Javier González Garza / El control del dinero verde
En el país no existe un sistema de vigilancia financiera eficaz, debido principalmente a la voluntad de los señores del dinero y al evidente sometimiento gubernamental hacia ellos
Javier González Garza
Publicado en Reforma,
El estudio Binacional de Bienes Ilícitos, publicado por el Departamento de Seguridad Interna del Servicio de Migración y Control de Aduanas de Estados Unidos, explica que un 25 por ciento del dinero del narcotráfico entra al sistema financiero. Por su parte, la Asociación de Bancos de México informó que hubo un "excedente" de 38 mil millones de dólares en los bancos nacionales, en los últimos tres años. Así, sin más detalle.
La Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero, también de Estados Unidos, según la revista Proceso No. 1753, señala que no existe un dato preciso sobre el monto de dinero que entra a México procedente de la venta de drogas en Estados Unidos. Sin embargo, se calculan cifras que van de 30 mil a 50 mil millones de dólares al año, incluso podría ser más.
Hace unas tres semanas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público filtró la información de que se dejarían de comprar dólares en los bancos.
En México y todo Latinoamérica las restricciones cambiarias en medio de las crisis siempre han sido a la inversa. En la época de López Portillo, con aquella famosa frase "ya nos saquearon y nos volverán a saquear", se instauró el control de cambios y se restringió el acceso a los dólares. Recordemos también el famoso "corralito", cuando luego del desastre en que Menem dejó a la Argentina, se congelaron las cuentas en los bancos y no se accedía al dinero en aquella economía dolarizada.
Cuando inició el rumor de que los bancos mexicanos dejarían de comprar dólares, pedí a un funcionario del gobierno que me explicara si la restricción sería también para las casas de cambio y demás lugares donde se compran y venden dólares. De no ser así, la medida no serviría para nada, le dije. Pero si se incluyera a las casas de cambio, entonces deberían desaparecerlas, puesto que justo a eso se dedican. La respuesta que obtuve fue desconcertante. Efectivamente el gobierno está preocupado por la entrada descomunal de dólares, de los que no saben su procedencia. Deducen que es dinero ilícito, aunque no pueden probarlo; y han pospuesto, día tras día, la emisión de la reglamentación para ese control cambiario que intentan disfrazar. Si se llegara a restringir el libre cambio de divisas, ¿habría entonces un mercado negro de pesos? ¿Bajará todavía más el valor del dólar? Ahora resulta que lo único barato en México es el dólar. Imaginemos que éste se llegue a comprar en 10 pesos. El precio de las mercancías compradas en Estados Unidos será menor que las adquiridas en México. Se justificaría entonces la compra mercancías en Estados Unidos, mientras el consumo de bienes hechos en México se desplomaría.
Hace ya 15 años fui testigo de un hecho. Un empresario recibió la visita de un desconocido que le ofrecía comprar 45% de las acciones de su empresa a un precio que duplicaba su valor.
Evidentemente, al misterioso comprador no le interesaba la administración de la empresa, sino sus acciones. En una simple transacción se duplicaría su dinero y seguiría administrando su empresa como siempre.
El problema era el origen del dinero de aquel comprador. Intentamos investigar. Lo acompañé a una entrevista con el procurador general de la República. Luego de informarle a detalle aquella oferta, el empresario hizo una sola pregunta. ¿Se puede confiar en que este dinero no es ilícito? La respuesta final del procurador fue: "no podemos saber". Aquel "gran negocio", por razones obvias, nunca se realizó.
Todos los dólares son verdes. Algunos son "ilícitos". Otros, tal vez la minoría, son lícitos y limpios. El problema es que el gobierno no sabe o no quiere distinguirlos.
Si las cifras estimadas son correctas, significaría que entran más dólares al país producto del narcotráfico que por la suma de la venta de petróleo y las remesas enviadas por los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
Es evidente que ha entrado a México una cantidad millonaria de dólares de procedencia ilícita. El gobierno estadounidense, incluso, ha sancionado a organizaciones bancarias y financieras por el delito de lavado de dinero procedente del narcotráfico y sus vínculos con casas de cambio mexicanas.
La imposición de esta medida disfraza también una abdicación del gobierno mexicano a sus obligaciones. Es obvio que en el país no existe un sistema de vigilancia financiera eficaz, debido principalmente a la voluntad de los señores del dinero y al evidente sometimiento gubernamental hacia ellos. Así, en lugar de combatir el lavado de dinero investigando en los circuitos financieros y encarcelando a financieros delincuentes, parece que el gobierno preferirá restringir, una vez más, las libertades de todos los ciudadanos.
12 junio 2010).- En 2009 la economía mexicana se destacó por ser la que más se contrajo en el mundo. La economía del país cayó a niveles no vistos desde la Gran Depresión de 1929, y el torpe manejo económico del gobierno fue reseñado internacionalmente. ¿Cómo entender entonces que el peso, en ese mismo año, se revaluó respecto al dólar y la mayoría de las monedas? La explicación parece ser la cantidad de dólares ligados al narcotráfico que entran al país. El gobierno no tiene datos al respecto y la información viene, otra vez, del extranjero.
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