Publicado en El País, 25 de marzo de 2012
“He perdonado a Felipe Calderón". AMLO
Luis Prados y Salvador Camarena, entrevista a AMLO
Derrotado por un polémico
0,56% de los votos escrutados en la elección presidencial de 2006 en México, el
de nuevo candidato del PRD busca renovarse como un moderado guía moral
EL PAÍS, 25 de marzo de 2012
Luis
Prados y Salvador Camarena.- Andrés Manuel López Obrador (Tabasco, 1953) repite
como candidato presidencial de la izquierda mexicana al frente del Partido de la
Revolución Democrática (PRD). Su derrota en 2006, por solo el 0,56% de los votos
—que él nunca aceptó— abrió una de las fracturas políticas más graves en la
historia de México. AMLO, como se le conoce popularmente, ha vuelto con un
discurso de reconciliación. Lejos del “mesías tropical”, como le definió el
historiador Enrique Krauze, se presenta como un moderado guía moral.
Tercero
en las encuestas por detrás de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) y Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN),
López Obrador está convencido de que el rearme ético es el mejor antídoto contra
los problemas de México.
Pregunta. ¿En qué ha cambiado usted
desde 2006?
Respuesta. Todos hemos cambiado. Ha sido tremenda
la situación de México en los últimos tiempos y todos estamos en una profunda
reflexión sobre lo sucedido. He evolucionado, ahora tengo más conocimiento de la
realidad porque he recorrido el país. Y dada la gravedad de la situación
económica y social, buscamos la unidad, que haya reconciliación para afrontar
esta amarga realidad, y lograr el renacimiento de México.
P.
¿Abrirá Pemex al capital privado?
R. No permitiremos la
privatización de Pemex ni de la industria eléctrica. No es un asunto ideológico
sino práctico. Que nos digan los defensores del modelo neoliberal en qué se ha
beneficiado el pueblo con las privatizaciones. Se ha concentrado como nunca la
riqueza en unas cuantas manos y ni siquiera ha habido crecimiento. En 29 años la
economía ha crecido un 2.3 % anual pero si descontamos el aumento de población,
el resultado es cero. Pero no solo eso, la violencia en México se originó por la
falta de desarrollo y por la corrupción imperante. Con nosotros no habrá
privatizaciones, pero se respetarán los contratos ya otorgados. No queremos un
Estado que asfixie a la sociedad civil, sino que promueva el desarrollo con la
participación del sector privado. Pensamos incrementar la inversión pública.
P. ¿Cómo?
R. Con un plan de austeridad porque
ha crecido muchísimo el aparato de Gobierno. Tenemos que terminar con los
privilegios de la alta burocracia. La segunda fuente de financiación es el
combate a la corrupción, no solo por razones morales si no para liberar fondos
al desarrollo.
P. ¿Cómo lo piensa hacer?
R.
Actuando con el ejemplo. Si el presidente es deshonesto, no hay posibilidad de
erradicar la corrupción.
P. ¿Es corrupto el presidente Felipe
Calderón?
R. No sólo es corrupto, es deshonesto, que es peor
porque la corrupción es quedarse con dinero, pero la deshonestidad es quedarse
con dinero y además no ser consecuente. Limpiaremos al Gobierno como a las
escaleras, de arriba abajo.
P. ¿Y la tercera medida?
R. Terminar con los privilegios fiscales. En México, las
grandes corporaciones no pagan impuestos. Los que tienen más ingresos no pagan o
pagan casi de manera simbólica.
P. Si el candidato del PRI,
Enrique Peña Nieto, es cabeza de los sondeos pese a pertenecer a un partido al
que frecuentemente se asocia con la corrupción, no parece que su discurso esté
calando…
R. Peña Nieto, que encarna la corrupción, ha sido
introducido por la televisión. La gente no tiene información real de lo que
representa, tiene una imagen de telenovela. La televisión quiere imponer al
próximo presidente de México.
P. ¿Qué es “la república del amor”
a la que ha aludido en sus discursos?
R. La crisis en México
es también una crisis de valores. Un proyecto de transformación como el nuestro
requiere auspiciar una nueva corriente de pensamiento, a partir de que se
interiorice la idea de que solo siendo buenos, podemos ser felices.
P. ¿Cómo va a poder cambiar México solo con la recuperación de
valores éticos?
R. Es importante que se atiendan la
honestidad, la tolerancia, el amor al prójimo, la aceptación del pensamiento del
otro… Se ha instalado la máxima de que quien no transa [el que no se corrompe],
no avanza, o de que tiene que regresar el PRI porque ellos roban, pero dejan
robar, cuando en nuestro pueblo hay valores. Todavía hay pueblos de Oaxaca donde
la tierra es comunal y son productivos...
P. Pero no podrían
subsistir sin la ayuda del Estado…
R. Nadie viviría en este
país sin el apoyo del Estado. Y si a esas vamos, los hijos predilectos del
régimen han sido los banqueros y los grandes empresarios.
P. Hay
quien opina que la idea de un pueblo bueno es falaz.
R. La
respeto pero no la comparto. El pueblo de México es bueno, noble, posee una
cultura milenaria… Y gracias a eso se retrasó el actual estallido de odio y de
resentimiento.
P. ¿Va a seguir adelante con su proyecto de Constitución
moral? ¿No está planteando a una sociedad cada vez más compleja volver a una
edad de oro pasada? Y por eso no escuchan su mensaje…
R. Sí lo escuchan
porque está en la idiosincrasia de nuestro pueblo. Lo que pasa es que no tiene
su sitio porque los medios de comunicación son los que administran la ignorancia
del país. ¿Nos vamos a quedar con los brazos cruzados? No. Para eso es esta
cartilla moral, código de ética, constitución moral, como se llame. La
izquierda, de manera criticable, le dejó el tema de la familia a la derecha,
pero la familia en México es la institución de seguridad social más importante.
P. ¿El matrimonio homosexual es una familia?
R. Son familias en la concepción moderna, soy respetuoso y no
quiero meterme en eso.
P. ¿Lo aprobaría?
R. Le
consultaría al pueblo. Yo, para no equivocarme voy a preguntar siempre. Tengo
una ventaja sobre los otros candidatos: no estoy subordinado a ningún grupo de
interés.
P. Ha prometido devolver a los militares a los
cuarteles. ¿En cuánto tiempo?
R. A partir de seis meses,
porque la nueva policía federal que vamos a formar se ocupará de la seguridad
pública. Revisaremos si miembros de la policía federal actual pueden formar
parte, si reúnen requisitos de adiestramiento, capacidad y moralidad.
P. En su república del amor ¿cabe Calderón?
R.
Estoy extendiendo mi mano franca a todos. No odio, no soy un hombre de
resentimientos. Perdono a todos, le perdono a él en particular, a todos. No
quiero venganza, busco justicia, y el país exige la reconciliación a partir de
nuevas reglas: nunca más se debe afincar la prosperidad de unos cuantos en la
miseria de la mayoría. Nunca más la corrupción, la impunidad. Nunca más se va a
enfrentar la violencia con la violencia, olvidando las causas de la inseguridad.
P. ¿Investigará las elecciones de 2006 si es presidente?
R. No, porque ya hay un juicio.
P. ¿El juicio
de la historia?
R. Sí, es el más importante. |
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