14 sept 2012

30 años del AGN

Discurso del Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré,  en el 30 Aniversario del Archivo General de la Nación; México DF:, a 14 de septiembre de 2012
Muchas gracias.
Muy buenas tardes a todas y a todos.
Señor Diputado Jesús Murillo Karam, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, gracias por acompañarnos esta tarde.
Quiero agradecer también significativamente la presencia del doctor José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Educación Pública, quien desde la propia Secretaría ha sido un impulsor y un promotor del Archivo General de la Nación y de las distintas que ha llevado a cabo en los últimos años.
Quiero agradecer también la presencia del ex diputado César Camacho Quiroz, ex senador también, que hoy nos acompaña y que fue uno de los promotores, junto con el Diputado Murillo Karam y otros legisladores de distintos partidos de la Nueva Ley General del Archivo.
También a mis compañeros de la Administración Pública Federal; desde luego saludo a la doctora Aurora Gómez Galvarriato, que ha conducido el destino de este Archivo durante los últimos años y que ha sido una incansable promotora de su renovación, de su actualización y, desde luego, del fortalecimiento de su marco jurídico.
Y agradezco la presencia de la doctora Alejandra Moreno Toscano, del doctor Enrique Florescano, de los miembros de la Junta de Gobierno del Archivo General de la Nación y también a todas y a todos los servidores públicos del Archivo que hoy nos acompañan.
Y muy especialmente a todos los ex servidores públicos del Archivo que hoy también están con nosotros, que con nosotros celebran y conmemoran el 30 Aniversario del Archivo General de la Nación, aquí, en Lecumberri y particularmente el hecho de que el día de hoy en este evento estamos conmemorando, a final de cuentas, el trabajo de todas y todos ustedes.
Muchas gracias por estar aquí.
Creo que gracias al empeño, a la constancia, a la dedicación, literalmente ya de varias generaciones de servidores públicos, se ha ido fortaleciendo este Archivo, a través de distintas etapas, a través de distintos momentos, pero indudablemente como un símbolo verdaderamente valioso y como un instrumento que debemos de seguir potenciando para el resguardo, la apreciación y el estudio de nuestra historia.

Para mí es un honor, como Secretario de Gobernación, estar aquí, en estas instalaciones, donde se ha hecho un esfuerzo además particularmente, porque la historia documental de nuestro país esté cada vez más al alcance de los mexicanos.

Y como en esta celebración subrayamos, precisamente, el hecho de que la historia es una historia de todos y el destino es también un destino para todos.

Ya se han recordado algunos de los elementos históricos de nuestro Archivo General de la Nación, es,  ya se ha dicho, uno de los más antiguos en el mundo, custodia documentos de instituciones públicas y privadas de nuestro país desde el Siglo XVI hasta nuestros días y es, hace 30 años, en 1982, que ya se pudo trasladar a este Palacio de Lecumberri, el cual fue remodelado en aquella ocasión y acondicionado para albergar nuestro vasto acervo documental y el cual hoy mismo está también siendo ampliado, está siendo remodelado, precisamente, para poder garantizar el adecuado rescate de papeles y documentos que se encontraban en una situación relativamente difícil y que hoy estamos construyendo la infraestructura que nos va garantizar el poder contar con un acervo en óptimas condiciones para las generaciones futuras.

Quiero hacer una reflexión breve sobre la función importante que cumple este archivo para nuestra sociedad, es una reflexión que ciertamente complementa las que ya nos han ofrecido hoy sus exdirectores y el Diputado Murillo Karam, pero que quisiera subrayar la importancia de que estos documentos estén no solamente debidamente resguardados, sino que seamos capaces de estar facilitando de manera sistemática y cada vez con mayor agilidad el acceso a todos los documentos sobre los cuales hemos construido nuestra identidad, nuestra vida institucional, nuestra trayectoria.

La información haya dejado de ser un privilegio para convertirse en un activo de toda la sociedad mexicana; esta sociedad entiende, precisamente, que el conocimiento de nuestra historia es una fórmula indispensable, quizás no suficiente, pero ciertamente necesaria para proyectarnos hacia el futuro.

En este sentido, una responsabilidad básica del Gobierno es el poder preservar y además de preservar difundir activamente nuestra memoria documental.

Es por ello que la Administración del Presidente de la República, el licenciado Felipe Calderón ha impulsado de una manera firme las acciones tendientes a fortalecer las instituciones que promueven la transparencia y con ello la vida democrática en México.

Precisamente en estos últimos años, específicamente en el Archivo General de la Nación quiero subrayar avances en dos vertientes:

Primero. Gracias a la entrada en vigor de la primera Ley General de Archivos, la función de preservación y resguardo de documentos nacionales queda bien delimitada, se consolida el Archivo General de la Nación como órgano rector en la materia, y esto nos permitirá cumplir de mejor forma la recuperación, conservación y publicación de los documentos históricos de México.

Segundo. Se ha hecho un trabajo muy importante para impulsar que todos tengan acceso a la documentación esencial de nuestro país.

Vale la pena destacar la digitalización de diversos catálogos e inventarios, con lo cual este espacio se ha convertido en referente obligado para la investigación.

De esta forma, con un marco normativo claro en materia de preservación de documentos, así como con la modernización y en esa medida también la democratización del acceso a los servicios de información avanzamos en un camino correcto, claro para que se fortalezca una cultura de mayor rendición de cuentas en nuestro país.

Esta celebración es también una oportunidad importante para reflexionar sobre el valor de lo que hace el Archivo General de la Nación al garantizar el resguardo de una gran parte de nuestra historia nacional.

Gracias al conocimiento de generaciones pasadas, de sus luchas, de sus ideales, de sus motivaciones, es que ahora podemos entender y valorar las tareas por las que estamos trabajando desde el Gobierno.

Hoy más que nunca debemos sentirnos impulsados por la memoria histórica para encarar con claridad y con firmeza los retos que enfrenta nuestro país hacia el futuro.

Los documentos que se encuentran en este Archivo nos permiten reclamar nuestros derechos, reconocer nuestras obligaciones y valorar nuestra historia con mayor objetividad y con mayor rigor.

Pero también debemos de reconocer que es preciso redoblar esfuerzos, defender los logros en materia de transparencia y rendición de cuentas y hacer que la información gubernamental sea mucho más accesible a todos los mexicanos y mucho más eficaz en garantizar que las labores de Gobierno están directamente apegadas a las necesidades de la población.

Este es un esfuerzo conjunto que se ha reconocido en distintos momento por parte del Gobierno Federal y también del Poder Legislativo.

A lo largo de los últimos años, a través del fortalecimiento del Archivo General de la Nación, se ha cambiado, podemos decir, el paradigma de la información de ser solamente un privilegio para convertirse en un activo indispensable de la sociedad.

Pero tenemos que seguir avanzando en ese paradigma. Es precisamente el objetivo de hacer más transparente, más accesible y más uniforme el acceso a la información en todos los aspectos, particularmente en aquellos que afectan de manera más directa, más inmediata y más trascendente a la población.

Me refiero de manera muy puntual al ejercicio cotidiano de los recursos públicos por parte de los servidores de los tres órdenes de Gobierno.

Es por ello que, utilizando las atribuciones que le otorga la Reforma Constitucional en Materia Política, el Presidente de la República ha decidido y ha sometido a consideración del Congreso de la Unión una iniciativa con carácter preferente por la que se reforma y adiciona la Ley General de Contabilidad Gubernamental.

Esta iniciativa tiene precisamente ese propósito que conmemoramos el día de hoy: el de hacer más accesible la información pública a los ciudadanos, el hacer mucho más claro el ejercicio de los recursos por parte de los estados y los municipios y fortalecer los estándares de transparencia y de rendición de cuentas, también por parte del Gobierno Federal, de los gobiernos de los estados y de los gobiernos municipales.

Así como el Archivo General de la Nación ha sido un instrumento extraordinariamente valioso para recuperar, compilar y hacer disponible todo el acervo documental del pasado y presente de nuestro país, así debemos de complementar nuestro sistema de transparencia y acceso a la información, para que cada uno de los pesos y centavos que se gastan en la administración pública de nuestro país, sea federal, estatal o municipal, esté claramente a la vista de los ciudadanos, claramente a la vista de los medios de comunicación y claramente a la vista de toda la sociedad para poder ejercer una mayor responsabilidad en la conducción colectiva de nuestro destino como país.

Esta es una exigencia de la sociedad mexicana, nos exige más y mejor información, una clara y sistemática rendición de cuentas de todos los gobernantes y de sus representantes.

Es una exigencia legítima que no puede seguirse postergando y a esta iniciativa se suman otras que se están presentando también en el seno del Congreso y que estamos seguros encontrarán, en la consideración de las distintas fuerzas políticas, oportunidades para el avance de nuestro país.

Debemos cerrar todos los espacios a la opacidad y a la corrupción en el desempeño de los distintos niveles de Gobierno. Es momento de aprovechar los nuevos instrumentos que nos estamos dando, como es la Reforma Política, como es la consolidación del Archivo General de la Nación, para seguir impulsando la transformación de México en un país más libre, más justo, más próspero, tal y como lo soñamos para nuestras siguientes generaciones, tal y como nos lo han  enseñado las generaciones, cuya historia y testimonio hoy está bien resguardado en el Archivo General de la Nación.

Muchas gracias.

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