El director de la Sala de prensa vuelve a hablar sobre los “Vatileaks”. El primer interrogatorio formal al “mayordomo” acusado con los jueces vaticanos será el fin de semana
Alessandro Speciale
Ciudad del vaticano
En http://vaticaninsider.lastampa.it/es
Habrá que esperar que llegue el fin de semana, o incluso la semana próxima, para que la prometida «colaboración» de Paolo Gabriele con los jueces vaticanos que investigan sobre el caso de los “Vatileaks” se pueda transformar en una realidad. El primer «interrogatorio formal» del ex ayudante de cámara del Papa Benedicto XVI con el promotor de justicia Nicola Picardi, ante la presencia de los abogados y del juez instructor Piero Antonio Bonnet, será en los próximos días.
El director de la Sala de Prensa del vaticano, el padre Federico Lombardi, no ofreció, en la que se ha convertido en la cita de costumbre para informar a los periodistas sobre el desarrollo de la investigación, avances significativos. La Comisión de cardenales insituida por el Pontífice en marzo, explica el jesuita, sigue su curso, en vista del “informe” que presentarán a Benedicto XVI, pero que no pretende dejarse presionar por la atención de los medios de comunicación que se está concentrando estos días sobre el Vaticano.
Gabriele, mientras tanto, tuvo ayer un primer “coloquio” con sus abogados, Carlo Fusco y Cristiana Arru, definido por Lombardi como «amplio, fructuoso y muy positivo». Los abogados indicaron su disposición para comunicarse con la prensa indirectamente, mediante la Sala de Prensa vaticana, para respetar «el secreto profesional».
Lombardi indicó que en el marco de la investigación de la Comisión cardenalicia (compuesta por tres purpurados: Tomko, Herranz y De Giorgi), «hemos escuchado a diferentes personas», y podrían convocar a otras para próximas «audiciones», más que interrogatorios. Pero el portavoz vaticano quiso desmentir de nuevo que haya cardenales bajo sospecha o que se haya escuchado el testimonio de 5 cardenales, así como el hecho de que haya otra persona bajo arresto. El padre Federico Lombardi ha precisado que por el momento no hay otras personas investigadas y que el imputado ha declarado querer colaborar, mientras que la Santa Sede «no tiene intención de hacerse condicionar por la presión mediática».
La Comisión cardenalicia, recordó el portavoz vaticano, «actúa en coordinación con la magistratura y con la Gendarmería vaticana, pero con un mandato diferente». Ayer, Lombardi había recordado que la Comisión cardenalicia «tiene un mandato más amplio: puede interrogar incluso en los dicasterios, y esto sin que haya elementos concretos que justifiquen tales procedimientos judiciales».
El Papa, por su parte, vive esta situación como una «prueba», no como una «tragedia» ni, mucho menos, como un choque entre bandas, indicó el portavoz vaticano. Se trata de una «prueba» que «le afecta desde muy cerca», añadió, y el Pontífice sufre un «dolor específico», al tratarse de una persona tan cercana a su persona, amada y respetada.
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