Documental
- La “guerra sucia”: Vivos los llevaron; vivos los queremosLuciano Campos Garza, reportero.
Avalada por el comité Eureka, la cinta, de más de dos horas de duración, busca relanzar la lucha de los activistas que no han encontrado a sus parientes, así como concientizar a los jóvenes sobre ese episodio negro en la historia del país.
“Hay algunos países de América Latina en los que no se conoce lo que ocurrió en México: la historia de los desaparecidos y la lucha de las madres, esposas, hijos, hermanos por encontrar a la gente que fue secuestrada. Parte de esto trata Vivos los llevaron; vivos los queremos, de remover conciencias y denunciar lo que ocurrió. Esperamos que quede como un testimonio histórico”, explicó Serna Reyna.
En la entrevista, Rosario Piedra Ibarra --hija de la senadora Rosario Ibarra, coordinadora de Eureka--, señaló que este trabajo mantiene la esperanza en la lucha de los desaparecidos que emprende el Comité Prodefensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos.
Rosario Piedra, conocida como La Muñeca, dijo: “Como familiares nos interesa mucho que nuestro testimonio se dé a conocer, porque ya se ha hecho público, se han tocado puertas, de la justicia mexicana. Cuando Cecilia nos propuso su idea, con mucho gusto la recibimos y la apoyamos”.
La actual senadora por el PT tiene una participación importante en la película, al hablar, como primera entrevistada, de la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, conocido como El Guly, un estudiante de medicina secuestrado en Monterrey el 18 de abril de 1975 y a quien no han vuelto a ver hasta ahora.
La propia Rosario Ibarra, como una de las “doñas” –así se llama a las madres que participan en el movimiento--, dio su testimonio de la infructuosa búsqueda de su hijo.
Serna, quien nació en Monterrey, tiene una historia relacionada con la familia Piedra Ibarra. El doctor Jesús Piedra Rosales, esposo de doña Rosario y padre de Jesús, fue médico de la familia Serna.
En aquella época ocurrió el secuestro de don Jesús, a quienes los agentes judiciales le quisieron sacar a golpes el paradero de El Guly, quizá el más conocido de los desaparecidos políticos. La tortura provocó al médico una fractura en la columna vertebral.
“En mi casa siempre se habló del tema de la guerrilla y siempre tuvimos un afecto especial por el médico Piedra. Crecí escuchando estas historias como si fueran una leyenda urbana. Me había reunido con alumnos para hacer un cortometraje y luego me surgió el interés por hacer algo más grande como un largometraje”, señaló.
“Una mañana, platicando con mi mamá, surgió la idea de que hiciéramos algo sobre la época del doctor Piedra y su familia, quienes han estado reclamando a los desaparecidos. Esto era finales de 2004 y yo era una ignorante del tema. Así, me metí a la página de Eureka y me sorprendió lo que vi”, añadió,
La maestra Serna encontró que fueron reportados 557 desaparecidos durante poco más de una década, de los que 128 han regresado a la escena pública.
TestimoniosEl filme, videograbado en formato digital, con un costo de 150 mil pesos, demoró dos años en su producción, de marzo de 2005 a agosto de 2007, y se presentó el pasado 17 de agosto en la sección social del Tercer Festival Internacional de Cine de Monterrey (FICMTY), que recién concluyó en esta ciudad.
Antes de la exhibición, Rosario Ibarra de Piedra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, ofreció una conferencia de prensa, en la que felicitó a la autora del documental y expuso el sufrimiento por el que han pasado personas que, como ella, tienen familiares desaparecidos.
El proyecto fue respaldado con recursos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, donde la realizadora da clases.
Serna, quien había tenido como experiencia un corto, que escribió y dirigió, realizó la película junto con cinco alumnos, los cuales fueron codirectores en el trabajo: Carlos Lenin Treviño, Annia Flores, Carlos Padilla, Silvia Patricia Sauceda y Carlos Carranco.
La película es una pieza documental de corte político, en el que se entremezclan entrevistas con protagonistas de aquellos años, como guerrilleros, combatientes y familiares, con recreaciones que hicieron los alumnos y para los que la maestra les dejó absoluta libertad.
Algunas de estas recreaciones contienen pasajes surrealistas y refinamientos estilísticos que, según Serna, ayudan a una mejor comprensión de la historia.
La narración es ágil, aunque algunos testimonios son prolongados, y captados por una cámara que los observa desde un solo ángulo. Las entrevistas están intercaladas con la presentación de recortes de periódicos de la época, fotografías e imágenes alusivas a los acontecimientos.
Serna y sus alumnos hicieron 14 entrevistas, entre las que figura una con la escritora Elena Poniatowska. Los productores incluyen también tres testimonios inéditos de personas secuestradas por agentes del gobierno, la Brigada Blanca, que sobrevivieron a esa pesadilla.
Además, hacen varias recreaciones, con actores locales, de acontecimientos de aquella época.
Después de su exitosa presentación en el FICMTY, Serna la presentará en otros festivales internacionales, antes de buscar canales de distribución.
“Yo no busco ningún lucro con este documento. Me siento muy comprometida con los familiares de los desaparecidos. Lo que buscamos es que sea vista por el mayor número de personas posible. Si conseguimos mover por lo menos una conciencia, me doy por bien servida”, dijo.
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