El ministerio fiscal ha pedido a los organismos religiosos que aporten los documentos de los que dispongan e información sobre los pagos realizados a posibles víctimas..
SANDRO POZZI
El País, Nueva York 6 SEP 2018;
Un activista muestra una pancarta en contra del papa Francisco, mientras recorre las calles del centro de Dublín a bordo del papamóvil, el pasado agosto. En vídeo: Vidas marcadas por el abuso sexual en el seno de la Iglesia. EFE / ATLAS
La fiscal general del Estado de Nueva York, Barbara Underwood, tiene abierta una investigación por las denuncias de abusos sexuales en la iglesia católica. Para completarla, su oficina acaba de emitir este jueves una orden para que sus ocho diócesis le aporten los documentos de los que dispongan, así como información sobre los pagos realizados a posibles víctimas y el resultado de investigaciones internas.
La acción del equipo de Underwood se conoce tan solo tres semanas después de que un gran jurado en Pensilvania documentara que más de 300 sacerdotes abusaron sexualmente en ese Estado de más de mil niños. Argumenta por eso el inicio de esta investigación diciendo que el informe del gran jurado en Pensilvania “arrojó luz sobre los actos increíblemente perturbadores y depravados del clero católico” y señala en este sentido que estuvieron ayudados “por una cultura de secretos y encubrimientos” por parte de las diócesis.
Underwood trata de determinar cómo los líderes de la Iglesia respondieron a las denuncias de abusos. El extenso informe del gran jurado de Pensilvania ya revelaba que algunos de los "sacerdotes predadores" tenían vínculos con las diócesis de Nueva York y Nueva Jersey. Para completar la investigación, se acaba de establecer una línea telefónica específica para que las víctimas de los abusos o cualquier otra persona con información sobre estos hechos pueda ponerse en contacto con los investigadores, o denunciarlos.
"Las víctimas en Nueva York se merecen ser escuchadas", ha dicho la fiscal, y ha añadido: "Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que se haga justicia". La investigación de la fiscalía del Estado de Nueva York cubre todas las diócesis, así como otras entidades vinculadas a la Iglesia Católica, que son esencialmente instituciones sin ánimo de lucro. El objetivo es tratar de determinar hasta qué punto se encubrieron los abusos a menores y el alcance de las denuncias.
En paralelo, la fiscal general trata de coordinar su acción con los fiscales de distrito por si pudiera derivarse una acción penal. Underwood no tiene autoridad para convocar a un gran jurado que investigue estas alegaciones y procesar a los individuos que hayan cometido una ofensa penal. La fiscal aprovecha para pedir que el legislativo adopte un reglamento que permita proteger mejor a los menores frente a estos abusos.
El papa Francisco emitió una carta unos días después de estallar el escándalo de Pensilvania en la que expresaba su vergüenza por los abusos sexuales. “Nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado”, admitía, al tiempo que emplazaba a un cambio de cultura que permitiera prevenir los abusos y el encubrimiento de los casos de pederastia que azotan a la Iglesia.
La archidiócesis de Nueva York emitió una breve nota de prensa tras conocerse la acción civil en la que un portavoz se limita de decir que todas las instituciones bajo su paraguas cooperarán con la investigación. “No es ninguna sorpresa que la fiscal general esté contemplando iniciar una investigación civil”, señala Joseph Zwilling, “todas las diócesis en el Estados estamos listas y dispuestas a trabajar juntos en su investigación”.
Zwilling señala que la archidiócesis de Nueva York cooperó con varias investigaciones penales de fiscales de distrito iniciadas desde 2002. “No solo facilitamos la información que se requería”, explica, “también nos notifican cuando reciben una acusación de abuso”. Eso, explica, “nos permite investigar y retirar del ministerio a cualquier clérigo que tenga una acusación creíble y sustancial de abuso”.
La acción judicial, en cualquier caso, tiene límites. Las víctimas que sufrieron abusos sexuales cuando eran menores solo pueden presentar una demanda en el Estados de Nueva York por la vía civil o buscar cargos criminales hasta que cumplen los 23 años de edad. Es umbral no se tiene en cuenta cuando se considera que el delito es serio, pero en este caso solo se puede actuar por la vía penal si el crimen se cometió en 2001 o después. La fiscal aprovechó por eso para pedir que se adopte una nueva legislación que permita proteger mejor a los menores.
Incluso si los casos quedan al margen, la fiscal pide a las víctimas que den el paso al frente e informe a su equipo de investigadores. Cualquier tipo de información que las víctimas les faciliten, señala Underwood, les ayudará a entender el patrón de conducta seguido por la Iglesia. La Charities Bureau, una organización en la que se registran las instituciones benéficas, inició el mes pasado una investigación similar.
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