Palabras del Secretario Técnico del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal, Felipe Borrego Estrada, durante la inauguración del Congreso Nacional de Derecho Procesal Penal “Hacia la armonización de la legislación procesal penal en México”.
Guanajuato, Gto., a 5 de mayo de 2010 | Discurso
Señor licenciado Carlos Zamarripa Aguirre, Procurador de Justicia del Estado de Guanajuato y representante personal del señor gobernador Lic. Juan Manuel Oliva Ramírez; Magistrada María Raquel Barajas Monjarás, Presidenta del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo del Poder Judicial del Estado de Guanajuato; diputado Eduardo López Mares, Presidente del Congreso del Estado de Guanajuato; Licenciado Nicéforo Guerrero Reynoso, Presidente Municipal de Guanajuato.
Señoras y señores.
Quiero comenzar estas palabras agradeciendo la hospitalidad del estado de Guanajuato, de su ciudad, en la persona de su gobernador y de su presidente municipal, así como de todos y cada uno de sus ciudadanos por permitirnos esta oportunidad celebrar este Congreso Nacional Hacia la Armonización de la Legislación Procesal Penal.
Así mismo, debo reconocer al señor procurador, quien personalmente y con su estructura generosamente participó en la organización del evento para que en coordinación con la Secretaría Técnica lográramos llegar a este día.
No es una exageración afirmar que México se encuentra en una de las etapas más críticas de su desarrollo histórico.
A casi doscientos años de su independencia y cien del inicio de su gesta revolucionaria, nos encontramos en un proceso de transformación que si bien es pacífico y ordenado, es de la misma magnitud de los llevados a cabo en aquellos momentos tan significativos.
El cambio de nuestro sistema de justicia es un viejo anhelo que hoy ve finalmente la posibilidad de alterar sustantivamente el modo de vida de la sociedad mexicana.
La reforma del 2008 supera un sistema que prevaleció a lo largo de nuestra historia que se basaba en el señalamiento de presuntos responsables de acciones delictivas, de la afinidad y capacidad de estas personas para demostrar su inocencia, con toda una serie de desventajas estructurales y procesales a vencer, se trataba de un sistema en donde aún existía una serie de derechos para proteger a las personas en un proceso criminal, el peso del Estado al señalar la probable comisión delictiva, se convertía en un desafío difícil de sobrepasar
La transformación que vivimos encuentra la posibilidad de revitalizar nuestro estado de Derecho y de esta manera devolver a los ciudadanos mexicanos la oportunidad de creer que se puede vivir en un medio seguro y protegido y no es cualquier cosa.
En la actualidad las cosas no sólo no están funcionando, están funcionan mal y el sistema diseñado par proteger a la sociedad es también fuente de inseguridad.
La transformación del sistema de justicia penal se vuelve aún más difícil en el entorno de nuestro país que cuenta con un código procesal penal por cada entidad federativa, 32 códigos diferentes, más un código federal de procedimientos penales. Esto dificulta la coordinación entre autoridades, motiva criterios de interpretación contradictorios, permite la ampliación indiscriminada de salidas alternas de soluciones de controversias y criterios distintos sobre delitos graves y prisión preventiva…(inaudible)…, entre otras cosas y en pocas palabras fomenta la impunidad.
Es por esto que hemos sido convocados para reflexionas sobre las ventajas y limitaciones de la armonización de la legislación procesal penal. Se trata de un reto de gran trascendencia para lograr igualdad y seguridad jurídica reclamada.
Esta armonización debe surgir del consenso y aporte de los interesados, lo que comprometerá a cada uno a la búsqueda permanente del perfeccionamiento del sistema de justicia penal.
Esto implica aprender unos de otros, reconocer que no existe una visión monolítica de la realidad. Esta pluralidad se ha reflejado en diversas legislaciones, tanto en el orden sustantivo como procesal. El reto estima en concentrar valores comunes a preservar y en el diseño de un proceso que los haga efectivos.
La armonización en un estado de naturaleza federal no significa su vulneración o abandono. Al contrario, se trata de un fenómeno de la más alta sofisticación política, donde las entidades federativas autónomas en sus decisiones y formas de organización dentro de los parámetros de la Constitución deciden soberanamente contar con conjuntos normativos comunes que garanticen el mismo nivel de protección a los derechos fundamentales.
Nuestra tarea es dialogar, escucharnos y tomar las mejores decisiones colectivas, esta tarea debe estar sustentada en convicciones profundas a favor de los principios más elementales de la justicia.
Sabemos que no es fácil, que navegamos por una senda de grandes controversias, muchas veces sustentadas en nuestra diversidad de experiencias o intereses creados. Pero a pesar de estas dificultades no podemos detenernos o aligerar el paso, es claro que necesitamos un cambio y dentro de las muchas tareas que asume la administración pública en el orden federal y local, la nuestra adquiere un carácter prioritario por la simple razón de que de ella depende en buena medida la integridad y confianza de la población en las autoridades.
Es necesario hacer leyes sencillas y claras, normas al alcance de cualquier ciudadano, romper la gran brecha que existe entre el lenguaje jurídico y el lenguaje común. Abandonar la visión puramente formalista del sistema de justicia, eliminando el predominio del trámite y el secreto, tenemos que entender al proceso como un sistema de solución de conflictos sociales y evitar la despersonalización del sistema de justicia penal
Para lograr esto, los poderes legislativos de los estados deberán ser muy acuciosos al tramitar las modificaciones que consideren pertinentes. Tarea que implica una enorme responsabilidad, pero les aseguró que es una carga que apoyándose los unos en los otros será más fácil de llevar a cabo.
Será entonces un único esfuerzo nacional el que nos lleve a nuestro objetivo la implementación de un sistema integral de justicia y seguridad moderno, ágil y eficiente.
La Secretaría Técnica a mi cargo, se pone a la disposición de todos ustedes para brindar la asesoría y el apoyo que sean necesarios en este complejo y trascendental reto histórico.
Muchas gracias.
-Dirección General de Comunicación Social -
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