19 mar 2006

Erythroxylum coca

Tal y como lo prometió el presidente de Bolivia Evo Morales ha prometido una campaña internacional para legalizar la hoja de coca (Erythroxylum coca) e industrializar su producción.

Y en la reciente sesión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, celebrada esta semana en Viena, su Gobierno pidió formalmente despenalizar su cultivo, empero, la medida fue acogida con frialdad por representantes de los 53 países miembros.
La petición de Bolivia fue presentada ante el pleno de ministros y altos representantes de la Comisión por Félix Barra, viceministro de Desarrollo Integral y de la Coca. “La hoja de coca no debe confundirse con la cocaína”, dijo, al explicar que esa planta es “un elemento sagrado y cosmológico” de la población indígena de su país.

Los integrantes de la Comisión debatieron desde el pasado lunes 13 hasta el viernes 17 de marzo sobre la ampliación de los proyectos de desarrollo alternativo para los agricultores de los países en desarrollo que dejan los cultivos ilícitos, como la coca y la amapola.
Antonio Maria Costa, director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD), instó a la comunidad internacional a brindar más apoyo para que los campesinos puedan dejar esos cultivos, dándoles la posibilidad de vivir de otros recursos.
“La comunidad internacional debe adquirir la sabiduría necesaria para luchar contra las drogas y la pobreza al mismo tiempo, con el fin de eliminar las causas y los efectos de ambos flagelos”, señaló.
Barra coincidió ayer con las palabras de Costa y dijo que “lo fundamental es que la comunidad internacional aumente su cooperación (con Bolivia)”. “De lo contrario puede haber graves consecuencias, de las que Bolivia no sería responsable”, advirtió.“No queremos que nuestro país esté implicado en asuntos terribles como algunos de nuestros países vecinos andinos”, señaló Barra en alusión a la lucha contra el narcotráfico y los cultivos ilícitos en Colombia y Perú.
En Bolivia, dijo el viceministro, “hasta la actualidad se está racionalizando la producción de la hoja de coca sin violencia, sin violación de los derechos humanos, con toda tranquilidad, consensuando con las comunidades” campesinas.
¡Pero la despenalización no será tarea fácil!

En el informe 2005 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, con sede en Viena, quedó claramente el posicionamiento.

Dice el informe:
415. En Bolivia, las tensiones políticas y sociales han limitado gravemente la capacidad del Gobierno para hacer frente al aumento del cultivo de arbusto de coca; además, la política de erradicación se ha visto socavada por acuerdos de corto plazo con los cultivadores de coca.

La ONUDD calcula que en 2004 la superficie de cultivo ascendió a 27,700 hectáreas en ese país, lo que representa un aumento del 17% respecto del total de 2003; el 41% de dicha superficie se hallaba en parques nacionales.

En 2004 se erradicaron 8,437 hectáreas de cultivos de arbusto de coca, menos que en cada uno de los tres años anteriores. El aumento del cultivo se registró principalmente en Chapare, y se estima que en esa zona el rendimiento de la hoja de coca duplica con creces el de cualquier otra región del país; más del 50% de este aumento se produjo a expensas de las zonas boscosas.
394. Preocupa a la Junta que los gobiernos de algunos países de América del Sur, en vista de las dificultades observadas para combatir el cultivo ilícito y el narcotráfico, vengan considerando la posibilidad de reducir sus esfuerzos de lucha contra esas actividades delictivas, con lo que crean una impresión errónea en el público. La Junta insta a todos los gobiernos a que velen por la plena aplicación de las disposiciones de la Convención de 1961 relativas al cultivo y la producción ilícitos y al tráfico de drogas.
395. Al mismo tiempo, la Junta considera que las medidas encaminadas a aliviar la pobreza, acompañadas de esfuerzos sostenidos de represión para prevenir el resurgimiento de los cultivos ilícitos, son indispensables para lograr una reducción duradera de la producción de coca u otros estupefacientes en América del Sur.

Aunado a ello el Informe del Departamento de Estado del año 2005 dice que Perú y Bolivia, que habían reducido sustancialmente su producción de coca, ahora enfrentan "campañas de retroceso''. ''El desafío proviene de un creciente aumento de asociaciones activas de cocacaleros que vinculan el cultivo de la coca con temas de identidad cultural y orgullo nacional'.

"Estos sindicatos de campesinos, a menudo explotados por los intereses de los narcotraficantes, glorifican el cultivo de la coca y el consumo como una antigua tradición indígena sagrada que debe ser protegida en contra de esfuerzos internacionales orientados a destruirlas''.

Hugo Chávez por la "industrialización de la hoja de coca.

Esta semana el presidente Chávez sugirió que los venezolanos podrían comenzar a elaborar pan hecho en parte con harina de hoja de coca para apoyar el empleo legal de ese cultivo y combatir el narcotráfico, al tiempo que reiteró : "La (hoja de) coca no es lo mismo que la cocaína''.

Chávez tuvo esa ocurrencia - dice él- cuando vio un noticiero de televisión en donde se difundió la idea de fabricar pan de coca, que ha ganado la popularidad entre algunos en Bolivia y Perú.

Y es que el candidato presidencial peruano Ollanta Humala - su aliado-, ha sugerido que de ser elegido distribuiría pan elaborado con harina de coca como parte del desayuno escolar para los niños pobres de su país.
Chávez mencionó la idea de hornear pan incluyendo polvo de coca: "pudiéramos intentarlo aquí dentro de ese esfuerzo por, bueno, quitarle la satanización a ese producto que nuestros indígenas desde hace siglos están produciendo'.

En Colombia recientemente una pequeña empresa comenzó a comercializar una bebida gaseosa hecha del extracto de hoja de coca.
Y es que la hoja de coca tiene varios usos; actualmente hay un mercado legal; lo más ´sencillo es venderla como hojas que pueden ser masticadas, elaboradas en infusiones semejantes al té y usadas en ceremonias religiosas por las tribus andinas. Y además para uso medico.

Pero, el informe de la Junta de Estupefacientes es claro: hoy la hoja de coca cosechada se utiliza para la fabricación ilícita de cocaína

En el reporte estratégico de control de las droga del año 2005 elaborado por el Departamento de Estado de EE UU, se afirma que la rentabilidad es alta. Una tonelada métrica que cuesta al salir de Colombia $3 millones de dólares en EE UU se cotiza en $100 millones. Y al venderse a $100 el gramo las 329 toneladas métricas de cocaína que se confiscaron en México y América Latina en el 2005, podrían costar $30,000 millones de dólares.

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