Presentación
del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018
Enrique Peña Nieto
Palacio Nacional, a 20 de mayo de 2013
Señoras
y señores.
Muy
buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Quiero,
en primer término, saludar a los titulares del Poder Legislativo, tanto al
Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, como de la Cámara
de Diputados.
Saludar
al Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Al
señor Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
A
los señores gobernadores, a quienes aprecio y valoro su presencia en este acto
que, sin duda, proyecta lo que queremos lograr entre todos: una gran sinergia
de trabajo fecundo en favor de México.
Saludo,
también, a los titulares de los distintos organismos autónomos del Gobierno.
A
presidentes de partidos políticos.
Al
señor Rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, y a rectores de distintas
universidades.
A
presidentes de organismos empresariales.
Dirigentes
sindicales.
A
líderes de distintas organizaciones de la sociedad civil organizada.
A
Legisladores.
A
servidores públicos, quienes hacen acto de presencia, y aprecio su
participación en la elaboración y trabajo realizado para tener este documento
rector de las políticas públicas que el Gobierno de la República habrá de
instrumentar para alcanzar las grandes metas nacionales que se ha trazado.
Señores
representantes de los medios de comunicación.
Señoras
y señores:
México
tiene la oportunidad histórica de emprender una profunda transformación
nacional que detone el desarrollo de nuestro país durante las próximas décadas.
Las
circunstancias están dadas para mover a México hacia la ruta de la paz, la
inclusión y la prosperidad. Ésta es una oportunidad que no debemos dejar pasar.
Los ciudadanos están listos y dispuestos a construir un mejor país.
Ejemplo
de ello son las miles de mujeres y hombres que participaron en la elaboración
del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, que hoy damos a conocer a todos los
mexicanos.
El
Gobierno de la República estuvo presente en cada una de las entidades para
escuchar a todas las voces de la ciudadanía.
Hoy,
tenemos un Plan Nacional de Desarrollo que guiará nuestros esfuerzos como país
durante los próximos años.
Para
que todos tengan acceso a él, se ha publicado en el Diario Oficial de la
Federación y está disponible a través del portal web de Internet, que el
Secretario de Hacienda ha ya explicado y expuesto ante todos ustedes.
Por
qué es tan importante tener un plan.
La
respuesta, creo que para todos, es muy sencilla: para saber hacia dónde ir y
cómo llegar.
Gracias
a la planeación democrática que establece nuestra Constitución, la visión y el
rumbo del Gobierno de la República se han enriquecido con las aportaciones y
propuestas de toda la sociedad mexicana.
Hoy,
ciudadanos y autoridades, tenemos una hoja de ruta para caminar juntos hacia
una nueva etapa del país.
Para
decirlo muy claro: el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 es, desde ahora, la
estrategia general para construir juntos una sociedad de derechos y llevar a
México a su máximo potencial.
Como
lo señalé aquí mismo, el pasado 1 de diciembre, conducir la transformación del
país es mi responsabilidad como Presidente de la República. Hacerlo en
democracia es mi obligación ineludible.
Teniendo
el Plan Nacional de Desarrollo como base, esta Administración se propone ser un
Gobierno eficaz, con un propósito fundamental: Lograr que todos los mexicanos
gocen, en su vida diaria, de los derechos que les reconoce nuestra Ley Suprema.
A
partir de un análisis de las últimas décadas de la vida nacional, el Plan
identifica los obstáculos que han limitado nuestro desarrollo. Para superar
estas barreras, traza grandes objetivos, establece prioridades y acciones
específicas pero, sobre todo, define políticas y reformas transformadoras.
En
síntesis. No es un plan para administrar la coyuntura o las circunstancias. Es
un plan para hacer cambios de fondo. De hecho, los cambios inician en el
documento mismo.
Por
primera vez, el país tendrá un Plan Nacional de Desarrollo con indicadores
específicos para medir el avance real que vayamos teniendo en la concreción de
los objetivos que nos estamos trazando.
Se
trata, sin duda, de una innovación importante, acorde con la consolidación de
nuestra democracia y en plena sintonía con los tiempos de una sociedad más
informada y más participativa, como es hoy la mexicana.
La
estructura y contenido del Plan retoma las cinco grandes metas nacionales que
propuse a la sociedad con un objetivo fundamental: Elevar la calidad de vida de
las familias mexicanas.
Primera
meta. Alcanzar un México en paz. Esto es lograr un México que garantice el
avance de la democracia, la gobernabilidad y la seguridad de la población.
El
Plan destaca el diálogo y la construcción de acuerdos, como la vía para
fortalecer las instituciones, promover la formación de ciudadanía y asegurar el
respeto a la protección de los derechos humanos.
Impulsa
un Federalismo articulado para brindar mejores resultados a la sociedad,
sumando el esfuerzo de todas y cada una de las partes que integran la República.
En
materia de seguridad, la prioridad es reducir la violencia, abatiendo los
delitos que más afectan a las familias, mediante la prevención del crimen y la
transformación institucional de las fuerzas de seguridad y de procuración de
justicia.
Segunda
meta. Lograr un México incluyente. El Plan se fija como objetivo hacer realidad
un país donde se asegure el ejercicio efectivo de los derechos sociales.
Un
México incluyente implica erradicar el hambre, cerrar las brechas de
desigualdad y proveer a todos los mexicanos de condiciones básicas de
bienestar, comenzando por servicios de salud de calidad. Especialmente, hace
énfasis en la creación de una red de protección que garantice la seguridad
social de todos los habitantes de nuestro país.
Tercera
meta. Construir un México con educación de calidad.
El
Plan busca asegurar el desarrollo integral de nuestros niños y jóvenes para que
su preparación les permita triunfar el mundo cada vez más competitivo.
El
documento que hoy presentamos impulsa políticas educativas, para que lo
enseñado en las aulas sean los conocimientos y las competencias que requieren
los ciudadanos del Siglo XXI.
Igualmente,
promoverá una mayor y más efectiva inversión en ciencia y tecnología, así como
nuestra capacidad para innovar productos y servicios con alto valor agregado.
Cuarta
meta. Impulsar un México próspero.
El
Plan establece, como prioridad de la política económica, elevar el crecimiento
y que esto se refleje en los bolsillos de todos los mexicanos.
Para
ello, es requisito indispensable mantener la estabilidad macro y asegurar un
dinamismo económico sostenido y sustentable.
En
este propósito será crucial la construcción de infraestructura y alentar el
acceso de los mexicanos, en especial de las micro, pequeñas y medianas empresas
a insumos estratégicos, como las telecomunicaciones, los energéticos y el
crédito bancario.
Asimismo,
esta meta requiere condiciones favorables para el desarrollo económico, a
través de una mejor regulación, mayor competencia entre las empresas, y el diseño
de modernas políticas de fomento al campo, al turismo y a la industria.
Y
Quinta meta. Consolidar un México con responsabilidad global.
El
Plan propone acciones para proyectar a nuestro país como una Nación que
defiende el derecho internacional, que promueve el libre comercio y es
solidaria con los distintos pueblos del mundo.
Para
que México alcance su máximo potencial, además de las cinco metas nacionales,
el Plan establece tres estrategias transversales:
En
Primer lugar. Democratizar la productividad. Es decir, implementar políticas
públicas para que los diversos sectores de nuestra sociedad se modernicen y se
transformen, a fin de generar más valor por su trabajo.
Asimismo,
establece incentivos para integrar a los mexicanos a la economía formal y alentar
un uso más eficiente de los recursos productivos.
Democratizar
la productividad significa, en concreto, que haya oportunidades de desarrollo
para todas las regiones, sectores económicos y grupos de la población.
Segunda
estrategia transversal. Un Gobierno cercano y moderno. Estamos decididos a ser
un Gobierno eficiente, eficaz, al servicio de toda la sociedad mexicana.
Estoy
convencido de que la relación entre el Gobierno y los ciudadanos tiene que ser
ágil, sencilla y oportuna.
Y,
finalmente, la tercera estrategia en este orden transversal, es incorporar la
perspectiva de género en las acciones de Gobierno.
Todas
las dependencias y organismos públicos promoverán la igualdad entre mujeres y
hombres.
Esto
significa que lejos de tener un programa, un sólo programa a favor de la
equidad, todas las políticas públicas habrán de impulsar la equidad de género.
Es decir, el Gobierno de la República asegurará de manera permanente que las
diferencias de género no sean causa de exclusión o de discriminación.
Señoras
y señores:
El
Plan Nacional de Desarrollo es un plan para mover a México. Es una guía para
convertir las mejores ideas y propuestas de los mexicanos en beneficios
concretos para toda la sociedad.
El
desarrollo de nuestro país es una tarea que nos corresponde a todos: a los
actores políticos, a los sectores económicos, a la sociedad en su conjunto.
Convoco
a cada uno de los mexicanos a unirse a este gran movimiento por la
transformación nacional. Enfrentamos grandes desafíos.
Ante
la violencia, el hambre, la baja calidad de la enseñanza, el insuficiente
crecimiento económico y la aún poca presencia de nuestro país en el mundo,
tenemos que actuar con unidad, visión y corresponsabilidad.
Tenemos
un largo camino que recorrer. Avancemos en la construcción de una Nación
exitosa, que se posiciona y es reconocida en el mundo como una potencia
emergente.
Es
hora de remover las dificultades y los obstáculos que limitan el desarrollo del
país.
Hoy,
contamos con un Plan para lograr las metas trazadas. Comencemos de inmediato a
dar los pasos, o a dar los siguientes pasos. Es momento de actuar por México y
es tiempo de mover a México.
Reitero
mi agradecimiento a la presencia de todas y de todos ustedes, que hacen en sí
mismo la representación de la gran sociedad civil de nuestro país, de todos los
mexicanos, de sus autoridades y de la sociedad en general.
Agradezco
que estén presentes en este acto, donde damos a conocer este Plan Nacional de
Desarrollo.
Sin
duda, resulta fundamental que en la concreción de los objetivos y de las metas
que nos estamos trazando para esta Administración, participemos Gobierno y
sociedad, y que generemos las sinergias suficientes, necesarias, que nos
permitan, como ya lo señalaba, hacer a un lado los obstáculos y barreras que
impiden que México tenga un mayor desarrollo.
Aquí
estamos, la sociedad civil y las autoridades que tenemos, quizá, un origen
partidario diferente, pero éste es momento de actuar en favor de un solo
objetivo, de una gran meta, que es México.
Aquí
están los integrantes del Gobierno de la República que han participado en este
esfuerzo para conformar este Plan Nacional de Desarrollo, que ha estado bajo la
coordinación del titular de la Secretaría de Hacienda.
Ahora,
todas las áreas de Gobierno estamos comprometidos y comprometidas para
realmente, a partir de las líneas de acción que el Plan Nacional de Desarrollo
claramente señala y define, podamos concretar los objetivos que aquí están
trazados.
Movamos
a México. Es tiempo de mover a las instituciones, la conciencia nacional y
hacer de nuestro esfuerzo aquel que permita que México sea un mejor país.
Muchas
gracias.
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