Muchas gracias.
Muy buenas tardes a todas y a todos.
Señor Diputado Jesús Murillo Karam, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, gracias por acompañarnos esta tarde.
Quiero agradecer también significativamente la presencia del doctor José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Educación Pública, quien desde la propia Secretaría ha sido un impulsor y un promotor del Archivo General de la Nación y de las distintas que ha llevado a cabo en los últimos años.
Quiero agradecer también la presencia del ex diputado César Camacho Quiroz, ex senador también, que hoy nos acompaña y que fue uno de los promotores, junto con el Diputado Murillo Karam y otros legisladores de distintos partidos de la Nueva Ley General del Archivo.
También a mis compañeros de la Administración Pública Federal; desde luego saludo a la doctora Aurora Gómez Galvarriato, que ha conducido el destino de este Archivo durante los últimos años y que ha sido una incansable promotora de su renovación, de su actualización y, desde luego, del fortalecimiento de su marco jurídico.
Y agradezco la presencia de la doctora Alejandra Moreno Toscano, del doctor Enrique Florescano, de los miembros de la Junta de Gobierno del Archivo General de la Nación y también a todas y a todos los servidores públicos del Archivo que hoy nos acompañan.
Y muy especialmente a todos los ex servidores públicos del Archivo que hoy también están con nosotros, que con nosotros celebran y conmemoran el 30 Aniversario del Archivo General de la Nación, aquí, en Lecumberri y particularmente el hecho de que el día de hoy en este evento estamos conmemorando, a final de cuentas, el trabajo de todas y todos ustedes.
Muchas gracias por estar aquí.
Creo que gracias al empeño, a la constancia, a la dedicación, literalmente ya de varias generaciones de servidores públicos, se ha ido fortaleciendo este Archivo, a través de distintas etapas, a través de distintos momentos, pero indudablemente como un símbolo verdaderamente valioso y como un instrumento que debemos de seguir potenciando para el resguardo, la apreciación y el estudio de nuestra historia.
Para mí es un honor, como Secretario de Gobernación, estar
aquí, en estas instalaciones, donde se ha hecho un esfuerzo además
particularmente, porque la historia documental de nuestro país esté cada vez
más al alcance de los mexicanos.
Y como en esta celebración subrayamos, precisamente, el
hecho de que la historia es una historia de todos y el destino es también un
destino para todos.
Ya se han recordado algunos de los elementos históricos de
nuestro Archivo General de la Nación, es,
ya se ha dicho, uno de los más antiguos en el mundo, custodia documentos
de instituciones públicas y privadas de nuestro país desde el Siglo XVI hasta
nuestros días y es, hace 30 años, en 1982, que ya se pudo trasladar a este
Palacio de Lecumberri, el cual fue remodelado en aquella ocasión y
acondicionado para albergar nuestro vasto acervo documental y el cual hoy mismo
está también siendo ampliado, está siendo remodelado, precisamente, para poder
garantizar el adecuado rescate de papeles y documentos que se encontraban en
una situación relativamente difícil y que hoy estamos construyendo la
infraestructura que nos va garantizar el poder contar con un acervo en óptimas
condiciones para las generaciones futuras.
Quiero hacer una reflexión breve sobre la función
importante que cumple este archivo para nuestra sociedad, es una reflexión que
ciertamente complementa las que ya nos han ofrecido hoy sus exdirectores y el
Diputado Murillo Karam, pero que quisiera subrayar la importancia de que estos
documentos estén no solamente debidamente resguardados, sino que seamos capaces
de estar facilitando de manera sistemática y cada vez con mayor agilidad el
acceso a todos los documentos sobre los cuales hemos construido nuestra
identidad, nuestra vida institucional, nuestra trayectoria.
La información haya dejado de ser un privilegio para
convertirse en un activo de toda la sociedad mexicana; esta sociedad entiende,
precisamente, que el conocimiento de nuestra historia es una fórmula
indispensable, quizás no suficiente, pero ciertamente necesaria para
proyectarnos hacia el futuro.
En este sentido, una responsabilidad básica del Gobierno es
el poder preservar y además de preservar difundir activamente nuestra memoria
documental.
Es por ello que la Administración del Presidente de la
República, el licenciado Felipe Calderón ha impulsado de una manera firme las
acciones tendientes a fortalecer las instituciones que promueven la
transparencia y con ello la vida democrática en México.
Precisamente en estos últimos años, específicamente en el
Archivo General de la Nación quiero subrayar avances en dos vertientes:
Primero. Gracias a la entrada en vigor de la primera Ley
General de Archivos, la función de preservación y resguardo de documentos
nacionales queda bien delimitada, se consolida el Archivo General de la Nación
como órgano rector en la materia, y esto nos permitirá cumplir de mejor forma
la recuperación, conservación y publicación de los documentos históricos de
México.
Segundo. Se ha hecho un trabajo muy importante para
impulsar que todos tengan acceso a la documentación esencial de nuestro país.
Vale la pena destacar la digitalización de diversos
catálogos e inventarios, con lo cual este espacio se ha convertido en referente
obligado para la investigación.
De esta forma, con un marco normativo claro en materia de
preservación de documentos, así como con la modernización y en esa medida
también la democratización del acceso a los servicios de información avanzamos
en un camino correcto, claro para que se fortalezca una cultura de mayor
rendición de cuentas en nuestro país.
Esta celebración es también una oportunidad importante para
reflexionar sobre el valor de lo que hace el Archivo General de la Nación al
garantizar el resguardo de una gran parte de nuestra historia nacional.
Gracias al conocimiento de generaciones pasadas, de sus
luchas, de sus ideales, de sus motivaciones, es que ahora podemos entender y
valorar las tareas por las que estamos trabajando desde el Gobierno.
Hoy más que nunca debemos sentirnos impulsados por la
memoria histórica para encarar con claridad y con firmeza los retos que
enfrenta nuestro país hacia el futuro.
Los documentos que se encuentran en este Archivo nos
permiten reclamar nuestros derechos, reconocer nuestras obligaciones y valorar
nuestra historia con mayor objetividad y con mayor rigor.
Pero también debemos de reconocer que es preciso redoblar
esfuerzos, defender los logros en materia de transparencia y rendición de
cuentas y hacer que la información gubernamental sea mucho más accesible a
todos los mexicanos y mucho más eficaz en garantizar que las labores de
Gobierno están directamente apegadas a las necesidades de la población.
Este es un esfuerzo conjunto que se ha reconocido en
distintos momento por parte del Gobierno Federal y también del Poder
Legislativo.
A lo largo de los últimos años, a través del
fortalecimiento del Archivo General de la Nación, se ha cambiado, podemos
decir, el paradigma de la información de ser solamente un privilegio para
convertirse en un activo indispensable de la sociedad.
Pero tenemos que seguir avanzando en ese paradigma. Es
precisamente el objetivo de hacer más transparente, más accesible y más
uniforme el acceso a la información en todos los aspectos, particularmente en
aquellos que afectan de manera más directa, más inmediata y más trascendente a
la población.
Me refiero de manera muy puntual al ejercicio cotidiano de
los recursos públicos por parte de los servidores de los tres órdenes de
Gobierno.
Es por ello que, utilizando las atribuciones que le otorga
la Reforma Constitucional en Materia Política, el Presidente de la República ha
decidido y ha sometido a consideración del Congreso de la Unión una iniciativa
con carácter preferente por la que se reforma y adiciona la Ley General de
Contabilidad Gubernamental.
Esta iniciativa tiene precisamente ese propósito que
conmemoramos el día de hoy: el de hacer más accesible la información pública a
los ciudadanos, el hacer mucho más claro el ejercicio de los recursos por parte
de los estados y los municipios y fortalecer los estándares de transparencia y
de rendición de cuentas, también por parte del Gobierno Federal, de los
gobiernos de los estados y de los gobiernos municipales.
Así como el Archivo General de la Nación ha sido un
instrumento extraordinariamente valioso para recuperar, compilar y hacer
disponible todo el acervo documental del pasado y presente de nuestro país, así
debemos de complementar nuestro sistema de transparencia y acceso a la
información, para que cada uno de los pesos y centavos que se gastan en la
administración pública de nuestro país, sea federal, estatal o municipal, esté
claramente a la vista de los ciudadanos, claramente a la vista de los medios de
comunicación y claramente a la vista de toda la sociedad para poder ejercer una
mayor responsabilidad en la conducción colectiva de nuestro destino como país.
Esta es una exigencia de la sociedad mexicana, nos exige
más y mejor información, una clara y sistemática rendición de cuentas de todos
los gobernantes y de sus representantes.
Es una exigencia legítima que no puede seguirse postergando
y a esta iniciativa se suman otras que se están presentando también en el seno
del Congreso y que estamos seguros encontrarán, en la consideración de las
distintas fuerzas políticas, oportunidades para el avance de nuestro país.
Debemos cerrar todos los espacios a la opacidad y a la
corrupción en el desempeño de los distintos niveles de Gobierno. Es momento de
aprovechar los nuevos instrumentos que nos estamos dando, como es la Reforma
Política, como es la consolidación del Archivo General de la Nación, para
seguir impulsando la transformación de México en un país más libre, más justo,
más próspero, tal y como lo soñamos para nuestras siguientes generaciones, tal
y como nos lo han enseñado las
generaciones, cuya historia y testimonio hoy está bien resguardado en el
Archivo General de la Nación.
Muchas gracias.
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