Calderón avaló
Jesusa Cervantes, reportera
Publicado en la revista mexicana Proceso # 1738, 21 de febrero de 2010
Felipe Calderón conocía desde el principio las negociaciones de su secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, con los dirigentes del PRI y del PAN para aprobar la reforma fiscal. Según operadores de Ulises Ruiz, el presidente incluso autorizó que el PAN se comprometiera a no hacer alianzas electorales en los estados a cambio de que el PRI apoyara el incremento del IVA. El incumplimiento de este acuerdo por el dirigente panista César Nava provocó que se revelara el acuerdo.
El 20 de octubre de 2009, cuando estaba en curso la discusión del aumento a los impuestos en la Cámara de Diputados, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, convocó a una reunión en sus oficinas para afianzar los acuerdos con el PAN y el PRI.
Asistieron los presidentes del PAN, César Nava, y del PRI, Beatriz Paredes, así como los gobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz, y del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en cuya agenda estaba la discusión sobre la propuesta de evitar las alianzas electorales.
Después de que Gómez Mont ofreció que el PAN no se aliaría con otras fuerzas políticas en varios estados, tomó el teléfono y dialogó brevemente con Felipe Calderón. Le dijo:
–Presidente, estamos hablando el tema de las alianzas y del paquete fiscal. ¿Se ratifica el compromiso?
Enseguida colgó y les confió a los presentes: “Tienen ustedes la palabra del presidente, y si no se cumple me comprometo a renunciar”.
La reunión fue descrita con detalles por un operador del mandatario oaxaqueño. Esta fuente estuvo al tanto de la negociación que condujo Gómez Mont, quien asegura que Calderón no se enteró del pacto hasta enero, a diferencia de Nava, que lo conocía desde antes.
A decir de operadores de Ulises Ruiz en la Cámara de Diputados, como el legislador oaxaqueño Elpidio Concha, Calderón también estuvo enterado desde el principio del pacto que estableció su secretario de Gobernación con los dirigentes del PRI y del PAN. “¡Por supuesto que lo sabía, hombre!”, afirma Concha.
Concluido el encuentro entre Gómez Mont, los dirigentes partidistas y los gobernadores, Ruiz se comunicó por teléfono celular con el mismo operador que proporcionó los detalles de la reunión, para darle instrucciones de que impulsara el acuerdo sobre el aumento a los impuestos:
Recuerda que el gobernador oaxaqueño le dijo: “Vamos con el IVA, acabo de negociar este tema de que no habrá alianzas del PAN en el estado, así es que opera por el sí al IVA”. Dice que, aún incrédulo, le advirtió: “No te van a cumplir, Ulises”, pero éste insistió: “Sí, vamos a darles el beneficio de la duda. Tú empuja por el IVA”.
Para entonces la mayoría de los 237 legisladores priistas había rechazado públicamente el incremento al impuesto, pero ese mismo día, después de seis horas de discusión interna, la fracción accedió. Incluso votaron a favor los legisladores de Oaxaca que en 2004, desde la misma curul, se negaron a avalar el IVA propuesto por el entonces presidente Vicente Fox.
Una de las estrategias del PRI para no responsabilizarse del aumento al IVA, y con ello terminar de convencer al resto de los legisladores, fue solicitarle al gobierno federal un oficio fechado un día antes –el 19 de octubre–, en el que el subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribeña, ante la negativa generalizada de un nuevo impuesto de 2%, propusiera la alternativa de incrementar el IVA de 15 a 16%.
Traicionados
El diputado Jorge Carlos Ramírez Marín señala que las discusiones sobre las alianzas y el paquete económico sólo se “vincularon” al llegar a la Secretaría de Gobernación.
–¿El tema de las “no alianzas” tuvo que ver con la aprobación del paquete económico? –se le plantea directamente.
–Creo que no. Corrieron en vías paralelas. Yo lo definiría de esta manera: nosotros (los diputados priistas) no tenemos ninguna promesa que reclamarle al secretario de Gobernación. Creo que de alguna manera se habrán vinculado al llegar Gobernación a intervenir en la discusión del paquete económico para reforzar los esfuerzos de Hacienda, como además está obligada por ley.
“Pero no tenemos ninguna constancia de que haya habido un ‘dame 1% más de IVA y te voy a dar el que no haya ninguna alianza en ningún lugar’. Creo que además Gómez Mont no tenía ni facultades ni posibilidades para ofrecer eso… y el PRI no es ingenuo.
Entrevistado en el impasse de las negociaciones entre los diputados priistas y el gobierno federal para impedir la aprobación de una controversia contra el gobierno federal por abrir los contratos de riesgo de Pemex a la iniciativa privada y trasnacionales petroleras, Ramírez Marín enfatiza que Gómez Mont, Francisco Rojas (líder de la fracción priista) y Beatriz Paredes han dado versiones disímbolas.
“Son diferentes actores de una misma obra y están muy marcados según de qué lado de la obra están participando. Gómez Mont dice que hubo una negociación, pero también sostiene: ‘lo hice a espaldas del presidente’. Yo me pregunto qué secretario de Gobernación puede hacer un acuerdo de esa naturaleza a espaldas del presidente. ¡No le creemos!”
Además, dice que si bien Francisco Rojas aceptó que “hablamos y empujamos en dos sentidos, nosotros por el lado de la equidad electoral y ellos por la necesidad fiscal y deficiencia estructural de la economía, nunca dijo: ‘Pactamos el 1% y me das cero alianzas’.
“Lo mismo dijo Beatriz (Paredes), que por cierto sí podría hablar y acordar ese tipo de cosas con el secretario de Gobernación como presidenta del partido. Confluyeron (los temas de ‘no alianzas’ y del paquete fiscal) en la Secretaría de Gobernación, en una conversación, en un tema. Pero de ahí a que… pues es muy diferente a confluir en un acuerdo, porque estaríamos hablando de un intercambio, de ‘tú me das no alianzas y yo te doy el 1% de IVA’. Eso nunca se estableció en esos términos, eso es indigno y no hubo ni ha habido ninguna condición de indignidad en nuestra relación con la Secretaría de Gobernación.”
Ramírez Marín sostiene que Gobernación debe establecer acuerdos, y los ha habido con la dirigencia partidista, “pero no con la bancada del PRI” en la Cámara de Diputados.
Así fue. Beatriz Paredes reconoció haber pactado con Gómez Mont que el PAN no haría alianzas electorales en entidades como Oaxaca y el Estado de México.
Enrique Peña, el gobernador mexiquense, confirmó: “Fue un acuerdo general tomado... que se tomó entre los partidos y, bueno, hoy vemos después de pasar el tiempo… pareciera que hubo una omisión, que hubo un olvido a este propósito de mantener fidelidad y lealtad a las condiciones partidarias, y que hoy se observan distintas alianzas”.
Paredes argumentó que “el gobierno no podía pedirle al PRI alianzas para cuestiones legislativas y cuestiones de desarrollo, y por otro lado ignorar al PRI y distorsionar la competencia electoral”.
Posteriormente consideró que la renuncia de Gómez Mont a su militancia panista tras revelar el pacto “ha generado mucha confusión”, por lo que pidió al dirigente nacional del PAN, César Nava, “explicar los alcances de los acuerdos”.
Ramírez Marín retoma el comentario. Dice que “eso es lo que genera la confusión” del PRI sobre quién está dialogando y acerca de la validez de su interlocutor en Gobernación, sobre todo cuando Gómez Mont sostiene que el presidente no se entera de sus acuerdos.
–¿Qué otros acuerdos existen que ustedes teman que no les cumplan?
–Creo que el tema, más que el no cumplimiento, es la validez de las negociaciones. Es decir, ¿con quién estamos hablando? Si el secretario de Gobernación dice: ‘es que yo no le informo al presidente de la República’, entonces vuelvo a preguntar: ¿con quién estamos hablando? Porque el chiste es que las cosas le lleguen al presidente.
–¿Y las revelaciones que se han hecho sobre este pacto no hacen ver a los políticos como cínicos?
–Hacen que los políticos se vean ineficientes. Si efectivamente hiciste un pacto y no pudiste hacer que se cumpla, eres un ineficiente. Si efectivamente hiciste un pacto y no tuvo una repercusión positiva en lo que estabas buscando, eres un ineficiente.
Entrevistado por separado, el diputado oaxaqueño Elpidio Concha insiste en que Calderón siempre estuvo enterado del acuerdo contra las alianzas, pero también señala que los legisladores no formaron parte de la negociación ni mucho menos ésta fue una condición para que apoyaran el aumento al IVA.
“En esa negociación de la ‘no alianza’ nosotros, como diputados, no estuvimos presentes. En ese acuerdo sólo participaron los dirigentes nacionales de los partidos. Desconocemos en qué términos se dio ese acuerdito que tanto problema está dando a todos.”
–¿Felipe Calderón sabía de ese acuerdo?
–Por supuesto que si el secretario de Gobernación toma un acuerdo, no lo va a hacer a espaldas del presidente. Que no nos venga (Gómez Mont) a dar atole con el dedo: la población no le va a creer y nosotros ya pasamos por la preparatoria. Un secretario que no le diga o no le comente al presidente... ¡Por supuesto que lo sabía, hombre!
“Además, el PAN sabe que puede perder o ganar mucho; entonces, el asunto es hacerse tontitos con los acuerdos, que nosotros los diputados no vimos, con el secretario de Gobernación. Por otro lado, el mismo presidente (Calderón) le está diciendo a Nava que juegue otro papel. ¡Eso no se vale!”
El acuerdo de las “no alianzas” se realizó durante la discusión del paquete económico, el 20 de octubre de 2009. No obstante que se aprobó el aumento de impuestos, el PAN continuó afianzando su alianza con el PRD en Oaxaca y anunció la próxima en Durango.
Por eso, al arrancar el segundo periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, el 1 de febrero, el legislador Rubén Moreira –que no se cuenta entre los operadores políticos pero es hermano del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés– fue designado para fijar la posición política del PRI y enviarle un mensaje a Felipe Calderón por no cumplir sus compromisos, adquiridos a través de Gómez Mont.
Moreira dijo en la tribuna: “El jefe del Ejecutivo debe saber que estafar es sabotear deliberadamente los acuerdos. Estafar es la preeminencia de la intolerancia, es dejar el papel que al gobernante le otorga la Constitución para convertirse en un simple vocero partidista, abandonando su responsabilidad como jefe del Estado mexicano”.
Los acuerdos tropiezan... y siguen
A pesar de que Felipe Calderón y Gómez Mont no cumplieron su palabra, los acuerdos entre el PRI y el PAN continúan, por lo menos en la Cámara de Diputados. La primera prueba fue que el coordinador priista Francisco Rojas rompió el compromiso de acompañar al Partido del Trabajo en la presentación de la tercera controversia constitucional contra el Poder Ejecutivo por permitir, el pasado 6 de enero, la participación de la iniciativa privada en la extracción de hidrocarburos mediante los contratos incentivados, y por entregarle bloques o áreas de explotación.
A pesar de que los asesores jurídicos de la fracción priista elaboraron junto con el PT el documento de la controversia, el jueves 18 el PRI reculó y se alió con el PAN para que ni siquiera se debatiera al respecto. Esto sucedió tras un acuerdo con la Secretaría de Energía, y a fin de desactivar la protesta del PT, que tomó la tribuna durante seis horas para exigir la discusión del tema.
Esto no significa que no haya descontento en algunos priistas. Durante una reunión interna de la fracción, el coordinador Francisco Rojas fue cuestionado por el diputado sinaloense Miguel Ángel García Granados:
“Primero danos una explicación de cómo estuvo eso de las no alianzas a cambio del paquete económico y cómo es que en la controversia contra Pemex te vas a echar para atrás.”
Rojas no respondió a lo primero. En el segundo caso pidió un voto de confianza, pues aseguró que Pemex hará las modificaciones necesarias para no permitir los contratos incentivados. El diputado replicó: “Ya está bueno de acuerditos con estos cuates que nunca cumplen nada. Que se siga con la controversia. Hay que ser una verdadera oposición para que entiendan que, cuando se acuerda algo, se cumple”.
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¿Qué más han negociado?
Álvaro Delgado, reportero
Publicado en la revista mexicana Proceso # 1738, 21 de febrero de 2010
Para el senador panista Ricardo García Cervantes, el acuerdo del secretario de Gobernación con el PRI para evitar las alianzas electorales del PAN es una muestra de que su partido está copado por políticos de un pragmatismo aberrante. En entrevista, admite que, al margen de las consideraciones éticas y de principios, el carácter cupular del pacto lo lleva a preguntarse si otras importantes legislaciones, como la Ley Federal de Telecomunicaciones y la de Seguridad Nacional, también son materia de esos o de otros acuerdos secretos. “A ver: ¿qué más han negociado?”.
El senador Ricardo García Cervantes no vacila: dice que la cúpula del Partido Acción Nacional (PAN), en el que milita desde hace 32 años, ha impuesto un pragmatismo extremo, capaz de signar el pacto “absolutamente aberrante” de aprobar aumentos de impuestos a cambio de cancelar alianzas electorales, pero también ha incubado la sospecha sobre el alcance de otros arreglos.
Porque este acuerdo, aclara, no fue sólo responsabilidad del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, sino también del presidente del PAN, César Nava, y de los coordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, y en el Senado, Gustavo Madero.
“¡No me digan que Josefina y Madero no tienen vela en el entierro! Por supuesto que la tienen frente al secretario de Gobernación, que yo no sé de dónde saca que sí puede comprometer todo el accionar de una institución política como Acción Nacional, a la cual él conoce.”
El legislador dice que el diferendo por el pacto con la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI), supuestamente al margen de Felipe Calderón, “ahora queda entre el presidente del partido y sus coordinadores parlamentarios”.
–¿Cree usted que Calderón no lo sabía?
–Mire: a creer, en la religión. Aquí ciertamente hay una palabra del secretario de Gobernación. Me quedo con los dichos del secretario, y el secretario dice que no.
¿Y de quién es la responsabilidad política?
–Lo más importante de la relación del secretario y del presidente de la República es su nivel de confianza. Yo no especulo. Veo que el presidente Calderón tiene confianza en el licenciado Gómez Mont, lo hace público, y lo demás es lo de menos.
–Como parlamentario, ¿tiene confianza en la palabra del secretario de Gobernación que se comprometió a algo y no lo cumplió?
–No, en lo que ya no empiezo a tener mucha confianza es en la coordinación, porque ahí estaba comprometiendo también nuestros votos, nuestra propia ética personal, nuestra propia responsabilidad frente a nuestro cargo, que es una responsabilidad de conciencia
Sobre este pacto, que define como “una devaluación o una autodenigración de los cuerpos colegiados”, a García Cervantes le surgen dudas como miembro del grupo parlamentario del PAN: “Si yo estoy fuera de las consideraciones éticas, estratégicas y tácticas que involucran mi responsabilidad personal, yo lo primero que digo es: ‘A ver... ¿y qué más han negociado?’”.
Plantea: “¿(Se negoció) esa concesión que se da para no cobrar derechos al nuevo tramo del espectro radioeléctrico y que ya se sabía quiénes, y ahora se ve la concentración de ese espectro y la concentración del poder en la comunicación y en la economía de un grupo como Televisa con estos privilegios? ¿Fue parte del negocio, fue parte de la negociación? ¿O por qué está parada y no sale una serie de piezas legislativas urgentes para el país, como la Ley de Seguridad Nacional, que podría darle un marco jurídico (si se quiere cuestionable, pero cuando menos que se discuta) a la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico? ¿Son también parte de las negociaciones?
–¿Lo son?
–Yo creo que sí lo son ahora. ¿Por qué? Porque ahora se negocia una cosa por la otra.
El legislador afirma que este comportamiento ya incubó la sospecha entre los legisladores del PAN: “Ha traído la desconfianza en todo tipo de negociación el hecho de que cupularmente se haga sin informar a quienes luego tenemos que ser idiotas útiles acompañando el proceso, negociaciones que se salen de los cánones de la ética política y de la práctica política como tal”.
El estilo Gamboa-Kamel
Actual vicepresidente del Senado, presidente de la Cámara de Diputados en la LVIII Legislatura –en carácter de tal invistió a Vicente Fox con la banda presidencial–, exsubsecretario de Gobernación y miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN desde 1990, García Cervantes se niega a ser un “político práctico” y por eso reprueba el pacto que hizo renunciar a Gómez Mont a su militancia en el PAN.
“Nada tiene que ver una negociación de carácter legislativo con un compromiso de conducción de un partido político”, critica el legislador. “Por eso vemos el alejamiento que tienen ahora la sociedad y los electores con los partidos, que siempre ha estado, pero ahora están a flor de piel las razones”.
Aclara que no es vergonzoso crear mayorías parlamentarias, ni siquiera para aumentar impuestos, como ocurrió cuando los legisladores del PRI y los del PAN aprobaron elevar el IVA, el ISR y las gasolinas. “Ese no es el tema. El tema es: ¿a cambio de qué? Eso es lo que a mí me parece absolutamente aberrante”.
Aunque se ha impuesto la práctica de vincular una legislación con otra, como condicionar la fiscal a la política, al menos en este tema se da en el terreno legislativo. “Pero ahora ya hay negociación legislativa por otros intereses”, censura.
Y pone como ejemplo la conversación difundida en septiembre de 2006 entre el senador Emilio Gamboa Patrón y el empresario Kamel Nacif, en la que el legislador le informa que se aprobará una reforma legal sobre el hipódromo:
–¿Cómo lo ves? (pregunta Gamboa).
–No, no la chingues (se opone Nacif).
–Entonces lo que tú digas, cabrón, lo que tú digas, por ahí vamos cabrón.
–No, dale pa’ tras, papá.
–Pues entonces va pa’ tras, esa chingadera no pasa en el Senado, ¿eh?
–¡A huevo!
García Cervantes compara este episodio con el arreglo de Gómez Mont y el PAN con el PRI: “Eso era reprobable porque se estaba sacando una negociación del ámbito legislativo para un interés económico. Bueno, ¡pues esto es exactamente igual!”.
Explica: “Es sacar una negociación del ámbito legislativo hacia el ámbito electoral, y el ciudadano se da cuenta de que la mezquindad, la ruindad en la política, ya llegó, porque se ancló en el cálculo electoral. ¡Sólo si me da rentabilidad, si tengo utilidad o ganancia electoral, hago o dejo de hacer! ¡Eso es absolutamente decepcionante!
Diego, el maestro
García Cervantes se define como practicante de la negociación, “pero no en este tipo de arreglos”, como el que signó Gómez Mont, quien se alejó de la militancia en el PAN en 1996, a partir de que sus compañeros de partido manifestaron su molestia porque él era también asesor de Ernesto Zedillo y socio de Rubén Valdés Abascal, asesor de Carlos Salinas.
“No niego que en Acción Nacional empieza a gestarse un estado de ánimo de inconformidad en contra de Fernando –confirmó García Cervantes en agosto de ese año, cuando era coordinador de la bancada–. Genera parque para el detractor y le arrima piedras al enemigo.”
ómez Mont calificó las “falsedades, medias verdades e inexactitudes” como “una manera torpe y cobarde de hacer política”, y se mantuvo alejado del PAN hasta que, en 2008, Germán Martínez, entonces presidente del PAN, lo llamó a colaborar con él en el Comité Ejecutivo Nacional, y luego, a la muerte de Juan Camilo Mouriño, asumió la Secretaría de Gobernación.
Controvertido como su mentor, Diego Fernández de Cevallos, Gómez Mont ha sido criticado más bien en voz baja por los panistas, salvo Manuel Espino, expresidente del PAN, y Juan José Rodríguez Prats, quien, en entrevista, censura el pacto con el PRI.
“Es mi amigo Gómez Mont, pero se entrometió en la vida del PAN. Somos un partido político, uno; y dos, si a estas alturas estamos creyendo en la palabra del PRI, entonces no tenemos remedio”, dice el exdiputado, quien censura la posición del funcionario sobre las alianzas, tal como lo hizo también Fernández de Cevallos. “Siento que Diego ya arrió sus banderas de panista”.
–De plano.
–De plano. Ir al informe de gobierno de Enrique Peña Nieto es una traición. Peña Nieto es el candidato de la ultraderecha, detrás de él están los intereses más nefastos y sucios del país. ¡Cómo puede ir!
Cuenta que el año pasado, después de que supo que asistió al cuarto informe de gobierno del gobernador del Estado de México, habló por última vez con Fernández de Cevallos: “Le dije que tenga autoestima: ‘Qué desgracia que tu lema de un México sin mentiras sea una mentira’”.
–¿Qué le respondió?
–Nada. Se quedó callado.
A su vez, García Cervantes lamenta que el pragmatismo en el PAN se exhiba al no tener candidatos propios, sino expriistas que no significan, como ha ocurrido en procesos anteriores, un cambio real. Ahora postula en Puebla a Rafael Moreno Valle, en Oaxaca a Gabino Cué y en Veracruz a Miguel Ángel Yunes.
“Los actuales empoderados de mi partido hablan de que los principios y la doctrina no ganan elecciones. Yo creo que sí. Pero si no lo creen, por eso estamos perdiendo.”
Añade: “Yo nada más veo ambiciones y procesos de invasión del poder económico sobre el poder político, de la colusión del poder económico y del poder político para intereses de grupo, y veo a una sociedad cada vez más decepcionada de lo que ahora llaman la política real”.
Pragmatismo estéril
El senador aclara, sin embargo, que tampoco es correcto censurar a rajatablas las alianzas, sobre todo en estados como Oaxaca e Hidalgo, “que tienen los más altos índices de pobreza, de marginación y de cinismo político en su máxima expresión”.
En esas dos entidades está de acuerdo con las alianzas, pero no en Durango ni en Puebla, aunque asume la decisión de la mayoría. Algo distinto, contrasta, es cuando se signa un pacto como el que se hizo con el PRI para aumentar impuestos a cambio de que el PAN no se alíe con la izquierda.
–¿Deshonra este pacto al PAN y a su gobierno?
–Tampoco lo llevemos a esos extremos de deshonra, porque estas son conductas personales, y tampoco se puede llevar de la actitud personal a la deshonra institucional.
La responsabilidad, dice, cae en el ámbito de las personas concretas y puntuales, con nombre y apellido, con trayectoria y con ubicación concreta, sus responsabilidades, como ya lo hizo Gómez Mont con la renuncia al PAN.
“Queda en el ámbito personal de Nava y de los coordinadores parlamentarios, y en la de todos los que de alguna manera creen que es posible negociar piezas legislativas con actitudes o por conductas institucionales que toma un órgano distinto. El que me enseñe la factura del partido que tome las decisiones, porque ni siquiera el dueño mayoritario de las Chivas puede explotar el nombre de las Chivas.”
–La factura la tiene Calderón, que ejerce control en el PAN.
–Sí, pero la diferencia entre la factura unipersonal es que poco importaría el sentimiento de los empleados. Este es un empoderamiento, una capacidad de decidir, pero que ha generado el desánimo, que ha generado la desilusión, la irritación y la división al interior del partido. No de ahora, desde tiempo atrás.
García Cervantes insiste: “Estas prácticas de hacer política cupular, que llaman civilizatorias, sin tomar en cuenta la deliberación de órganos colegiados ni muchísimo menos los sentimientos, el estado de ánimo de las bases y de los militantes, da como resultado todo esto”.
Convencido de que la política se debe subordinar a la ética, el senador dice que es posible corregir el rumbo: “Tampoco puedo hacer de un episodio destino. Estamos en presencia de una perversidad de la política al tratar de llevar una negociación de carácter legislativo a un comportamiento electoral. Eso está reprobado. Punto. El PAN tiene un capital político y una reserva moral que lo puede sacar adelante con toda tranquilidad”.
–¿Ha pensado renunciar al PAN?
–Como pensado, sí.
–¿Y qué lo ha hecho desistir?
–Esos pensamientos están en el ámbito personal. Pero, además, no se me adelante. Ya lo veremos…
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