Conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador del 19 de agosto de 2021
NASHIELI RAMÍREZ HERNÁNDEZ, PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LA CIUDAD DE MÉXICO: Muy buenos días, presidente; muy buenos días todas, todos y todes.
Me permito compartir con ustedes los resultados de una consulta que realizó la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a nivel nacional para niñas, niños y adolescentes. Este es el segundo ejercicio que realiza la Comisión de Participación Infantil durante la pandemia.
El año pasado, en el mes, finales de mayo, principios de junio, realizamos una consulta que se llamó Infancias encerradas. En ese entonces esta consulta que nos sirvió para desarrollar una serie de acciones que precisamente tendrían que ver con lo que empezaba a dibujarse con apenas dos meses de confinamiento, de encierro de las niñas y niños, y que tenía que ver con el impacto en la salud mental, en la salud, sobre todo en las partes de convivencia de la población infantil.
En ese entonces, Infancias encerradas, relativo a la escuela, nos planteaba, por ejemplo, que el 28 por ciento de los niños y las niñas pensaban que iban a regresar a la escuela en dos meses; el 30 por ciento pensaba que iban a tardar un poquito más de dos meses, y el 40 por ciento no sabía cuándo regresaría.
Han pasado 18 meses y si para los adultos 18 meses nos pesan, nos pesa este tiempo de pandemia, yo nada más quiero que visualicen que para un niño o una niña de ocho años, 18 meses es el 20 por ciento de su vida, eso es lo que han pasado en el encierro, eso es lo que han pasado esperando el retorno a la escuela.
Otro dato que nos decía Infancias encerradas era que el 80 por ciento extrañaba hacer ejercicios en el exterior; el 78 por ciento extrañaba jugar con sus amigas y amigos, y el 70 por ciento extrañaba salir a la calle.
Imagínense ustedes, esto era en junio del año pasado, estamos empezando casi ya septiembre de este año y eso se ha ido acumulando en las niñas, los niños y los adolescentes.
En esta ocasión en el mes de julio a partir de esta, digamos, del primer ejercicio, la comisión decidió volver a convocar a otra consulta a nivel nacional, que llamamos Caminito de la Escuela.
En esta consulta participaron 37 mil 764 niñas, niños y adolescentes de todo el país, ellos entre los cinco años y los 17 años, tuvieron la oportunidad de hacerlo en un cuestionario en línea.
Y también participaron 267 niñas y niños en primera infancia, es decir, niños menores de siete años, de seis años, mandándonos dibujos, básicamente les pedimos: dibujen cómo se sentirían, cómo se sienten con el regreso a clases o el posible regreso a clases y nos mandaron casi 300 dibujos que nosotros igualmente analizamos.
El 37.9 por ciento de los que nos contestaron estaban en lo que se llama la edad normativa para primaria, es decir, de los seis años de edad hasta los 11 años de edad; el 28.6 por ciento en edad normativa para secundaria, de 12 a 14; y el 26.5 por ciento en nivel medio superior, es decir, de 15 a 17; y tuvimos una representación del tres por ciento de niños en preescolar, o sea, niños de cinco años.
El 2.4 por ciento de quienes nos contestaron refirieron tener alguna discapacidad y el tres por ciento refirieron tener ellos, hablar una lengua indígena o referir que en su casa o alguna gente de su familia hablaba una lengua indígena.
Representación de todos los estados, lo cual nos va dando oportunidad de generar 19 reportes estatales y los 16 de cada una de las alcaldías de la Ciudad de México.
Como verán, la participación nos da, digamos, una consulta robusta, una consulta sólida, igual que lo fue Infancias encerradas, en donde básicamente tenemos que la mayoría, el 83 por ciento de quienes contestaron la encuesta nos refieren que en algún momento regresaron a las aulas.
Acuérdense que en este país ha habido diversidad en los acercamientos, hubo un intento en mayo y en junio de regreso, y entonces el 83 por ciento nos contestó que en algún momento estuvo ahí.
Aquí hay diferencias dependiendo de los estados. Por ejemplo, la mayoría de ellos son de Jalisco, de San Luis Potosí, de Campeche, que son entidades que estuvieron, digamos, participando y que regresaron en algún momento a las aulas antes del ciclo escolar pasado.
El 75 por ciento de los que se autoadscriben como indígenas también refirieron que fueron a la escuela en algún… que no habían ido a la escuela, es decir, hubo más niños de autoadscripción indígena que refirieron que en algún momento regresan a la escuela, más que los niños y las niñas que no tienen autoadescripción indígena o que así no la recibieron.
Yo daré algunos datos. Este tipo de análisis que les hago sobre edad, niños con discapacidad, autoadscripción indígena, género lo van a poder encontrar con mayor detalle en el reporte a nivel nacional que ya está en disposición ahí en la comisión.
Pero déjenme darles algunos, que creo que son los datos más relevantes:
¿Quiero regresar a la escuela? Eso era la pregunta y siete de cada 10 nos dijeron: ‘Sí, sí quiero’, dos de cada 10 nos dijeron que no y uno de cada 10 no sabía si quería regresar o no, estaba indeciso.
Si nosotros analizamos por nivel educativo, los niños y las niñas de primaria son los que más quieren regresar y los que menos quieren regresar, en menor proporción, no es que no, no, no… sí tienen, de todos modos, proporción mayoritaria, son los adolescentes de educación media superior.
Así vamos y yo creo que es preocupante, dados los datos igual que nos está planteando y nos compartió el subsecretario Encinas.
Hay que tener cuidado con la franja adolescente y los niños a partir de estas cuestiones nos los están diciendo también.
Las mujeres prefieren más -ligeramente, no mucho, pero sí ligeramente- más que los varones regresar a la escuela, es decir, las mujeres queremos más regresar a la escuela un poquito más que los hombres.
¿Qué les hace feliz de regresar a la escuela?, les preguntamos y al 48 por ciento les hace feliz estar con sus amigas y sus amigos; al 37 por ciento entender mejor lo que se les enseña; al 26 por ciento que le den clases sus maestros o maestras y al 22 por ciento lo que les hace feliz tan simple y llanamente es salir de casa.
Si lo vemos por nivel igual de escolaridad en tipo de estos corchetes de edad, los niños y las niñas de preescolar les hace más feliz estar con amigos y entender mejor clases; las adolescentes, estar con sus amigos es el primer lugar, igual que salir de casa; a los niños de secundaria dejar de usar la computadora para aprender es de las cosas que las hace más feliz del regreso a clases.
Los niños con discapacidad intelectual, por ejemplo, les hace feliz poder estar con sus amigos y a los de discapacidad motriz múltiple y auditiva les hace feliz salir de casa.
Les preguntamos también: ¿qué les preocupaba de volver a la escuela?
Y la mitad nos dice que las personas que estén en la escuela no usen cubrebocas, el 28 por ciento que vuelvan a cerrar la escuela, otro 28 por ciento que ellos o cualquier otra persona se enferme de coronavirus, y al 18 por ciento no poder abrazar a sus amigos y a sus amigas.
Cuando están, y es increíble, los niños de preescolar, la mayor incidencia, está en la preocupación por no usar cobrebocas; cuando estamos hablando, digamos, de niños de mayor edad, todos están preocupados porque se vuelva a cerrar la escuela; y en la parte de secundaria y la escuela de nivel medio superior decir que haya incertidumbre en volver al cierre.
¿Qué nos dicen los dibujos?
Rápidamente, los dibujos que recibimos, en un análisis que tiene ver con el tipo de trazo, que es cómo se dibujaban, básicamente representan alegría. Se ve y lo dibujan jugando entre ellos, hacen referencia mucho a actividades lúdicas al aire libre; la mayoría de ellos se dibuja con tapabocas y hacen mucha alusión a actividades de autocuidado, dibujan el gel, se dibujan a distancia, o sea, entienden perfectamente que su regreso a la escuela no va a ser el mismo al regreso a la que dejaron en marzo del 2020 y que requieren de hacer mayores cuestiones.
En este ejercicio que hicimos, también convocamos a algunos grupos de consulta abierta y aquí hay un ejemplo de cómo está la diferencia en términos de la comunidad escolar, es decir, una comunidad que está formada por niñas, niños y adolescentes, y también por maestros y también por padres de familia, hay una diferencia en cómo están percibiendo el regreso a clases.
En estas consultas, las consultas que tuvimos con niñas y niños eran consistentes con la encuesta y los dibujos. Había más felicidad, emoción, que otro tipo de sentimientos. La expectativa de ver compañeros, de ver maestros emocionados; sobre todo, la parte de estrategias de autocuidado, muy presentes en la visión de estos niños pequeños, estamos hablando de niños de cuatro, cinco, seis años de edad.
Por su parte, los docentes marcaban incertidumbre, temor, pero también felicidad y emoción por volver a clases, entusiasmo y disposición, y sobre todo demandaban también la ayuda en términos de manejo emocional, tanto para ellos como para poder trabajar con los niños y las niñas en este entorno; el hecho de claridad en cómo iban a regresar, eso fue lo que nos reportaron en estos grupos.
Y por su parte, en otro camino, las madres, los padres y los responsables de crianza, la sensación que más nos reportaron fue de miedo, fue de incertidumbre, de preocupación y básicamente la demanda de protocolos e información.
¿Qué nos deja en términos generales la consulta Caminito de la Escuela?
Básicamente los niños y las niñas y los adolescentes de nuestro país tienen muy claro y viven las varias funciones de la escuela. De entrada, la función social, cuando demandan que lo más que quieren es estar con sus compañeros y lo necesitan, también la necesidad de cambiar las mecánicas de aprendizaje, es decir, básicamente los pesos que tiene y ha tenido la educación a distancia.
Nos demandan también el ver, y eso es importantísimo, la importancia del trabajo en contención y la claridad que tienen en cómo el regreso va a ser un regreso diferente.
No podemos hablar de comunidad escolar y no podemos hablar de la escuela si no hablamos de todos los que están involucrados en la comunidad escolar y la discusión, y esta discusión se ha dado en muchos terrenos, dejando a un lado a quienes son un actor protagónico del regreso a clases, que son las niñas, los niños y los adolescentes. Respetar su derecho a participar y a que su opinión sea escuchada y tenida en cuenta es una obligación de las familias, de la sociedad y del Estado frente a cualquier decisión que los afecte.
Por lo tanto, esperamos que esto, estas voces, estas más de 40 mil voces de niñas, niños y adolescentes aporte, no a una discusión si se regresa o no, yo creo que los datos son contundentes, hay que regresar, lo tenemos que hacer es ver cómo regresamos.
Muchas gracias.
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