16 dic 2014

¿Qué debe hacer en este caso la Representación Nacional?

SESIÓN SOLEMNE DE LA H. CÁMARA DE SENADORES, CELEBRADA EL LUNES 15 DE DICIEMBRE DE 2014.
PRESIDENCIA DEL CIUDADANO SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA

        -EL C. PRESIDENTE MIGUEL BARBOSA HUERTA: (11:41 horas) Solicito a la Secretaría informe a la Asamblea, el resultado del cómputo de asistencia de las señoras y señores senadores.
       -LA C. SECRETARIA LUCERO SALDAÑA PÉREZ: Honorable Asamblea, conforme al registro de asistencia se han acreditado 73 ciudadanas senadoras y senadores.
       En consecuencia, hay quórum, señor presidente.
       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Gracias, senadora.
       Se abre la Sesión Solemne del Senado de la República, convocada para la entrega de la Medalla de Honor Belisario Domínguez 2014.
       Solicito a la Secretaría de lectura a las comisiones de cortesía que ha sido designada para recibir y acompañar a nuestros distinguidos invitados a esta Sesión Solemne.
       Doy lectura a las comisiones protocolarias de esta Sesión Solemne.
       Para recibir al ciudadano Presidente de la República, senador José Ascención Orihuela Bárcenas, senador Jorge Luis Preciado Rodríguez, senador Armando Ríos Piter, senador Jorge Emilio González Martínez, senadora Martha Palafox Gutiérrez, y senador Marco Antonio Blasquez Salinas.

       Para recibir al Ministro Alberto Pérez Dayan, que asiste con la representación del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, senadora Arely Gómez González, senador Octavio Pedroza Gaitán, senador Gerardo Flores Ramírez, senadora Angélica De la Peña Gómez, y senadora Ana Gabriela Guevara.
       Para recibir al diputado Tomás Torres Mercado, vicepresidente de la Cámara de Diputados, senadora María del Rocío Pineda Gochi, senador Fernando  Herrera Ávila, y senador Fidel Demédicis Hidalgo.
       Para recibir al gobernador del estado de Chiapas, senador Roberto Albores Gleason, senador Francisco García Cabeza de Vaca, senador Benjamín Robles Montoya, senador Luis Armando Melgar Bravo, y senador Zoé Robledo Aburto.
       Para recibir al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, senador Joel Ayala Almeida, senador Raúl Morón, senadora Alejandra Barrales Magdaleno, y senador Isidro Pedraza.
       Para recibir al señor Eraclio Zepeda Ramos, senadora Blanca Alcalá Ruiz, senador Roberto Gil Zuarth, senador Zoé Robledo Aburto, y senador Carlos Alberto Puente Salas.
       Para el Presidente de la República, se incorpora el senador Sofío Ramírez.
       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Gracias, senadora.
       Esta Presidencia, solicita a las comisiones designadas acudan a las puertas de este recinto, a fin de cumplir con su cometido.
       En tanto se declara un receso.
 RECESO)
       Se solicita a los presentes ponerse de pie, para recibir al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto.
 (Todos de pie)
 Aplausos)
       -LA C. SECRETARIA ROSA ADRIANA DÍAZ LIZAMA: Favor de tomar asiento.
       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Con fundamento en el artículo 100 de la Ley Orgánica del Congreso General y el artículo noveno del Reglamento de la Medalla de Honor “Belisario Domínguez”, damos inicio a la Sesión Solemne, a fin de realizar la entrega de este galardón y del diploma correspondiente.
       -LA C. SECRETARIA DÍAZ LIZAMA: Se les solicita ponerse de pie, a efecto de rendir los honores de ordenanza al Presidente de la República.
 (Todos de pie. Se rinde honores de ordenanza)
        Sírvanse tomar asiento.
        -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Damos la bienvenida al señor Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto. (Aplausos)
        Al Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alberto Pérez Dayan. (Aplausos)
        Al diputado Tomás Torres Mercado, vicepresidente de la Cámara de Diputados. (Aplausos)
        Al licenciado Manuel Velasco Coello, gobernador del estado de Chiapas. (Aplausos)
        Al doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal. (Aplausos)
       Al señor Eraclio Zepeda Ramos, galardonado con la Medalla “Belisario Domínguez”. (Aplausos)
       Agradezco la presencia de los señores diputados federales; de los distinguidos miembros del Poder Ejecutivo Federal; de los representantes de los  poderes del estado de Chiapas y del presidente municipal de Comitán, Chiapas.
       Reconozco y agradezco la presencia de las distinguidas ciudadanas y ciudadanos que con anterioridad recibieron la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” y que nos acompañan en esta Sesión Solemne.
       Todos y todas honran con su presencia al Senado de la República.
       Solicito a la Secretaría, proceda a pasar lista de honor.
       -LA C. SECRETARIA DÍAZ LIZAMA: Se solicita a los presentes ponerse de pie.
 (Todos de pie)
       ¡Senador Belisario Domínguez!
       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: “Murió por la patria en defensa de la libertad”
       -LA C. SECRETARIA DÍAZ LIZAMA: Sírvanse tomar asiento.
       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Solicito a la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, secretaria de la Mesa Directiva, de lectura a la histórica proclama del doctor y senador Belisario Domínguez, correspondiente a la Vigésima Séptima Legislatura del Senado de la República.
       -LA C. SECRETARIA DÍAZ LIZAMA: Procedo a dar lectura al texto del discurso del senador Belisario Domínguez.
 Señor Presidente del Senado:
 Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la Patria, me veo obligado a prescindir de las fórmulas acostumbradas y suplicar a usted se sirva dar principio a esta sesión tomando conocimiento de este pliego y dándolo a conocer enseguida a los señores senadores. Insisto, señor Presidente, en que este asunto debe ser conocido por el Senado en este mismo momento, porque dentro de pocas horas lo conocerá el pueblo y urge que el Senado lo conozca antes que nadie.
 Señores senadores:
 Todos vosotros habéis leído con profundo interés el informe presentado por Don Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión el 16 del presente.
 Indudablemente, señores senadores, lo mismo que a mí, os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan en política, que están al corriente de los sucesos del país y que no pueden engañar sobre a la Nación Mexicana, a esta noble Patria que confiando en vuestra honradez y en vuestro valor, ha puesto en vuestras manos sus más caros intereses.
 ¿Qué debe hacer en este caso la Representación Nacional?
 Corresponder a la confianza con que la Patria la ha honrado, decirle la verdad y no dejarla caer en el abismo que se abre a sus pies.
 La verdad es ésta, durante el Gobierno de Don Victoriano Huerta, no solamente no se ha hecho nada en bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la República, es infinitamente peor que antes; la Revolución se ha extendido en casi todos los estados, muchas naciones, antes buenas amigas de México, rehusarse a reconocer su gobierno, por ilegal, nuestra moneda encuéntrase depreciada en el extranjero; Nuestro crédito en agonía, la prensa entera de la República amordazada, o cobardemente vendida al gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad; nuestros campos abandonados, muchos pueblos arrasados y por último, el hambre y la miseria en todas sus formas, amenazan extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada Patria.
 ¿A qué se debe tan triste situación?
 Primero y antes que todo, a que el pueblo mexicano no puede resignarse a tener por presidente de la República a Don Victoriano Huerta, al soldado que se amparó del gobierno por medio de la tradición y cuyo primer acto al subir a la presidencia fue asesinar cobardemente al Presidente y Vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular, habiendo sido el primero de éstos quien colmó de ascensos, honores y distinciones a Don Victoriano Huerta y habiendo sido él, igualmente, a quien Don Victoriano Huerta juró públicamente lealtad y fidelidad inquebrantables.
 Y segundo, se debe esta triste situación a los medios que Don Victoriano Huerta se ha propuesto emplear para conseguir la pacificación. Estos medios ya sabéis cuales han sido: únicamente muerte y exterminio para todos los hombres, familias y pueblos que no simpaticen con su gobierno.
 "La paz se hará cueste lo que cueste"; ha dicho Don Victoriano Huerta. ¿Habéis profundizado, señores, senadores, lo que significan esas palabras en el criterio egoísta y feroz de Don Victoriano Huerta? Estas palabras significan que Don Victoriano Huerta está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a cubrir de cadáveres toda la extensión de nuestra patria, con tal de que él no abandone la Presidencia, ni derrame una sola gota de su propia sangre.
 En su loco afán de conservar la Presidencia, Don Victoriano Huerta está cometiendo otra infamia; está provocando con el pueblo de Estados Unidos de América un conflicto internacional en el que, si llegara a resolverse por las armas, irían estoicamente a dar y a encontrar la muerte todos los mexicanos sobrevivientes a las amenazas de Don Victoriano Huerta, todos menos Don Victoriano Huerta y Don Aurelio Blanquet, porque esos desgraciados, están manchados con el estigma de la traición y el pueblo y el ejército los repudiarán llegado el caso.
 Esa es, en resumen, la triste realidad. Para los espíritus débiles parece que nuestra ruina es inevitable, porque don Victoriano Huerta se ha adueñado tanto del poder que, para asegurar el triunfo de su candidatura a la Presidencia de la República, en la parodia de elecciones anunciadas para el 26 de octubre próximo, no ha vacilado en violar la soberanía de la mayor parte de los Estados, quitando a los gobernadores constitucionales o imponiendo gobernadores militares que se encargarán de burlar a los pueblos por medio de farsas ridículas y criminales.
 Sin embargo, señores, un supremo esfuerzo puede salvar todo. Cumpla con su deber la Representación Nacional y la Patria está salvada y volverá a florecer más grande, más unida y más hermosa que nunca.
 La Representación Nacional debe deponer de la Presidencia de la República a Don Victoriano Huerta, por ser él contra quien protestan con mucha razón, todos vuestros hermanos alzados en armas y por consiguiente por ser él quien menos puede llevar a efecto la pacificación, supremo anhelo de todos los mexicanos.
 Me diréis, señores, que la tentativa es peligrosa porque Don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz, que asesina sin vacilación ni escrúpulo a todo aquel que le sirve de obstáculo. ¡No importa, señores! La Patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aún con el peligro y aún con la seguridad de perder la existencia. Si en vuestra ansiedad de volver a ver reinar la paz en la República os habéis equivocado, habéis creído en las palabras falaces de un hombre que os ofreció pacificar a la Nación en dos meses y le habéis nombrando Presidente de la República, hoy que véis claramente que este hombre es un impostor inepto y malvado, que lleva a la Patria con toda velocidad hacia la ruina ¿dejaréis por temor a la muerte que continúe en el poder?
 Penetrad en vosotros mismos, señores y resolved esta pregunta:
 ¿Qué diría de la tripulación de un gran navío que en la más violenta tempestad y en un mar proceloso, nombrara piloto a un carnicero que, sin ningún conocimiento náutico navegara por primera vez y no tuviera más recomendación que la de haber traicionado y asesinado al capitán del barco?
 Vuestro deber es imprescindible, señores, y la Patria espera de vosotros que sabréis cumplirla.
 Cumpliendo ese primer deber, será fácil a la Representación Nacional cumplir los otros que de él se derivan, solicitándose enseguida de todos los jefes revolucionarios que cesen toda
hostilidad y nombren sus delegados para que, de común acuerdo, elijan al Presidente que deba convocar a elecciones presidenciales y cuidar que éstas se efectúen con toda legalidad.
 El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la Patria espera que la honréis ante el mundo evitándole la vergüenza de tener por Primer Mandatario a un traidor y asesino.
 Firma:
 Dr. Belisario Domínguez, Senador por el Estado de Chiapas.
 Nota: Urge que el pueblo mexicano conozca este discurso para que apoye a la Representación Nacional; Y no pudiendo disponer de ninguna imprenta, recomiendo a todo el que lo lea, que saque cinco o más copias, insertando también esta nota, y las distribuya a sus amigos y conocidos de la capital y de los Estados.
 ¡Ojalá hubiera un impresor honrado y sin miedo!
 -Es cuanto, señor Presidente. (Aplausos)
 -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Gracias, Senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, por haber dado lectura a la proclama.
 -Agradezco, de manera especial, la presencia del doctor José Narro Robles, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México; del ingeniero Enrique Fernández Fassnacht, Director del Instituto Politécnico Nacional; del licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; del licenciado Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública; del maestro Aurelio Nuño Mayer, Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.
 -Se concede el uso de la palabra al Senador Zoé Robledo Aburto, a nombre de la Cámara de Senadores.
 -Adelante, Senador.
 -EL C. SENADOR ZOÉ ROBLEDO ABURTO: Con el permiso del Senador Presidente, Miguel Barbosa Huerta; ciudadano Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; Ministro Alberto Pérez Dayán, representante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Diputado Tomás Torres Mercado, Vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; señor Gobernador del Estado de Chiapas, Manuel Velasco Coello; doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal; señor Secretario Miguel Ángel Osorio Chong; Don “Laco”, Don Eraclio Zepeda Ramos, galardonado con la Medalla Belisario Domínguez 2014; Senadoras; Senadores; señoras y señores:
 En 1956, el Senado de la República decidió entregarle la Medalla Belisario Domínguez al doctor Atl, el seudónimo del destacado paisajista Gerardo Murrillo. Desde entonces no se le había entregado este reconocimiento a un mexicano, cuyo sobrenombre es más conocido que su nombre.
 Porque Eraclio Zepeda es “Laco”, así le dicen sus abundantes amigos, y así le dicen también sus lectores que muchas veces se terminan convirtiendo en nuevos amigos. Bueno, incluso se ha llegado a pensar que Eraclio Zepeda es solamente un invento de “Laco”.

Como el personaje Juan Rodríguez Benzulul, el nombre de “Laco” ha cobrado fuerza literaria y autoridad moral. Los nombres, según este magistral cuentista y cuentero, son importantes, por eso “Laco” pesa tanto como Eraclio. Para hablar de “Laco” Zepeda decidió acudir a diversos amigos y colegas de él para que fueran ellos quienes hablaran de su persona.

De “Laco”, dice Octavio Paz: “La primera y única vez que vi a Eraclio Zepeda me pareció una montaña. Si se reía la casa temblaba, si se quedaba quieto veía nueves sobre su cabeza, es la quietud, no la inmovilidad un signo fuerte. La tierra áspera que esconde tesoros y dragones, el lugar donde viven los muertos y los vivos guerrean”.

De “Laco”, dice Juan Rulfo: “Quien lee a Eraclio Zepeda siente la ternura que él lleva en su corazón, un hombre que expresa ternura, que sabe desarrollar y desenvolver, y sobre todo expresar la ternura tiene que crear ternura”.

De “Laco”, dice Rosario Castellanos: “En su literatura hay una conciencia vigilante que no quiere quedarse las meras imágenes de las cosas, que quiere tocar raíces, que quiere tocar su testimonio en el sitio que le corresponde dentro del conjunto de datos, que sobre Chiapas se han ido reuniendo”.

De “Laco”, dice Emmanuel Carballo: “Es un joven, bueno, lo dijo en 1961, es un joven que ve con amor y solidaridad los problemas humanos, sus cuentos, además de arte, son documentos”.

De “Laco”, dice el argentino Mempo Giardinelli: “Sus cuentos hay que leerlos de pie”.

De “Laco”, dice el peruano Bryce Echenique: “Eraclio Zepeda, el mejor cuenta cuentos, el más grande y generoso narrador oral que hay en el mundo, y de ellos, de los narradores orales, es el reino de los cielos”.

De “Laco” Zepeda, dice Vicente Quirarte: “Cuando se lo ha exigido México ha ocupado cargos de responsabilidad pública y ha enfrentado esperezas de quienes no recuerdan con la frecuencia y con la intensidad de vidas una frase lapidaria de José Martí: “Quienes no tienen el valor de sacrificarse han de tener al menos el pudor de callarse frente a los que se sacrifican”.

De “Laco”, dice Federico Reyes Heroles: “Como mexicano qué orgullo que Eraclio Zepeda, el poeta, el cuentero, el cuentista, el antropólogo, el historiador, el hombre de compromisos reciba el merecido honor, de la presea de su paisano Belisario Domínguez. Don Belisario estaría muy contento.

Y estamos muy contentos, porque Eraclio le añade bondad a sus ideas. Él es un hombre que convence sin agredir, y convence desde las más diversas trincheras. Bien decía Eraclio Zepeda, que lo único que le faltó en la vida fue ser sacerdote y cosmonauta, y que lo segundo le sería imposible porque él no podría estar lejos de la raza humana.

A los diez años de edad dirige en Tuxtla el periódico “Alma Infantil”, y es el único periodista del Estado que consigue una entrevista, y también un beso de la actriz Amanda del Llano.

A los 20 años escribe Benzulul un libro de cuentos que nació siendo un clásico de su género. A esa edad viaja a Cuba para impartir clases, y estando ahí lo sorprende la Invasión de Bahía de Cochinos. Eraclio se enlista como miliciano y toma parte en el combate, es un privilegiado testigo del momento en el que un tanque cubano lanza un cañonazo sobre el barco de los contrarrevolucionarios.

El cañón del tanque era operado por Fidel Castro. El que manejaba el tanque, nos cuenta Eraclio Zepeda, era un taxista de La Habana. Forma parte, junto con Juan Bañuelos, Oscar Oliva, Jaime Augusto Shelley y Jaime Labastida de un grupo poético fresco, lleno de intuiciones, de crudeza y de compromisos, La Espiga Amotinada.

Es profesor de español en China, es corresponsal de Prensa en Moscú, amigo y colega de Pablo Neruda. Regresa a México e integra la Dirección Colectiva de la Revista “Cambio” junto con Juan Rulfo, Julio Cortázar y José Revueltas. A los 50 años de edad es el único mexicano que se ha convertido dos veces en Pancho Villa para el cine Reed: México Insurgente, y para la película “Campanas rojas”.

A los 60 fue Director de radio “UNAM” y Embajador de México ante la UNESCO; y a los 70 años acude a un nueva trinchera, una trinchera, que es la novela, destino que ya le había sido advertido de joven a él por Alfonso Reyes, y cuya recomendación no puedo repetir en esta tribuna.

El escrito chiapaneco es un referente como militante de la Izquierda Mexicana, y lo es como legislador, lo es como tribuno, lo es como funcionario y como candidato a la Presidencia. Milita en el partido comunista, funda el Partido Socialista Unificado de México, por ese partido es electo diputado, y con Heberto Castillo da vida al Partido Mexicano Socialista, y apoya la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas. Es fundador y militante del Partido de la Revolución Democrática.
 “Laco” Zepeda no se ha dedicado a pontificar, ha estado en los tiempos y en las circunstancias de desafío con la entereza y con la buena calidad ética, que es el rasgo característico de todos aquellos que empatan su nombre con el de Belisario Domínguez.
 Ha sido coherente en su apuesta por una izquierda crítica, una izquierda pensante, y sobre todo, una izquierda democrática.
 En él no hay ningún fundamentalismo ni ninguna actitud acomodaticia; es un militante ejemplar y un amigo de la diversidad en las militancias políticas, un poeta, como l o dijo alguna vez Octavio Paz: “…No puede comportarse de otra manera…”.
 Eraclio Zepeda es un prodigio de la charla, y es un gran dialogador.
 Cree en el diálogo y lo practica de manera transparente y vertical.
 Hace veinte años cuando Chiapas tuvo el desafío de ser la casa de todos o no serlo de nadie, Eraclio Zepeda puso sus sabidurías y sus saberes al servicio de la paz de su tierra.
 Eraclio Zepeda sólo tuvo que seguir el ejemplo de Belisario Domínguez como un hombre  de palabras libres.
 Señores y señoras:
 En la obra de laco Zepeda hay un personaje que puede servirnos para reflexionar en torno a las circunstancias actuales de la nación.
 Se trata de Pacífico Muñoz, don chico, que es el protagonista de una de sus historias; don chico que vuela.
 Don chico era un hombre sencillo y obstinado que se molestaba ante las dificultades para visitar pueblos lejanos. La patria de don chico era una de montañas escarpadas, de ríos traicioneros y de caminos muy angostos. Por eso, don chico pensaba que caminar era inútil, el ir a caballo era simplemente una tontería; lo indispensable en esas tierras, era volar.
 La idea del vuelo se le fue arraigando en la cabeza como un sombrero de ensueños, hasta que un día con la firmeza que da el total convencimiento anunció: “…Señoras y señores: Voy a volar…”.  Y puso manos a la obra.
 Tras intensas reflexiones y cálculos matemáticos construyó sus alas de carrizo y de palma, cuando quedó todo listo, el navegante hizo saber que volaría al cielo.
 El problema fue que al saber que don chico iría al cielo, comenzaron a hacerle muchos encargos, le pidieron que llevara queso, que llevara trago, que llevara café a los difuntos.
 Rápidamente fue creciendo el volumen de dulces, de tostadas, de sandías, bueno, hasta algún animalito; después de todo, la mayor parte de los amigos, y de los vecinos de don chico tenían por ahí algún alma que se había quedado con el antojo.
 Entonces, llegó el gran día, y don chico subió al campanario de la iglesia para emprender el vuelo; pero la carga excesiva lo evitó, el hombre volador se desplomó, y la tragedia se consumo de inmediato.
 Alguien, de entre los mirones  pronunció una frase misteriosa y lapidaria, lo mató el sobrepeso, si no fuera por los encarguitos, don chico, vuela.  Hasta aquí laco Zepeda.
 Pero, surge una interrogante, no hay una similitud entre nuestro país y don chico que vuela, porque México varias veces ha querido levantarse, ha querido volar, pero justamente ha habido mucho sobrepeso, sobrepeso como las instituciones extractivas que han arraigado un estado permanente de desigualdades totales: desigualdad en la concentración de la riqueza; desigualdad en la distribución del ingreso; desigualdad ante la ley; desigualdad en la calidad de los servicios; desigualdad en el ejercicio de los derechos políticos.

Pero, otro de esos encarguitos ante los ojos de la sociedad, uno muy pesado es nuestra clase política.

Nuestra clase política, que, como las sandías y los quesos en la historia de laco no nos ha permitido emprender un vuelo histórico digno de nuestra nación.

Nuestra clase política en la que nos incluimos los integrantes de todos los poderes de la república que pocas veces ha estado a la altura por diferentes circunstancias.

Nuestra clase política que ha ido acumulando intereses, que, como los dulces y las frutas de don chico, constituyen una carga pesada que es  necesario y que es urgente eliminar.

Hoy, hay una crisis de credibilidad que parece abonar esta propuesta: que se vayan todos.

Yo no comparto esa propuesta. Soy un convencido de la dinámica creadora de la política, pero ésta para echarse a andar debe de partir de una autocrítica honesta y rigurosa para remontar las dificultades, el único camino es la política, pero una política como la entendida por don Belisario Domínguez, la práctica cívica por excelencia.

Por eso, empecemos ya, más democracia para resolver los problemas de la democracia; una democracia realmente participativa y ciudadana como el mayor contrapeso al abuso de poder.

Empecemos ya, porque no puede haber democracia sin partidos; pero no puede haber partidos sin confianza ciudadana, y sin representación efectiva.

Empecemos ya saneando  los mecanismos de acceso al poder para que no se haga política con dinero ni dinero con la política.

Empecemos ya con funcionarios públicos sensibles, humildes, convencidos de su responsabilidad y de su deber en la rendición de cuentas.

Empecemos ya entendiendo que el poder no es patrimonio personal de los políticos ni licencia de impunidad ni patente de privilegios. Es hora de ponerle fin al fuero, empecemos en nuestra casa, empecemos por los legisladores.

Empecemos ya, entendiendo que sin transparencia no hay democracia, asumamos tres compromisos, tres compromisos en los tres poderes y los tres niveles de gobierno: declaración patrimonial en la  inversión pública; declaración de impuestos de los últimos cinco años; y declaración de intereses, empecemos ya.
 Si no lo  hacemos, si no lo hacemos, abrimos.
                    (A P L A U S O S)
 Compañeras y compañeros, invitados: Empecemos ya porque si no lo hacemos, abrimos la posibilidad de que las libertades sigan tutelando la impunidad y que la democracia se prostituye en el altar de las ganancias, empecemos ya. La lección de don chico  es válida para los mexicanos de hoy.
 Necesitamos liberarnos de las cargas que oprimen a la nación, y la mantienen a ras del suelo muy lejos del horizonte que los mexicanos merecen. En su locura, como don chico, como don Quijote, se va ganando el respeto, porque no somos testigos de esa insensatez, somos invitados a pensar en las similitudes entre este personaje imaginario que quiere volar, y una nación que no ha podido hacerlo.
 El nombre de Eraclio Zepeda estará en el muro de los mexicanos dignos de llevar la Medalla “Belisario Domínguez”; ojalá que laco siga escribiendo.
 Y, ojalá, en el futuro pueda él contarnos que don chico voló, y que México fue mucho pueblo para la derrota.
 Muchas gracias.
                   (A P L A U S O S)
 - EL C. PRESIDENTE SENADOR LUIS MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias Senador Zoé Robledo Aburto, gran discurso, gracias, Senador Zoé Robledo Aburto, gran discurso para esta gran ceremonia.
 Les solicito ponerse de pie para el acto de entrega al señor Eraclio Zepeda Ramos de la Medalla de Honora “Belisario Domínguez”, y el diploma que lo acredita como Miembro de la Orden Mexicana de esta Presea como reconocimiento a los servicios que en grado eminente prestó a la patria y a la humanidad.
 (TODOS   DE   PIE)
 (A P L A U S O S)
 -LA C. SECRETARIA MERODIO REZA: Sírvanse tomar asiento.
        -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Se concede el uso de la palabra al señor Eraclio Zepeda Ramos, galardonado con la Medalla Belisario Domínguez 2014. Adelante, Laco.
 -EL C. ERACLIO ZEPEDA RAMOS: Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente de la República; senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Senado de la República; diputado Tomas Torres Mercado, vicepresidente de la Cámara de Diputados; Ministro Alberto Pérez Dayán; representante del Ministro Juan N. Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; señores legisladores; amigos todos.
 En las elecciones federales de 1912, el doctor Belisario Domínguez fue electo senador suplente por Chiapas. Había terminado su gestión como presidente municipal, sus paisanos le pidieron que lo representara en la Cámara Alta; él se negó sólo por continuar las nobles tareas de médico en su ciudad natal, Comitán.

Ante la insistencia aceptó ser candidato suplente. Leopoldo Gout fue electo senador propietario.

El joven Belisario estudió medicina en Parías, se tituló como médico cirujano, partero y oculista; se instaló en la Ciudad de México y poco tiempo después decidió radicar en Comitán, montó su consultorio y fundó la farmacia Fraternidad, que el llamaba “La Botica” donde expendía medicinas de patente y remedios que él mismo preparaba con sus probetas, agitadores, balanzas y serpentines traídos de París.

Hombre generoso, adoptó a un enanito de 15 años y 75 centímetros de estatura, el joven Asicio Alfonso, de modesto origen; lo enseñó a vestir con elegancia y lo convirtió en su boticario. El médico no cobraba las consultas a los pobres.

Una mañana sus vecinos lo vieron cargando una cama en la calle, se aprestaron a ayudarle y llevaron el mueble a un paciente acosado por las fiebres que dormía en el suelo, decidió regalarle su lecho.

En 1911, en San Cristóbal, se gestó un complot para desconocer al gobierno del Estado con la intención de regresar los poderes a San Cristóbal.

El jefe de las armas rebeldes, don Juan Espinoza Torres, instó al médico y presidente municipal de Comitán, a que se uniera a éste, resumo su escrito de respuesta:

“El médico respondió que no aceptaba su propuesta por hacer una traición al gobierno legalmente constituido, que era un crimen incitar a la revuelta armada y lo hacia responsable ante Dios y ante la patria de la sangre que se derramara en la contienda. Y agrega.

Para resolver en qué ciudad deben permanecer los poderes, le propongo a usted un duelo con dos pistolas idénticas, una cargada y la otra no.

Las pistolas estarán en una bolsa y usted cogerá la pistola que guste, yo tomaré la otra. Cada uno aplicará su pistola en la frente del otro y a la voz de uno de los padrinos dispararemos.

Los poderes permanecerán en Tuxtla, si usted queda vivo; y en San Cristóbal, si quedo yo.

El duelo se verificará en esa ciudad el día que se me fije. Si usted persigue una idea y para revisarla se necesita sangre, no tendré inconveniente en aceptar mi propuesta. De lo contrario, los habitantes de esta culta ciudad sabrán calificar la conducta de usted. Espero contestación.

Doctor, Belisario Domínguez”.

El telegrama no tuvo respuesta.

En 1913, a corta distancia de este recinto, sobre San Juan de Letrán, esquina con 16 de septiembre, en el sencillo hotel Jardín, se hospedaba el doctor Belisario Domínguez.

Viajó a la ciudad con su hijo Ricardo para inscribirlo en la escuela San Ildefonso. El senador Leopoldo Gut falleció en esos días y el doctor Domínguez ocupó el escaño.

El triunfo de Francisco I. Madero sobre la dictadura de Porfirio Díaz había entusiasmado a don Belisario. Seguía desde Chiapas sus medidas para fortalecer su gobierno, le preocupó que litigara su Ejército, sus malas relaciones con Emiliano Zapata y la designación de Victoriano Huerta como jefe militar.

Ante la esperada traición de Huerta con apoyo de la Embajada de los Estados Unidos y los…. de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, el doctor Belisario Domínguez tomó una decisión.

Luchar en la tribuna de la Cámara contra el asesino y el usurpador.

Hemos escuchado ya el discurso que no pudo pronunciar. Conocemos su petición de que cada lector realizara cinco copias del mismo para librar la censura. Deseo que se cumplió póstumamente.

En su habitación del hotel jardín escribió una carta a su hijo, la entregó a su amigo Jesús Fernández quien se la devolvería en caso de que salvara la vida y esperó a que llegaran los esbirros de Huerta.

Sabemos el desenlace.

El asesinato causó una ola de protestas reprimidas, pero inocultables. Su cadáver fue rescatado de una fosa improvisada y enterrado en el panteón francés. Tiempo después sus restos se trasladaron a Comitán.

Para los mexicanos y para los chiapanecos en particular, su comportamiento y sacrificio son una lección de dignidad.

En 1953, por iniciativa del senador Chiapaneco Julio Serrano Castro, se instauró esta presea. Su primera emisión fue colocada en el pecho del propio héroe que se encuentra en este recinto.

Su otorgamiento anual ha manifestado las posiciones políticas ejercidas en nuestro país. En sus primeros años los galardonados fueron participantes en las luchas armadas primero y civiles después. Con que México fue dibujando su silueta post revolucionaria.

En su mayoría surgidos del partido en el poder, los avances democráticos por sus obstáculos se han visto reflejados en esta ceremonia.

La participación de diversos partidos en la conducción del Estado, el gobierno ha crecido en los estados y municipios, con su representación en el Poder Legislativo, son un espejo del carácter pluripartidista que hemos alcanzado.

La Presidencia de la República ejercida por diferentes partidos no es imposible. En años recientes figuras relevantes del Partido de Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática, han sido merecedores de esta Medalla.

Hoy que recibo este altísimo honor, deseo hacer un breve recuento.

Los comunistas hemos actuado en la política nacional desde 1919. En épocas de persecución, cárceles y asesinatos y en periodos de vida legal.

Durante el gobierno del general Cárdenas, creció su participación y fue mermando hasta llegar a los días terribles del Díaz-Ordacismo.

Sesenta años de historia nos enseñaron que el socialismo debía ser democrático, porque un socialismo no democrático se parece demasiado al fascismo.

Desechamos la toma en el poder por vía de las armas y no nos ostentamos dueños absolutos de la verdad. Para mi generación la Revolución cubana fue un acontecimiento capital, muchos mexicanos prestamos colaboración con el pueblo cubano.

Tomé las armas en defensa de la autonomía cubana por convicción, tuve formación castrense con oficiales del Ejército mexicano en la Universidad Militar Latinoamericana, en donde tantos jóvenes notables estudiaron.

Viví en la República Popular China, en la Unión Soviética y visité otros países socialistas. Esa experiencia me sirvió para saber qué deseaba ayudar a construir mi país y qué lo……

(Sigue 5ª parte)


       .....  Unión Soviética  y visité otros países socialistas, esta experiencia me sirvió para saber qué deseaba ayudar a construir en mi país, y que lo deseaba.

       Tuve la fortuna de aprender de la cultura política y la intuición de Arnoldo Martínez Verdugo, dirigente del Partido Comunista Mexicano, el partido fue “logalizado” de un aporte singular de don Jesús Reyes Heroles, paradójicamente en los primeros años de legalidad nuestro partido redujo sus fuerzas, no por falta de miembros, sino por la incapacidad de ofrecer una alternancia política, esa naciente izquierda  plural llevó a la fundación del Partido Socialista Unificado de México.

       Sus dirigentes y militantes venían de muchas fuerzas, y tuvieron una brillante participación en la Cámara de Diputados, como también la tuvo el Partido Mexicano de los Trabajadores del ingeniero Heberto Castillo.

       Terminó la LIII Legislatura, se avecinaban las elecciones presidenciales y ambos partidos decidieron unificarse en el Partido Mexicano Socialista y participar con un candidato salido de una elección abierta a los simpatizantes.

       Entre los precandidatos figuramos el ingeniero Heberto Casillo y yo, el ingeniero salió vencedor, algo insólito sucedió entonces. Del Partido Revolucionario Institucional surgió la candidatura independiente del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, apoyado por los miembros de ese partido e independientes.

       A su candidatura se sumó nuestro recién nacido PSUM, el resultado lo conocemos todos, el gobierno no aceptó el escrutinio, se cayó el sistema, fue el argumento, nace de esta circunstancia el Partido de la Revolución Democrática al que el "PMS"  le brindó su registro.

       Desde la creación del Partido de la Revolución Democrática tuvimos oportunidad de entrar en contacto con compañeros que venían de todas las fuerzas políticas del país, y esto fue una gran lección, aunque a veces también hay elecciones dolorosas.

       Me contaron en Chiapas que el “Compa Caracol”, y el “Compa Sapo”  eran muy amigos, el “Compa Caracol” tiene casa, “Compa Sapo” no tiene nada, y un día se puso obscura la tarde y amenazó la lluvia, entonces el “Compa Sapo” fue a  buscar al “Compa Caracol”, y le dijo: Mira, “Compa Caracol,” vos tenéis casa, yo no tengo nada, y cuando viene la lluvia, “achag” ya me dio gripa, déjame entrar en tu casita un ratito, pero compa apenas entra, “Compa Sapo”, un ratito nada más, ya me habían dicho que eras díscolo,  bueno, pues, un ratito, y el “Compa Caracol” se hizo a un lado y se metió el sapo, pero apenas entró el sapo empezó a croar “pur, pur, pur”, y el “Compa Caracol” le decía con cuidadito, con cuidadito,  tantos no entramos, cuidadito, cuidadito, cuidadito, hasta que de pronto “pac” fue expulsado de su casita el “Compa Caracol” que se fue bajo la lluvia, triste y solitario de una vereda llena de charcos y llena de lodo, de eso lo vimos también.

       A lo largo de mi vida, he sostenido amistad con miembros del PRI, que mantienen un espíritu democrático e interés por los nuevos caminos de la democracia.

       Lo mismo me ha ocurrido con militantes del PAN, siempre tuve amigos en ambas filas. El Poder Legislativo se renueva constantemente, en cambio el Poder Judicial ha experimentado menos alternancia, sigue siendo un organismo unipartidario.

       Sería sana una mayor apertura en el origen de sus miembros, del Poder Ejecutivo, de los gobiernos municipales, estatales y federal, le exigimos profundizar los procedimientos democráticos, vigilar y transparentar las elecciones.

       Algunas de las disposiciones legales recientes en el área de la educación pública han sido rechazadas por agrupaciones que tratan de marcar la ley a su conveniencia y servicio. Agrupaciones gremiales de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas han respondido con gran violencia con fines de arbitrariedades impropias del espíritu universal del magisterio.

       La falta de solidez y legalidad en la actuación del Poder Ejecutivo de algunos estados, ha desembocado en la corrupción de las policías locales y su captación por parte de la delincuencia organizada. Esto ha provocado una estela de crímenes y asesinatos, los delincuentes se han repartido el país, y cuando entran en contradicción, la guerra, la crueldad se acrecienta y lacera las comunidades.

       Nuestras fuerzas armadas, la Secretaría de la Defensa Nacional, y la Secretaría de Marina, honrosamente han ocupado los puestos de combate que debía de ejercer la Policía Federal y Estatal.

       De “septiembre” a esta parte se ha desatado una crisis social que la sociedad rechaza y padece, las manifestaciones de protesta han ido creciendo en violencia, es dolora e inaceptable la desaparición de los jóvenes normalistas, pero hay que reconocer también que el gobierno ha desplegado una enorme fuerza de búsqueda y de investigación, sin límite de esfuerzos de todo tipo.

       Por grande que sea el dolor, el crimen no se combate con más crimen, la arbitrariedad, la violencia, la destrucción de instituciones y propiedades de particulares y el acoso de los trabajadores de la ley, al grado de poner en peligro su propia integridad es inaceptable.

       ¿Qué nos queda en este momento? Fortalecer la lucha contra la corrupción, contra el crimen, contra la violencia, el ambiente político está preñado de acusaciones entre los partidos, entre los gremios, entre los ciudadanos, como ciudadanos podemos tener diferencias con el gobierno; debe haber diferencias entre partidos, pero estas no deben impedir que sumemos las fuerzas capaces de avanzar hacia la democracia.

       A todo el poder Ejecutivo, con el señor Presidente a la cabeza, exigimos transparencia en sus decisiones, oídos atentos de la opinión popular, protección a la convivencia nacional, combate a la ilegalidad y la corrupción en todos los niveles, respeto a los derechos humanos.

       Las mismas actitudes, esperamos de todas las agrupaciones partidarias, y si los ciudadanos que buscamos el orden, la paz y la justicia coincidimos con acciones del gobierno también hay que manifestarlo.

       Nuestro héroe, don Belisario Domínguez, en tiempos violentos eligió, en primera instancia, la denuncia en la tribuna, la discusión y la palabra, ese es el camino, fortalecer las leyes de la democracia, exigir su cumplimiento.

       Hace varios años que no hago vida partidista, pero en la izquierda están mis convicciones y mis viejos y nuevos compañeros de afanes. Muchas gracias por otorgarme esta altísima distinción ciudadana. Gracias. (Aplausos).

       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Gracias don Eraclio Zepeda Ramos, “Laco”, por el mensaje rendido a este pleno del Senado de la República.
        La Mesa Directiva, en nombre del Senado de la República, le solicita que puestos de pie guardemos un minuto de silencio a fin de honrar la memoria de los miembros de la Orden Mexicana de la Medalla Belisario Domínguez que han fallecido.....
 -LA C. SECRETARIA DÍAZ LIZAMA: Sírvanse tomar  asiento.

       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA:  A nombre del Senado de la República deseo expresar  nuestro agradecimiento a todas, a todos los senadores, al ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Licenciado Enrique Peña Nieto; al Ministro de la Suprema Corte de Justicia  de la Nación, Alberto Pérez Dayán; al Vicepresidente de la Cámara de Diputados, Tomás Torres Mercado,  al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Doctor Miguel Ángel Mancera; al Gobernador  del Estado de Chiapas, Manuel Velasco;  así como a todos  nuestros distinguidos invitados e invitadas por su asistencia a esta Sesión Solemne.

       Una vez que se rindan los honores  al Titular del Poder Ejecutivo, se solicita al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, al señor Eraclio Zepeda Ramos, Galardonado; al Ministro Alberto Pérez  Dayán; al Diputado Tomás Torres Mercado; al Doctor Miguel ángel Mancera, al Licenciado Manuel Velasco Coello, así como a los integrantes de la Mesa Directiva, se trasladen al Muro de Honor de la Medalla Belisario Domínguez, a fin de develar el nombre del galardonado.

       Asimismo, se solicita a nuestros invitados nos acompañen al Patio Central para las guardias de honor ante la estatua del Senador Belisario Domínguez, el héroe civil,  el Senador de siempre.

       -LA C. SECRETARIA DIAZ LIZAMA: Se les solicita ponerse de pie a fin de entonar nuestro Himno Nacional.

       (Se entona el Himno Nacional)

       -EL C. PRESIDENTE BARBOSA HUERTA: Se levanta la Sesión Solemne. (Aplausos)


SE LEVANTÓ LA SESIÓN SOLEMNE A LAS 13:08 HORAS.

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