Guillermo Sheridan pide protección a Segob y CNDH tras dichos de AMLO...
Guillermo Sheridan, solicitó la protección de la Secretaría de Gobernación y de la CNDH A través de sus redes sociales expuso que el Gobierno de México le declaró la culpa por "cometer el crimen de pensar y escribir en libertad".
Al hablar de @GmoSheridan, el presidente @lopezobrador_ expresó: “Los intelectuales orgánicos son muy pragmáticos y les gusta mucho el dinero; lo que les molesta es que ya no reciben dinero del gobierno, porque ya se habían acostumbrado”. pic.twitter.com/z6NJ2NEy6y
¿Qué dijo AMLO en la mañanera?
El "periodista" César Huerta, de la revista Polemón, pregunta:
Hace unos días publicamos una investigación sobre Guillermo Sheridan, en Polemón. Descubrimos, detectamos que lleva más de 15 años sin dar clases en la UNAM y que cada año, desde hace más de 20, ha pedido licencias, años sabáticos, y lo ha hecho de forma irregular al estatuto del personal académico de la UNAM.
¿Qué piensa, presidente, de que personajes como Guillermo Sheridan ahora ya dan clases de ética, cuando tienen una cola muy larga que les pisen? ¿Qué piensa sobre esto?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Pues ya se ha hablado mucho, es toda una intelectualidad vinculada al conservadurismo. Antes se encargaban de legitimar la corrupción, de legalizar la corrupción, tenían el papel de alcahuetes del régimen, recibían muchas prebendas, eran como sociedades de grupos de intelectuales orgánicos manejados unos por Krauze y otros por Héctor Aguilar Camín, esto desde Salinas, que los cooptó a todos.
Y entonces, como había ciertas diferencias porque los de Nexos, de Aguilar Camín, venían supuestamente de una corriente de pensamiento progresista, pues no podían unirse al grupo que en ese entonces encabezada el finado (Octavio) Paz, que al fallecer queda como heredero de ese grupo (Enrique) Krauze, se apropia del legado intelectual de Paz.
Por eso es el pleito que se va dando entre Paz y Carlos Fuentes, que eran muy buenos amigos, pero se habla de que por las intrigas de Krauze se produce una ruptura en esa amistad. El mismo Fuentes lo declara, de manera muy fuerte dice que todo iba muy bien hasta que se atravesó una cucaracha, Fuentes era duro cuando cuestionaba, le gustaba mucho utilizar la palabra, el término ‘achichincle’. Bueno, así se constituye ese grupo y a ese grupo pertenece Sheridan.
Entonces, Salinas los maneja a los dos, a los dos grupos, y va cooptando tanto a los intelectuales abiertamente de derecha, que pertenecían a los cercanos a Paz, como a los de Héctor Aguilar Camín, que no quiero mencionar, porque es muy lamentable la forma cómo los cooptaron.
Y se volvieron muy influyentes, ya aquí hemos hablado de cómo Krauze hacía libros por pedido. Hay veces que los intelectuales, los actores, los músicos, pues para poder vivir tienen que hacer cosas por la necesidad, aunque no tenga que ver con sus convicciones. Sí hay músicos que hacen composiciones porque así obtienen algunos ingresos, aunque ellos no estén conformes, pero hay otros o que les va gustando hacerlo o desde el principio se venden o de alquilan.
Entonces, Krauze hizo mucha obra así. Ya hablábamos de un libro que financió la Secretaría de Gobernación cuando estaba Creel, exaltando a Luis Terrazas de Chihuahua. ¿Se acuerdan que se decía que Terrazas no era de Chihuahua, sino Chihuahua era de Terrazas? Pues lo convierte en un héroe Krauze.
Y de ahí viene Sheridan. Nada más basta… ¿Por qué no lo pones otra vez a Sheridan?, para darnos una idea, independientemente si da clases o no clases, si cobra sin trabajar, si es titulado o no es titulado.
Miren esto, porque esto muestra la decadencia intelectual a la que llegamos, a la que nos llevó la política neoliberal, que no fue nada más crisis en lo económico, en lo social o en lo político, o en lo moral, fue también esto. ¿Dónde están los intelectuales que defienden al pueblo?
Miren, este intelectual famosísimo contestándome:
‘Según un periódico —es que es una joya esto, es igual como lo de los rieles— según un periódico, AMLO declaró hoy: Le tengo un profundo amor y admiración al pueblo de México’. Pues claro, son mis convicciones, me siento orgulloso, son mis ideales, es mi humanismo.
‘Y dijo que es gente muy noble y muy buena’. Y es cierto, no estoy diciendo ninguna mentira.
‘Lo mejor que tenemos en México’. Siempre he dicho que la mayor riqueza de México es la honestidad de su pueblo, muy contrario a lo que piensan los conservadores, muy contrario. Por siglos, el pensamiento conservador siempre ha sostenido que el pueblo es flojo, es indolente, que no sabe.
Dice él: ‘No estoy de acuerdo’. Aclaro, así como él, piensan millones, así como él piensa, el señor del que hablaba yo hace unos días que me vio en el avión, pero ellos no lo ven como algo raro o irracional, ellos lo ven como algo normal, por eso con ellos no hay que debatir, hay que ser respetuosos y decirles: Siga usted su camino, ahí la lleva.
Pero pensamos distinto, ¿para qué nos vamos a enfrascar en un pleito? Si acaso, a los hijos y sobre todo a la gente humilde, que es además muy receptiva, no tiene prejuicios, no tiene la idea de que lo sabe todo. De ahí la actitud de humildad, y ahí sí se puede ir orientando, concientizando. Y no cuesta mucho porque abajo en las comunidades, en las familias, en el México profundo hay muchos valores culturales, morales, espirituales que vienen de las grandes culturas que florecieron en México antes de la llegada de los europeos. Traemos esa herencia, ese legado, y por eso digo que el pueblo de México es un pueblo bueno, noble, trabajador.
Por ejemplo, ¿cuál fue la imagen que manejaron durante siglos los conservadores? De que el pueblo era flojo. Ya hemos hablado del ejemplo de nuestros paisanos migrantes. Si el pueblo de México fuese flojo, indolente, no saldría adelante en ninguna parte.
(...)
Ahora sí, regresamos con Sheridan. Dice:
‘No estoy de acuerdo. El mexicano es por lo general ignorante, violento, tonto, fanático, corrupto, ladrón, sexista, caprichoso, temperamental, alcohólico, arbitrario, golpea a sus hijos, a las mujeres, idolatra el ruido, tira basura, nunca ha respetado el derecho ajeno, se pasa los altos, evade impuestos ―estaba pensando en sus jefes— compra y vende piratería, zarandea a los peatones, no duda a la hora de hacer transas —ya estaba pensando en los de arriba o en Krauze en una de esas— desprecia la ley, no sabe aritmética elemental, ni tirar penaltis. Lo mismo puede decirse de la clase baja. Tenerle amor y admiración a eso es masoquismo o demagogia.’
Soy masoquista y soy demagogo, que me apunten en la lista.
Estos son.
Y por el lado de Aguilar Camín, pues es lo mismo. Entonces, su enojo con nosotros, además de lo ideológico, que no es lo principal porque ellos son muy pragmáticos y les gusta mucho el dinero, lo que les molesta es de que ya no reciben dinero del gobierno, porque ya se habían acostumbrado.
Este Sheridan con Krauze hacen una revista, Letras Libres, y tiraban 10 mil ejemplares y el gobierno les compraba nueve mil, y las vendían carísimas; y libros, daban cursos, información, y es el mismo esquema de Aguilar Camín y su equipo, editaban libros, contenidos de libros a la medida. Entonces, ese es el asunto de fondo.
El caso de Aguilar Camín, se lleva a gente que había estado en la izquierda, en posturas de avanzada, defendiendo causas justas, economistas, y los jala a todos. Y cuando empieza la campaña Salinas, él va en la comitiva, porque hacen acto publicitario y salen de la estación de Buenavista en tren, y ahí están las fotos, Salinas y los intelectuales.
Los cooptó a todos, y no sólo fueron intelectuales, sino de las ciencias sociales, fueron artistas, científicos, no dejó nada. Algunos sí, no se dejaron, me consta de algunos. Ya murió, por ejemplo, Luis Javier Garrido, ese se mantuvo independiente; Monsi, que ya también falleció, también se cuidaba, aunque tenía amigos en los grupos, pero no se dejó acarrear.
¿Qué sucede?
Viene el pleito Salinas-Zedillo, después de que Salinas les da todo, y se le hace fácil a Héctor Aguilar Camín cambiar de bando, chaquetear, cambiar de chaqueta, y se vuelve zedillista y se le lanza a Salinas, al que lo había encumbrado.
Por eso cuando dicen ‘hay que buscar el acuerdo con los intelectuales, con los empresarios, con los de arriba’, pues sí, hay que gobernar para todos, pero no se puede poner el futuro de un país, la transformación de México en manos de gente que nada más son leales al dinero.
En cambio, el pueblo raso es derecho, es leal, es agradecido, solidario. A nosotros son los que nos han sacado a flote, el pueblo, no los medios de información, no los empresarios, no los intelectuales.
Entonces, es una época de decadencia, todo el periodo neoliberal. Y esa es la diferencia entre la crisis y la decadencia, porque una crisis puede afectar en lo económico o en lo social, en uno de los campos, de los terrenos de la vida pública, pero una decadencia es un proceso de degradación progresivo que atañe a todo, eso era lo que parecíamos.
Entonces, cuando se vuelve zedillista Aguilar Camín, pues Salinas, que es travieso, le saca, le manda a publicar hasta los cheques. Porque lo de Carlos Salinas es algo excepcional. Estamos hablando en términos políticos, no es nada personal, es para que se conozca más sobre el noble oficio de la política y sobre todo que los jóvenes sepan de cómo es la política.
Salinas tenía unas cajitas, no sé si todavía las tiene, las debe de conservar, así como las fichas de las antiguas bibliotecas, todavía hay, que se buscan los libros, que va uno a la biblioteca y pide uno un libro y… O uno mismo va a los casilleros cuando se hace investigación. Ahora ya es distinto. Pues así.
Y una vez lo fue a ver un conocido mío, amigo, pero él no lo sabía, se reunió, y de manera muy prepotente, le dice: ‘Yo los tengo a todos agarrados, a todos’. Y este, mi amigo, le dice: ‘¿Y a los de la oposición?’ ‘A todos los tengo, y periodistas y a todos’.
‘Me esperas’, y va trae la cajita, así como los periquitos de las ferias. A ver…
JESÚS RAMÍREZ CUEVAS, COORDINADOR GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y VOCERO DE PRESIDENCIA:‘Saca el papelito’.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ‘Saca el papelito, ese, dame un nombre’, le dice. Fulano de tal, la ficha, copias de los cheques, todo ahí.
‘Dame otro’, el pajarito, aquí está. Entonces, mi amigo dice: ‘A ver. Andrés Manuel’. ‘Ah, no, ese no, ese no lo tengo —así como las figuritas, esta no la tengo— por eso es peligroso’.
Eso me lo contó mi amigo y ahorita le ofrezco disculpas porque ya lo hice público, ya lo había yo dicho, pero ahora más.
Entonces, por eso es esa intelectualidad.
Hay un poema de Paz, que es el que más me gusta, a ver si lo encontramos, habla de su abuelo y de su padre. Es que tiene que ver con la formación, con la intelectualidad. El abuelo de Paz, Irineo Paz, fue revolucionario desde la época del movimiento reformista. Y fue periodista, tenía un periódico que se llamaba La Patria o Patria, y era combativo, era de los periodistas más opositores. Claro, fue pasando el tiempo y ya cuando tiene casi todo el control Porfirio Díaz ya lo mete al aro.
Y el papá —es donde habla de la pólvora y el mantel— y el papá también fue revolucionario y estuvo con Zapata y creo que fue magonista, así es, ¿verdad? Y Paz, bueno, como poeta, como escritor de primer orden, pero en lo político, sobre todo al final, esto es lo que lo describe o él mismo se define, se llama Canción mexicana, fíjense que poema tan bello:
‘Mi abuelo, al tomar el café, me hablaba de Juárez y de Porfirio, los zuavos y los plateados, y el mantel olía a pólvora.
‘Mi padre, al tomar la copa, me hablaba de Zapata y de Villa, Soto y Gama y Flores Magón. Y el mantel olía a pólvora.
‘Yo me quedé callado. ¿De quién podría hablar?’
Bueno, pero entonces, regresando a Sheridan, no hay que molestarse tanto, ellos jugaron un papel en un tiempo, sobre todo en el periodo neoliberal; ahora ya no tienen ni la importancia política ni la creatividad de antes, porque también, como decía ese crítico ruso, Belinsky, ‘cuando un hombre se entrega por entero a la mentira ―decía― pierde hasta la imaginación y el talento’. El que se corrompe, si fue un buen escritor, al paso del tiempo ya deja de ser un buen escritor, se pierde la imaginación y el talento, o sea, sí afecta.
Entonces, esa es la intelectualidad orgánica que se tiene y esa la estamos enfrentando ahora, pero en el campo, en el terreno de las ideas.
Lo mismo a la prensa del antiguo régimen que está en contra de nosotros, pues los del Reforma. Pero no es nada personal, ni con Claudio X. González papá, se lo dije, hace como un mes que lo vi, que estuvimos así, que me habló que por qué se polarizaba, le digo: No, si no se polariza, se politiza.
Y con toda franqueza les hice ver que para transformar se necesitaba una base social y que además era uno muy feliz ayudando a los pobres. No hay nada que compense o que se equipare con la satisfacción que produce, la dicha que produce ayudar a la gente humilde, a la gente pobre, ni todo el oro del mundo vale eso.
Pero además ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad.
Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política. Y el ejemplo muy doloroso que tenemos los mexicanos es el caso del asesinato del presidente Madero, un hombre bueno, un santo, que quería que se estableciera una auténtica democracia en nuestro país, que se garantizaran las libertades, se adelantó muchísimo a su tiempo, pero predicaba en el desierto y con lo que podía llevar a cabo su plan, y no era fácil, la condición era el que se apoyara con los campesinos, con el zapatismo, para afianzarse y enfrentar al antiguo régimen porque, imagínense, 34 años de poder el porfiriato. ¿Cómo se enfrenta eso? Una cosa muy complicada en todos los sentidos.
El conservadurismo estaba, pero en su apogeo, el militarismo, la represión, el autoritarismo, el clasismo, el racismo, entonces sí era algo muy complicado. Sólo con esa alianza podía, y no iba a ser fácil, hacer realidad su sueño democrático.
Entonces, nosotros hemos aprendido eso, y es una lección para todo el que quiera llevar a cabo una política de transformación: se necesita contar con base social de apoyo, de respaldo; si no, no funciona.
Entonces, es tu respuesta a lo de Sheridan.
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