24 dic 2008

Nuevo negociador de las FARC

SUSTITUYE A ÁLVARO ALFONSO SERPA
Las FARC designan un nuevo negociador para el canje de rehenes anunciado el lunes
El grupo rebelde mantiene secuestrados en sus campamentos a 28 rehenes
Publicado en el portal de El Mundo.es actualizado miércoles 24/12/2008 02:54 (
CET)
REUTERS
BOGOTÁ.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) nombraron el martes a Jorge Torres, un experimentado comandante guerrillero, como nuevo integrante de una comisión encargada de negociar un
intercambio de rehenes con el Gobierno, informó el grupo rebelde.
Torres, más conocido por 'Pablo Catatumbo' y quien a mediados de este año entró a formar parte del secretariado de las FARC después de la
muerte del máximo dirigente y fundador de esa guerrilla, Manuel Marulanda, reemplaza a Álvaro Alfonso Serpa, alias 'Felipe Rincón', un ideólogo y ex negociador del grupo muerto en un bombardeo del Ejército en octubre.
"Ratificando nuestra inquebrantable decisión por concretar un canje de prisioneros de guerra con el Estado y luego de rendirle honores a la memoria del desaparecido camarada Felipe Rincón quien hacía parte de la comisión del canje, designamos al comandante 'Pablo Catatumbo' como nuevo integrante de dicha comisión", dijo un comunicado del grupo rebelde.
El secretariado es la máxima instancia militar y política de las FARC conformada por siete personas.
Los otros dos integrantes de la comisión de las FARC para negociar el canje son Fabián Ramírez y Carlos Antonio Lozada.
El anuncio de las FARC se produjo dos días después de que anunciaran la liberación unilateral del ex gobernador del departamento del Meta Ala Jara, del ex diputado del departamento del Valle Sigifredo López y de cuatro efectivos de las Fuerzas Armadas.
El grupo rebelde mantiene secuestrados actualmente en sus campamentos en medio de la selva a 28 rehenes que busca intercambiar con el Gobierno por unos 500 guerrilleros presos.
Las FARC exigían hasta hace algunos meses que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe retirara el Ejército y la Policía de una zona montañosa de 780 kilómetros cuadrados, en el suroeste del país, para establecer una zona de seguridad en la que se reunieran los representantes de las dos partes para negociar un acuerdo de intercambio de rehenes.
Pero Uribe rechazó esa solicitud con el argumento de que la guerrilla buscaba sacar ventaja militar de una zona estratégica para el tráfico de drogas y de armas.
Las posiciones inflexibles de la guerrilla y del Gobierno han impedido llegar a un acuerdo para poner fin al drama de los rehenes, algunos de los cuales llevan más de 11 años secuestrados.
En sus recientes comunicados las FARC no han insistido en la necesidad de que el Gobierno retire sus Fuerzas Armadas de una zona del sur del país para negociar un acuerdo de rehenes.
Pero el Gobierno de Uribe, quien obligó con una ofensiva militar a un repliegue de la guerrilla, no mantiene ningún contacto con las FARC, que sí los inició recientemente con un grupo de representantes de la sociedad civil.

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