20 may 2008

El sagrado Corán



“Quiero hablar directamente a los musulmanes en EE UU y de todo el mundo. La falta de respeto al sagrado Corán no es, ni ha sido, ni será nunca tolerada” Condelezza Rice, Secretaria de Estado, durante una comoparecencia ante un subcomite senatorial.
El presidente George W. Bush ofreció disculpas al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, por el caso del soldado estadounidense que utilizaba un libro del Corán como objetivo para sus prácticas de tiro en la base de Radwaniya a 45 kilómetros de Bagdad.
"El presidente se disculpó en nombre de E UU Estados Unidos… y prometió llevar al soldado ante los tribunales", según un comunicado iraquí.
El primer ministro recibió las excusas respecto a la ofensa al Corán, explicó el gabinete de Al Maliki en un comunicado difundido por la televisión pública Al Iraqiya.
Un día antes -lunes 19 de mayo-, el Partido Islámico de Irak exigió un castigo ejemplar. El partido más importante entre los suníes, liderado por el vicepresidente suní iraquí, Tareq al Hachemi, expresó su "consternación y resentimiento" y pidió "la pena más dura" con el fin de que este caso "sirva de ejemplo para otros que puedan cometer actos parecidos".
El soldado, líder de la sección de francotiradores y cuyo nombre no fue difundido, disparó al Corán el 9 de mayo, según testigos y el libro sagrado musulmán tiroteado fue hallado dos días después, según fuentes militares.
El efectivo fue relevado de su puesto, recibió una reprimenda de su comandante general, fue despedido de su regimiento y reasignado a EE UU.
El segundo comandante de mayor rango de EE UU en Irak, el teniente general Lloyd Austin, se disculpó previamente ante el presidente del Parlamento, Mahmoud al Mashadani.
El parlamentario opinó que la conducta del militar que disparó contra el Corán "fue individual", pero expresó su preocupación de que el incidente sea "mal empleado" para otros fines, por lo que esperó que estas actitudes de "soldados imprudentes no se repitan".
Casos anteriores de ofensas al Corán han desatado protestas violentas de la comunidad musulmana en todo el mundo, los caso de 2005 son significativos. Ese año un reportaje de los periodistas Michael Isikoff y John Barry de la revista Neswwek del domingo 9 de mayo, donde afirmaron que según investigadores militares estadounidenses habían encontrado evidencias de que los interrogadores en Guantanmo habían colocado copias del Corán en lavaderos y habían arrojado libros sagrados en un excusado, con el propósito hacer hablar a prisioneros.
En cuanto se enteraron los seguidores de Islam, y a sólo dos días de la publicación los estallidos de violencia no se hicieron esperar, hubo varios muertos y heridos recuerdo, sobretodo en kabu y en la Franja de Gaza. Y todo se debió a una irresponsabilidad de los reporteros que no confirmaron bien sus fuentes. Entonces, la revista Newsweek se disculpó por errores en el reportaje que afirmaba que interrogadores en el centro de detenciones estadounidense en Guantánamo profanaron el Corán.
Y es que en los países islámicos, los insultos al Corán y al profeta Mahoma son considerados blasfemias. El castigo es la pena de muerte; en Pakistan, por ejemplo, existe la ley sobre la blasfemia introducida en 1986; la secciones 295 B y C del Código Penal se refiere a las ofensas al Corán, castigadas incluso con cadena perpetua, mientras que la sección 295-C prevé la pena de muerte o cadena perpetua a "cuantos con palabras o escritos, gestos o representaciones visibles, con insinuaciones directas o indirectas, insultan el sagrado nombre del Profeta".
En los EE UU, por ejemplo, gracias a la ley prohibiendo la blasfemia, grupos religiosos han logrado hacer prohibir en varias bibliotecas escolares libros que, a su juicio, insultaban a su Dios.

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