LA SUCESION ALTERNADA IV/Alfredo Originales.
RRazones.com, DICIEMBRE
21, 2015
En
realidad, ¿el PRI perdió la gubernatura en el 2010?
Culiacán,
Sin. 21 dic. 2015.- Cuando faltan unos
días o semanas para que se definan las candidaturas de los diferentes partidos
políticos por la gubernatura de Sinaloa, muchos se preguntan si el PRI podrá
recuperar el poder que perdió en el 2010.
Otros
más formulan en son de burla la interrogante, ¿Cuándo lo perdió?, porque de
hecho, este partido sigue gobernando la entidad aunque sea de manera
disfrazada.
Es
decir, lo que cambio en el gobierno estatal a partir del 2010 fue el
desplazamiento de un grupo priista por otro, aunque para ello hubo necesidad de
cobijarse en otras siglas partidistas para cubrir requisitos legales en materia
electoral.
Tiene
sentido este planteamiento si se toma en cuenta que el 90 por ciento de las
posiciones dentro de la estructura de gobierno son ocupadas por priistas, en
tanto el resto están en manos de panistas y perredistas.
Y
aún más. Los cimientos que han sustentado al régimen priista en Sinaloa por más
de 80 años, siguen siendo los mismos. Por eso cobra fuerza la tesis de que el
PRI sigue gobernando la entidad.
Ingenuos
los partidos coaligados, porque el afán de alcanzar el poder por el poder, les
costó perder el sentimiento de identidad y de pertenencia.
Que
el PAN y los demás partidos cacaraqueen que ellos ganaron la elección en el
2010, es una verdad a medias porque, Mario López Valdez contendió bajo las
siglas de una coalición de partidos opositores al PRI, de otra manera Malova no
hubiera aparecido en las boletas.
Lo
cierto es que quien gano la gubernatura de Sinaloa hace casi seis años, fue él
y en consecuencia la fuerza de su candidatura
hizo que la coalición triunfara en la mitad de los 18 municipios.
Amén
de poderes facticos que intervinieron de última hora para afianzar lo que en
momentos parecía imposible de lograr, la derrota aparente del PRI en Sinaloa.
Aun
así, hubo candidatos que pregonaron que ellos ganaron por sí mismos, incluso,
que gracias a ellos, hicieron posible el triunfo de Malova por la gubernatura,
caso concreto el panista Zenén Xóchihua Enciso, en Ahome.
La
prueba más fehaciente de ello, fueron las elecciones federales del 2012 y
locales del 2013, en donde la oposición en Sinaloa, específicamente el PAN se
desplomó, simple y llanamente porque ya no estaba Malova como candidato.
Además,
baste recordar que en esas mismas elecciones el PRI recupero la presidencia de
la republica con Enrique Peña Nieto y con ello la rectoría del poder político
nacional.
Así
pues, de que el PRI puede recuperar Sinaloa con un priista priista es muy
viable, pero el gran escollo es que subsiste la pugna natural de los que
ostentan el poder y los desplazados en el 2010.
Los
primeros con Malova a la cabeza intentan prolongar el mandato otros seis años
más y por ello tratan por todos los medios evitar que los vizcarristas
recuperen lo que se les arrebato.
En
este contexto, se esta dando el juego por la sucesión gubernamental en Sinaloa,
en donde al parecer el factor Jesús Vizcarra, será quien determine, claro con
la venia del presidente Peña Nieto, al abanderado tricolor, en el supuesto caso
de que en verdad decline ir por la revancha.
Sin
embargo, son muchos los que piensan que todo ese silencio misterioso que
envuelve al empresario de la carne en torno a sus aspiraciones políticas, forma
parte de una estrategia distractora con pronósticos reservados.
Incluso,
se habla de que la aparición de último momento de priistas que quieren ser
candidatos como Oscar Lara Arechiga, Alfredo Villegas Arreola, Sergio Torres
Félix, entre otros, identificados como vizcarristas, son una avanzada de este
grupo para abrir brecha, para el momento esperado.
Así
pues, la lucha por el poder dentro del PRI se dará en dos frentes: los
malovistas sin Malova en primera línea, pero con varios flancos empujando
fuertemente a Gerardo Vargas Landeros a la cabeza y por otro lado, los
vizcarristas con la esperanza de que el ex candidato se suba otra vez al rin.
¿Cuáles
serían los escenarios en función de la decisión que tome finalmente Vizcarra?
Se
tiene la creencia de que si declina, podría influir en la nominación de alguno
de los demás aspirantes visibles, dando por descartado al senador Aarón Irizar
López, de quien se dice opero en su contra,
siendo su coordinador de campaña en Ahome.
Para
los malovistas, el solo hecho de que no sea el empresario, ya es ganancia, pero
lo sería mucho mejor si el nominado fuera Vargas Landeros, quien, según su
grupo, ha logrado un posicionamiento sorprendente entre los sinaloenses a
través del programa Feria de Servicios del Gobierno por toda la entidad.
Lo
cierto es que la ausencia presente de Jesús Vizcarra Calderón por la
gubernatura de Sinaloa, tiene nerviosos a todos, lo que ha avivado toda suerte
de advertencias en contra de los sinaloenses, por los vínculos aparentes que
tiene con el narcotráfico.
De
que debe haber un acuerdo secreto entre el presidente Peña Nieto y Jesús
Vizcarra sobre la renovación de poderes en Sinaloa en junio del año entrante,
delo por hecho.
¿En
qué sentido? Solo ellos lo saben y nadie más, por aquello de las filtraciones,
de ahí el silencio y prolongación de la decisión final para la nominación
priista entre todos los alborotados.
Por
supuesto que, para ello, debe anteceder toda una valoración del entorno
político, económico, inseguridad y
violencia propiciada por los grupos delincuenciales, como también otras
alternativas de participación de la oposición, sin descartar las candidaturas
independientes y otra posible coalición partidista emulando al 2010.
En
fin, todas estas variables tendrán su impacto a la hora de que el PRI defina al
candidato. No falta mucho. Si logra la unidad con los amares y negociaciones
apropiadas, con o sin Vizcarra, ya la hizo.
Si no, se va a saber.
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