El Presidente Calderón en Todos Somos Juárez, Reconstruyamos la Ciudad
2010-03-16 | Discurso
Ciudad Juárez, Chihuahua
Qué tal, amigas y amigos.
Muy buenas tardes.
En primer lugar. Los saludo a todos con respeto, con afecto y con gratitud también por esta oportunidad de escuchar de viva voz sus planteamientos, de escuchar también los reportes que los distintos grupos de trabajo, o los distintos Consejos Ciudadanos que hemos constituido para darle seguimiento a la Estrategia Todos Somos Juárez, han vertido esta tarde.
Evidentemente, comparto con ustedes la idea de que las cosas en Juárez están delicadas y, efectivamente, han ocurrido acontecimientos desde mi última visita que han, todavía, con sobrada razón, encendido aún más las preocupaciones de propios y extraños de la situación de Juárez. Primero, fue la muerte, el asesinato absurdo, totalmente irracional de los muchachos en Salvárcar, la muerte de esta mamá en un campo de juego, recientemente; incluso el asesinato de tres personas vinculadas al Consulado Americano: una trabajadora del Consulado y su esposo, y otra persona que no trabajaba en el Consulado, estaba casado con otra empleada y trabajaba en un penal del Estado de Texas, él.
Todos esos hechos, evidentemente, generan una preocupación porque, independientemente de lo que digan las cifras, y lo comparto, en el caso, por ejemplo, de víctimas fatales, estamos presenciado la muerte, el fallecimiento, el asesinato de personas civiles, ajenas, o probablemente ajenas a cualquier circunstancia delictiva.
Es decir, hay un daño que se está haciendo a la sociedad y que no responde al patrón que se había seguido y observado que, fundamentalmente muchos de los casos y de los homicidios asociados, ocurridos en Juárez, en ejecuciones estaban asociados de alguna u otra manera al crimen organizado.
Por eso comparto la idea de la gravedad de los hechos y entiendo perfectamente la preocupación, la suspicacia, la desconfianza que algunos de ustedes manifiestan. Sin embargo, yo creo que algo que debemos hacer es, entre todos, precisamente, tratar de reconstruir confianza para poder avanzar y tener éxito.
Y confianza no a base de nada más buena voluntad o de buenos deseos, sino confianza a partir del análisis objetivo que todos hagamos de la verdad, del análisis objetivo que todos tengamos de lo que ocurre. Yo por lo que escuché, entiendo que del propio Consejo Ciudadano, vinculado a temas de seguridad, se hizo o se estuvo haciendo un examen, si no de todas, quizá de algunas de las cifras; y quizá, como dice el Gobernador, hubiera sido bueno compartirlas con todos los miembros aquí presentes.
Sin embargo, para eso es esta reunión, precisamente, para compartir, precisamente, la información que cada quien tiene. Para eso hemos hecho este mecanismo, para que el seguimiento de nuestras acciones no los hagamos los propios gobernantes, como suele ocurrir, sino que los hagan los ciudadanos, para que las cifras que tenemos sean contrastadas y cuestionadas, si ustedes quieren, por los ciudadanos o quienes los representan, independientemente de las limitaciones evidentes e inevitables, diría yo, de una representación social así constituida, y de manera informal, ciertamente, pero con la mejor buena fe.
Yo les quiero pedir una cosa. Cada quien, cada miembro del Consejo, la sociedad misma, vea las cifras e independientemente del juicio o de la primera impresión que le genere, simple y sencillamente indíquenos en dónde están erradas. Porque puede ser que estén erradas.
Es más, yo creo que hay cifras que aunque sean verídicas, no necesariamente corresponden a la realidad. Por ejemplo, en materia de extorsiones y en materia de secuestros, probablemente haya una gran cifra negra, es decir, extorsiones y secuestros que nunca se denuncian.
Sí puedo decirles que de las denunciadas, mi certeza, a reserva, desde luego, de verificar todos estos datos, corresponden a las que se están mostrando. Yo no tengo por qué dudar de un dato impresionante que me daba el Gobernador, y que aparece ahí, de que el año pasado se capturaron algo así como 30 bandas de secuestradores y hubo una captura de más de 100 de ellos.
Pero, evidentemente, el asunto que está detrás es en estos delitos, lo que es la llamada cifra negra, es decir, la cantidad de delitos que no se denuncian o que no se conocen, precisamente, por la confidencialidad que buscan las víctimas en una situación tan precaria.
Pero, déjenme decirles. Coinciden los expertos, también, en que hay determinados delitos donde la cifra negra es muy difícil de configurar.
Por qué.
Porque son hechos evidentes, como es el caso de los homicidios. El dato de los homicidios corresponde más a datos duros, a ejecuciones que conoce y difunde la opinión pública, a cadáveres que llegan al Servicio Médico Forense, a los hechos que constatamos. Esos datos corresponden a estadísticas, finalmente, objetivas.
Y no olvidemos que uno de los temas que más fue generando preocupación en Juárez, precisamente, un problema de percepción a nivel nacional y a nivel mundial, fue el tema de los homicidios en Juárez, que observaron un comportamiento creciente.
Yo no les pido ni una valoración de que si les late o no les gusta, o les gusta. No es mi objetivo ese. Creo que el objetivo es generar confianza y seguimiento oportuno respecto de lo que hacemos. Pero no puedo ni me atrevería, ni es un asunto de pedirles que se crean o no se crean. Simplemente corrobórenlas. Eso es lo que yo pido.
Ahora bien. A mí me parece que sí tuvimos, por ejemplo, en esta materia que ha sido un indicador clave para Juárez, tuvimos variaciones significativas hacia arriba y hacia abajo en el último año, no sé si haya manera ponerlas por ahí, por ejemplo, no sé si ya lo tengan en el archivo o ya la guardaron. Les voy a pedir que si pueden ponerlo, por favor, mientras.
Pero hubo un tema, que hablaba ya el Gobernador, de un crecimiento muy importante de homicidios en Juárez, que dimos seguimiento y observamos desde finales de 2007, principios del 2008, y que obedeció, precisamente, a un fenómeno que sabemos en las instancias de seguridad ocurrió, que fue el inicio de una guerra, no tanto del Gobierno contra el narcotráfico, porque ese es un tema que voy abundar un poco más nuevamente; sino una guerra real entre dos grupos criminales que se disputan Ciudad Juárez, por ser una plaza muy, muy importante de tráfico de drogas a Estados Unidos y por ser también un mercado creciente de consumo aquí, entre los muchachos, que es parte de la problemática social.
Si ustedes observan, veníamos viendo desde 2007, desde 2008, un número creciente de homicidios; en febrero-marzo del 2009, el Gobernador, el Alcalde, solicitan la intervención del Gobierno Federal y del Ejército, accedemos a esa petición porque vemos que hay este problema y, efectivamente, tenemos un fenómeno de baja en los homicidios en Ciudad Juárez en los tres primeros meses del operativo.
Y luego viene una exacerbación nuevamente de los crímenes y nos lleva a una tendencia creciente, que fue la que más generó, precisamente, la preocupación y el deterioro y el desprestigio de Juárez; se multiplicaron los homicidios múltiples, se multiplicaron las ejecuciones.
Yo creo que hubo un fenómeno de degradación de la lucha. Ya no fue sólo el Cártel de Juárez contra el Cártel de Sinaloa, peleándose el territorio de Ciudad Juárez, que es un territorio, en términos del crimen, muy apetitoso.
Apetitoso, por qué.
Insisto, porque es la ruta, una de las rutas más rentables de droga a Estados Unidos y también es uno de los mercados que más rápido crecen en el país, de consumo de drogas.
Por qué razón.
Insisto, porque Juárez tiene un crecimiento poblacional, muy por encima del resto del país, es la ciudad que más crece, junto con Tijuana y Reynosa, también ciudades problemáticas. Y dos. Porque la tendencia económica de ingreso medio en Juárez también es mucho más alta que el resto del país. Salvo la crisis del año pasado, Juárez había venido observando un número creciente de capacidad económica y poder adquisitivo; es decir un número creciente de mercado, y ese mercado lo mismo es para bienes, para bienes de consumo, bienes durables, automóviles, hasta para un mercado de drogas. Y eso es lo que empezaron a disputarse desde mediados de 2008 estos dos cárteles.
Ahora bien, los datos que se presentan son esos, finalmente. Ha habido, a partir del mes de octubre, que hubo un pico, que se refrendó en diciembre, un número muy importante, el más elevado que ha visto el país en homicidios en una ciudad y, efectivamente, hubo cifras menores, ni siquiera voy a decir cifras decrecientes, dejémoslo así. Hubo cifras menores en enero, hubo cifras menores en febrero, y yo creo que no debe haberse puesto esa cifra de marzo, porque todavía debe haber correspondido a los primeros días, es una cifra muy, muy incipiente; en marzo van más o menos 107 homicidios, hasta el día de hoy.
Pero lo que sí es, amigas y amigos, es que esto no marca una tendencia, simplemente son datos. Si seguimos observando los homicidios y entonces vemos que continúan las cifras menores, entonces, podríamos estar hablando de una tendencia.
Pero como ocurrió también en junio del año pasado, puede haber de repente un nuevo crecimiento. Lo que yo les pido simplemente es que vamos estableciendo mecanismos objetivos para medirnos; porque, miren, yo creo que en el tema de las percepciones y la realidad, yo coincido totalmente con ustedes: es absurdo, es pésimo que se tenga la percepción de que las cosas están bien cuando sabemos que están mal.
Pero también es igualmente malo tener una percepción que sea diferente de la realidad, al revés, en el sentido que la percepción rebase, precisamente, una realidad, porque tiene consecuencias muy graves en distintos sentidos.
Una consecuencia es intrínseca, tiene que ver con la propia realidad del crimen. Qué pasa cuando la percepción está por encima de la realidad. Qué pasa cuando se da por cierto y seguro de que ningún crimen se castiga y que cada quien puede hacer lo que se quiere y es impune.
Lo que hace eso es exacerbar el crimen.
Por qué razón, amigas y amigos.
Una sociedad puede mantener el orden, no sólo por el número de policías que tenga, sino por la percepción creíble para el delincuente de que puede ser atrapado y castigado.
El poder transformar esa percepción a un nivel realista, ni siquiera optimista o pesimista, simplemente que se vaya acercando a lo que estamos haciendo, es importante también; el poder saber que ha habido 29 bandas de secuestradores capturadas es importante; el poder saber que ha habido determinado número de hechos de extorsión esclarecidas es importante; el poder saber que se han investigado equis delitos es importante. Por ejemplo, en Salvárcar, un homicidio que tenemos tan grave y tan ofensivo, tan triste, finalmente, de los delincuentes que cometieron el hecho, uno murió en un enfrentamiento con el Ejército en días posteriores, tres habían sido atrapados y en las últimas horas se atrapó otro más, que en este momento debe de estar dando su declaración ante la autoridad.
Es importante que así como todos sabemos lo que ocurre con la criminalidad, también seamos capaces de ir generando, precisamente, un balance objetivo de las acciones, de la autoridad en sus distintos órdenes de Gobierno.
Y hay otro problema de percepción que también afecta, que es lo que está ocurriendo con respecto a la opinión pública nacional e internacional, que eso exacerba la problemática de Juárez.
Por qué razón.
Porque en la medida que la percepción va ampliando su impacto, incluso más allá o, digamos, de lo que puede ser la propia realidad de esos hechos, si la percepción es: esto es un tema que está totalmente fuera de control, etcétera, etcétera; efectivamente, menos inversiones vienen a Juárez, y con menos empleos también hay un campo social mucho más propicio para la propia delincuencia.
Yo creo, es evidente, señores, que tenemos un problema serio, por eso estamos aquí, y por eso seguiremos estando aquí, por eso no vamos a dejar a Juárez, hasta que arreglemos el problema. Pero también es importante el poder contar, entre nosotros, con la información que nos diga, efectivamente, por dónde vamos.
Yo quiero, además, enfatizar otra advertencia. Durante los primeros meses de esta nueva estrategia o esta estrategia renovada, el énfasis que tenemos es en los procesos. Y aquí yo quisiera nuevamente distinguir entre lo que son los procesos y lo que son los resultados.
Por ejemplo, un proceso importante, que aún no está corregido y que tenemos que corregir, es en los teléfonos de atención de emergencias, el 066 y 089. Ya hay un diagnóstico importante del Ejército, un diagnóstico de seguridad pública y algunos expertos que nos hemos allegado entre los gobiernos. Hay, digamos, un tema de seguimiento, pero es importante que ese proceso se arregle.
Yo pienso que cuando los teléfonos de emergencia funcionen adecuadamente, y está reportado así, por cierto, en los reportes que se dieron, lo mismo lo de las cámaras. Se dice que se establecieron cinco módulos de videovigilancia y uno regional, con un despliegue de 265 cámaras funcionando, de 280 instaladas, estando pendiente su movilidad para optimizar la información que proporcionan. Todos esos son procesos. Los procesos por sí mismos no se reflejan en resultados.
Lo que sí es cierto es que si no se corrigen los procesos, nunca vamos a tener los resultados que queremos. O en otras palabras, si seguimos haciendo lo mismo, no esperemos resultados distintos. Tenemos que mejorar nuestros procesos.
La estrategia está centrada en la parte operativa de seguridad en una reforma de procesos y deseamos que una vez que los procesos estén en marcha puedan generar los resultados que queremos.
Hay algunos datos. Por ejemplo, en materia de homicidios, o en robos, o en secuestros, etcétera. Déjenme quedarme únicamente con la cifra dura e irrebatible, digamos, que es la de homicidios.
Ahí observamos datos interesantes, si ustedes quieren, para enero, febrero y marzo, pero, déjenme dejarlo así. Ojalá se pueda generar una tendencia; todavía es muy temprano para hacerlo. Una mención, otra vez, al tema de la llamada guerra contra la drogas, que es un tema acuñado, incluso fuera del propio Gobierno.
Señores:
La prioridad de este Gobierno es la seguridad de los ciudadanos. No es en sí mismo el tema de las drogas y su tráfico; es la seguridad de los ciudadanos. Lo que estamos observando es que en los últimos años, en esta década, el crimen organizado, una de cuyas mayores expresiones en Ciudad Juárez es el narcotráfico, se empezó a meter con la vida de los ciudadanos, por un proceso del cambio en el modus operandi de la criminalidad; insisto, cuando éramos jóvenes, antes, el crimen organizado se centraba en exportar su mercancía de drogas a Estados Unidos.
Y aquí aprovecho, por cierto, para, nuevamente, insistir que este es un problema binacional, este es un problema que tiene un origen común, fundamentalísimo, que es el consumo de drogas en Estados Unidos y la criminalidad asociada a ese tráfico y, en consecuencia, es responsabilidad para ambos países el enfrentar este tema. Pero, en fin, cierro el paréntesis.
En los años recientes, cuando México comenzó a ser un mercado de consumo creciente, los criminales se dedicaron no sólo a exportar a través de El Paso, sino a distribuir drogas en todas estas colonias populares que se han formado en Ciudad Juárez, una ciudad a la que llegan 100 mil gentes cada año.
Una ciudad intensa en trabajo, sobre todo, trabajo femenino, en maquiladoras, donde los niños, los adolescentes, finalmente sin tener oportunidades educativas, sin tener oportunidades de trabajo, quedan presos, quedan atrapados por la calle y por la delincuencia, tanto para la adicción de drogas, como para la ejecución de crímenes.
Por eso el énfasis de la Estrategia Todos Somos Juárez tiene que ver con un componente social. Y qué, el componente social va a poder arrojar resultados este mismo año. Señores, honestamente yo creo que no, por lo menos no los que deseamos. Porque si vamos a hacer preparatorias y universidades necesitamos todo un proceso en el cual los muchachos vayan tomando esos lugares en los sitios educativos. Porque vamos a hacer, que si viene, por cierto, en los compromisos que hemos mencionado, Centros de Prevención y Tratamiento de Adicciones, adicionales a los que, por cierto, ya hemos hecho, y que algunos no funcionan, en Juárez; es porque creemos que es todo un proceso que permitirá a estos jóvenes incorporarse, pero el resultado sabemos que en esa parte social no podrá ser inmediato.
Pero si no lo hacemos ahora, nunca, en serio, vamos a poder plantearnos una solución de fondo para el problema de la criminalidad en Ciudad Juárez.
Ahora bien, yo creo que en la parte de seguridad, lo que sigue es que nos ayuden a ser precisos en esos procesos que debemos corregir: 066, 089, tratamiento de extorsiones, tratamiento de secuestros, respuesta al lugar del crimen, qué es lo que está fallando para que las autoridades lleguen o lleguemos al lugar del crimen.
Es decir, a que la estrategia del Gobierno, entonces, es en refuerzo de las autoridades locales, que además así nos lo solicitaron, para enfrentar el problema de inseguridad con Juárez, porque en el momento en que los criminales comienzan a buscar dominio territorial en Juárez y en sus sectores, incluso tienen una organización parecida a la de los sectores municipales, en ese momento se sienten dueños no sólo de la plaza, no sólo dueños de la ciudad, sino dueños de la gente.
Y por eso, insisto, si son el dueño de la plaza, como ocurrió en las mafias italianas, y americanas, y en todo el mundo, el que se siente dueño de la plaza entre los criminales le cobra derecho de piso a los demás criminales: al que roba los autos, algo que no se mencionó aquí o no sé si se mencionó; de febrero para acá, en las intervenciones de Policía Federal, en fin, de todas las fuerzas que están aquí, se han detenido casi 800 autos robados, en Juárez.
Y, entonces, al que roba autos le cobra derecho de piso, y al que vende gasolina robada le cobra derecho de piso, y al que tiene un table ilegal le cobra derecho de piso; pero, insisto, no hay escrúpulo en esos criminales e inmediatamente, si le cobraban al de la gasolina robada, le cobran al de la gasolinera de enfrente, y si le cobran al del table, le cobran al del restaurante bar de enfrente o al del billar o lo que sea.
Y ese fenómeno de extorsión se generaliza y ante la percepción de que no ocurre nada con los criminales se hace todavía más general. Es ese problema el que debemos de combatir. Y para combatirlo hay que enfrentar al crimen organizado.
Cuando se me dice: Es que replantee su estrategia, su guerra contra las drogas. No, es un asunto, es un asunto por la seguridad. Y, digamos, cuál es la propuesta que se hace.Si se propone, entonces, si esa es la lógica que ven en nosotros, entonces la consecuencia de esto de: revise su estrategia, es retirar a las Fuerzas Federales, yo quiero que pensemos por lo menos dos veces las cosas.
Aquí, en Juárez, para poder rescatar la seguridad, se está jugando una buena parte de la seguridad para todo el país, por eso estamos aquí. Pero si pensamos en retirar cinco mil elementos del Ejército que están operando, comunidades del Ejército, si pensamos en retirar otros mil 500 que están trabajando como policías municipales, porque el Ayuntamiento tiene ese problema de falta de policías municipales, y si retiramos dos mil 500 Policías Federales, yo creo que eso no va a arreglar el problema de la inseguridad.
Respeto la opinión de cualquiera, pero eso no lo arregla. Yo creo que tenemos que ser más precisos en los procesos de la criminalidad y trabajar, como venimos haciendo, en un proceso social amplio.
Ahora, yo creo que hay temas ambiciosos. Me extraña, y qué bueno, esto es una buena señal, toco madera, pero espero no me equivoque, que nadie hizo algún comentario del problema de los coches, que es el que yo más preocupación tenía de los procesos.
Me parece que la propuesta, entonces, puede correr, ojalá no se genere un incentivo perverso a la importación de vehículos, aprovechando un buen incentivo a la chatarrización o al cambio de vehículo, pero eso es otro proceso que nos va a ayudar.
Yo coincido con quienes señalan la parte de empleo. El día en que en Juárez mejoremos la percepción de seguridad en Juárez, no sólo la realidad, ese día va a acelerarse dramáticamente la generación de empleo, y nos metemos a un círculo virtuoso para arreglar el problema.
Ya de hecho enero y febrero Ciudad Juárez, ya registró, según nuestros datos en el Seguro Social, independientemente de las liquidaciones, los despidos, los cierres, ya registró seis mil 500 nuevos empleos pagados con cuota obrero-patronal en el Seguro Social. Es un buen indicador. No se compara con las decenas de miles que se perdieron, pero yo creo que tenemos que mantener esta fuerza para poder recuperarlos.
Hay otros programas que entiendo y lo comparto, serán paliativos, no son solución todavía de fondo, pero ayudan, el de Empleo Temporal, el de las Bolsas de Trabajo, el de la Capacitación para el Trabajo y otros.
La verdad en política de salud se está dando un impulso muy fuerte: nueve unidades nuevas de salud, la remodelación del Psiquiátrico, del Hospital General, del Hospital de la Mujer, la creación de los Centros Nueva Vida que se han mencionado, qué más quisiera yo poder decir: y además vamos a hacer un nuevo hospital; la verdad es que eso ya no depende sólo de mí, porque sí necesitamos recursos importantes en un año
que ha sido muy difícil para el país.
Ahora, también hay que ver si logramos completar la meta de afiliación al Seguro Popular, terminar el año con 425 mil afiliados al Seguro Popular, en lugar de los 120 mil que había a finales del año pasado. Eso significa para el estado, por ejemplo, dos mil 100 pesos por cada asegurado, del Presupuesto del Seguro Popular. Es decir, podría terminar el Seguro Popular en Chihuahua con algo así como 850 millones de pesos al año.
Que la teoría del Seguro Popular, la manera en que está diseñado el Programa es que se la paga per cápita a cada asegurado del Seguro Popular, se le paga al estado o a la entidad federativa correspondiente, y con ese dinero la entidad federativa, desde que se descentralizó la salud en los 90 corresponde al Estado esta tarea fundamentalmente, el Estado paga ese servicio.
Yo creo que podemos buscar una combinación, el compromiso está puesto ahí, analizar la viabilidad de un hospital. Pero uno quisiera, yo lo que quisiera es hacer compromisos que sí podemos resolver y solventar, y no podemos asumir un compromiso hasta que estemos seguros de contar con los recursos para ello.
Creo que el sistema educativo, bueno tiene razón Galindo, en el sentido de que ojalá la cultura puede tener un concepto que no fuera el cajón de sastre, digamos, yo no comparto eso, pero simplemente si se observa, aquí tratamos de agruparnos un poco en temáticas generales.
Yo creo que también en los empresarios o en los trabajadores hay quienes dijeron: no es que aquí se requiere una mesa de maquiladoras, y aquí se requiere otra mesa de centros de espectáculo, en fin.
Pero, bueno, yo creo que no obsta que podamos hacer ejercicios separados, digamos, de evaluación y seguimiento del programa, yo estoy en la mejor disposición de eso, aunque por el tiempo de todos yo creo que sí vale la pena agrupar de esta manera, sin menoscabo como a todos ha constado de que cada quien pueda decir lo que considere conveniente.
En educación yo creo que está una apuesta muy grande, Escuela Segura; remodelar todas las escuelas de Juárez se dice fácil, no lo es, pero yo creo que es un buen punto.
Hacer cinco nuevos centros de educación media superior, hacer tres centros educativos o completar, más bien, áreas sobre las tres universidades que hay en Ciudad Juárez, públicas, darles más espacio a los muchachos.
Aumentar lo de las becas, la verdad es una buena medida, casi seis mil becas para muchachos de preparatoria en Juárez, que los ayuden a salir del riesgo de estar, el riesgo nada más de estar en la calle y sin opciones. Yo comparto, es injusto decir que el que está en la calle se criminaliza, pero qué duda cabe que quien no tiene educación, quien no puede estudiar, quien no puede trabajar tiene un enorme riesgo de ser víctima de los enganchadores de la droga o del crimen para sus efectos de sicariato.
Valdría la pena, por cierto, en el monitoreo de los homicidios de Juárez ver cuál es el comportamiento demográfico. Yo les relato que en el seguimiento que tenemos a nivel nacional de esto, hacia el año pasado más o menos el 90 por, teníamos una tasa de más o menos de identificación que podíamos ubicar más o menos el tipo de crimen al que estaba asociado cada homicidio.
De los que estaban ubicados, 90 por ciento eran vinculados, de alguna u otra manera, al crimen organizado; es decir, desde criminales, homicidas, narcomenudistas, taxistas que vendían droga, el de la vulcanizadora, sicarios; pero un fenómeno muy triste era que la gran mayoría eran jóvenes, menores de 25 años.
Y había ciudades, como Tijuana, por ejemplo, que el 34 por ciento de los cadáveres no eran reclamados por nadie. No sé cómo anden aquí las cosas, Alcalde, debe ser más o menos. Sí tenemos un problema social, profundo que debemos abordar.
El componente de Oportunidades. Hoy en la mañana estuvimos con el Gobernador lanzando formalmente el Programa aquí. Hay un componente de miseria en Juárez que forma parte de la problemática social. Estamos dando un apoyo a 25 mil familias, vamos a multiplicarlo por cuatro elementos de la familia, más o menos 100 mil juarenses podrán tener un apoyo que es una ayuda, en promedio son 900 pesos, un poco más, casi mil pesos por familia beneficiaria que va a ayudar también a mejorar la situación de mucha gente, que simple y sencillamente no tiene opción, los parques públicos, etcétera, etcétera.
Entonces, lo que vamos a hacer es esto. Yo creo que todas las adecuaciones, sugerencias de adecuación a la Estrategia, no sólo se valen, sino son obligatorias; es decir, se les pide encarecidamente que nos ayuden.
El interés que tenemos, estoy seguro, el Alcalde, el Gobernador y un servidor es arreglar este problema. No tenemos otro incentivo, es algo que pesa, es algo que interesa, es algo que es vital para México y para los Gobiernos de cualquier nivel y de cualquier partido.
Y queremos que la Estrategia funcione. Ayúdennos a seguirla y a precisarla. Yo he ordenado que a partir de hoy los 160 compromisos se publiquen. Primero. En una página de Internet: www.todossomosjuarez.gob.mx, a partir de hoy, yo espero, estarán publicados los compromisos. Pronto los propios seguimientos que hemos observado, los vamos a publicar en los periódicos de Juárez, además, para que la gente los conozca, y que podamos hacer un ejercicio de seguimiento entre todos.
Sé que hay casos muy dolorosos, sé que, independientemente de que los homicidios hayan visto una reducción, a la mejor fortuita, a la mejor esporádica, pero, en fin, una reducción en enero-febrero.
También ha habido homicidios de víctimas inocentes, que impactan mucho más, como son los muchachos, como son los trabajadores del Consulado, como es la mamá que mataron en el campo de béisbol.
Sé que, independientemente, de lo que digamos de los secuestros, también es cierto que hay algunos que son muy cercanos, y que duelen, y gravitan y están pendientes. Y eso, evidentemente, genera, con todo derecho, esta exigencia de que no se genere una idea de que las cosas van bien, sabemos que no van bien, las queremos corregir.
Pero, si también les pido que tratemos de ubicar una percepción importante de las cosas.
Creo que no tengo más que agregar, les pido una disculpa sobre el tema. Sé del tema del gas, en general el contrato de cobertura que hicieron las distribuidoras de gas natural es un contrato que, como su nombre lo indica, cubre los periodos de alza en el precio del gas y establece un precio fijo durante un largo periodo de tiempo.
Naturalmente que cuando el precio va muy alto y se paga menos de lo que va el precio del mercado, la cobertura beneficia, pero cuando ocurre al revés, efectivamente, hay ese faltante.
Y lo que hicimos el año pasado fue a los consumidores domésticos pagarles por lo menos 10 por ciento del descuento sobre la cobertura. Pero, bueno, seguiremos trabajando en ese esquema.
Ciertamente, es muy difícil, es muy costoso para el país tratar de ir contra mercado en términos de precios, de energéticos, concretamente, pero lo veo con todo gusto.
Qué es lo queremos, amigas y amigos.
Queremos reconstruir Juárez, lo sentimos nuestro, lo sentimos de todos los mexicanos, su problemática nos duele, nos afecta; queremos resolverla. Se complica, además, todavía más, hay que decirlo, a partir de los homicidios del sábado, porque eso le da una dimensión internacional al problema; tenemos doblemente, entonces, que enfrentar este asunto.
Es un deber, es un compromiso, es una necesidad en la que estamos comprometidos y que no daremos marcha atrás. Yo comparto lo que se decía hace un momento acerca de lo que soñamos y de lo que queremos. Yo estoy convencido, amigas y amigos, porque conozco, o lo que he conocido de la gente de Juárez, sé que es gente de lucha, sé que es gente de esfuerzo, sé que es gente que no se rinde y sé que es gente que ha sabido superar la adversidad; desde la adversidad del desierto, la de la frontera y la de la lejanía de los distintos Gobiernos.
Pero por lo mismo yo quiero apelar a eso, amigas y amigos, a lo que Juárez significa, a lo que Juárez ha sido. Para que podamos, verdaderamente, construir entre todos una estrategia integral, participativa, ciudadana, que aborde no sólo el problema policiaco, sino el problema social, educativo, de salud, etcétera, de trabajo y que pongamos juntos a esta gran urbe, nuevamente, en la ruta de desarrollo.
Yo también quisiera para Juárez y para los mexicanos, un país en paz, pero para construir ese país en paz tenemos que atacar y enfrentar los problemas, las amenazas y los enemigos que están comprometiendo la paz y la seguridad.
Y son los delincuentes, son los delincuentes los que comprometen la libertad, son los delincuentes los que comprometen la paz, son los delincuentes los que comprometen la vida ordenada de todos. Yo estoy en ese compromiso.
Podremos tener aciertos y errores como cualquiera, pero la disposición de corregir los primeros, de corregir los desaciertos y de fortalecer los aciertos, tengan la plena seguridad de que está sobre la mesa.
Yo sé que con el apoyo decidido de ustedes, los líderes de Juárez, con el apoyo decidido de los ciudadanos, con la coordinación que estamos obligados a tener, municipales, estatales, Federales, Gobiernos, las distintas fuerzas, los distintos poderes, sé que vendrá, para esta Ciudad Juárez un nuevo día; sé que vendrá para Juárez una nueva época que costará trabajo, sí; que tomará tiempo, sí; que veremos todavía cosas duras, muy probablemente. Pero ese día llegará si nos mantenemos trabajando, si nos mantenemos unidos y si sabemos perseverar en esta voluntad y en este esfuerzo.
Yo les agradezco infinitamente la amabilidad de su atención y estaremos al tanto del seguimiento de este Programa Todos Somos Juárez.
Muchas gracias.
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