Enrique Peña Nieto criticó a los partidos y organizaciones que cuestionan el gasolinazo.
Aseguró este viernes 6 de enero, el marco del día de la Enfermera y Enfermero, que le llama la atención cómo hay actores que se están aprovechando del tema, pese a que algunos de ellos eran promotores de la liberalización del precio de la gasolina y el diesel.
"Hoy no entienden o no quieren entender el por qué se ha tomado esta decisión. Veo a los partidos políticos queriendo encontrar culpas entre unos y otros por esta medida. Veo a partidos políticos y a algunas organizaciones queriendo tomar ventaja y aprovechar esta coyuntura y queriendo encontrar culpables del por qué esta decisión", aseguró.
Palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, durante el Día de la Enfermera y el Enfermero 2017:
(...)
Palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, durante el Día de la Enfermera y el Enfermero 2017:
(...)
Y en este punto, permítanme referirme al tema que ya abordara el Secretario de Salud y que no quiero volver a abordar en el propósito de si bien ampliar la explicación sobre el incremento que ha habido en el precio de la gasolina, reiterar e insistir, lo que motiva a una decisión difícil, impopular, como lo dijera hace un momento el Secretario de Salud, pero necesaria.
A veces hay que optar por el mal menor y lo que el Gobierno ha decidido es privilegiar el gasto que se realiza, sobre todo, a acciones y políticas dirigidas a los sectores más vulnerables de nuestro país, precisamente, como el que ustedes o al que ustedes se dedican todos los días, garantizar que los servicios de salud se mantengan y se sigan prestando en todo el país; asegurar que la educación pública del país opere de manera eficiente.
Déjenme poner un dato adicional a los que ya refería el titular de Salud, sólo en lo que hace a lo que hubiese significado dedicar recursos a mantener el precio de la gasolina, y dejar de aportarlos a acciones como las que él señalaba, sólo en materia de salud.
Pero aporto algunos otros elementos. Decía yo en materia de educación; prácticamente hubiésemos tenido que cerrar buena parte de las escuelas del país. Prácticamente, 200 mil millones de pesos representa casi la mitad de la nómina que se paga a maestras y maestros del nivel preescolar, del nivel primaria y del nivel secundaria.
Imaginen ustedes lo que esto significaría.
Por eso, sí, hemos optado por una medida difícil, dolorosa, y en la que apelamos a la comprensión de la sociedad mexicana en aras, al final de cuentas, de cuidar y preservar todas las acciones y programas en los que hoy invierte el Gobierno de la República, para asegurar condiciones mínimas de bienestar para nuestra sociedad.
En programas de combate a la pobreza, como es el Programa de PROSPERA, que cada año dedica casi 90 mil millones de pesos, apenas, ni siquiera la mitad de lo que hubiese significado aportar al subsidio para mantener el precio de la gasolina.
O los distintos programas en favor de combatir el hambre en nuestro país, la Cruzada Nacional contra el Hambre. Y todo lo que se dedica a, precisamente, a financiar los programas del Sector Salud, del Sector Educativo, que son prioritarios y que, sin duda, están primero y son para el Gobierno una prioridad frente a lo que hubiese significado dedicar esos recursos para mantener un precio fijo de la gasolina.
Déjenme decirles algo más, y quiero reconocer, además, que el Secretario de Salud haya abordado este tema, porque cuando hemos llegado a esta difícil decisión, pocos son los que, al final de cuentas, optan por abordar el tema de manera explicativa y de forma racional.
Yo recojo de Claudia algo que curiosamente en su mensaje expuso, dijo: hay que tener sentimientos más racionales y pensamientos más humanos. Y quizá esta expresión que Claudia aquí nos ha compartido, es lo que inspira a lo que el Gobierno ha hecho, dedicar nuestro esfuerzo como Gobierno, que a veces algunos suponen tienen recursos ilimitados, cuando no es así. El Gobierno no tiene recursos ilimitados. Y, cuando no los tiene, tiene que optar, precisamente, por aquellos temas que son de la mayor prioridad y de forma racional.
Y esto es lo que hemos hecho, privilegiar el gasto en aquellos temas que son sensibles para la sociedad mexicana, que son sensibles, particularmente, para los grupos más vulnerables.
Y decía yo que yo reconocía en el titular de Salud que haya abordado el tema, porque cuando este tema, cuando se toman decisiones difíciles y decisiones impopulares, entonces, pocos son los que se ponen del lado de la razón y es muy fácil ponerse del lado de las emociones y de quienes están en contra.
Incluso, me llama la atención de aquellos críticos que en el pasado eran promotores, precisamente, de que se liberalizara el precio de la gasolina y hoy, no entienden o no quieren entender el por qué se ha tomado esta decisión.
Veo a los partidos políticos queriendo encontrar culpas entre unos y otros por esta medida.
Veo a los partidos políticos y a algunas organizaciones queriendo tomar ventaja y aprovechar esta coyuntura y queriendo encontrar, además, culpables de por qué esta decisión.
Déjenme ser puntual.
A quién culpar de que hoy hubiésemos tomado esta decisión.
A una sola razón, el precio de la gasolina en el mundo se ha incrementado, en México y en todo el mundo, en todos los países del mundo la gasolina ha subido de precio y no es porque el Gobierno quiera, preferiría que no ocurriera, pero es lo que ha pasado.
Y lo que tocaba al Gobierno aquí decidir era si ese incremento que está ocurriendo en el mundo, esa gasolina que importamos hoy más cara la reflejamos en el precio aquí en México o quitamos recursos de estos programas que yo he señalado es prioridad para el Gobierno mantener y dedicarlos al subsidio.
Hoy no tenemos más recursos. No tenemos recursos ilimitados y, no tenemos ya recursos para poder fondear o evitar este impacto en el incremento de la gasolina.
Y hay que explicarlo. Sí, en medio de emociones encontradas, en medio de un ambiente de descontento, ante la decisión que, repito, comprendo, pero invocando, al final de cuentas la razón. Hay una explicación racional de por qué se ha tomado esta decisión difícil.
Como Presidente de la República hubiese querido no tener que tomarla. Pero, es por responsabilidad que se ha asumido tal decisión, porque lo más importante, al final de cuentas como Nación, es cuidar de nuestra estabilidad económica, que ayer traté de explicar.
En qué consiste.
En mantener nuestra planta laboral, mantener condiciones de confianza como Nación.
No las descompongamos, actuemos con serenidad, invoquemos la razón, demos espacio, precisamente, a entender o por lo menos escuchar las razones que han llevado a esta decisión, para que nuestro país y sobre todo en unidad podamos hacerle frente a este reto y a otros que se van a presentar a lo largo del año.
No será el único y tenemos que actuar en unidad.
No hacerlo así, sólo nos llevará a poner en riesgo, precisamente, la condición de estabilidad que hemos logrado construir en los últimos años y que eso es lo más valioso que hoy tenemos los mexicanos: condiciones de estabilidad económica, que permiten que haya empleo en nuestro país, que haya una inflación baja, que haya una recuperación gradual en el poder adquisitivo de las familias mexicanas, que haya espacios de oportunidad para quienes están egresando de nuestras universidades, de las universidades politécnicas que están encontrando trabajo, que la planta laboral en donde están ustedes se mantenga y se sostenga.
Cuando se quebranta la estabilidad económica de un país, entonces, entramos a escenarios mucho más complejos, dolorosos y que más lastiman a los que menos tienen.
Por eso, apelar hoy a la sociedad mexicana a que escuche las razones, a que entienda lo difícil que fue para este Gobierno tomar esta decisión.
Pero, esto nos permitirá al final de cuentas, mantener los programas tan necesarios, tan importantes que el Gobierno quiere privilegiar para llegar a quienes más lo necesitan.
La operación plena del Sistema de Salud de nuestro país, la operación del Sistema Educativo Nacional, los programas, repito, que están dedicados, particularmente, a los grupos más vulnerables, el programa PROSPERA, que es quizá la política o el programa de política pública más amplio y de mayor inversión que hace el Gobierno para aquellos que menos tienen.
Y no es a través de la protesta ni del vandalismo, ni del robo, ni de tomar hoy esta actitud, como habrá de cambiarse la realidad.
Y sin darnos cuenta, más la descomponemos, porque el mundo nos ve así. Y el mundo, al final de cuentas, o proyectamos como mexicanos un rostro de confianza en nuestro país o el mundo empieza desconfiar de nosotros y eso se vuelve todavía más crítico.
Actuemos con serenidad. Llevemos la emoción a la razón, sin dejar de tener siempre en nuestro actuar el sentido humano de todo lo que llevamos a cabo, que eso un poco lo que inspira, precisamente, lo que el Gobierno viene realizando.
Les agradezco el que en esta celebración del Día de las Enfermeras y Enfermeros, me permitan nuevamente abordar este tema que es sensible para toda la sociedad mexicana, pero no por ello quiero nuevamente expresarles mi mayor felicitación a todas y todos ustedes, a quienes están aquí presentes y a los miles de ausentes que cumplen con esta noble labor de ayudar a la salud de los mexicanos, de procurarles atención, de procurarles calidez, de darles apoyo moral y de estar ahí cuando un paciente lo necesita.
Su apoyo, su labor reconforta, da consuelo. Auténticamente son ángeles de la guarda.
Hoy es el Día de Reyes y creo que es en razón de esta fecha que se instituyó, precisamente, el Día de la Enfermera y del Enfermero. Ustedes se convierten prácticamente, en el cuarto Rey Mago. De los tres Reyes Magos, hay un cuarto mago que, de forma invisible, está ahí, presente, apoyando a quienes más lo necesitan en momentos difíciles, cuando la salud está quebrantada.
Gracias, nuevamente.
Les felicito y les deseo a todas y todos ustedes un feliz año 2017.
Muchas gracias.
A veces hay que optar por el mal menor y lo que el Gobierno ha decidido es privilegiar el gasto que se realiza, sobre todo, a acciones y políticas dirigidas a los sectores más vulnerables de nuestro país, precisamente, como el que ustedes o al que ustedes se dedican todos los días, garantizar que los servicios de salud se mantengan y se sigan prestando en todo el país; asegurar que la educación pública del país opere de manera eficiente.
Déjenme poner un dato adicional a los que ya refería el titular de Salud, sólo en lo que hace a lo que hubiese significado dedicar recursos a mantener el precio de la gasolina, y dejar de aportarlos a acciones como las que él señalaba, sólo en materia de salud.
Pero aporto algunos otros elementos. Decía yo en materia de educación; prácticamente hubiésemos tenido que cerrar buena parte de las escuelas del país. Prácticamente, 200 mil millones de pesos representa casi la mitad de la nómina que se paga a maestras y maestros del nivel preescolar, del nivel primaria y del nivel secundaria.
Imaginen ustedes lo que esto significaría.
Por eso, sí, hemos optado por una medida difícil, dolorosa, y en la que apelamos a la comprensión de la sociedad mexicana en aras, al final de cuentas, de cuidar y preservar todas las acciones y programas en los que hoy invierte el Gobierno de la República, para asegurar condiciones mínimas de bienestar para nuestra sociedad.
En programas de combate a la pobreza, como es el Programa de PROSPERA, que cada año dedica casi 90 mil millones de pesos, apenas, ni siquiera la mitad de lo que hubiese significado aportar al subsidio para mantener el precio de la gasolina.
O los distintos programas en favor de combatir el hambre en nuestro país, la Cruzada Nacional contra el Hambre. Y todo lo que se dedica a, precisamente, a financiar los programas del Sector Salud, del Sector Educativo, que son prioritarios y que, sin duda, están primero y son para el Gobierno una prioridad frente a lo que hubiese significado dedicar esos recursos para mantener un precio fijo de la gasolina.
Déjenme decirles algo más, y quiero reconocer, además, que el Secretario de Salud haya abordado este tema, porque cuando hemos llegado a esta difícil decisión, pocos son los que, al final de cuentas, optan por abordar el tema de manera explicativa y de forma racional.
Yo recojo de Claudia algo que curiosamente en su mensaje expuso, dijo: hay que tener sentimientos más racionales y pensamientos más humanos. Y quizá esta expresión que Claudia aquí nos ha compartido, es lo que inspira a lo que el Gobierno ha hecho, dedicar nuestro esfuerzo como Gobierno, que a veces algunos suponen tienen recursos ilimitados, cuando no es así. El Gobierno no tiene recursos ilimitados. Y, cuando no los tiene, tiene que optar, precisamente, por aquellos temas que son de la mayor prioridad y de forma racional.
Y esto es lo que hemos hecho, privilegiar el gasto en aquellos temas que son sensibles para la sociedad mexicana, que son sensibles, particularmente, para los grupos más vulnerables.
Y decía yo que yo reconocía en el titular de Salud que haya abordado el tema, porque cuando este tema, cuando se toman decisiones difíciles y decisiones impopulares, entonces, pocos son los que se ponen del lado de la razón y es muy fácil ponerse del lado de las emociones y de quienes están en contra.
Incluso, me llama la atención de aquellos críticos que en el pasado eran promotores, precisamente, de que se liberalizara el precio de la gasolina y hoy, no entienden o no quieren entender el por qué se ha tomado esta decisión.
Veo a los partidos políticos queriendo encontrar culpas entre unos y otros por esta medida.
Veo a los partidos políticos y a algunas organizaciones queriendo tomar ventaja y aprovechar esta coyuntura y queriendo encontrar, además, culpables de por qué esta decisión.
Déjenme ser puntual.
A quién culpar de que hoy hubiésemos tomado esta decisión.
A una sola razón, el precio de la gasolina en el mundo se ha incrementado, en México y en todo el mundo, en todos los países del mundo la gasolina ha subido de precio y no es porque el Gobierno quiera, preferiría que no ocurriera, pero es lo que ha pasado.
Y lo que tocaba al Gobierno aquí decidir era si ese incremento que está ocurriendo en el mundo, esa gasolina que importamos hoy más cara la reflejamos en el precio aquí en México o quitamos recursos de estos programas que yo he señalado es prioridad para el Gobierno mantener y dedicarlos al subsidio.
Hoy no tenemos más recursos. No tenemos recursos ilimitados y, no tenemos ya recursos para poder fondear o evitar este impacto en el incremento de la gasolina.
Y hay que explicarlo. Sí, en medio de emociones encontradas, en medio de un ambiente de descontento, ante la decisión que, repito, comprendo, pero invocando, al final de cuentas la razón. Hay una explicación racional de por qué se ha tomado esta decisión difícil.
Como Presidente de la República hubiese querido no tener que tomarla. Pero, es por responsabilidad que se ha asumido tal decisión, porque lo más importante, al final de cuentas como Nación, es cuidar de nuestra estabilidad económica, que ayer traté de explicar.
En qué consiste.
En mantener nuestra planta laboral, mantener condiciones de confianza como Nación.
No las descompongamos, actuemos con serenidad, invoquemos la razón, demos espacio, precisamente, a entender o por lo menos escuchar las razones que han llevado a esta decisión, para que nuestro país y sobre todo en unidad podamos hacerle frente a este reto y a otros que se van a presentar a lo largo del año.
No será el único y tenemos que actuar en unidad.
No hacerlo así, sólo nos llevará a poner en riesgo, precisamente, la condición de estabilidad que hemos logrado construir en los últimos años y que eso es lo más valioso que hoy tenemos los mexicanos: condiciones de estabilidad económica, que permiten que haya empleo en nuestro país, que haya una inflación baja, que haya una recuperación gradual en el poder adquisitivo de las familias mexicanas, que haya espacios de oportunidad para quienes están egresando de nuestras universidades, de las universidades politécnicas que están encontrando trabajo, que la planta laboral en donde están ustedes se mantenga y se sostenga.
Cuando se quebranta la estabilidad económica de un país, entonces, entramos a escenarios mucho más complejos, dolorosos y que más lastiman a los que menos tienen.
Por eso, apelar hoy a la sociedad mexicana a que escuche las razones, a que entienda lo difícil que fue para este Gobierno tomar esta decisión.
Pero, esto nos permitirá al final de cuentas, mantener los programas tan necesarios, tan importantes que el Gobierno quiere privilegiar para llegar a quienes más lo necesitan.
La operación plena del Sistema de Salud de nuestro país, la operación del Sistema Educativo Nacional, los programas, repito, que están dedicados, particularmente, a los grupos más vulnerables, el programa PROSPERA, que es quizá la política o el programa de política pública más amplio y de mayor inversión que hace el Gobierno para aquellos que menos tienen.
Y no es a través de la protesta ni del vandalismo, ni del robo, ni de tomar hoy esta actitud, como habrá de cambiarse la realidad.
Y sin darnos cuenta, más la descomponemos, porque el mundo nos ve así. Y el mundo, al final de cuentas, o proyectamos como mexicanos un rostro de confianza en nuestro país o el mundo empieza desconfiar de nosotros y eso se vuelve todavía más crítico.
Actuemos con serenidad. Llevemos la emoción a la razón, sin dejar de tener siempre en nuestro actuar el sentido humano de todo lo que llevamos a cabo, que eso un poco lo que inspira, precisamente, lo que el Gobierno viene realizando.
Les agradezco el que en esta celebración del Día de las Enfermeras y Enfermeros, me permitan nuevamente abordar este tema que es sensible para toda la sociedad mexicana, pero no por ello quiero nuevamente expresarles mi mayor felicitación a todas y todos ustedes, a quienes están aquí presentes y a los miles de ausentes que cumplen con esta noble labor de ayudar a la salud de los mexicanos, de procurarles atención, de procurarles calidez, de darles apoyo moral y de estar ahí cuando un paciente lo necesita.
Su apoyo, su labor reconforta, da consuelo. Auténticamente son ángeles de la guarda.
Hoy es el Día de Reyes y creo que es en razón de esta fecha que se instituyó, precisamente, el Día de la Enfermera y del Enfermero. Ustedes se convierten prácticamente, en el cuarto Rey Mago. De los tres Reyes Magos, hay un cuarto mago que, de forma invisible, está ahí, presente, apoyando a quienes más lo necesitan en momentos difíciles, cuando la salud está quebrantada.
Gracias, nuevamente.
Les felicito y les deseo a todas y todos ustedes un feliz año 2017.
Muchas gracias.
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