Muchos
Vietnams…/ JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN |
La Silla Rota, | 2014-05-13
1.-
La creación de las Fuerzas Rurales en Michoacán es la prueba viva del fracaso
de la estrategia de seguridad (cualquiera que esta haya sido) del gobierno
federal.
2.-
Su existencia no sólo es una contradicción en sí misma, sino que además
representa la lapidación de los esfuerzos priistas y peñistas para dejar de
lado, en segundo o en tercer plano, el tema de la seguridad.
3.-
Ahora, así de vertiginoso como fue el primer año de EPN en Los Pinos, con la
oleada de reformas consolidadas y por consolidar, el asunto de la inseguridad
va de la mano con el de la ingobernabilidad.
4.-
Peña Nieto y sus colaboradores, intentan seguir el juego de las apariencias
pero éste ya no tiene terreno en donde darse. Los medios de comunicación y los
comunicadores afines al peñismo y no pudieron ocultar más tiempo.
Las
Fuerzas Rurales michoacanas, cuyo salario, prestaciones, estatus jurídico,
lugar en el espectro de las fuerzas del orden, capacitación, antecedentes no
penales, niveles de estudio, experiencia policiaca mínima, intereses creados en
las comunidades a proteger, niveles de confianza (consumo de drogas, posibles
nexos con delincuentes, forma de vida, perfil psicológico, corruptibilidad
potencial, etc) son un misterio, son un balazo en el pie izquierdo del
gobierno.
5.-
La herida producida sangra en directo a la ciudadanía, que sufre los embates de
la delincuencia organizada y vinculada con todo tipo de autoridades en todos
los niveles y formas de gobierno. El caso de Michoacán es el ejemplo más actual
y certero de esto, pero no es el único.
6.-
Dispararse en el pie y declarar luego que la creación de los grupos de guardias
rurales es un avance, es un paso adelante en la estrategia de seguridad para
rescatar a Michoacán, es una aberración.
7.-
El gobierno mexicano sigue imponiendo la realidad, el cambio, el orden y la
paz, por decreto, ajeno a las realidades en las que la corrupción, el abandono,
el abuso, la impunidad, han creado uno, dos, tres, muchos Vietnams.
8.-
Con Michoacán aparecen de inmediato Tamaulipas, Coahuila, Veracruz, Guerrero,
Morelos, Sinaloa, Oaxaca, Chiapas, Colima, el Estado de México y Jalisco. Todos
estos Vietnams viven realidades violentas que ningún discurso oficial ni el
silencio de los medios de comunicación aliados al peñismo pueden ocultar.
9.-
A EPN se le acaban rápidamente las piezas a jugar. Lo que sigue es la
improvisación, los intentos por negociar o atemperar la debacle de la seguridad
en el país como ocurría antes: pactando con la delincuencia.
Lo
que sigue es echar mano, de nuevo, de instituciones como el Ejército y la
Marina, aparentemente renovadas, escasamente controladas, en un eterno proceso
de modernización operativa que nos las
deja crecer y ahora les exigirá intervenir en la medida en que los Vietnams de
Peña Nieto vayan estallándole en las manos a sus gobernados y luego al
presidente y a sus operadores.
10.-
Lo que sigue es la pesadilla de los muchos Vietnams que el sistema político
mexicano ha creado durante décadas y que hoy vuelven a exhibir las flaquezas de
un discurso sin fondo, de una estrategia sin pies ni cabeza que se disfraza de
soluciones al vapor, como la creación de Fuerzas Rurales envueltas, cuando
menos, en una tremenda opacidad.
@JorgeMedellin95
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