El Papa Benedicto XVI sostuvo una audiencia privada con ocho víctimas del narcotráfico, flagelo que ha dejado en México unos 50.000 muertos en los últimos cinco años.
Según se informó, el presidente Calderón invitó la noche del sábado a ocho personas afectadas por la violencia a una audiencia privada con el Papa que duró algunos minutos.
Entre los elegidos estuvieron familiares de un soldado y un policía muertos en combate con los cárteles de la droga, un hombre que sobrevivió a un secuestro y la hermana de un estudiante que murió por balas perdidas durante un tiroteo.
El encuentro con las víctimas se celebró tras desahogar una reunión privada con el Presidente Calderón en la Casa Conde del Rul
La reunión no duro más de diez minutos, el Papa ofreció consuelo y bendiciones a los deudos.
“En Los Pinos, en los preparativos de la visita papal, Calderón y su esposa, Margarita Zavala, escogieron al grupo y decidieron que éste fuera representativo de las diversas manifestaciones que ha asumido la violencia: el secuestro, la desaparición, el asesinato de jóvenes en Villas de Salvárcar, Chihuahua, el "fuego cruzado", y la pérdida de elementos de las Fuerzas Federales a manos del crimen organizado.
La Presidencia hizo pública la lista de los familiares que pudieron hablar con el Papa.
Se trata de María Elvia Valencia, madre de un elemento de la Policía Federal desaparecido por el crimen en Michoacán.
De María Herrera, michoacana cuyos cuatro hijos permanecen desaparecidos: José de Jesús, Raúl, Gustavo y Luis Armando Trujillo Herrera.
Alicia Ulloa, hermana de Gabriella Ulloa, una víctima de secuestro. Araceli Quintanilla, de Monterrey, cuya hermana falleció en un "fuego cruzado". Estudiaba en la Universidad de NL.
María Guadalupe Dávila, de Ciudad Juárez, Chihuahua, uno de cuyos hijos, Rodrigo Cadena, murió en Villas de Salvárcar.
Josefina Torres, viuda de un militar que falleció en un operativo en Durango.
Verónica Cavazos, viuda del alcalde de Santiago, Nuevo León, Edelmiro Cavazos. Norberto Ortega Tafoya, víctima (liberada) de un secuestro. (Nota de Mayolo López de Reforma)
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Nota de El Mundo…
El Papa se reúne con víctimas del 'narco' pero no con las de abusos sexuales
Jacobo G. García | León (Guanajuato, México)
El Mundo.es. 25/03/2012
Ahí estaba Guadalupe Dávila, llegada de Ciudad Juárez después de que asesinaran a su hijo durante una fiesta. También Josefina Torres, de Durango, esposa de un militar. O María Valencia, madre de un policía secuestrado por el crimen organizado en Michoacán.
Apenas un puñado de historias pero suficientes para que el Papa Benedicto XVI, en su segundo viaje a Latinoamérica, viera de cerca el rostro macabro de la violencia que vive México, que ha dejado 50.000 muertos en la guerra entre y contra los cárteles en los últimos años. El Papa Benedicto XVI se reunió este sábado con víctimas de la violencia durante el encuentro que sostuvo con el presidente Felipe Calderón en Guanajuato. Un encuentro fuera de agenda de los que suele improvisar Benedicto XVI en sus viajes. "Hay que luchar contra este mal", había dicho días antes.
Pero a quien no verá, al menos eso es lo que señaló el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, es a las víctimas de violencia sexual del ex líder de 'Los Legionarios de Cristo', el sacerdote mexicano Marcial Maciel, fallecido en 2008. El portavoz de la Santa Sede insistió en que el tema de la pederastia preocupa a Benedicto XVI y está presente "cuando pide que nadie quiete la sonrisa a los niños". Lombardi reiteró que el Papa se pronuncia en contra de todas formas de violencia y en estos se incluye el de abuso sexual, por lo que ha insistido en ayudar a los niños.
Fue la respuesta del Vaticano a las revelaciones hechas este sábado por algunas víctimas de los abusos sexuales a menores cometidos por el fundador de la Legión de Cristo, el sacerdote mexicano, Marcial Maciel, quienes acusaron de "silencio cómplice" a Benedicto XVI.
Las víctimas cuestionaron este sábado en León (Guanajuato) la voluntad del pontífice para resolverlo con "verdad y justicia" y expresaron su indignación porque Benedicto XVI no los reciba durante su visita de tres días al país. Los ex legionarios Alberto Athié y José Barba acusaron a El Vaticano de encubrir a Maciel. Lo hicieron en la presentación de 'La voluntad de no saber' (Grijalbo), el libro donde revelan el expediente que está en manos del Vaticano desde hace años denunciando al líder de la Legión de Cristo.
La Conferencia Episcopal mexicana había insinuado que no descartaba un encuentro fuera de agenda del Papa con las víctimas. "Los casos están abiertos para la Iglesia que al igual que el Papa es consciente de la importancia del tema", señaló el presidente del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes.
Los abusos sexuales del líder de los legionarios de Cristo están muy presentes en la sociedad mexicana que ha visto como esta organización religiosa, otrora poderosa e influyente es hoy un recuerdo casi proscrito entre quienes algún día confiaron su fe en un personaje tan tenebroso como Maciel.
Benedicto XVI se reunió en privado con víctimas de la pederastia en sus viajes a EE UU y Australia en 2008, a Portugal y Malta (donde incluso lloró escuchando los testimonios y prometió llevar a los culpables hasta los tribunales) en 2010 y a Reino Unido y Alemania el año pasado.
Lombardi también descartó que el Pontífice se reúna con el presidente de Venezuela Hugo Chávez quien llegará este domingo a Cuba -próxima parada del viaje del Papa- para someterse a nuevas sesiones de radioterapia para tratarse el cáncer que padece. "Ha sido una sorpesa. Acabo de enterarme ahora que estará en Cuba", dijo el portavoz vaticano
El Pontífice recibió a los familiares tras desahogar una reunión privada con el Presidente Calderón en la Casa Conde del Rul de esta capital.
Apoya control a armas
Tema recurrente en la agenda nacional, el Presidente Felipe Calderón recibió ayer el respaldo del Papa Benedicto XVI para censurar el trasiego de armas con el que opera el crimen organizado.
Calderón y el Papa desahogaron una reunión de 40 minutos en la Casa Conde del Rul.
De acuerdo con información oficial, el Mandatario y el Pontífice externaron su "deseo de avanzar hacia el desarme nuclear y la necesidad de lograr un tratado internacional sobre comercio de armas pequeñas y ligeras toda vez que su proliferación ha favorecido la acción criminal de la delincuencia organizada".
Según el comunicado, ambos Jefes de Estado "subrayaron la necesidad de que se continúe avanzando hacia el desarme nuclear y la necesidad de concluir a la brevedad con el Tratado de Comercio de Armas que regule un comercio responsable de armas pequeñas, de modo que se evite su posesión por parte de grupos criminales, (amén) de que destacaron puntos de coincidencia en los foros multilaterales y acordaron intensificar el diálogo".
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