15 mar 2006

La iniciativa Sauri

La Senadora Dulce Maria Sauri Riancho del la bancada del PRI presentó el día de ayer un verdadero misil, una iniciativa, que de entrada esta causando polémica, se trata de reformas y adiciones a la Ley Federal de Transparencia y acceso a la Información.

El objeto de la Iniciativa consiste en establecer un mecanismo de acceso a la información médica concerniente al Presidente de la República y otros servidores públicos, entre ellos el Gobernador del Banco de México, el Presidente del Consejo General del IFE; el Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y el Procurador General de la República.

El misil esta en la exposición de motivos; y en el fondo esta dirigida al presidente Fox; dice la senadora:

A lo largo de la historia, el estado de salud de los líderes y gobernantes ha sido un tema relevante en el ámbito del estudio de lo público para analizar los procesos de crisis y transición, derivados del debilitamiento o relevo de liderazgos políticos por motivos de salud....,

(Menciona los casos de )Woodrow Wilson y Franklin Delano Roosevelt , Leonid Brezhnev, John F. Kennedy, quien padeció del mal de Addison (insuficiencia renal) y tenía una seria lesión en la espalda, lo que le obligaba a tomar anfetaminas y tranquilizantes, situación que no fue del conocimiento público hasta fines de 2002, a partir de una investigación del biógrafo e historiador Robert Dallek.
Añade el caso de la enfermedad que padeció y ocultó durante 10 años el Presidente francés Francois Mitterand....
El caso del ecuatoriano Abdalá Bucaram y del Presidente nicaragüense Arnoldo Alemán, que enfrentó la intención del parlamento de esa nación (promovida por legisladores de su propio partido) para examinarlo médicamente y determinar su aptitud mental para gobernar, en medio de constantes denuncias de abuso de autoridad. etc.
Dice que México no ha estado exento de este debate.
Hace poco más de 40 años, el tema de la salud del Presidente ocupaba la atención de la opinión pública nacional.
Durante la última etapa del mandato del Presidente Adolfo López Mateos, corrían versiones de que padecía de migrañas crónicas que le obligaban a permanecer en reposo constante y a despachar asuntos oficiales en habitaciones aisladas de luz y ruido.
Menos de un año después de dejar la Presidencia de la República y cuando se desempeñaba como Presidente del Comité Organizador de los XIX Juegos Olímpicos que tendrían lugar en 1968, López Mateos sufrió un ataque cerebral.
Un primer diagnóstico médico hecho por los doctores Beltrán Goñy y Gregorio González Mariscal, mostró la existencia de un aneurisma cerebral.
Tras una intervención quirúrgica que la fue practicada el 26 de noviembre de 1965 en el hospital Santa Fe de la Ciudad de México, el diagnóstico se agravó al detectársele 7 aneurismas cerebrales que resultaron en una agonía de cuatro años, de los cuales pasó los últimos dos en estado de coma, muriendo el 22 de septiembre de 1969.
Tras su muerte surgieron interrogantes sobre la afectación que tan grave padecimiento pudo haber tenido en el desempeño de sus tareas de gobierno -particularmente en el último año- así como en la sucesión presidencial de 1964. El caso de Adolfo López Mateos no es sin embargo el único que atañe a los mexicanos.
Durante el actual gobierno, el tema de la salud del Presidente de la República se ha convertido en una preocupación no sólo de la opinión pública sino de la gran mayoría de actores del sistema político.
El 15 de marzo de 2003, en el Hospital Central Militar, el Presidente Vicente Fox fue intervenido quirúrgicamente de una hernia discal que le había sido detectada de manera sorpresiva apenas unos días antes, en una operación que obligó a anestesiar al Primer mandatario por aproximadamente cuatro horas.
En ese momento, nuestro país era miembro temporal del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el día en que fue intervenido el Presidente -así como en los inmediatamente posteriores- se debatió el curso de acción que seguirían los Estados Unidos en su conflicto con Irak, nación a la que se le presentó de manera unilateral un ultimátum -el día 18 de marzo- para ser atacada dos días después.
Sin dar mayores elementos informativos que permitieran explicar la urgencia de la operación del Jefe de Estado mexicano, en un momento crítico para el mundo y para nuestro país ante los compromisos internacionales que enfrentábamos, la Presidencia de la Republica dispuso que durante la inconciencia (por anestesia) del Primer Mandatario, los Secretarios de Estado de los despachos de Gobernación y de Relaciones Exteriores asumieran el pleno control de los asuntos a su cargo, incluyendo en este último caso, las negociaciones en marcha en el Consejo de Seguridad.
Ese mismo año, apenas un mes después, la salud del Presiente volvió a ser tema de interés en la opinión pública nacional.
El 14 de abril el periodista Raymundo Rivapalacio publicó en su columna Estrictamente Personal que el Presidente de la República, Vicente Fox, sufría serias depresiones "para lo cual, cuentan, se le tiene recetado (el milagroso) Prozac". Esa versión periodística fue comentada en los días siguientes por otros periodistas (como Katia D'Artigues y Carlos Ramírez).
Cinco meses después, el 25 de septiembre de ese año, el tema afloró de nuevo en la opinión pública -de manera por demás abrupta-, cuando durante una entrevista ante la cadena televisiva norteamericana Univisión, el periodista Jorge Ramos cuestionó al Presidente de la República si los mexicanos tenían "el derecho de preguntarle a usted si toma antidepresivos. ¿Es legítimo?". Al responder el Presidente que sí lo era, Ramos cuestionó: "¿Toma usted Prozac?".
A la contundente respuesta negativa del Presidente se sumó la súbita interrupción de la entrevista, evidenciando la molestia personal del Primer Mandatario con un cuestionamiento que, sin embargo, lejos de ser impertinente, reflejaba la inquietud válida y legítima que en los medios informativos nacionales e internacionales surgió por la aparente relación que guardaban las versiones de una supuesta medicación antidepresiva de Vicente Fox y lo que algunos analistas reconocían como variaciones significativas en el estado de ánimo del primer mandatario.
Ambos hechos, relacionados con la salud del Presidente, avivaron un debate tan intenso como indispensable sobre la necesidad de conocer el expediente clínico del Jefe de Estado mexicano.....,
"Un antecedente inmediato en torno a la solicitud de información sobre el tema lo constituye la petición que hizo la revista Proceso a la Presidencia de la República sobre los medicamentos adquiridos para el Presidente y su familia entre el año 2001 y 2004.
Con esta solicitud presentada en el marco de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la revista Proceso daba seguimiento a un reportaje periodístico publicado el 25 de junio de 2005 bajo el título En duda la Salud Presidencial, en el que se recogían distintas versiones y aseveraciones sobre el estado de salud del primer mandatario y los medicamentos que este supuestamente consumía.
La solicitud de la revista fue respondida de manera incompleta por la Presidencia de la República, informando únicamente del monto gastado en los medicamentos, omitiendo sus nombres.
Por tal motivo la revista se inconformó ante el Instituto Federal de Acceso a la Información, solicitando su intervención.
El 14 de julio de 2005, sin embargo, el IFAI determinó que la Presidencia de la República no estaba obligada a entregar los nombres de los medicamentos.
Juan Pablo Guerrero Amparán, Comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información, determinó en su ponencia sobre la resolución, que la Presidencia de la República debía declarar la inexistencia de los documentos solicitados, pues al ser los medicamentos de uso personal, se estaría hablando de datos personales y por tanto, confidenciales...."
Fin de la cita
Las reacciones son varias: el tema esta en todos los medios, por lo pronto la Presidencia de la República dio la bienvenida a la iniciativa.
Dijo el vocero Rubén Aguilar ante la pregunta de Marissa Rivera, de Televisa.
-Vocero: Bueno, es una iniciativa de esta senadora del PRI sobre la pertinencia o no de dar lugar a la discusión, el Senado de la República tendrá que decidir sobre lo mismo y en su caso ellos habrán de discutirlo.
Y, como ustedes saben, la Presidencia de la República sobre procesos legislativos no tiene ninguna opinión hasta que esté resuelto el propio proceso.
Hay una iniciativa, todavía no entra a discusión y la decisión de si entra o no será de la propia Cámara de Senadores.Lo que sí podemos decir a nombre de la Presidencia de la República es que todo aquello que profundice la transparencia y la rendición de cuentas siempre es bienvenida por la Presidencia de la República.
Este miércoles 15 de marzo, el periódico El Imparcial publica la segunda parte de una entrevista al Presidente Fox.
Jorge Morales, subdirecto del periódico pregunta:
Señor Presidente, ¿cómo se siente usted físicamente ahora que ya está al final de su sexenio, físicamente?
Presidente Fox: Bien, entero, además muy confiado porque ahora sí, como dicen en mi tierra, el trabajo todo lo vence. Cuando se trabaja se cosecha. Hubo quienes plantearon muchas dudas en el segundo año, en el cuarto, hubo quienes se mofaron y se burlaron que en este sexenio se nos iría en blanco, al final, la verdad va a flotar y al final los datos duros van a hablar. Yo me siento confiado, porque en conciencia he hecho mi mejor esfuerzo, he entregado cada segundo, cada minuto de mi tiempo a la causa de México, he trabajado incansablemente lleno de ánimo, he podido ir de la mano con los que se esfuerzan por sacar adelante al País y eso se llena de confianza de que por esfuerzo no quedó, por coordinación, cercanía con la gente, no quedó.
Pero Morales, insiste!: ¿Físicamente cómo se siente? Se dijo que tenía que tomar ...
Presidente Fox: Perfectamente bien, entero, seguro, voy a entregar de aquí a que termine el sexenio...
Nuevamente lo inquiere: Se dijo que tenía que tomar Valium, antidepresivos...
Presidente Fox: (molesto): Ya no te contesto eso, mejor.
Y cambiaron de tema...

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