Columna BAJO
RESERVA/El Universal, 8 de abril de 2013
La
expresidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo, cometió errores elementales en el
manejo de los dineros del gremio. La investigación por delincuencia organizada
y lavado de dinero que ahora enfrenta refleja una torpe triangulación de pagos
que montó una estructura operada no por expertos sino por leales, entre ellos
Francisco Arriola, exesposo de la maestra. Él ordenaba, por ejemplo, entregar
un cheque a un empelado del sindicato, quien lo cambiaba y hacía pagos en
efectivo, en ocasiones a tarjetas de crédito, lo que no impedía dejar un rastro
obvio. Un personaje clave en este esquema, nos aseguran, fue Nora Guadalupe
Ugarte, quien sin embargo fue despedida en forma violenta días antes de los
arrestos, que la incluyeron a ella. Nadie debe sorprenderse ahora que doña Nora
pida ser testigo protegido de la PGR contra la maestra Gordillo.
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