan y cuáles no. Cuáles son eficientes para transmitir determinados mensajes y cuáles no.
4. Ser transparentes. Compartir siempre la máxima información posible. Dado que no siempre se puede decir todo a todos, pensar, ante cada decisión, qué explicamos, a quién, cuándo y cómo.
5. Ser claros, evitar ambigüedades. Ser explícitos y no dejar cosas a la interpretación. No dar versiones diferentes a gente diferente.
6. Ser rápidos. Dar las informaciones relevantes con celeridad y sin retrasos. Hacer llegar con rapidez y al mismo tiempo la información a todo nuestro entorno.
7. Tener valor. Estar dispuesto a dar tanto las buenas noticias como las malas. Con la misma rapidez y –aunque con empatía– con la misma claridad.
8. Ser íntegros. Asegurarnos de que hay consistencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Si nuestros actos y nuestras palabras no dicen lo mismo, el mensaje que prevalece es siempre el negativo.
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