¿Quién es Mariann Edgar Budde, la obispa que hizo una súplica a Trump?
La primera mujer en ser líder espiritual de la Diócesis Episcopal de Washington hizo un llamado al presidente de EU para que se apiade de los migrantes y de la comunidad LGBTQ.
La obispa Mariann Edgar Budde, vestida con una blusa blanca, una túnica roja y una estola negra, habla en un estrado adornado con flores. Detrás de ella, una bandera estadounidense.
Por Elizabeth Dias y Tim Balk
The New York Times, 22 de enero de 2025;
La obispa Mariann Edgar Budde, cuyo llamado directo al presidente Donald Trump para que se apiade de los migrantes y de la comunidad LGBTQ saltó a los titulares el martes, también criticó públicamente a Trump durante su primer mandato.
La obispa Budde, de 65 años, es la primera mujer que ocupa el cargo de líder espiritual de la Diócesis Episcopal de Washington, y dirige la diócesis desde 2011.
Antes de trasladarse a Washington, pasó casi dos décadas como rectora de la Iglesia Episcopal de St. John de Mineápolis. Es exalumna de la Universidad de Rochester, al norte del estado de Nueva York, y creció en parte en Nueva Jersey y en parte en Colorado. Le gusta ir en bicicleta por Washington.
Desde el verano pasado, su diócesis, que incluye la Catedral Nacional, tenía previsto celebrar un servicio de oración al día siguiente de la toma de posesión, independientemente de quién ganara la presidencia. Sin importar el resultado, ella tenía intención de predicar, dijo.
En 2020, la obispa Budde escribió un artículo de opinión en The New York Times en el que se declaraba “indignada” y “horrorizada” por el uso que Trump hizo de la Biblia, que sostuvo en alto en la iglesia de St. John después de que agentes utilizaran gases lacrimógenos contra los manifestantes que pedían justicia racial en la cercana plaza de Lafayette. Escribió que Trump había “utilizado símbolos sagrados” mientras “defendía posturas contrarias a la Biblia”.
El martes, de nuevo tuvo un mensaje para Trump.
Con el presidente sentado en la parte delantera de la iglesia, cerró su sermón instándole “a que tenga piedad de la gente de nuestro país que ahora tiene miedo”.
Citó a las personas LGBTQ y a los migrantes, aparentemente en respuesta a los esfuerzos del presidente por reprimir la migración ilegal y desmantelar las protecciones federales para las personas transgénero.
La obispa dijo que la unidad requería honestidad, humildad y reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos, “negándose a burlarse, rebajar o demonizar”.
Trump bajó la mirada. El vicepresidente JD Vance, sentado cerca, arqueó las cejas.
“Le pido que tenga piedad, presidente”, dijo, y añadió: “Todos fuimos una vez forasteros en esta tierra”.
Trump no pareció disfrutar del servicio. Más tarde, dijo a los periodistas que “no fue muy emocionante”.
“Podrían hacerlo mucho mejor”, añadió, al parecer refiriéndose a los organizadores del servicio.
En una entrevista telefónica, la obispa Budde declinó hacer comentarios sobre la reacción de Trump al servicio.
Dijo que “no estaba necesariamente llamándole la atención al presidente”, sino que había decidido hacer su petición “por el miedo” que había visto en las comunidades de migrantes y LGBTQ de Washington.
Quería que Trump “tuviera en cuenta a las personas que tienen miedo”, dijo.
“Intentaba decir: se le ha confiado el país”, añadió. “Y una de las cualidades de un líder es la misericordia”.
Pero también dijo que esperaba que sus comentarios tuvieran eco más allá de los oídos de Trump.
Poco más de la mitad del país ahora expresa cierto apoyo a la deportación de todos los migrantes no autorizados que viven en Estados Unidos, según una encuesta reciente de The New York Times e Ipsos.
Y la obispa Budde dijo que sentía que se había producido un cambio en el “permiso” que los estadounidenses sentían para ser “realmente muy crueles”.
“Quería recordarnos a todos que se trata de nuestros vecinos”, dijo.
Elizabeth Dias es la corresponsal nacional de religión del Times, y cubre temas de fe, política y valores. Más de Elizabeth Dias
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Posteriormente, en su plataforma en redes sociales Truth Social, Trump describió a Budde como "una radical de izquierda que odia a Trump" y agregó que la obispa tenía un "tono desagradable" El mandatario señaló que "ella y su iglesia le deben una disculpa al público".
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BBC News, Mundo
Título del autor, BBC News Mundo
22 enero 2025
Sentado en primera fila, al lado de su esposa, Melania, el presidente Donald Trump escuchó este martes un sermón en la Catedral Nacional de Washington que llamó la atención de muchos en Estados Unidos.
La obispa Mariann Edgar Budde, la primera mujer en estar al frente de la Diócesis Episcopal de Washington DC, hizo un llamado de "clemencia" a Trump hacia minorías que estarán sujetas a las nuevas políticas que anunció al tomar posesión el lunes.
"Señor presidente: millones han puesto su confianza en usted. Y como usted dijo ayer, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En el nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para gente en nuestro país que tiene miedo ahora", dijo Budde.
"Hay niños gays, lesbianas y transexuales, y familias demócratas y republicanas e independientes, algunas de las cuales temen por sus vidas", continuó.
Trump, que estaba con la mirada al frente en un inicio, comenzó a mover la cabeza hacia otros lados. El vicepresidente J.D. Vance fue más expresivo, al voltear la cara para mirar a su esposa.
La obispa continuó abogando por los migrantes: "Gente que recoge las cosechas, que limpia nuestras oficinas. Que trabajan en granjas y en empacadoras de carne. Que lavan la loza luego de que comemos en restaurantes. Y que trabajan en turnos nocturnos en hospitales".
"Podrán no ser ciudadanos, o tener la documentación apropiada. Pero la vasta mayoría de los migrantes no son criminales. Ellos pagan impuestos, son nuestros vecinos, son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas y templos", dijo la obispa diocesana,
"Le pido que tenga clemencia con aquellos en nuestras comunidades cuyos niños temen que sus padres sean llevados lejos. Y que ayude a los que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí".
Las palabras de Budde fueron parte de un servicio religioso con motivo de la investidura de Trump como presidente de E. el día anterior.
A la Catedral Nacional de Washington asistieron el presidente, el vicepresidente y sus respectivas familias, así como decenas de invitados.
"No fue muy emocionante"
El sermón de Budde vino luego de que el lunes Trump firmara una serie de órdenes ejecutivas que afectan a minorías, como los migrantes o la comunidad LGBT.
El presidente decretó un estado de emergencia en la frontera con México entre cuyos efectos impide la llegada de nuevas solicitudes de asilo.
Asimismo, ha prometido una deportación masiva de migrantes indocumentados.
Y firmó una orden para eliminar el derecho automático de ciudadanía a los hijos de migrantes sin estancia legal.
También decretó la eliminación de las políticas inclusivas instauradas en el gobierno anterior. Trump dijo que el gobierno solo considerará dos géneros, masculino y femenino, e instituciones públicas y militares dejarán de procurar políticas para la comunidad transgénero.
El sermón causó sorpresa y se convirtió en uno de los temas del día en Washington DC y en el resto del país, pues no es habitual que el presidente de EU enfrente un a declaración así.
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