30 abr 2007

Reporte sobre Terrorismo 2006

El Departamento de Estado norteamericano dio a conocer este lunes 30 de abril, el Reporte Sobre Terrorismo 2006, documento de poco más de 300 páginas.
Ahí el Departamento de Estado colocó a México y Canadá como "aliados claves" en la guerra contra el terrorismo y calificó la cooperación con sus dos vecinos como "amplia y profunda" en todos los niveles del gobierno y agencias.
Datos sobre el informe anual, Country Reports on Terrorism 2006.
·El informe incluye un análisis del Centro Nacional contra el Terrorismo (NCTC);
·En 2006, NCTC informó que hubo un total de 14,338 atentados terroristas en el mundo, éstos estuvieron dirigidos a 74,543 civiles y resultaron en 20,498 muertes;
·Por ejemplo, la edición de 2005 del Informe por Países sobre Terrorismo documentó un total de 11,153 incidentes terroristas; un total de 74,217 civiles fueron víctimas de los terroristas aquel año y hubo 14,618 muertes;
·Según el análisis del NCTC, la violencia en Irak abarcó el 45%de los ataques en general y el 65% de las muertes por terrorismo en el mundo;
·Los incidentes terroristas en Irak casi se duplicaron, de 3,468 en 2005 a 6,630 en 2006;
·Y aunque los secuestros disminuyeron en un 50% internacionalmente, Irak experimentó un incremento del 300%:
·El informe encontró también un aumento del 50% en los atentados terroristas en Afganistán, paso e 491 en 2005 a 749 en 2006;
·El NCTC informó que la mayoría de los atentados terroristas permanecen centrados en Oriente Medio y Asia meridional, y destacó que los atentados en general en Asia meridional disminuyeron en un 10%:
·Como consecuencia, el informe indica que "los musulmanes sufrieron la mayor parte de las pérdidas a causa de los atentados , y casi el 50%de las víctimas fueron civiles muertos o heridos por terroristas;
·Los terroristas atacaron un total de 350 mezquitas, la mayoría en Irak.
·Los niños fueron víctimas crecientes en 2006, con 1,800 muertos o heridos, un incremento del 80% con respecto al año anterior.
·Al igual que en 2005, los profesionales más atacados por los terroristas fueron funcionarios del gobierno, maestros y periodistas;
·Las buenas noticias es que: "la cooperación antiterrorista internacional está mejorando, "trabajamos con aliados y socios en todo el mundo, por medio de la coordinación y compartiendo información, y hemos creado un clima operativo menos permisivo para los terroristas", dice el informe;
·"Las acciones de colaboración internacional han producido auténticas mejoras de seguridad" a través de una mayor seguridad fronteriza y en los transportes, una sólida forma de compartir información y cooperación militar, y el éxito de la localización y congelación del financiamiento terrorista;
·Revela el informe que Al-Qaeda y sus asociados, aunque debilitados, continúan siendo "la amenaza más inmediata a la seguridad nacional de EE UU". Esto se debe en parte a que ha habido un cambio de tácticas, como el aumento del uso de grupos locales que operan en nombre de Al-Qaeda.
·Irán y Siria, continuaron contribuyendo con armas, entrenamiento, financiamiento a los terroristas en la región;
·Cuba, Corea del Norte y Sudán también han sido nombrados en el informe como estados que patrocinan el terrorismo.
·El informe sostiene que el conflicto irresoluto entre Israel y los territorios palestinos sigue siendo un factor motivador para algunos terroristas. Al-Qaeda, por ejemplo, y otros grupos explotan el conflicto para captar nuevos miembros;
·La negativa del gobierno de los territorios palestinos liderado por Hamas a renunciar al terrorismo y a la violencia constante que surge en estos territorios continúa desconcertando a los encargados de elaborar políticas en EE UU;
·Según el informe, los incidentes terroristas disminuyeron en las demás regiones del mundo. El terrorismo en el Hemisferio Occidental estuvo reducido principalmente a grupos establecidos en Colombia y la región andina.
·El informe elogia a Canadá y a México por su compromiso en la lucha contra el terrorismo, pero expresa preocupación sobre Venezuela, donde el presidente Chávez ha fortalecido los contactos con Cuba e Irán y ha permitido a los grupos terroristas y traficantes de drogas de Colombia cruzar sus fronteras;
·Europa y Eurasia experimentaron una disminución del 15%, y no hubo grandes atentados en esa región como las explosiones de 2004 en Madrid o los ataques de 2005 en Londres;
·Funcionarios españoles y franceses tuvieron éxito en 2006 contra el grupo separatista vasco ETA.
·Turquía se enfrentó al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK);
·Rusia progresó contra los militantes chechenos, y:
·La violencia continuó desvaneciéndose en Irlanda del Norte con el avance del proceso de paz.
·África, aunque amenazada por la violencia civil y étnica, sufrió pocos atentados terroristas, si bien continúa siendo una preocupación debido a la presencia de elementos asociados con Al-Qaeda;
·En el este de Asia, el informe destaca la creciente coordinación regional antiterrorista, con Australia, China, Indonesia, Japón y las Filipinas en papeles de liderazgo al enfrentarse a amenazas provenientes de grupos como Yemaah Islamiya y Abu Sayyaf.
El caso de Mexico (en ingles)
Mexico demonstrated a strong commitment to work with the United States to preempt terrorist activity and entry through our shared border. There were no known international terrorists residing or operating in Mexico, and no terrorist incidents have occurred on or originated from its territory. Mexico represented primarily a terrorist transit threat, and our bilateral efforts focused squarely on minimizing that threat.
Counterterrorism cooperation steadily increased through the end of the Fox administration. President Calderon entered office on December 1, committed to prioritizing national security. U.S. law enforcement agencies enjoyed particularly strong relationships with the Center for National Security Investigations (CISEN), the Attorney General's Office (PGR), and the National Migration Institute (INM). Mexico worked with the United States to enhance aviation, border, maritime, and transportation security, secure critical infrastructure, and combat terrorism financing.
The Mexican government further professionalized federal law enforcement institutions, restructured and strengthened the institutions directly responsible for fighting organized crime, and developed tools under the framework of the Security and Prosperity Partnership (SPP) to better address national security threats.
The March 2005 launch of the SPP, which consists of ten security-related goals within its Security Pillar, institutionalized mechanisms for information exchange across agencies and levels of our respective governments. While a solid foundation has been built, we are working towards further cooperation and information sharing.
Mexico continued to make steady progress on border security projects focused on counterterrorism and alien smuggling. Mexico acknowledged and responded thoughtfully to U.S. reports concerning terrorist transit and the smuggling of aliens who may raise terrorism concerns. Cooperation between the United States and Mexico was especially positive in alien smuggling initiatives along Mexico's northern and southern borders. Initiatives included exchanges of information on and screening of individuals suspected of cooperation with terrorist organizations as well as smugglers whose activities presented terrorist concerns. This cooperation led to the deployment of the Operation Against Smugglers Initiative on Safety and Security (OASSIS) system, which allowed Mexican and U.S. law enforcement officials to share real-time information regarding ongoing alien smuggling investigations in a systemized fashion. OASISS enhanced the ability to prosecute alien smugglers and human traffickers on both sides of the border and to avoid situations where smugglers responsible for life-threatening behavior (even deaths) on one side of the border could evade justice by escaping to the other side. The U.S. Government would like to see more cooperative efforts to identify smuggling organizations operating along Mexico's southern border that may raise terrorism concerns.
An ongoing issue of strategic concern was the continued exploitation of smuggling channels traversing the U.S.-Mexico border and the lack of enforcement along the southern Mexican border with Guatemala and Belize. The southern border, in particular, could be vulnerable to the movement of terrorists. In the wake of increasing narcotics-related border violence, bilateral cooperation on border security issues has increased.
The Mexican government coordinated with the United States on information sharing of air passenger data. The United States was also planning to support Mexico's plans to develop a national center for migratory alerts, which would coordinate information drawn from various other agencies to alert officials of possible suspect entries into Mexico.
Mexico and the United States began negotiations on programs designed to deter terrorists from using Mexico's seaports to ship illicit materials, detect nuclear or radioactive materials if shipped via sea cargo, and interdict harmful material before it could be used against the United States or U.S. allies. The cooperative effort will include installation of specialized equipment to screen cargo containers for nuclear or other radioactive materials.
Despite excellent U.S.-Mexico cooperation, money laundering remained a significant problem. The United States and the new Mexican government are discussing the dedication of greater resources to combating it. The underlying legal framework remained inadequate, and the establishment of a specific Mexican penal charge against money laundering connected to terrorism is needed. Both chambers of the Mexican legislature have passed legislation outlawing terrorist financing and associated money laundering; the two bills must still be consolidated in conference. The Mexican government notably deployed a task force to the Mexico City airport that included elements from the Agencia Federal de Investigacion (Federal Investigative Agency), Mexican Customs, and prosecuting attorneys from the PGR's anti-money laundering criminal prosecution section.
The Mexican Armed Forces continued to expand its counterterrorism capabilities. The Secretariat of the Navy improved maritime air surveillance by returning to service two of three E-2C Hawkeye command and control aircraft and acquiring more MI-17 helicopters. This capability related directly to efforts to secure key national strategic facilities, including those related to oil production in the Bay of Campeche. It remains difficult to accurately assess Mexican Army counterterrorism capabilities because the U.S. and Mexican Armed Forces had limited interoperability in counterterrorism.
The U.S.-Mexico Border Security and Public Safety Working Group, formed in March, has become another important tool for bilateral cooperation, establishing protocols between both governments to respond cooperatively at a local level to critical incidents and emergencies along the border. It remains in the pilot stage. The United States was able to further develop its border security relationship with the Government of Mexico through training programs, which focused on using non-intrusive inspection equipment, detecting weapons of mass destruction, and identifying fraudulent documents.
http://www.state.gov

Niveles de popularidad

Según un estudio comparativo difundido hoy por la encuestadora ecuatoriana Cedatos -quien hace el estudio con los resultados de encuestas realizadas por diferentes empresas de cada país-, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, tiene el primer lugar en materia de popularidad con un 76% de aprobación seguido de:
Álvaro Uribe Vélez, Colombia 73%;
Antonio Saca, El Salvador 72%;
4. Argentina, Nestor Kirchner
5. Bolivia, Evo Morales
6. Nicaragua, Daniel Ortega
7. República Dominicana, Leonel Fernández
8. Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva
9. Uruguay, Tabaré Vázquez
10. Perú, Alan García
11. México, Felipe Calderón
12. Chile, Michelle Bachelet
13. Guatemala, Óscar Berger
Al final de la cola de popularidad en América Latina se encuentran el mandatario venezolano, Hugo Chávez, con un 41%;
Óscar Arias, Costa Rica con un 39%, y
el paraguayo, Nicanor Duarte, con33%.
En Europa y Oriente Medio, de ocho gobernantes contemplados en el cuadro de Cedatos, realizado con datos de Consulta Mitofsky, el más popular es el ruso Vladimir Putin, con un 73 por ciento, mientras el portugués Anibal Cavaco Silva tiene un 68 por ciento y la alemana Angela Merkel, un 56 por ciento.
El italiano Romano Prodi tiene un 42 por ciento; el francés Jacques Chirac, un 41 por ciento; el español José Luis Rodríguez Zapatero, un 40 por ciento; el británico Tony Blair, un 26 por ciento, y el israelí Ehud Olmert un 20 por ciento.
Fuente: Agencia EFE, QUITO, ECUADOR

29 abr 2007

Mstislav Leopóldovih (Rostropóvich) In Memorian


Este vienes 27 de abril murio Mstislav Leopóldovich Rostropóvich, quien nació en 1927 en Bakú, República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Era considerado uno de los máximos violonchelistas de su generación. Estudió en el conservatorio de Moscú. Desde hace más de 50 años compaginó su pasión por el violín con su labor como director y profesor. En 1974, tuvo que huir de la entonces Unión Soviética por su defensa reiterada de los derechos humanos y su apoyo a figuras disidentes, como el Nobel de Literatura Alexander Solzhenitsin, y sólo pudo regresar 16 años después, con Mijail Gorbachov en el poder.
Él y su esposa, la soprano Galina Vishnevskaia, de 80 años, siempre tuvieron un fuerte compromiso político.
Pocos días después de la caída del Muro de Berlín en 1989, el violonchelista ofreció un concierto allí. A partir de 1990, él y su esposa volvieron a vivir en Rusia.
¡Descanse en paz!
Mstislav Rostropovich in memoriam/Cristóbal Halffter, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Publicado en ABC, 28/04/2007;
Una cruel enfermedad y lo avanzado de su edad hacían prever la noticia que hoy me llega: el fallecimiento de Mstislav Rostropovich. No por esperada deja de impresionarme de manera profunda y desde esa sensación escribo estas líneas en su honor y recuerdo.
Tuve la suerte y el privilegio de gozar de su amistad y de poder sentir de una forma bien cercana en primer lugar, su hombría de bien, la calidad humana de este hombre excepcional. Quiero anteponer estas consideraciones antes de entrar a hablar de su importancia como músico, como artista creador, como intérprete, pues creo que toda esa actividad que ejerció en vida, eran sólo reflejo de lo que había en su interior como persona. Rostropovitch era portador de esos atributos que hacen a un ser humano llevar esa condición con la dignidad requerida y que la humanidad pueda mirarse en él para intentar conducir la evolución de nuestra especie por el buen camino.
Todas esas cualidades están inscritas en nuestro código genético, ahora bien, para ejercerlas es necesario creer en ellas, luchar por ellas, esforzarse día a día por ellas para que estén, como en el caso de Slava, en el primer término de nuestra tarea de vivir en sociedad y mostrar las obligaciones que tenemos ante nuestros semejantes.
Al hablar de atributos y cualidades me refiero a los conceptos de dignidad, bondad y belleza, a la capacidad de sacrificio, a la lucha por alcanzar los mas nobles ideales. En Slava se manifestaban en todos los actos de su vida, a las que se unía su constante esfuerzo por crear belleza y su afán de procurar elevar el grado de percepción de esa belleza en sus semejantes. A esta tarea le dedicó la mayor parte de su existencia, hora a hora, día a día.
Como hombre comprometido con el mundo de la cultura, lucho por llevar ésta al último rincón de su patria, primero, y al mundo entero, después. Y como hombre comprometido con la cultura de su tiempo quiso dejar constancia de ese compromiso con numerosos encargos a aquellos compositores que él consideraba que estaban en su línea. Estas obras han enriquecido el repertorio de cello de una manera extraordinaria y quedarán en la historia uniendo su nombre al del creador que para él las escribiera. Porque Rostropovitch no se limitó como hacen tantos otros divos de la música, a encerrarse en la repetición una y otra vez del repertorio más trillado, aunque, cuando ese repertorio lo tomaba en sus manos lo interpretaba como muy pocos lo han conseguido a través de los tiempos. Slava quiso poner su carrera al servicio de la creación y no la creación al servicio de su carrera.
En 1983 me encargó un concierto para cello y orquesta. Fruto de este encargo es mi concierto «No queda mas que el silencio», obra que conjuntamente dedicamos a García Lorca, que conjuntamente estrenamos en el Festival de Granada de 1986 y que conjuntamente grabamos ese mismo año con la Orquesta Nacional de Francia. Esta colaboración me permitió conocer en profundidad a una persona que si hacía música con la más alta calidad, su trato respondía en todo momento a lo que con su cello comunicaba.
En los últimos años la frecuencia de nuestros encuentros se distanciaba en el tiempo por razones profesionales. Pero cada vez que podíamos volver a estar unas horas juntos, parecía que acabamos de vernos el día anterior y que nuestras conversaciones en torno a cómo se debía tocar algún pasaje o las opiniones de la importancia que tal o cual compositor o intérprete pudiese tener, estaban todavía en el aire.
Rostropovitch pasará a la historia de la música con letras de oro por varios aspectos de su riquísima personalidad. Pero ese aura que envolvía su presencia física sólo podremos recordarla aquellos que tuvimos el privilegio de convivir en ciertos momentos con él y de hacer música a su lado.
A estas horas se estarán escribiendo miles de páginas en su honor que glosarán esa riquísima personalidad, para que no se pierda la impronta de su paso por este mundo que nos ha tocado vivir, en que las cosas más sublimes y trascendentales al lado de los hechos más intrascendentes aparecen y desaparecen en cuestión de minutos, días, semanas a lo sumo. Pienso que el ser humano solo muere cuando lo olvidan y en el caso de Slava, quiero pensar que su muerte, que hoy es un dolorosa realidad, su otra muerte, la que es consecuencia del ovido, tardará mucho tiempo en ser efectiva.
Podría ahora en estas, insisto, improvisadas frases escritas desde el dolor del amigo perdido, contar mil anécdotas de las muchas que tuve la suerte de vivir con él. Si bien lo que más profundamente me dejó impactado de su personalidad fue cuando me cercioré que para llegar a tocar un instrumentos como él hacía, para llegar a hacer música con la altísima calidad que de él surgia, que para llegar a crear esa comunicación entre compositor, intérpretes y oyentes, son necesarias muchas horas de esfuerzo y sacrificio, muchas horas de abandonar las infinitas cosas que nos rodean y que sólo desde ese abandono es posible llegar a alcanzar la meta soñada.
Estábamos grabando mi concierto de cello; todo transcurría con la exigencia y el rigor que los dos poníamos en nuestra tarea: él, como solista; yo, como compositor y director. Llegó el momento de grabar la cadencia y Slava pidió que esto se hiciese al final de la sesión y sin la presencia de la orquesta, para luego insertarla en la cinta definitiva en su sitio correspondiente.
Así lo hicimos y al final de la tarde, Slava se retiró a una habitación solitaria para repasar nota a nota la cadencia que quedaba por grabar. Al cabo de un tiempo y ya bien entrada la noche, volvieron los técnicos para grabar lo que quedaba del concierto, pero a él solo en la inmensidad de la Sala Pleyel de París. Yo permanecía callado como único espectador y después de mil repeticiones y mil correcciones, como si de un estudiante ante su primera grabación se tratase, terminó su tarea: seis minutos de música para violoncello solo donde se alcanzó la perfección en la simbiosis entre mi idea como compositor y la ejecución de la misma por un intérprete, un músico excepcional.
En aquellas horas se me reveló una verdad: cuando Mstislav Rostropovich toca -tocaba- Bach, Tchaikowski o lo que fuese, esa versión era fruto de muchas horas de trabajo, esfuerzo, voluntad y tesón.
Muchas veces nos dicen que un determinado solista o director consigue esas altas cotas de comunicación y de perfección interpretativa por poseer unas dotes especiales o por mil circunstancias diferentes, y quizá la mas repetida sea porque está apoyado por tal o cual grupo social, un medio de comunicación o un grupo político que le prepara para conseguir un éxito ya antes de ser escuchado. Pero pocas veces nos dicen que ese éxito sólo se consigue de verdad cuando el intérprete ha imaginado unas cotas de calidad y rigor en la recreación de una partitura y ha puesto todo el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio necesario para alcanzar la meta imaginada. Aquí las dotes especiales y todo lo demás son elementos secundarios que sin lo anterior carecen de todo valor según va pasando el tiempo.
Slava era bueno como músico, como persona comprometida con la cultura de su patria, de su tiempo y del mundo entero. Slava era bueno como ser humano al pretender alcanzar unas cotas de bondad que están fuera de lo habitual y por poner todos los medios y esfuerzos necesarios, día a día, hora a hora, para lograr, tanto en lo uno como en lo otro, esas cotas de bondad por él imaginadas y con su esfuerzo alcanzadas, que lo dejarán inscrito durante generaciones en la memoria de muchos seres humanos.
Goosbye, Maestro/By Lambert Orkis, principal keyboard of the National Symphony Orchestra
THE WASHINGTON POST, 28/04/2007;
Though every human relationship is special, close personal musical relationships are cherished.
For more than 11 years, between 1983 and 1995, I was at the piano playing recitals with the great Russian cellist Mstislav Rostropovich. We performed in the United States, Asia, South America and down under. We made music together, sat in planes talking to each other, ate together and, though he did accuse me of drinking like a student, drank together.
Slava, as he affectionately urged us all to call him, was larger than life in almost every respect. He had more energy, more love, more anger, more concern and more insight than any other individual I knew. His Death
yesterday took not only a gifted cellist and former National Symphony Orchestra conductor from the world but also a great humanitarian. He risked his life to show solidarity with the fledgling pro-democracy movement in his native Russia. And he was outspoken in his support of artistic and political freedom.
Slava’s ability to maintain a staggering workload and his self-imposed discipline were amazing. Yet, on tour at least, he celebrated life after every concert. He would keep restaurants open, dazzling the staff and chefs with his charm. Of course they would work after hours — Slava and his entourage were hungry. Their reward was the honor he bestowed upon them with his presence, his stories, his financial generosity and his attentive listening.
Playing recitals with Slava was a great privilege. It was also intimidating. Not only did he know the cello part with an intimacy and authority born of close personal relationships with the likes of Dmitri Shostakovich, Sergei Prokofiev and Benjamin Britten, he also knew every note of the piano part by memory. It was a singular feeling in rehearsals to hear him shouting over our joint music-making the correct pitch names of inner notes in complex chords I was playing incorrectly. The man had incredible ears!
But Slava’s musical abilities are well known in Washington and elsewhere. I also got to know another Slava, one who would lug a liter of special vodka in his carry-on luggage for a month so that he could give it to me. He was a man who took time out of his busy schedule to come over to my new house in the Washington area to bestow upon it a special Russian blessing. He could no longer obtain the ceremonial items directly from the Soviet Union but had to search in places such as Argentina.
Slava was responsible for my position as the pianist with the National Symphony Orchestra, and he knew that I had moved from a comfortable position in Philadelphia to play with his orchestra. Blessing our house and standing in our bare kitchen breaking bread and drinking vodka with us was one of the ways he showed me that he loved me and that he wanted my family to feel appreciated and happy.
It was not only his musical personality that motivated me and my colleagues to give all our strength to the service of music. His warmth, friendship and love of life, as well as his irrepressible joy in music-making, invigorated us and will do so for the rest of our days.
In the 17 years he led the NSO, he made his colleagues aware of international standards in the world of classical music. Leading by example, he expected the very best from us and believed that we were capable of being compared favorably with the best in the world. Watching him work in master classes and in front of other symphony orchestras, I saw that his love of life and music was infectious. He inspired all whom he touched to greater heights of artistry and excitement. Our best memorial to him is to share with others the enthusiasm he so generously shared with us.

Propuesta de Paz

Propuesta de paz de la Liga Arabe/ Abraham B. Yehoshua.
Traducción: Sonia de Pedro
Tomado de LA VANGUARDIA, 28/04/2007;
La propuesta de paz de los países árabes que se aprobó en el último encuentro de la Liga Árabe en Riad pasará a ser un episodio diplomático más si la Unión Europea no se suma a ella de forma tajante y activa. No es que la considere una propuesta revolucionaria o nueva, pues en el pasado ya se hicieron propuestas similares. Pero en esta ocasión está formulada de manera clara y rotunda: paz completa con Israel y reconocimiento por parte de los países árabes de la legitimidad del Estado de Israel con las fronteras de 1967 y no con las establecidas por el plan de partición de las Naciones Unidas en 1947, respeto a las necesidades de seguridad del Estado israelí, y todo a cambio de la partición de la ciudad de Jerusalén y la resolución del problema de los refugiados palestinos, ya sea a través de indemnizaciones económicas o a través de su regreso a territorios de Israel.
Quien conozca la historia del conflicto árabe-israelí durante los últimos ciento veinte años, las negativas de los árabes a reconocer la legitimidad del Estado judío en Oriente Medio, la conferencia de los Tres Noes celebrada tras la gran victoria de Israel en la guerra de los Seis Días en la que la Liga Árabe anunció su no a la negociación, no a la paz y no al reconocimiento de Israel, sin olvidar las tremendas guerras ocasionadas por las negativas árabes, sin duda puede dar un suspiro de alivio al oír que en Riad se apela claramente a la paz con Israel y a su reconocimiento.
La identidad palestina ha oscilado siempre entre dos tendencias: una que hace hincapié en su identidad particular y otra en la que se ve como perteneciente a la identidad árabe en general dentro del marco de la gran nación árabe. Ambas tendencias estaban muy enraizadas en la realidad poscolonial. En cambio, los palestinos son el único pueblo árabe que se ha quedado enfrascado en un conflicto fruto de un problema ajeno a ellos, mucho más grave que el problema colonial: la ocupación de parte de su patria por los judíos. Por ese motivo, su identidad nacional se ha ido configurando en gran manera en torno a su lucha contra los judíos, la cual ha agudizado sus diferencias con el resto de los países árabes. No obstante, como los palestinos sabían perfectamente que no podrían enfrentarse solos a los judíos, ni desde el punto de vista numérico ni tecnológico, necesitaban más que ningún otro país alimentar su vínculo con el resto de la comunidad árabe, pues sólo contando con la ayuda de los países árabes podrían intentar evitar el regreso de los judíos a su patria.
Toda la historia del pueblo palestino puede escribirse según una doble vía de esperanza y decepción con los países árabes, es decir, por un lado, tener que plegarse al mundo árabe y depender de él, y por otro, tratar de seguir una política independiente. Del mismo modo, la historia de los países árabes en los últimos sesenta años también ha estado oscilando entre la vía de la fuerte solidaridad con la cuestión palestina y el deseo de desentenderse de ella.
Ya he comentado en alguna ocasión que la complejidad de este conflicto, que dura más de un siglo, tiene que ver también con su singularidad. No hay un ejemplo en la historia similar en el que un pueblo milenario regrese a su patria tras siglos de diáspora. No sólo el fenómeno del sionismo es único en la historia, sino que los palestinos se han visto obligados a enfrentarse con una realidad a la que ningún pueblo en la historia ha estado expuesto. Por esa razón, el conflicto tiene tanto eco y despierta tanto interés, si bien también eso hace que sea mucho más difícil su solución.
Tras el establecimiento de relaciones diplomáticas con Jordania y Egipto, Israel intentó aislar el asunto palestino y apartarlo del mundo árabe; para ello se valió de los acuerdos de Oslo, parciales y susceptibles de interpretaciones contradictorias, pero con los que pretendía hallar un modus vivendi con los palestinos, aunque aquello fracasó. Los palestinos, que debían renunciar definitivamente a una parte considerable de su tierra y aceptar que los refugiados no podían volver a sus casas dentro del actual Estado de Israel, no pudieron obtener respaldo para ello entre su propio pueblo ni tampoco entre parte del mundo árabe, estancado en su enemistad ya tradicional hacia Israel y que además alimentó de nuevo en los palestinos la vana esperanza de que algún día se podría borrar del mapa a Israel.
La segunda intifada no hizo más que agudizar el aislamiento de los palestinos en el mundo árabe. Ninguno se sumó a la locura suicida, y por otro lado, se desvaneció la confianza de Israel en que los palestinos fueran capaces de aceptar un acuerdo razonable que posibilitara a sus ciudadanos vivir en paz.
En los últimos años los líderes árabes tienen cada vez más claro que, al igual que en el pasado ellos mismos se sirvieron del conflicto israelo-palestino para acallar la oposición interna a sus gobiernos y dirigirla hacia un enemigo externo aceptado por todos, hoy en día países no árabes, como Irán, o fundamentalistas islámicos a los que nunca les ha importado el conflicto palestino lo utilizan ahora para encender la llama del fanatismo religioso y obtener réditos de ello. Irán no limita con Israel y nunca ha tenido ni el más mínimo problema con el Estado judío, ni militar ni económico. En cambio, ahora desea obtener un liderazgo entre la comunidad islámica encendiendo la mecha del odio contra Israel, lo que no servirá para aliviar ni un ápice el sufrimiento de los palestinos.
Ésta es, en mi opinión, la razón fundamental por la que el mundo árabe relativamente moderado ha hecho el esfuerzo por intentar acabar de una vez por todas con este maldito conflicto, aun habiendo sido responsable en gran parte de su enconamiento.
No hay que olvidar que la creación de dos Estados a partir de las fronteras de 1967 supone un trabajo de cirugía geográfica realmente complicado, y no sólo por los asentamientos judíos dispersos en territorios palestinos, sino también por la partición de la ciudad de Jerusalén en dos capitales de dos estados con el consiguiente problema a la hora de resolver el estatus de los santos lugares. Además, el fanatismo islámico, ya sea árabe o no, querrá impedir a cualquier precio que todo vaya a buen puerto. Por tanto, deberá realizarse un trabajo muy meticuloso en lo referente al tema de la seguridad con el fin de defender contundentemente al Estado judío de ataques terroristas.
Incluso si los países árabes son sinceros en su deseo de acabar de verdad con el conflicto israelo-palestino, y aun si Israel logra tener el coraje y la fuerza para aceptar volver a las fronteras de 1967 (tal vez por medio de intercambio de territorios), será necesario invertir en una solución tan compleja una ingente cantidad de dinero, tanto para blindar al Estado de Israel con el objetivo de evitar posibles atentados terroristas, como para asentar a los refugiados en el Estado palestino que se establezca.
Sin una colaboración europea verdaderamente activa, sin el apoyo internacional y sin inversión económica, la propuesta histórica planteada por la Liga Árabe no podrá materializarse. Y como los árabes todavía confían en los europeos, al tiempo que crece su desconfianza en los norteamericanos, tan sólo la disposición europea a apoyar y participar en la cobertura de seguridad que le asegure a Israel que una retirada de los territorios no va a atraer una lluvia de misiles sobre Jerusalén y Tel Aviv hará que el Gobierno israelí acepte la propuesta de paz árabe, la misma en la que Israel ha creído siempre, incluso en los peores años de este prolongado y desesperante conflicto.
La comunidad europea es lo bastante fuerte y rica para ayudar a que la propuesta de paz de la Liga Árabe se haga realidad y no se convierta en un papel más que tirar a la basura, igual que ha pasado con el resto de los documentos de paz que se han generado hasta ahora.

Genocidio Armenio



24 de abril de 1915/Jean Meyer, es profesor e investigador del CIDE; es miembro de la Academia Mexicana de Historia desde 2000 y director de la revista de historia internacional ISTOR.
Tomado de El Universal, 22 de abril de 2007
Para la diáspora armenia en el mundo entero y para los habitantes de la pequeña República de Armenia, el 24 de abril es la fecha terrible de Metz Yeghérn, las grandes matanzas del fatídico año 1915. La violencia y la barbarie han acompañado a la humanidad desde siempre pero en nuestra época han funcionado, no como manifestación de arcaísmo o de subdesarrollo, sino como los rasgos totalitarios de cierta modernidad.
La primera gran matanza perpetrada en el siglo XX, en medio de la carnicería industrial de la Primera Guerra Mundial, fue la que ideó y ordenó el grupo que dirigía entonces el imperio otomano. Como, hasta la fecha, el Estado turco se niega a reconocer una evidencia histórica -de la cual, por cierto, no es para nada responsable-, no citaré ningún testimonio de los sobrevivientes armenios, puesto que la víctima es evidentemente "sospechosa de falta de objetividad". ¡Hay que ser justo con los verdugos! ¡Qué coraje!
El primer testigo es el vicecónsul alemán en el imperio otomano, Max Scheubner Richter; los imperios alemán y otomano fueron aliados durante la guerra de 1914-1918. Informaba el diplomático en 1915: "Tuve una serie de conversaciones con dirigentes turcos competentes e influyentes y esas son mis impresiones. Una gran parte del partido Ittihadista sostiene que el imperio debería fundarse sólo sobre el principio del islam y del panturquismo. En cuanto a los habitantes no turcos y no musulmanes deberían o ser islamizados a la fuerza, o destruidos. Esos señores creen que el momento (la guerra mundial, nota de JM) es favorable a la realización de sus planes. El primer punto en su agenda es la liquidación de los armenios. Van a evocar a los ojos de sus aliados el fantasma amenazador de la revolución preparada por el partido armenio Dashnak. Además se provocarán de manera deliberada incidentes locales, disturbios que llevarán a los armenios a contestar, lo que servirá de pretexto para proceder a las deportaciones. En camino, las caravanas serán atacadas y exterminadas por los bandidos kurdos y turcos y en parte por los gendarmes".
La premeditación está comprobada por los 10 mandamientos del Comité Unión y Progreso, elaborados unos meses antes de las matanzas. El guión fue aplicado en tres etapas; la primera fue la liquidación de la élite intelectual, política y religiosa armenia. Empezó en la noche del 23 al 24 de abril de 1915 (por eso el 24 de abril es ahora el día de duelo en el mundo armenio), en Constantinopla-Estambul y en todas las ciudades del imperio. Este asesinato sintético eliminó a cientos de dirigentes, empresarios, escritores, artistas, periodistas, sacerdotes, sólo en Estambul, 800. Cortar la cabeza del pueblo armenio era el primero de los 10 mandamientos del comité.
La segunda etapa fue la neutralización y eliminación de los hombres en edad de pelear, de 18 a 45 años, según el quinto mandamiento del comité. La tarea fue facilitada por el estado de guerra. Desde el primer día los soldados armenios habían sido movilizados, como todos los sujetos del imperio. Pero como el alto mando no tenía confianza en su patriotismo (en los últimos 40 años, los armenios habían sido víctimas de masacres considerables que le valieron al sultán Abdul Hamid el apodo de El Rojo), la mayoría sirvió como trabajadores de pico y pala para construir carreteras, ferrocarriles, cavar trincheras, etcétera. A partir de abril de 1915 esos hombres desarmados fueron llevados a cavar sus tumbas antes de ser fusilados. Sin embargo cuatro ciudades armenias lograron levantarse y luchar hasta el final, como la heroica ciudad de Van, evocada en la película Ararat, con
Charles Aznavour.
En esas condiciones la tercera etapa no presentó dificultades. Con el pretexto de alejarse de las fronteras septentrionales, las que amenazaba el enemigo ruso, una población armenia poco fiable, el gobierno central ordenó la deportación inmediata y total de esa gente hacia los desiertos de las provincias otomanas de Irak (entonces Mesopotamia) y Siria. Los prefectos y los comandantes militares recibieron la orden de eliminar, de una manera o de otra, a la mayoría de los armenios, sin consideración ni de sexo, ni de edad. Más de un prefecto prefirió renunciar antes que obedecer y muchos armenios lograron sobrevivir gracias a la ayuda misericordiosa de los árabes de la región. Muchos murieron de agotamiento, de hambre, de sed, de enfermedad, otros fueron masacrados, otros ahogados en el mar Negro y en los ríos.
Entre un millón y un millón 500 mil muertos, 600 mil sobrevivieron en el Medio Oriente salvados por la ayuda internacional. Se dispersaron por todo el mundo después de la caída del imperio otomano. Un número desconocido de armenios se salvaron con la conversión al islam, y niños, especialmente niñas, fueron recogidos por familias turcas y kurdas y educados en la religión islámica. "Mi abuela turca era armenia", cuenta hoy un empresario de Estambul. Acaba de enterarse. Niñitas robadas a la hora de las grandes matanzas, esposas convertidas, fueron numerosas las "armenias escondidas" que a veces eran las únicas en conocer la verdad peligrosa de sus orígenes. Turquía está descubriendo hoy ese pasado tabú.
No va a ser fácil, porque el código penal castiga a quien habla del "genocidio armenio", un "atentado" contra la identidad nacional. Hace tres meses un joven turco de ultraderecha asesinó, con la complicidad de autoridades
policiacas, al periodista turco y armenio Jrant Dink. Dink había sorteado varios procesos y pasado meses en la cárcel por mencionar el tema prohibido. El premio Nobel de Literatura, el turco Orhán Pamuk, tomó el camino del exilio para no conocer la misma suerte, después de haber cometido el mismo crimen. Esos hombres valientes salvan el honor de Turquía y el nuestro. Evocar el 24 de abril de 1915 no es hablar del pasado, sino del presente y del futuro. jean.meyer@cide.edu

27 abr 2007

Boris Yeltsin, RIP

Yeltsin, ese desastre/Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional de la UAB
Tomado de LA VANGUARDIA, 26/04/2007;
El fallecimiento de Boris Yeltsin nos lleva a recordar el desgraciado final de la Unión Soviética en 1991, de la que fue responsable principal.
Efectivamente, tras el gris inmovilismo de la era Brezhnev, Mijail Gorbachov, un antiguo admirador de Jruschov, emprendió unas profundas reformas que debían conducir a la URSS a una transición no traumática hacia un régimen democrático. Yeltsin lo impidió con su conducta demagógica, con sus modos autoritarios de actuación y con una privatización de los bienes estatales que dio lugar a una deliberada corrupción de la que él y su familia se han beneficiado largamente. Así pues, de las esperanzas que suscitó Gorbachov se pasó al desastre de Yeltsin.
En los primeros años ochenta, todavía en vida de Brezhnev, tuve ocasión de hacer una corta visita a Moscú. De los diversos encuentros y entrevistas saqué algunas impresiones que me hicieron comprender los cambios que poco después empezarían a producirse. En efecto, pude comprobar que el descontento era general en sectores que, aparentemente, eran beneficiarios de aquel régimen.
Además, me sorprendió otra cosa: sin tener ninguna confianza personal previa conmigo, mis interlocutores se mostraban abiertamente discrepantes con el sistema político y económico. El miedo, tan necesario para mantener una dictadura, ya no existía: ello significaba que el régimen se estaba resquebrajando y no se privaban de las críticas porque la inmensa mayoría deseaba un cambio. Me recordó los diez últimos años del franquismo, cuando hasta los mismos franquistas hablaban mal del franquismo.
Por otro lado, que el sistema no funcionaba era evidente: bastaba pasear por las calles de Moscú - el Moscú caluroso de aquel mes de junio, con la ribera del ancho río que lo atraviesa siempre atestada de ciudadanos tomando el sol en traje de baño- para comprobar la escasez de bienes de consumo, la indolencia de la gente para cumplir con su trabajo, el abismo tecnológico que los separaba de Occidente. Los rusos trabajaban muy poco, producían todavía menos y con muy baja calidad. Hasta las personas bien situadas en el sistema - funcionarios con un sueldo alto, con vivienda, coche y dacha- se quejaban de la situación existente: de la escasez, de un igualitarismo desestimulante, de la falta de libertad, de la censura, de la insuficiencia de horizontes vitales.
La necesidad de cambio se palpaba, pues, en el ambiente, aunque nadie sabía por dónde podía cambiar. Que las reformas tuvieran su origen en el poderoso KGB - el gran aparato de control político- no fue extraño: las personas de las que sospechabas podían pertenecer a este organismo eran las más abiertas, las más viajadas, las intelectualmente mejor formadas, buenas conocedoras de los problemas de la sociedad rusa. Además, eran más pragmáticos que fanáticos. En efecto, el gran avalista político de Gorbachov fue Yuri Andropov, el jefe del KGB en aquellos años, viejo colaborador de Brezhnev. Desde este punto de vista, también había semejanzas con la transición española: Adolfo Suárez y Torcuato Fernández Miranda también fueron personajes que provenían del interior del franquismo.
Gorbachov comenzó a mediados de los años ochenta a intentar desmantelar el sistema soviético mediante reformas profundas bajo dos palabras clave: perestroika (reestructuración) y glasnost y sigue siendo- una persona seria, honesta y sinceramente demócrata. Podía haber hecho una buena pareja con Yeltsin, un populista nato, si éste hubiera tenido también estas mismas condiciones.
Pero Yeltsin era lo contrario: un payaso borrachín, corrupto y autoritario, con una enorme ambición de poder y de gloria. Pronto se rodeó, además, de familiares y amigos con una desmedida ambición de riquezas. Tras un Gorbachov derrotado y humillado, Yeltsin acordó la independencia de Ucrania y Bielorrusia, privatizó de la noche a la mañana, sin orden ni concierto, toda la inmensa cantidad de bienes estatales que fueron asignados inmediatamente a las distintas mafias que lógicamente se fueron formando al tiempo que se hacía el reparto; finalmente, disolvió a cañonazos el Parlamento democráticamente elegido cuando éste, haciendo uso de sus prerrogativas constitucionales, intentó controlar su poder. Todo ello bajo la mirada complaciente de un Occidente que toleró sin chistar ante tales desmanes y le ayudó generosamente mediante subvenciones y créditos, tanto públicos como privados.
Recuerdo que, a principios de los años noventa, los dueños del más lujoso hotel de la Costa Brava me dijeron que sus mejores clientes de aquellos años, los que más gastaban, los que daban propinas más cuantiosas, eran los rusos, los nuevos ricos de los años de Yeltsin. Rusia pasó de ser un país de pobres pero iguales a un país de una elite enormemente rica y una inmensa mayoría de gente miserable.
Se hubiera podido remediar tan mal paso, la vía Gorbachov fue esperanzadora en este sentido. La vía de Yeltsin, en cambio, fue un desastre sin paliativos: una vuelta al Estado de naturaleza hobbesiano, a la lucha de todos contra todos en la que siempre gana el más fuerte que, en esta situación, siempre es el listo más sinvergüenza. Hoy la familia Yeltsin es rica y poderosa.
Descanse, de una vez, en paz.
Boris the Liberator, RIP/By Charles Krauthammer
THE WASHINGTON POST, 27/04/2007;
Credit for the fall of communism usually is given to two sets of actors. On the one side, Ronald Reagan, Margaret Thatcher and John Paul II, whose relentless pressure caused a hollowed-out system to collapse. On the other side, conventional mythology credits Mikhail Gorbachev.
This is quite wrong. True, Gorbachev inadvertently caused the collapse of communism. But his intention was always to save it. To the very end, Gorbachev believed in it. His mission was to reform communism in order to make it work. To do that, the Soviet system had to become more human — i.e., more in tune with real human nature — and thus more humane. Gorbachev’s problem was that humane communism is an oxymoron.
The man who brought down the Soviet Union from the inside was Boris Yeltsin. In the mid-1980s, he turned decisively against communism and, fully intending its destruction, performed one of history’s great acts of liberation.
Yeltsin, who died
this week, did this without turning to the guillotine. “For the first time in Russian history,” notes Russian opposition leader Garry Kasparov, “the new ruler did not eliminate the losers to consolidate control.” What distinguished Yeltsin “was something that he did not do when he took power” — “wipe out the other side.”
Yeltsin had indeed been converted to democracy, free markets and a decent civil society, but he had no idea how to bring these about amid the wreckage of the Soviet Union. With no history of democracy, and only distant memories of a free economy, Russia was at sea.
As was Yeltsin. For all his good intentions, he could not find his way. Moreover, his final act, bequeathing a former KGB colonel to the country as his successor, has proved disastrous for the democratic enterprise. As Kasparov pointed out during a recent Washington visit, today’s Russian state is unique. The world’s other dictatorships are monarchical, clerical or military. Russia’s is government of and by the secret police.
Yeltsin’s mixed legacy could be seen at his funeral. On the one hand, he lay in state in a rebuilt Cathedral of Christ the Savior, reminding the world that he abolished not only communism but state-imposed atheism — another remarkable achievement. On the other hand, everything about the funeral — including the pulling of all entertainment programming on television — was decreed by Yeltsin’s chosen successor, Vladimir Putin. These days, Putin decrees everything. The parliament, from whose free elections Yeltsin sprang to become president of Russia and its liberator, is now a rubber stamp. The press is overwhelmingly a mouthpiece of the state. Power of all kinds — even corruption — has been recentralized in the Kremlin.
Twenty years ago, Yeltsin made a strategic choice for democracy. Putin and his KGB regime have made a different strategic choice: the Chinese model. They watched two great powers take their exits from communism — Maoist China and Soviet Russia — and decided the Chinese got it right.
They saw Deng Xiaoping liberalize the economy while maintaining centralized power — and achieve astonishing economic success. Then they saw Gorbachev do precisely the opposite — loosening the political system while keeping an absurdly inefficient communist economy — and cause the collapse of the regime and the state.
Yeltsin’s uncertain, undisciplined and corruption-ridden attempt to deregulate both the economy and the political system caused such chaos that during his tenure gross domestic product fell by half. So Putin decided to become Deng. And while Deng destroyed democratic hopes in one fell swoop at Tiananmen Square, Putin did so methodically and gradually. By the time his goons beat up opposition demonstrators in Moscow
and St. Peterburg earlier this month, so little was left of Russian democracy that the world merely yawned.
Yeltsin is not the first great revolutionary to have failed at building something new. Nonetheless, it is worth remembering what he did achieve. He brought down not just a party, a regime and an empire, but an idea. Communism today survives only in the lunatic kingdom of North Korea, in Fidel Castro’s personal satrapy and in the minds of such political imbeciles as Venezuela’s Hugo Chávez, who can sustain his socialist airs only as long as he sits on $65 oil.
Outside of college English departments, no sane person takes Marxism seriously. Certainly not Putin and his KGB cronies. In the end, Yeltsin succeeded only in midwifing Russia’s transition from totalitarianism to authoritarianism with the briefest of stops for democracy — a far more modest advance than he (and we) had hoped, but still significant. And for which the Russian people — and the rest of the world spared the depredations of a malevolent empire — should forever be grateful.

Cuál es la batalla

Cuál es la batalla/Felipe González, ex presidente del Gobierno español
Tomado de EL PAÍS, 26/04/2007;
Las elecciones presidenciales de 2002 fueron una anomalía, en su desarrollo y en sus resultados. La eliminación de Jospin en la primera vuelta, a manos de Le Pen, produjo la conmoción que llevó a Chirac a la presidencia con un inusitado 82% de los votos. La izquierda, sorprendida y frustrada en la primera vuelta, volcó su apoyo en Chirac, quebrando la tradición histórica izquierda-derecha característica de Francia. La derecha creyó en la mayoría como algo propio y no anómalo.
Sin embargo, la división clásica de la sociedad francesa verticalmente, oculta otra, cada vez más relevante, entre modernizadores y bonapartistas, que la separa horizontalmente. Aunque en la votación del domingo se interprete la subida de Bayrou como el ascenso de posiciones centristas, tengo la impresión de que es una respuesta a la derecha y a la izquierda desde preocupaciones modernizadoras.
La gente que está descontenta con las propuestas de la derecha, aun siendo de derechas, o las que lo están con las de izquierda, aun siendo de izquierdas, representan el desasosiego como enfermedad difusa de los franceses. Saben que Francia no es lo que fue, saben que no lo volverá a ser en la nueva situación mundial, pero no saben cómo será su futuro.
Francia es un país con una historia exitosa en la era contemporánea. Rico, cohesionado e influyente, durante mucho tiempo ha tenido una pulsión mayoritaria conservadora. Sólo la habilidad de Mitterrand hizo cambiar ese ciclo histórico y colocó al Partido Socialista como alternativa creíble, a costa del hundimiento del Partido Comunista, en aquella famosa unidad de la izquierda de la segunda mitad de los 70 y primera de los 80.
La tendencia histórica conservadora no impedía que Francia fuera un laboratorio de ideas progresistas y el campo en el que se anticipaban agitaciones callejeras que después se extendían a otros lugares del mundo. En medio de un debate muy vivo durante décadas, últimamente en declive, la mayoría de los franceses mantenían un poder tradicional en las urnas. Una derecha peculiar, en un Estado fuerte y centralizado como ningún otro, con políticas públicas muy presentes en casi todos los sectores y un cierto populismo social, mantuvo durante décadas su hegemonía política.
A partir del triunfo de Mitterrand en el 81, los franceses han cambiado de mayoría parlamentaria en cada elección. Parecen estar a la búsqueda de una respuesta para ese malestar difuso que los aqueja, a la incertidumbre que nace de la convicción de que las cosas no pueden seguir como están, aunque tengan miedo a los cambios.
De esta forma, en cada nuevo gobierno de mayorías alternativas, con o sin cohabitación con la presidencia de la República, las reformas se han ido aplazando porque el triunfo de esas mayorías ha sido siempre a la defensiva como consecuencia del miedo al cambio de rumbo de la República. Las campañas electorales del último cuarto de siglo se han basado en unos discursos clásicos de izquierda y derecha, con propuestas de mantenimiento del statu quo más que transformadoras para enfrentar los desafíos de la globalización. Tal vez Francia haya sido el país desarrollado más renuente a la aceptación de la nueva realidad derivada de la revolución tecnológica, el más contrario a la globalización.
Pero en todo el espectro político representativo de la izquierda y la derecha, salvo los fenómenos cada vez más marginales de las utopías regresivas, ha habido y hay modernizadores y bonapartistas. Se mantienen separados por la fractura histórica vertical entre la derecha y la izquierda, que les impide la aproximación en los temas centrales de la modernización y las reformas necesarias. Gentes que podríamos considerar de centro derecha o de centro izquierda, por emplear la terminología al uso, que dentro de sus tribus ideológicas se ven sistemáticamente arrastrados por las posiciones más tradicionales.
Y el desafío de Francia sigue vivo tras el resultado de la primera vuelta de las presidenciales que llevará a Sarkozy y a Ségolène al duelo definitivo o tal vez a un nuevo episodio de esta división vertical de la sociedad francesa que no permite que aflore la fractura horizontal de la que depende su futuro. Por eso, más que la batalla por el centro, se trata de la batalla por la modernización frente al continuismo.
Ambos candidatos representan un cambio generacional, lo cual es importante. Pero queda por saber si representan un cambio real ante los cambios estructurales que esperan al país para adaptarlo a los requerimientos de la nueva realidad mundial.
Sarkozy ha querido avanzar proyectos de reformas que se parecen demasiado a los neocon americanos para ser aceptables por los franceses. Además, ha polarizado en exceso a la sociedad con gestos de dureza difícilmente compatibles con el carácter un tanto patriarcal y unitario de la presidencia. Tal vez su mayor dificultad se derive de la combinación de estos factores. Neoliberalismo en sus propuestas reformistas y posiciones de derecha dura en temas identitarios. En su caso pesará más el voto anti-Sarkozy como limitante para llegar a la mayoría.
Ségolène es una novedad histórica que ha ido dando sorpresas desde el comienzo de las primarias. Es difícil imaginar un voto de rechazo, por su propia personalidad, pero también lo es imaginar que pueda movilizar el voto modernizador con su estilo un tanto “mitterrandista” y su apelación a los ciudadanos como responsables últimos de las reformas que el país necesita. Se puede comprender la dificultad, desde su posición de izquierdas, para convencer a los franceses de que es necesario emprender la modernización institucional del Estado y las reformas estructurales de una economía corporativizada que pierde capacidad de crecer y competir y, por eso, hace difícil mantener el grado de cohesión social al que están acostumbrados.
En ambos casos es difícil entrever la política europea que proponen, en un momento histórico en el que el papel de Francia tiene pleno sentido incardinada en la construcción de la Unión Europea, con su dimensión política, para pesar en el concierto internacional. Sola, la República seguirá chapoteando en la malaise.
El campo de batalla se sitúa entre modernizadores y bonapartistas, más aún que entre izquierda y derecha. Ésa sería la oportunidad de Ségolène si atrae los votos de Bayrou.

Comparecencia del General Secretario

El General Secretario de la Defensa Nacional Guillermo Galván Galván acudió este jueves 26 de abril ante una reunión - la primera en la historia modera- ante la Comisión legislativa en La Cámara de Diputados.
De entrada afirmó que las pérdidas para el narcotráfico por las operaciones del gobierno federal contra la delincuencia organizada durante este gobierno ascienden a más de cuatro mil 699 millones de dólares.
Dijo que las acciones contra el narcotráfico, de diciembre de 2006 a abril de 2007 arrojan los siguientes resultados: se han decomisado 10 mil 527 toneladas de marihuana, mil 477 kilos de cocaína, seis mil 837 pastillas psicotrópicas, dos aeronaves, seis mil 837 unidades terrestres y se han destruido nueve mil 877 hectáreas de marihuana y seis mil 491 de amapola.
Asimismo, dijo que los bienes que asegura el personal militar son puestos a disposición del Ministerio Público Federal competente quien les da el destino correspondiente; los enervantes y armas de fuego los pone a custodia de la autoridad militar más cercana.
Con relación al caso de Ernestina Ascencio Rosario, expresó que la Procuraduría General de Justicia Militar aún se encuentra integrando la indagatoria correspondiente para determinar si se infringió o no la disciplina militar, y que la dependencia ha proporcionado facilidades y apoyos necesarios a las autoridades civiles para la práctica de sus investigaciones.
Asimismo, indicó que la Sedena es respetuosa de la independencia de los órganos de procuración de justicia de los fueros común y de guerra y que se mantendrá pendiente del resultado de las investigaciones para que sean las autoridades correspondientes las que determinen lo que en derecho proceda. “En ninguna situación o circunstancia se encubrirán acciones delictuosas del personal militar, pero si los órganos jurisdiccionales resuelven que no se incurrió en ilícitos, se exigirá respetar tal determinación”, afirmó categórico.
Deserciones de militares:
En cuanto a la deserción de personal militar, explicó que de 2000 a 2006 incurrieron en este delito 107 mil 128 elementos y que de diciembre de 2006 a la fecha otros 5 mil 116 militares han dejado la institución castrense. “Tenemos limitaciones de recursos humanos, por eso la deserción sólo se persigue únicamente cuando se relaciona con otros delitos considerados como graves; además, cuando el personal deserta, la secretaría ya no tiene facultad para conocer ni sancionar su conducta”.
Sin embargo, aseguró, la dependencia está revisando, junto con la Secretaría de Marina, el Código de Justicia Militar para presentar un proyecto de ley donde se considere que “comete el delito de traición a las fuerzas armadas el militar, incluido el desertor, que utilice sus conocimientos castrenses para llevar a cabo actividades relacionadas con la delincuencia organizada”.
En efecto, las fuerzas armadas de México actualmente sólo pueden castigar a un desertor con ese delito ya estipulado, pero no por otras conductas consideradas ilegales.
El Código de Justicia Militar establece penas de 30 a 60 años de prisión a quien incurra en el delito de traición.
Galván dijo que el proyecto busca "que se considere delito de traición a las fuerzas armadas al militar, inclusive desertor, que utilice sus conocimientos castrenses para llevar a cabo actividades relacionadas con la delincuencia organizada".
Deserciones en EE UU comparadas con México
Una nota reciente del The New York Times, señala que los procesamientos por deserción en EE UU "han aumentado sustancialmente en los últimos cuatro años" desde el comienzo de la guerra en Irak. Pero nada que ver con los datos de México. Por ejemplo, en el período fiscal 2006, que concluyó en septiembre pasado, 3 mil 196 soldados desertaron del Ejército de EE UU, comparado con 2 mil 357 desertores en el período fiscal 2004.
Y en el primer trimestre del período fiscal en curso desertaron 1,871 soldados. Si se mantiene esa tasa de deserción -dice el Times-, habrá un total de 3 mil 484 desertores del Ejército en el año fiscal 2007.
Nada que ver con México que este año de seguir las tendencias habrá más de 20 mil deserciones.
Esperemos que el General Secretario no se tarde en presentar las reformas comentatadas con los legisladores.

Ley Contra el Terrorismo

La iniciativa fue presentada por el Presidente Fox el 11 de septiembre del 2003, justo a dos años de los atentados del 11-S.
Por fin, y después de casi cuatro años se aprobó en lo general y en lo particular el Proyecto de Decreto que reforma diversas disposiciones del Código Penal Federal; del Código Federal de Procedimientos Penales; de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada; de la Ley de Instituciones de Crédito; de la Ley de Ahorro y Crédito Popular; de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro; de la Ley de Sociedades de Inversión; de la Ley del Mercado de Valores; de la Ley Federal de Instituciones de Fianzas; de la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, y de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito.
Vale la pena señalar que la Ley (realmente son modificaciones a 9 leyes y a dos códigos) que endurece sanciones a quienes comentan o financien actos terroristas fue aprobada en lo general por todos los partidos políticos por 85 votos; y en lo particular, por 67 votos en pro, 24 en contra (del PRD) y una abstención.
La diferencia con el PRD fue únicamente la redacción del artículo 139 del Código Penal Federal.
Las reformas aprobadas ayer, fueron remitidas de inmediato al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.
Ahora si, una vez que el Presidente Calderón lo publique en el Diario Oficial de la Federación, quienes utilicen armas químicas o de fuego, sustancias tóxicas o cualquier medio violento para producir alarma o atentar contra la seguridad nacional, serán castigados hasta con 40 años de prisión. La misma pena se aplicará para quien directa o indirectamente financie, aporte o recaude fondos económicos o de cualquier naturaleza para que sean empleados en actos terroristas en el País.
Para los que financien o planeen dichos eventos en el extranjero, la sanción se incrementa de 15 a 40 años de cárcel. Esa pena también será para quien actúe con actos de extrema violencia contra cualquier organismo internacional asentado en México.
A los que encubran a un terrorista tendrán una multa de 1 a 9 años de prisión, y de 5 a 15 años para quien amenace con efectuar un acto terrorista.
Los funcionarios o empleados de cualquier nivel de Gobierno y a quienes inviten a militares a acciones terroristas, tendrán sanciones de 5 a 40 años de prisión.
También serán castigados quienes difundan o transmitan información falsa que perjudique la seguridad de una aeronave, buque o vehículos del servicio público federal.
El PRD intentó cambiar el artículo 139 del Código Penal Federal, para suprimir la sanción en caso de que se use la violencia para presionar a la autoridad para que tome una determinación, con la justificación de que cualquier movimiento social podría ser considerado como terrorismo. Sin embargo, Alejandro González (PAN) le aclaró que esa indicación se refiere a actos netamente terroristas, no a una toma de un Palacio Municipal o a una manifestación para ejercer presión por algún servicio o acción gubernamental.
Incluso se comprometió a revisar la redacción. Dijo al Senado Alejandro González: "pido que se vote como está (...) y que nos comprometamos, señor senador Tomás Torres, a modificar técnicamente esto, pero una vez aprobado, porque esto ya viene de la Cámara de Diputados, hay consenso amplio en casi todo, y esta cuestión técnica del 139 Bis y 139 Ter no creo yo que tenga una trascendencia tan importante como para detenerla."
El apoyo de la bancada priista, en voz de Fernando Castro Trenti, fue clave: "es una Minuta de la Cámara que, al no aprobarla hoy, efectivamente, trae como consecuencia que se regrese a la Colegisladora."
Y es que la minuta había sido remitida de una Cámara a otra, y sino se aprobaba ayer, se iría, como otros proyectos legislativos, al próximo periodo ordinario de sesiones que inicia en septiembre.
Y el Terrorismo no puede esperar.
Dice el libro Segundo, Titulo Primero. Delitos contra la Seguridad de la Nación. Capitulo VI. Terrorismo, del Código Penal Federal:
Artículo 139. Se impondrá pena de prisión de dos a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos, sin perjuicio de las penas que correspondan por los delitos que resulten, al que utilizando explosivos, sustancias tóxicas, armas de fuego o por incendio, inundación, o por cualquier otro medio violento, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios al público, que produzcan alarma, temor, terror en la población o en un grupo o sector de ella, para perturbar la paz pública, o tratar de menoscabar la autoridad del Estado, o presionar a la autoridad para que tome una determinación.
Se aplicará pena de uno a nueve años de prisión y multa hasta de diez mil pesos, al que teniendo conocimiento de las actividades de un terrorista y de su identidad, no lo haga saber a las autoridades
Con los cambio de ayer, quedará:
Artículo 139.- Se impondrá pena de prisión de seis a cuarenta años y hasta mil doscientos días multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por los delitos que resulten, al que utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para que tome una determinación.
La misma sanción se impondrá al que directa o indirectamente financie, aporte o recaude fondos económicos o recursos de cualquier naturaleza, con conocimiento de que serán utilizados, en todo o en parte, en apoyo de personas u organizaciones que operen o cometan actos terroristas en el territorio nacional.
Artículo 139 Bis.- Se aplicará pena de uno a nueve años de prisión y de cien a trescientos días multa, a quien encubra a un terrorista, teniendo conocimiento de sus actividades o de su identidad.
Artículo 139 Ter.- Se aplicará pena de cinco a quince años de prisión y de doscientos a seiscientos días multa al que amenace con cometer el delito de terrorismo a que se refiere el párrafo primero del artículo 139.

La redacción propuesta por el PRD era cambiar el texto para suprimir la sanción en caso de que se use la violencia para presionar a la autoridad para que tome una determinación, con la justificación de que cualquier movimiento social podría ser considerado como terrorismo.
Recomiendo leer el debate yel dictamen completo.

Frontera Norte

El gobierno de EE UU prevé controlar, a mas tardar en septiembre del 2008, el 95% de la frontera que tiene con México; y lo pretende hacer con muros virtuales de alta tecnología (luces, sensores terrestres y cámaras potentes) dijo el jefe de la Patrulla Fronteriza (la Border Patrol), David Aguilar, en una videoconferencia desde Washington DC, con la prensa en la capital mexicana, Monterrey y Guadalajara.
Actualmente, existen en la frontera muros en 112 kilómetros por lo que en los dos próximos años se prevén construir 402 kilómetros más.
Aguilar señaló que las detenciones a lo largo de la frontera disminuyeron en un 30% entre octubre del 2006 y el 23 de abril del 2007, en comparación con el mismo período del año pasado. Atribuyó la reducción al emplazamiento de 6,000 efectivos de la Guardia Nacional, la adición de más de 700 agentes fronterizos en este año fiscal, y estrategias para secciones específicas.
Aseguró que del 1 octubre del 2006 al 23 de abril del 2007, en la franja fronteriza han muerto 153 migrantes indocumentados, principalmente en el área de San Luis Río Colorado, Sonora; informo también que en el 2006, se de detuvieron un millón 100 mil migrantes ilegales, quienes fueron remitidos a su país de origen, de estos el 90 por ciento eran mexicanos, dijo.
Informó que desde febrero del 2005 se han registrado mil 800 agresiones entre agentes de la Patrulla Fronteriza y migrantes, y sólo en 122 situaciones se ha usado un arma de fuego, que dejó 12 muertos y 16 heridos, todos ellos migrantes.
Sin embargo, dijo desconocer el número de agentes que han sido procesados por estos enfrentamientos.
Aguilar indicó que el 95 por ciento de los polleros son de origen mexicano, lo cual calificó de grave y lamentable. "Es una falta de escrúpulos. No entiendo cómo un mexicano le puede hacer eso a otro mexicano, cómo los trata, cómo los abandona a su suerte, cómo los asaltan y violan a las mujeres", dijo.
Aseguró que los dos programas con los que cuenta la institución, el de Frontera Segura, que tiene que ver el muro y la tecnología instalada, y el de Seguridad Fronteriza, enfocado al rescate personas en riesgo, han sido muy exitosos, por lo que se prevé que este año disminuya el número de cruces.
Reconoció que uno de los factores en la disminución de cruces se debe a algunas medidas tomadas por México en la frontera sur y otras como imponer visas a países latinoamericanos, como Brasil.
Debido a que se han reforzado las medidas de seguridad en la frontera, los polleros incrementaron su costo; en 1996 cobraban 800 dólares actualmente el costo es superior a los 2 mil dólares.
Por cierto, este jueves 26 de abril, la Cámara de Diputados de México aprobado en lo general y en lo particular por 396 votos - 0 en contra y 1 abstención-, el decreto que expide la Ley para prevenir y sancionar la Trata de Personas; que reforma y adiciona la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada; que reforma y adiciona el Código Federal de Procedimientos Penales, y que reforma, adiciona y deroga el Código Penal Federal.
Empero, para que sea ley, todavía falta. El Presidente de la Cámara instruyó devolverlo al Senado para los efectos del inciso E) del artículo 72 constitucional, que dice:
ARTICULO 72. "TODO PROYECTO DE LEY O DECRETO, CUYA RESOLUCIÓN NO SEA EXCLUSIVA DE ALGUNA DE LAS CÁMARAS, SE DISCUTIRÁ SUCESIVAMENTE EN AMBAS, OBSERVÁNDOSE EL REGLAMENTO DE DEBATES SOBRE LA FORMA, INTERVALOS Y MODO DE PROCEDER EN LAS DISCUSIONES Y VOTACIONES."
E).- "SI UN PROYECTO DE LEY O DECRETO FUESE DESECHADO EN PARTE, O MODIFICADO, O ADICIONADO POR LA CÁMARA REVISORA, LA NUEVA DISCUSIÓN DE LA CÁMARA DE SU ORIGEN VERSARA ÚNICAMENTE SOBRE LO DESECHADO O SOBRE LAS REFORMAS O ADICIONES, SIN PODER ALTERARSE EN MANERA ALGUNA LOS ARTÍCULOS APROBADOS. SI LAS ADICIONES O REFORMAS HECHAS POR LA CÁMARA REVISORA FUESEN APROBADAS POR LA MAYORÍA ABSOLUTA DE LOS VOTOS PRESENTES EN LA CÁMARA DE SU ORIGEN, SE PASARA TODO EL PROYECTO AL EJECUTIVO, PARA LOS EFECTOS DE LA FRACCIÓN A...."
A).- APROBADO UN PROYECTO EN LA CÁMARA DE SU ORIGEN, PASARA PARA SU DISCUSIÓN A LA OTRA. SI ESTA LO APROBARE, SE REMITIRÁ AL EJECUTIVO, QUIEN, SI NO TUVIERE OBSERVACIONES QUE HACER, LO PUBLICARA INMEDIATAMENTE."

Intolerancia ¡otra vez!

Mi solidaridad con Jorge Fernández Menéndez por los actos de anteayer.
¡No se vale!
Reproduzco su columna Razones publicado en Excelsior.
¿Hasta cuándo los solapará el perredismo?/Jorge Fernández Menéndez
Columna Razones, en Excelsior, 27 de Abril de 2007.
Estábamos presentando mi libro Calderón Presidente, la lucha por el poder, el miércoles en la noche en el hotel Camino Real. Raymundo Riva Palacio acababa de decir que no estaba de acuerdo con alguno de los criterios centrales del libro, particularmente con la concepción de que el lopezobradorismo tenía ambiciones golpistas, o que había en él elementos fascistoides. Marcela Gómez Zalce había hecho un análisis del presidente Calderón a partir de las entrevistas que se publican en ese libro y cuando comenzaba a hablar Federico Reyes Heroles, un grupito de diez personas, de alguna manera hay que llamarlos, comenzó con gritos y provocaciones, insultos de todo tipo y calibre, diciendo, entre otras cosas que ni ese “pinche gachupín”, ni ese “pinche exiliado” (se supone que se referían a Federico y a un servidor) teníamos derecho a hablar. Los insultos, subieron más de tono y los intentos de agresión también. Como no tuvieron respuesta, el tipejo que los dirigía, que ya había participado activamente en reventar la presentación del libro de Carlos Tello Díaz, 2 de julio y que se negaba a identificarse, decidió retirarse y llevarse consigo a sus idiotas a sueldo. La presentación continuó luego de casi media hora de agresiones e insultos que hubo que aguantar sin responder, porque eso, precisamente, es lo que esperan los provocadores a sueldo.
Le dije a Raymundo que esa era una muestra de lo que él negaba, de las intenciones fascistoides que pervivían en el lopezobradorismo y en otros grupos, como algunos cercanos a la APPO, financiados por personajes oscuros, como José Murat. Imaginémonos a esos personajes que han hecho suya la tarea de reventar cualquier acto, cualquier participación (lo han hecho en la UNAM, en la presentación de los libros de Salvador Camarena y Jorge Zepeda, de Carlos Tello y lo volvieron a hacer el miércoles y son siempre el mismo grupito de patanes pagados) que no sea del supuesto agrado del “líder” del “movimiento” (así se identificaron) desde el poder. No es muy diferente a la decisión del gobierno de Hugo Chávez de quitar la concesión al canal de televisión más antiguo de su país argumentando que lo critica, o la legislación cubana que permite detener y aplicar altas penas de prisión a periodistas que se presume “van a cometer un delito”, que puede ser algo tan terrible como criticar a Fidel. Tampoco se diferencian de los grupos de choque que, impulsados desde el gobierno, durante años, reventaron cualquier expresión opositora a las dictaduras de Centro y Sudamérica. Y es que el autoritarismo y la utilización de provocadores van de la mano.
En Calderón Presidente contamos, entre otras cosas, que miembros del primer equipo de López Obrador estuvieron en los días finales de la campaña recorriendo medios, indicando qué periodistas podrían seguir trabajando después del triunfo de su candidato. Ahora están en la calle, pero sus grupos de choque, fascistoides, siguen cumpliendo esa labor. Quieren impedir que se presenten opiniones críticas para el “líder”, seleccionan quiénes pueden o no hablar, quiénes son aceptables o no. A todo eso lo sazonan con otros ingredientes típicos del fascismo: el fanatismo, la violencia y la xenofobia, para colmo mal informada.
Se alegará que ése no es el PRD, que en el perredismo hay hombres y mujeres serios, talentosos, comprometidos, con los que se puede o no estar de acuerdo pero que son inteligentes, tolerantes y disfrutan de un buen debate de ideas. Es verdad, conozco y soy amigo de muchos de esos perredistas. Esos provocadores no son, ni remotamente, la esencia del PRD. Pero mientras los perredistas no se deslinden de estos patanes, de estos provocadores a sueldo, mientras no establezcan con claridad que esos personajes no son parte de su movimiento, todos ellos se convierten en cómplices de esas corrientes fascistoides que se incuban en su movimiento. Y ese deslinde tiene que ser público: muchos de esos amigos y amigas del perredismo se dicen, en privado, espantados, asqueados, de estos personajes. Pero ninguno lo expresa en público. Se asegura que por miedo a la excomunión del “líder”, sin comprender que precisamente ese silencio engendra el huevo de la serpiente de un poder autoritario y antidemocrático. Debería ser el propio López Obrador el que comenzara por establecer ese deslinde, el rechazo a esos grupos y esos métodos. Lamentablemente, por lo menos hasta hoy, para el ex candidato presidencial esas son expresiones de “resistencia civil”.
Del proceso electoral del 2006, salimos, como sociedad, divididos y lastimados. Hubo demasiadas palabras e intenciones envenenadas, se dio una ruptura real. En esa presentación del miércoles recordaba un texto de Bob Dylan, publicado en el primer tomo de sus crónicas. “Uno se pregunta, dice Dylan, cómo personas unidas por la geografía y los ideales religiosos podían convertirse en enemigos acérrimos. Al final, sólo queda una cultura del sentimiento, de días negros, del cisma, del ojo por ojo, del destino común de la humanidad descarriada. Todo se reduce a una larga canción fúnebre, con cierta imperfección en los temas, una ideología de elevadas abstracciones, de hombres exaltados no necesariamente buenos...Todo está envuelto en un manto de irrealidad, grandeza y mojigatería... Por aquel entonces el país fue crucificado, murió y resucitó”. Habla Dylan de las épocas más oscuras de la Unión Americana, luego de la guerra civil. Pero ése es el sentimiento que me quedó después del proceso electoral del año pasado. Creo que nuestro país, también, “fue crucificado, murió y resucitó”. Nuestros principales actores políticos deben asumir su responsabilidad.
En este caso el perredismo está obligado, públicamente, a deslindarse de los fascistas y provocadores que se han cobijado en el seno del “movimiento” y que se escudan en ese silencio para recurrir a la violencia.

26 abr 2007

Debate sobre despenalización de las drogas

El asunto no es fácil, requiere de un debate amplio, con especialistas, sobretodo del área medica.
Además casi ningún partido le quiere entrar abiertamente;-sólo el PRD parece querer entrarle y con acotaciones-, las declaraciones del Diputado Javier González Garza quien consideró que se deben llevar a cabo medidas drásticas como podría ser la legalización de drogas, pero , dijo que primero en los EE UU, debido a que es el mayor consumidor. O sea, primero los gueros , y después nosotros.
Hace tres o cuatro años -no recuerdo muy bien-, el entonces Procurador del DF, el Maestro Bernardo Bátiz Vázquez habló de despenalizar el consumo de drogas, bajo el argumento de que “permitiría abatir uno de los delitos más graves y cruentos que aquejan a la sociedad” Propuso abrir un debate serio toda vez que “la droga es un flagelo que produce crímenes de crueldad, negocios ilícitos y corrupción a los que hay que irle buscando respuestas”.
Insistió incluso en suministrar drogas gratuitamente a los presos adictos, y paralelamente, involucrarlos en un tratamiento para irlos rehabilitando; ello, dijo, rompería el negocio del narcotráfico al interior de los penales.
Y no le faltaba razón, pero..., el Maestro Batiz no le había pedido permiso a su jefe.
En entrevista con Monitor de Radio Red, admitió que su propuesta fue una idea que no era del conocimiento del jefe de Gobierno, pero dijo que ahora se ve “obligado a madurar” porque sería “un experimento interesante” y el tema está en el ambiente.
Por cierto, su jefe entonces, Andrés Manuel López Obrador señaló que la propuesta de su subalterno no era oficial, sino un comentario a título personal. Y ahí quedo! ¡el tema no era rentable electoralmente!
De eso han pasado cuatro años. Mucho tiempo.
En estos días esta de nuevo el debate y son analistas como Humberto Musacchio, José Antonio Crespo, Octavio Rodríguez, El Senador Ricardo Monreal, et al.
Colocaré en esta bitácora sus opiniones.
Pero antes, un comentario.
Hoy esperabamos que se aprobará en El Senado una Ley que de entrada convertir el narcomenudeo en un delito del fuero común y permitir el consumo individual de algunas drogas, así como enviar a centros de rehabilitación a los farmacodependientes.
Y los legisladores, simplemente dijeron ¡no!, debido a inconsistencias.
Es un lástima, debido a que la ley se irá hasta el próximo periodo ordinario de sesiones que se incia en septiembre, a menos que hay un periodo extraordinario.
Y es una lástima digo porque las comisiones Unidas de Justicia, de Salud y de Estudios Legislativos, habías aprobaron el dictamen anteayer y hoy sería presentado al pleno este jueves 26 para su lectura discusión y aprobación, en su caso, y después pasará directamente al Ejecutivo federal para que de ser avalada sea promulgada en el Diario Oficial de la Federación.
Las reformas en materia de narcomenudeo, que fueron vetadas por el ex presidente Fox el año pasado, porque consideró que abrían la puerta a la legalización del consumo de drogas, incluyen las observaciones del Ejecutivo federal y añaden otros puntos, como la forma en que los farmacodependientes deberán acceder a los programas de rehabilitación.
En el dictamen se establece que las autoridades de seguridad pública, procuración e impartición de justicia de las entidades federativas conocerán y resolverán de los delitos de narcomenudeo cuando se trate de opio, heroína, cannabis, cocaína, LSD, MDA, metanfetamina y flunitrazepam, “siempre y cuando la cantidad de que se trate sea inferior a la que resulte de multiplicar por mil el monto de las previstas en la misma ley”.
Lo permitido de acuerdo al dictamen:
Un consumidor por única vez se salvará de ir a la cárcel cuando la policía lo encuentre en posesión de un máximo de: dos gramos de opio; Heroína, 50 miligramos; Cannabis, dos gramos; Cocaína, 500 miligramos; Lisergida (LSD) 0.015; MDA, metilenodioxianfetamina 200 miligramos; MDMA metilendioxin Dimetilfeniletilamina 200 miligramos; Metanfetamina 200 miligramos.; Flunitrazepam 1 miligramo.
Cuando se mueve el avispero/Octavio Rodríguez Araujo
Publicado en La Jornada, 26/04/2007;
Las avispas no necesariamente son agresivas, pero cuando se las molesta tienden a picar con su aguijón. Uno debe tener cuidado al tratar de acabar con un panal de avispas y saber hacerlo. De otro modo, se
revierte, y el "exterminador" puede resultar seriamente dañado.
Cuando Felipe Calderón resolvió combatir el narcotráfico algo falló en el método y en la prevención de las consecuencias. Ya perdí la cuenta de las muertes provocadas por el narcotráfico, principalmente de policías y de otras personas relacionadas con la administración de justicia en nuestro país. Todas o casi todas tienen la apariencia de haberse realizado por venganza, algunas bajo la forma de ajusticiamientos más que como advertencia. Muy lamentable.
El crimen se ha extendido, sobre todo en aquellos estados donde más han actuado las fuerzas militares encargadas por el Ejecutivo para combatir a los narcotraficantes. De golpe varias ciudades del país se volvieron la Medellín de la película La virgen de los sicarios (2000), dirigida por Barbet Schroeder y basada en una novela y un guión de Fernando Vallejo. ¿Cuántos años, por cierto, lleva la guerra contra el narcotráfico en Colombia y qué resultados positivos se han obtenido?
No digo, ni pretendo sugerirlo, que el crimen organizado deba ser permitido ni tolerado en lugar de combatirlo. Por salud social debe ser perseguido, y sus autores, intelectuales o directos, detenidos. Pero la forma en que se está haciendo no parece ser la mejor. Ahora los ciudadanos, y no sólo los miembros de las diversas fuerzas del orden, estamos expuestos a ser victimados, sin tener parte en el asunto. Si andar por las calles es un peligro desde hace 20 años, por el aumento de criminales de poca monta que asaltan, roban y secuestran (algo que casi no ocurría a principios de los 80 del siglo pasado), en el presente la inseguridad se ha vuelto una amenaza de tal magnitud que terminará por encerrarnos en nuestras casas (nunca ciento por ciento seguras). Salir a la calle, sin metáforas de especie alguna, es un riesgo, en algunas ciudades más que en otras.
Pero ese riesgo es mayor porque Calderón movió el avispero sin medir las consecuencias y sin haber creado antes mecanismos de defensa para quienes nada tenemos que ver con el narcotráfico ni con el gobierno. Se trata de una medida necesaria y no sólo mediática, pero no se siguió una estrategia adecuada, si juzgamos los resultados. Para decirlo de manera simplista, lo que ahora parece es que se están dando palos de ciego a una piñata que todos sabemos que ahí está, pero no que su contenido, que en este caso no es de dulces ni frutas, nos puede caer encima, como ya está ocurriendo con graves secuelas.
Lo que veo, como ciudadano y lector de periódicos es que esta guerra no se está ganando. La sociedad, y en ésta incluyo a policías que no están directamente involucrados con esta guerra, lleva más muertos que los peligrosos hampones perseguidos por el gobierno, y normalmente en una guerra el que tiene más muertos es el que pierde.
La guerra de Eliot Ness contra Al Capone se inició aproximadamente en 1927 y el mafioso fue condenado en 1931, pero antes Ness dedicó sus esfuerzos a depurar la corrupción entre la policía hasta quedarse con sólo nueve elementos de su absoluta confianza. Con esto atacó a Capone por dos lados: evasión de impuestos y contrabando de licor en la "era de la prohibición". Con Capone sentenciado no terminó la lucha contra las mafias en Estados Unidos, pero con el fin de la prohibición en 1935 los mafiosos tuvieron que dedicarse a otros negocios y ahí siguen, no los mismos, pero sí sus socios más jóvenes, o sus hijos u otros que surgieron después. Las mafias y el narcotráfico no han desaparecido en el país más poderoso de este planeta. ¿En el nuestro sí desaparecerán? Perdóneseme mi pesimismo, pero mi respuesta es contundentemente negativa.
En el libro de James Mills (The Underground Empire. Where Crime and Governments Embrace/El imperio subterráneo. Donde crimen y gobiernos se abrazan), publicado en 1987, se involucra a varios políticos mexicanos en activo como cómplices o relacionados con el narcotráfico. Ahí se mencionan varios personajes muy importantes de gobiernos de aquella época. ¿Por qué no pensar que ahora ocurre algo semejante? ¿Se ha hecho una investigación a fondo de los posibles funcionarios públicos coludidos con los capos del narcotráfico?
Hay quienes sostienen que la mejor manera de acabar con el tráfico ilegal de drogas es legalizándolas. Yo estoy de acuerdo con esa hipótesis. Es cierto que con una medida semejante no se terminará con el consumo de drogas, como no se ha terminado con el de alcohol legalizando su producción, venta y consumo, pero lo que sí es un hecho es que, con la excepción de bebidas adulteradas metidas de contrabando en el comercio legal, se acabaron las mafias que vivían del tráfico ilegal de bebidas alcohólicas. Ahora son otras o cambiaron de giro, pero siempre existirán. ¿Quiénes son los únicos beneficiarios de que las drogas sean ilegales? Los que comercian con ellas y los que los cubren y protegen desde las instancias que debieran combatirlos, ni siquiera los consumidores que con frecuencia reciben gato por liebre (productos adulterados) y mueren en consecuencia.
Guerra populista e inútil/Ricardo Monreal
en Milenio Diario, 24/04/2007
“¿Cuánta sangre cuesta una victoria?... La verdadera gloria de una guerra consiste en ahorrarla”. (Napoleón )
En relación a la guerra que el gobierno libra contra el narcotráfico, una cuenta está pendiente. Es la misma que ha exigido en dos ocasiones Ciro Gómez Leyva desde MILENIO, “¿Cuántos muertos, Presidente?”. Una rendición de cuentas sin respuesta. En gran medida, porque esa pregunta incómoda es la que menos cuenta en este momento, según la encuesta de María de las Heras: 77%, en favor de que siga la lucha antinarco sin importar los hechos violentos; 75%, en favor de que el Ejército la dirija directamente.
Ahora bien, cuando en una guerra los muertos no cuentan o son una especie de “daño colateral”, estamos en presencia de lo que se llama una “guerra justa” (Michael Walzer)…, tan injusta como populista e inútil. Una auténtica cruzada medieval, donde los razonamientos son de orden moral, no de técnica contable; los indicadores son ideológicos, no logísticos; y las evaluaciones son del reino de la Fe no de la ciencia. Por ello, a la inoportuna pregunta “¿cuántos muertos costará esta guerra?”, los promotores de las cruzadas tienen la misma respuesta oportuna, “los que sean necesarios”, y se aferran al mismo parámetro populista, “hasta que las encuestas nos digan lo contrario”.
La guerra que el gobierno ha lanzado contra el narcotráfico tiene estas características: justa en su argumentación y santa en su actitud, es ineficaz en sus resultados e inhumana por sus baños de sangre. Y esto la convierte en una guerra populista, irresponsable e inútil.
¿Hay otros caminos? ¿Negociar? Durante décadas, los gobiernos del PRI “controlaron” el problema del narcotráfico con esquemas de sobra conocidos. No enfrentaban a todas las bandas a un mismo tiempo. Pactaban con una, a costa de las demás. Privilegiaban la tranquilidad de la vía pública por sobre todas las cosas: no muertos en las calles, no drogas en las escuelas, control riguroso de bandas pequeñas, algunos decomisos periódicos, asignación de territorios y, por supuesto, reparto de las utilidades. La negociación devenía en negocio.
El esquema del PRI entró en crisis por varios factores. Uno de ellos, la corrupción de los cuerpos policiacos; llegó el momento en que era difícil distinguir quién había infiltrado a quién, si las bandas del narcotráfico a los cuerpos de seguridad o éstos a aquéllas. Dos, la alternancia política en los diversos niveles de gobierno se tradujo en un pluralismo de códigos, estrategias y prácticas policiales, que permitió a la delincuencia organizada evadir cualquier control, sin importar el partido que temporalmente gobernara la localidad. Tres, la delincuencia organizada adquirió un poder económico y paramilitar de tal magnitud, que además de controlar calles y “territorios” le permitió disputar al Estado una de sus funciones sustantivas, el monopolio de la violencia legítima. De esta forma, el narcotráfico pasó de ser un problema de seguridad pública a otro de seguridad nacional y, dada la proliferación del narcomenudeo, en un problema de salud pública.
Hay quienes añoran el esquema de negociación priista, que daba seguridad y tranquilidad a costa de la moralidad pública. Ni la forma ni el fondo bajo el cual floreció ese esquema existen más. Sin embargo, tampoco es válida la visión actual de una guerra santa contra el narcotráfico, donde los muertos no cuentan, pero tampoco las garantías y las libertades de los vivos, como lo demuestra la reforma penal de corte prusiano que envió Felipe Calderón al Congreso, donde pide poderes extraordinarios para el gobierno federal, se concentran funciones policiales y de investigación en una sola instancia, se impone un solo código penal al país, se abre la puerta a prácticas del pasado como la tortura y el espionaje telefónico y se bendice el autoritarismo judicial. Una restricción de libertades en nombre de una seguridad y un orden fundamentalistas.
A la delincuencia organizada hay que hacerle una “guerra inteligente”, no declararle una “guerra santa”. Con armas de precisión, no con tiros de perdigón. Con sentido de responsabilidad, no de popularidad. Con penas eficaces, no con penas más altas. Hay que legalizar las drogas, no la represión. Criminalizar el comercio ilícito, no el consumo personal. Prevenir las adicciones, no lamentar las aflicciones. Abatir la impunidad, no sitiar a la sociedad. Sumar a la ciudadanía, no restarle iniciativa. De otra forma, seguiremos contando los muertos de una guerra cada día más irresponsable e inútil.
Columna: Horizonte político de José Antonio Crespo: Narcoviolencia en ascenso; Excelsior, 23/04/2007;
El fantasma del fracaso ronda los operativos policiaco-militares en contra del narcotráfico con los que Felipe Calderón inició su gobierno. Es cierto que todo aconsejaba dar un golpe político en esa dirección para que los ciudadanos sintieran que el Estado mexicano no estaba pintado en la pared; que percibieran que, ahora sí, había Presidente de la República, que no se permitiría, sin más, que el vacío de poder que dejó Vicente Fox sería llenado con tranquilidad por los capos.
Y tal despliegue podría convertirse en un golpe mediático, lo que elevaría la popularidad de Calderón. Todo lo cual ocurrió. Sin embargo, la estrategia conllevaba riesgos, y no pequeños. De continuar la violencia, los operativos podrían convertirse en un bumerán y, tras haber involucrado de lleno al Ejército, se enviaría el mensaje de que los narcos prevalecieron sobre el Estado mexicano. Quienes entienden algo de la complejidad del fenómeno del narcotráfico saben que no es con "cruzadas" o "guerras sin cuartel" como se puede terminar con el problema.
Que no se trata de una guerra convencional y, por tanto, no se puede "ganar". Que mientras más se les ataca a los capos, por ese lado más violencia callejera se genera y tiende a orientarse en contra de agentes del gobierno mismo, periodistas y, eventualmente, también les toca a los ciudadanos comunes (accidental o deliberadamente, según el caso). Que las víctimas de esa absurda guerra no constituyen la simiente para una futura paz, sino muertes innecesarias, inútiles y evitables. Que elevar las penas contra esos delitos de nada sirve, pues sobran quienes prefieren desafiar la ley del Estado, apegados a la ley de la oferta y la demanda. Que responder desde el gobierno que, mientras más violencia genera el narco, más intensos serán los operativos y más severa la acción del Estado, es generar una escalada de violencia con puros saldos negativos. Que por más capos a quienes se detengan, droga que se decomise y dinero que se incaute, los adictos estadunidenses recibirán su dosis de estupefacientes. Que mientras más éxito tenga el Estado en impedir que cargas de droga no crucen la frontera, más droga circulará en el mercado interno, lo que elevará la adicción entre los mexicanos.
Que por cada tonelada de cocaína o mariguana decomisada hay miles que no lo son. Que la incautación de 200 millones de dólares, siendo un golpe espectacular, es también un indicio de la cantidad de dinero que corre en el mercado negro del narcotráfico. ¿Doscientos millones de dólares son mucho o poco? Muchísimo, a los ojos del ciudadano normal, pero en realidad no sabemos cuánto constituye en el volumen global del comercio ilícito en México. En todo caso se entiende por qué la penalización de esa actividad de nada sirve y por qué múltiples policías y otros agentes del gobierno cobran en una o más "narconóminas". Y por qué los cárteles se despedazan literalmente por el control de los mercados internos e internacionales.
La estrategia de prohibir la droga fue diseñada en Estados Unidos por convenir a su visión e intereses. Y, sin embargo, no hay manera para el gobierno mexicano de quedar bien con nuestro vecino: si reducimos un poco el inútil esfuerzo de combatir frontalmente a los capos, entonces Washington presionará por no hacer nuestra tarea; pero si nos tomamos en serio dicha tarea y se genera como consecuencia inevitable mayor violencia en las calles, fronteras, plazas y centros turísticos, tendremos como respuesta estadunidense una reprimenda por ser incapaces de evitar la violencia y recomendaciones a sus ciudadanos para que no visiten nuestro país. Es una situación de perder-perder para México.
Por lo tanto es irracional para el interés del país seguir puntualmente las directrices con el fin de combatir al narcotráfico, diseñadas en Estados Unidos, que ellos mismos evitan en su propio territorio (salvo en los inofensivos casos de distribuidores callejeros). Allá no se toca a los grandes capos que distribuyen la droga importada o la producen ahí mismo. Y, eso, justo para evitar la violencia que conocieron durante la Ley Seca en los años treinta. Meter al Ejército en esta batalla no sólo es inútil, sino que conlleva también riesgos, como elevar la probabilidad de que se corrompa al contacto con los millones de narcodólares, además de desprestigiarse frente a la ciudadanía en la medida en que ésta se percate —como empieza a ocurrir— de que las Fuerzas Armadas son incapaces de reducir las narcoejecuciones (y no sólo en México). Y, por eso mismo, los estadunidenses evitan que su ejército se involucre en la lucha antinarco, pero no tienen mayor problema en que los gobiernos latinoamericanos (con más candidez que lucidez) sí lo hagan de lleno. Al prohibir la producción y comercialización de la droga —como sucedió con el alcohol—, el remedio es peor que la enfermedad, pues, sin resolver las adicciones, se genera un monstruo perjudicial a toda la sociedad, que provoca graves daños a la paz pública, la institucionalidad política y la economía. Y, por eso, a quienes entienden algo sobre este fenómeno, no les sorprende que los operativos estén resultando inútiles, si no es que contraproducentes.
Y es que, en lugar de tomarse en serio el combate a la oferta de las drogas, resultaría más racional hacer un poco "la vista gorda", promover acuerdos territoriales entre los cárteles (como hacen los estadunidenses), para concentrarse, eso sí, en el combate a la demanda de narcóticos (con publicidad, educación, rehabilitación, sanciones administrativas, no penales, al consumo, más que a su producción y comercialización). Sin embargo, para quienes ignoran esta complicada dinámica, lo único que se les ocurre es hacer operativos policiaco-militares, creyendo que así se solucionarán las cosas en algún futuro, tan idílico como intangible.
Despenalización de las drogas/Humberto Musacchio en Excelsior, 19/04/2007);
La normativa actual propicia la corrupción de las autoridades, la descomposición del aparato de impartición de justicia y la pérdida de límites entre la delincuencia y sus presuntos perseguidores
En México los abortos están prohibidos, pero eso no evita que cada año se practiquen decenas de miles, incluso más de cien mil según ciertas estimaciones. Por su carácter clandestino, la inmensa mayoría se ejecutan en pésimas condiciones de higiene y el resultado es la muerte de miles de mujeres que dejan al marido en la viudez y a los hijos —la mayoría de las mujeres que abortan tienen hijos— en la orfandad y frecuentemente en el mayor desamparo.
Algo semejante sucede con la marihuana. Su producción y venta están prohibidas, pero lo cierto es que grandes extensiones del territorio nacional están dedicadas al cultivo de la cannabis y una incalculable cantidad de personas participa en su producción y comercialización, entre otras los ejércitos de pistoleros de que dispone cada organización productora y distribuidora. Por simple lógica económica, si se cultiva y distribuye es porque existe una gran demanda, mayor aún que el miedo a caer en prisión.
El consumo no está penado y una persona a la que se halle una cantidad para consumirla no debe ser detenida, pero lo cierto es que, como son policías quienes determinan cuándo y quién rebasa esa cantidad, los abusos contra los ciudadanos son, no sólo frecuentes, sino habituales y generan una realidad que quienes hicieron las leyes pretendían evitar.
Además de los abusos policiales, el consumidor, que no por serlo es un delincuente, se ve constreñido a buscar la droga en ámbitos clandestinos, situados, esos sí, al margen de la ley. Si un consumidor es sorprendido en el momento de realizar una compra al vendedor de estupefacientes, no habrá policía que lo deje libre, sino que lo considerará para todos los efectos parte de la cadena delictiva. Lo mismo harán los agentes del Ministerio Público y los jueces, a quienes no importa quién la hizo sino quién la pague.
La penalización de las drogas tiene efectos antisociales que se multiplican. La iniciación de los adictos y la adquisición habitual, por estar confinados a la clandestinidad, exponen a los consumidores a riesgos que en esas condiciones son inevitables, pues el trato con el lumpen implica graves peligros, entre otros el de perder la vida.
La normativa actual propicia la corrupción de las autoridades, la descomposición del aparato de impartición de justicia y la pérdida de límites entre la delincuencia y sus presuntos perseguidores. Sin embargo, no ha servido para acabar con el tráfico de drogas, ni siquiera para disminuirlo.
Con cierta ingenuidad perversa, los legisladores endurecen periódicamente las leyes, pero cada vez que lo hacen fracasan, pues el negocio es tan atractivo que lleva a minimizar los riesgos, lo que se refuerza por la poca eficacia de los cuerpos policiacos y por la corrupción que estimula una actividad delictiva tan próspera.
La legislación sólo ha conseguido incrementar el poderío de las mafias y ha minado hasta extremos alarmantes la capacidad represiva del Estado. Cada año aumentan los presupuestos para combatir el narcotráfico y cada año se eleva la producción de drogas y el monto de las que se comercian. Las cárceles están llenas y ni por eso baja la actividad del crimen organizado ni el peso social de las mafias.
La única solución es despenalizar las drogas, empezando por la marihuana, que no es más dañina que el alcohol. Desde hace más de un cuarto de siglo lo venimos proponiendo diversos ciudadanos y hoy se trata de una demanda que han hecho suya relevantes personajes del mundo intelectual y hasta del político.
Algunas buenas conciencias suponen que despenalizar las drogas llevará a muchas personas a convertirse en adictas. Tal vez se eleve la tendencia al consumo en una primera etapa, pero experiencias como la de Holanda demuestran que el consumo nacional se mantiene constante, sea legal o ilegal.
Por supuesto, la despenalización, para ser eficaz, tiene que estar acompañada de una nueva normatividad que señale dónde, cuándo, en qué cantidades y bajo cuáles condiciones se puede consumir una sustancia de las ahora prohibidas. Por seguir con el caso de Holanda, allá la venta se realiza en lugares llamados "cafés" —donde no necesariamente se vende el líquido negro—, en dosis rigurosamente determinadas y la casa se niega invariablemente a servir "las otras".
Alguien dirá que allá es Holanda y acá es México, como si los habitantes de aquel país fueran marcianos y los mexicanos estuviéramos situados más abajo en la escala zoológica. Pero no. Aquí y allá hay seres humanos. Lo diferente es la legislación y en aquel país son contadas las personas detenidas por delitos contra la salud. Como en todas partes, hay quien pretende ir más allá de la norma, y contra ella se encamina la acción policiaca, pero las drogas —y la criminalidad asociada a ese fenómeno—dejaron de ser un problema social y ahora son vistas como un asunto de salud al que se destina parte de los enormes presupuestos que antes eran absorbidos por el combate a la delincuencia. Aquí, en cambio, seguimos tirando dinero. hum_mus@hotmail.com