11 ago 2014

152º Período Extraordinario de Sesiones de la CIDH

Lunes 11.08.14|México, D. F. | Comunicado Conjunto SEGOB-SRE

  • Abajo los discursos completos de Meade y Osorio Chong.
• La inauguración de la sesión del órgano interamericano corrió a cargo de su presidenta, comisionada Tracy Robinson, y de los secretarios de Relaciones Exteriores y de Gobernación
Al inaugurar el 152º Período Extraordinario de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que sesionará en la Ciudad de México del 11 al 15 de agosto, el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, refrendaron el firme apoyo de México al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, así como la convicción sobre el impacto positivo que sus órganos han tenido para una mejor promoción y respeto de los derechos humanos en nuestro país.
En sus palabras inaugurales, el secretario de Gobernación destacó que México vive hoy una profunda transformación para alcanzar un mejor presente y futuro para los mexicanos, y reiteró cómo es que en este proceso de modernización de las estructuras e instituciones, la defensa y garantía de los derechos humanos es una pieza central. “La integridad de las personas no solo es mandato constitucional, sino es la convicción que orienta el quehacer del Gobierno del Presidente, Enrique Peña Nieto”, afirmó.

El gobierno de la república, puntualizó, colabora de manera coordinada con los gobiernos estatales y municipales, con los poderes y, en particular, con la ciudadanía, porque esta es la vía para que el trabajo en conjunto y la suma de esfuerzos permitan construir una sociedad de derechos.
Enfatizó que este Gobierno tiene en el centro de sus acciones a los ciudadanos. Resaltó que con el propósito de ampliar los derechos humanos en México, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó retirar las reservas a cinco tratados internacionales, así como dar cumplimiento a las sentencias de organismos de derechos humanos.
En el salón José María Morelos y Pavón de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el secretario Osorio Chong, recordó que a 20 meses del inicio de la actual administración se han aplicado y robustecido el andamiaje legal e institucional para salvaguardar los derechos humanos. Muestra de ello, dijo, es que hoy contamos con la promulgación y el fortalecimiento de la Ley General de Víctimas y la instalación de su Sistema Nacional de Atención; la reforma a la Ley de Amparo, y la aprobación del Código Nacional de Procedimientos Penales.
Previo a ello, el canciller José Antonio Meade, dio la bienvenida a los integrantes de la CIDH y afirmó que México ha sido uno de los países que más ha colaborado con los mecanismos especializados en materia de derechos humanos del sistema internacional.
Destacó que desde 2001 nuestro país ha recibido la visita de 44 mecanismos internacionales de derechos humanos, entre relatores temáticos, grupos de trabajo, órganos de supervisión de tratados, representantes especiales del Secretario General de la ONU, la Alta Comisionada de los Derechos Humanos y por supuesto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Como muy pocos países, México ha logrado conjuntar en pocos años una serie de reformas estructurales que amplían los derechos y las garantías de ejecución que se traducen en mayores umbrales de protección de los derechos de la persona. México ha contribuido al acervo normativo con iniciativas como la Convención sobre los derechos de los trabajadores migratorios o la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad”, indicó.
El Canciller Meade Kuribreña subrayó que el Periodo de Sesiones de la CIDH se da en un momento en que México cuenta con las mejores condiciones y herramientas de su historia para seguir consolidando una verdadera cultura de derechos humanos. “El Estado ha aprobado reformas constitucionales de vanguardia, como la de derechos humanos y la del sistema de justicia penal. Se han reformado también las leyes de amparo y migración, y retirado la mayoría de las reservas a tratados de derechos humanos”, señaló.
Destacó, además, que aún hay mucho por hacer y, al respecto, recordó las palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, quien el 25 de junio pasado durante la presentación del Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018 subrayó que el objetivo de su gobierno es “que el Estado garantice en la práctica el efectivo cumplimiento de los derechos humanos”.
Por último, afirmó que México reconoce el papel de la CIDH en la defensa y protección de los derechos humanos en el continente, por lo que se ha abocado a defender su independencia e integridad, incluso en momentos de profunda reflexión sobre su papel y su futuro en el contexto interamericano.
La sesión de inauguración del 152º Período Extraordinario de Sesiones de la CIDH contó también con la participación del Procurador General de la República, del Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, de la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, del Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y del Abogado General de la Universidad Nacional Autónoma de México.
También estuvieron presentes el Secretario Ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza; el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Juan Manuel Gómez Robledo;  la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón García; el representante permanente de México ante la Organización de los Estados Americanos, Emilio Rabasa Gamboa; así como representantes del cuerpo diplomático acreditado en México, organismos internacionales, academia y sociedad civil.
Durante sus sesiones en el presente período, la CIDH celebrará audiencias públicas relativas a las situaciones generales de derechos humanos en Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Al sesionar fuera de su sede, la CIDH mantiene como práctica habitual no celebrar audiencias relativas al país que la recibe, por lo que en este Periodo Extraordinario de Sesiones no abordará temas concernientes a México.
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Mensaje del canciller José Antonio Meade
Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes. Para el gobierno de México el evento que hoy nos congrega es de la mayor importancia. Reconoce, y nos permite hacerlo, la labor emprendida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en favor de la promoción y protección de los derechos humanos de los pobladores de esta región. Y por ello nos congratulamos que haya aceptado la invitación de nuestro país, para sesionar en la Ciudad de México.
Invitación que ha llamado la atención de todo quienes aquí concurrimos, especialmente de muchos estudiantes de diversas carreras, que les ha llamado la atención dar seguimiento puntual a los trabajos y a las sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en México. Ello explica la presencia, en la cancillería, que mucho agradecemos, del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a quien todavía estamos en oportunidad de desearle un muy feliz cumpleaños, toda vez que fue apenas el jueves. Muchas felicidades señor secretario, feliz cumpleaños y nuestros mejores deseos.
Y agradecemos muchos a Tracy Robinson, la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Visita por segunda ocasión México y estamos de verdad contentos de que haya aceptado la invitación para traer aquí a sesionar a la comisión.
Y agradecemos mucho la presencia a Jesús Murillo Karam, hoy procurador general de la República, pero ayer arquitecto relevante de mucho de nuestro andamiaje legal en materia de derechos humanos.
Le agradecemos muchos al senador Raúl Cervantes Andrade, presidente del Senado, con su presencia da fe de que el trabajo, y la construcción de los derechos humanos, es un trabajo que involucra al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo. Y por eso también nos da mucho gusto que esté la senadora Angélica de la Peña, quien preside la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.
Y celebrar que esté aquí, y que participe, Raúl Plasencia, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y Raúl González Pérez, abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México. Él viene a presentar una queja ante la comisión por lo mal que están jugando los pumas. A ver si nos puede ayudar en este proceso.
Sean bienvenidos todos ustedes a México.
México es el país, en los últimos años, que ha sido de los que más ha colaborado con los mecanismos especializados en materia de derechos humanos del sistema internacional. Nuestro nivel de apertura al escrutinio internacional, y de cooperación con la OEA y las Naciones Unidas, difícilmente se observa en otro país de este continente. De hecho, difícilmente se observa en otro país del mundo.
Del 2001 a la fecha hemos recibido la visita de 44 mecanismos internacionales de derechos humanos: entre relatores temáticos, grupos de trabajo, órganos de supervisión de tratados y representantes especiales del secretario general de ONU, la alta comisionada de derechos humanos y, por supuesto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Estas visitas se han traducido en recomendaciones y observaciones. Éstas, a su vez, han resultado en un México que es cada vez más armónico, tanto en su marco jurídico como en sus estructuras de gobierno, no sólo por las mejores prácticas sino con las más altas aspiraciones internacionales.
Hoy, en muchos casos y en muchos temas es México quien define nuevos y más ambiciosos estándares. Como muy pocos países, México ha logrado conjuntar en pocos años una serie de reformas estructurales que afilian los derechos y las garantías de ejecución que se traducen en mayores lugares de protección a los derechos de la persona.
En lo internacional, México ha contribuido al acervo normativo con iniciativas, como por ejemplo, la Convención sobre los Derechos de los Trabajadores Migratorios, o la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Como lo señaló, sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto el 25 de junio, cuando presentó el Programa Nacional de Derechos Humanos, nuestro objetivo es que el Estado garantice la práctica, el efectivo cumplimiento de los derechos humanos. Esa es la etapa a la que hemos transitado. Esa es nuestra obligación con la sociedad mexicana y en ella centraremos nuestros mayores esfuerzos.
Señora presidenta Robinson, el período de sesiones de la comisión, se da en un momento en el que México cuenta con las mejores condiciones y herramientas de su historia para seguir consolidando una verdadera cultura de derechos humanos. El Estado ha aprobado reformas constitucionales de vanguardia como la de derechos humanos y la del sistema de justicia penal. Se han reformado también las leyes de amparo y migración, y retirado la mayoría de las reservas a tratados de derechos humanos.
En el acto, al que hacía referencia, en el que se presentó el Programa Nacional de Derechos Humanos, decía el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, que sería muy injusto no reconocer estos avances y sería, también, irresponsable el negar que aún hay mucho qué hacer en esta materia.
Yo agregaría que, igualmente, es justo reconocer que este proceso reformador contó con el apoyo de la labor minuciosa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Interamericana. Al tiempo, que no sería tampoco justo, ni responsable, dejar de reconocer lo mucho que México ha aportado a ambas distancias.
México reconoce el papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la defensa y protección de los derechos humanos en el continente. Por eso, la hemos defendido, hemos defendido su independencia, su integridad, en momentos de profunda reflexión sobre su papel y su futuro, en el contexto interamericano.
Celebramos que en ese proceso de reflexión la comisión haya mostrado un nivel de apertura sin precedentes para hacer más eficiente y transparente su labor, mediante una reforma a su reglamento. Confiamos en que dicha apertura continúe y que junto con la sociedad civil generemos avances en la consolidación en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Esta comisión tiene aún retos, y los retos son importantes. El primero de ellos, el más evidente, es la falta todavía de universalidad del sistema interamericano. Ésta sólo puede alcanzarse si todos los Estados miembros de la OEA se adhieren a la Comisión Americana sobre Derechos Humanos.
México considera que la mejor declaración de compromiso es justamente la ratificación de El Pacto de San José, que aún no es universal. Hoy sólo 24 de 35 miembros de la OEA son parte de la Convención. Para esos efectos hay que comprender que hay que atender las preocupaciones de los Estados que, reiteradamente, han manifestado sentirse lejos del sistema.
Toda vez que consideran que la tradición en el derecho romano le es más cercana a la comisión y la del Common Law les es más lejana. Nunca hay que hacer un trabajo en donde se acredite que al centro de una o de otra tradición los derechos humanos tienen cabida, y por lo tanto su ratificación a El Pacto de San José. El Convenio de San José merece la pena para lograr la universalidad de este mecanismo.
También tendríamos que trabajar en darle al sistema interamericano mayor ayuda financiera. Eso nos obliga a todos a redoblar esfuerzos para encontrar soluciones de largo plazo que aseguren las finanzas del sistema. México ha participado activamente en este proceso y ha aumentado sus cuotas voluntarias a la comisión y a la corte, de manera permanente, en los últimos años.
Otro gran reto para el sistema es que sus recomendaciones y sus fallos se observen. Ahí también México ha sido pionero y es menester así reconocer. Hemos fortalecido nuestros mecanismos de diálogo e interacción entre la administración pública federal, los poderes del Estado y las entidades federativas. Y así hemos podido progresar en calidad y tiempo en el cumplimiento de las decisiones y de la reacción pronta y precisa frente a la emisión de medias cautelares ante casos de emergencia.
En el marco de la comisión, hemos celebrado 23 acuerdos de solución amistosa para reparar a las víctimas de violaciones de derechos humanos. Esta es una vía clara que demuestra la voluntad de beneficiar principalmente a las víctimas y sobre la cual México espera lograr más acuerdos supervisados por la comisión.
Señora presidenta Robinson, señor secretario, señor procurador, son muchos los desafíos que aún enfrenta el Sistema Interamericano, pero son muchos también sus logros y fortalezas.
Quisiera, antes de terminar, destacar aquí en México la distinguida labor, la importante labor del comisionado José de Jesús Orozco y del secretario ejecutivo, Emilio Álvarez Icaza, ambos en un ánimo de fortalecer a la comisión. Y a todos les deseo el mayor de los éxitos durante sus trabajos.
Muchas gracias.
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Mensaje del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong
Muy buenas tardes a todas y a todos, un gusto saludarles y, por supuesto, dar la bienvenida al presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
A todos los integrantes, a todos los miembros, también bienvenidos.
Señor Secretario de Relaciones Exteriores, gracias por recibirnos aquí en la Secretaría.
Señor Procurador.
Señor presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Señor presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.
Senadora.
Señor abogado de nuestra Máxima Casa de Estudios.
Legisladoras, legisladores. A los representantes de dependencias federales, de organismos internacionales, cuerpo diplomático, magistradas, magistrados.
Y, por supuesto, a los medios de comunicación, muy buenas tardes.
Nos da mucho gusto acompañarles en el inicio de trabajos de esta sesión extraordinaria de la Comisión Interamericana, instancia fundamental del Sistema de Derechos Humanos que los países del Continente hemos construido para su promoción y defensa.
México vive una profunda transformación para asegurar un mejor presente y futuro a todos los mexicanos.
Un proceso de modernización de las estructuras e instituciones, a partir del diálogo y la búsqueda de coincidencias, para detonar el potencial de nuestro país.
En esta tarea, la defensa y garantía de los derechos humanos es, sin lugar a dudas, una pieza fundamental.
Porque proteger la integridad de las personas no solo, como se ha dicho aquí, es mandato constitucional, sino la convicción que orienta el quehacer del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Y lo hacemos con la certeza de que es la única ruta para asegurar el avance real de las todas las naciones.
Nuestro compromiso con la Convención Americana sobre Derechos Humanos va más allá del discurso. Se refleja en acciones y resultados concretos.
Por ello celebramos que la Comisión nos haya elegido como sede de este su 152 Periodo Extraordinario de Sesiones, que hayan aceptado la invitación del Estado mexicano.
Porque los retos regionales que enfrentamos hoy, exigen responsabilidades compartidas y soluciones concertadas.
Porque de las buenas prácticas internacionales, aprendemos y nos beneficiamos todos.
En México, desde el inicio de esta Administración, el Presidente Enrique Peña Nieto nos instruyó coordinarnos con los órdenes de gobierno, con los Poderes y en particular con la ciudadanía.
Pues solo trabajando juntos y sumando esfuerzos es como se construye una sociedad de derechos.
Es así como hemos ampliado y robustecido el andamiaje legal e institucional con el fin de salvaguardar los derechos fundamentales.
Promulgamos y fortalecimos la Ley General de Víctimas e instalamos su Sistema Nacional de Atención, respondiendo con ello a una sentida demanda de la población.
Se aprobó un Código Nacional de Procedimientos Penales, que asegura la presunción de inocencia, el debido proceso y la protección de las víctimas del delito.
Hoy, la diversidad familiar que existe en México tiene acceso a la seguridad social sin distingo alguno.
Trabajamos sin descanso en la prevención y sanción de la trata de personas, y en garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Con el firme propósito de ampliar la protección de los derechos humanos en México, el Presidente instruyó retirar las reservas, como también se ha comentado aquí, a cinco tratados internacionales y dar cumplimiento a las sentencias de organismos de derechos humanos.
Todas estas acciones están ya rindiendo frutos. Y nos da, además, muchísimo gusto, como lo ha comentado la presidenta de la Comisión Interamericana, el que se observe estos avances, que se vea lo que está haciendo México, que hay un empeño de todos los sectores, de todos los organismos, del Congreso de la Unión por fortalecer los derechos humanos.
Muestra de ello también es que la política de seguridad y justicia de este Gobierno tiene en el centro de sus acciones a los ciudadanos. Porque el uso legítimo de la fuerza no puede ni debe implicar la violación a sus derechos humanos.
Destaco también que México cuenta con un fideicomiso, sin precedentes en el mundo, para hacer frente a las obligaciones de reparación del daño.
Y lo hemos fortalecido aún más, ampliando su objeto para atender no solo las sentencias, sino también las soluciones amistosas y recomendaciones de los órganos del Sistema Interamericano y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Es así, con estas acciones, que hoy México cuenta con una política de Estado para garantizar el ejercicio efectivo de los derechos humanos de todos los mexicanos.
Señoras y señores:
La gobernabilidad democrática que guía nuestro actuar, comienza con la vigencia plena de los derechos humanos.
Con esta convicción, trabajamos todos los días sumando las capacidades institucionales y, por supuesto, la participación social.
Por ello el Gobierno de la República se enorgullece de recibir a esta Comisión y refrenda el firme apoyo de México al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos.
Nuestro reconocimiento a este mecanismo por su permanente labor en favor de la justicia.
Por seguir buscando alternativas de conciliación, como la recién creada Unidad de Soluciones Amistosas, que facilita la reparación del daño mediante la construcción de acuerdos entre países miembros y peticionarios.
Reitero nuestro reconocimiento y bienvenida a nuestro país, convencido de que las sesiones que aquí realizarán servirán para el fortalecimiento de los derechos humanos en América.
Les reitero a ustedes también el compromiso de México con los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Porque con grandes transformaciones, porque con acuerdos y en pleno respeto a los derechos humanos, México ha asegurado un porvenir de mayor desarrollo y bienestar para todos sus habitantes.

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